Amor odio o paranoia

Sueños rotos (parte2)

Tres, cuatro, cinco semanas sin ver los hermosos ojos de Sakura, pero ninguno se podía dar el lujo de perder las esperanzas con tan poco tiempo. Cuando iba Rebeca no paraba de hablar con ella como si le pudiese contestar, pero cuando le veía luego de una larga charla se ponía a llorar en el hombro de Andy.

Con el paso de las semanas, las heridas de Sakura iban disminuyendo visiblemente, los hematomas y los puntos que le habían quitado unas semanas atrás estaban casi curados.

Rebeca había salido para tomar algo y relajarse, Sebastian estaba con Tristan y Brenda, Dan había ido a desayunar y no tardaría en regresar. Y Criss estaba en el pasillo, prefería no verle por que al hacerlo veía la culpabilidad, aunque no estaba seguro del porque.

Andy se encontraba en la habitación colocando nueva agua a uno de los tantos ramos de flores que decoraban su habitación.

Los ojos de Sakura comenzaron a moverse irregularmente, como queriéndose despertar de un mal sueño.

–  ¿Sakura? Amor ¿Me escuchas? – ella hizo un sonido intangible, pero un sonido de vida, salió corriendo de la habitación para llamar a una enfermera o un doctor o lo que sea que se le pusiera en frente con una bata blanca. Criss entró rápidamente y se colocó junto con Andy en rente de ella.

–  Sakura – otro sonido. Criss estaba al punto de morir de la tensión – tal vez te sientas muy desorientada cariño… -  dijo una doctora cuyo nombre no recordaban – pero necesito saber si nos escuchas ¿sabes donde estas? – otro sonido – si puedes abrir los ojos por favor ábrelos.

Dan entró en ese momento y al igual que Andy y Criss sintieron ese alivio que dolió, esos ojos que amaban, abiertos, pero con miedo y curiosidad.

–  ¿Puedes hablar? – Los tres querían escuchar su voz nuevamente aunque solo para que sus primeras palabras fueran en una sola silaba.

–  Sí. – Aquella voz tan hermosa y agradable, tan simpática pero insegura. Dios, como no podían amarle ahora, era si se les diera aire luego de estar sumergido por mucho tiempo en el agua.  

–  ¿Sabes donde estas cariño? – preguntó la doctora.

–  No.

–  ¿Sabes quien eres?

Ella miró para todos lados en busca de la respuesta, como si estuviera escrito en alguna parte de la habitación, entonces sus ojos se cruzaron con los de Dan, él no pudo evitar correr hacia ella y estrecharla entre sus brazos

–  Duele – dijo.

–  Lo siento Sakura. – dijo con lagrimas en los ojos sin dejarla de soltar.

–  Dios Sakura – dijo Criss también acercándose y abrazándole.

–  ¡Sakura-chan! – dijo Andy revoloteando alrededor de ella.

–  ¿Cariño, sabes quien eres? – repitió la doctora ahora ya preocupada.  – a los tres les fastidio el tono que utilizó.

–  No. – dijo ella aun confundida.

–  ¿Sabes quienes son ellos?

Sakura les miró, uno por uno minuciosamente, tratando de recordar algo sin éxito, comenzó a hiperventilar y los tres chicos fueron enviados en segundo plano retirados de la habitación.

–  ¿Qué esta ocurriendo? – preguntó Sebastian que llegaba con un ramo de rosas sonriendo.

–  Sakura ha recobrado la conciencia – dijo Criss preocupado aun por lo que había escuchado y visto cinco minutos atrás.