Felices fiestas

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Tristan no se despegaba del vestido de Brenda. 

–  Estoy comenzando a sentirme celosa de ti Brenda. – dijo Sakura mientras ambas llevaban el puré de papas a la mesa.

–  Vamos Sakura, déjame a un hombre para mí – Dijo sonriéndole y despeinándoles los cabellos mientras ella hacia un mohín.

–  Miren quien llegó – Anunció Dan.

–  ¡Criss! – Sakura se levantó y fue a saludarlo con abrazos y besos.

–  Sakura… hace tiempo que no sé nada de ti. Esto es una sorpresa.

–  Esa era la intención de que no supieran que llegábamos

–  Quiero que conozcas a alguien – una niña pequeña se encaminó sonriendo – ella es Melody. Melody, ella es Sakura.

–  Hola – dijeron las dos al mismo tiempo haciendo que rieran suavemente.

–  Hola – Dijo nuevamente Melody – un gusto, Criss me ah contado mucho acerca de ti. Siento como si ya te conociera.

–  Para mi eres todo una sorpresa.

–  Esas palabras también me las dijo Criss cuando nos conocimos.

Todo fue delicioso, la iluminación, la compañía, todo. Dan aun estaba en shock por la noticia. La niña… Melody, no parecía tener más de 15 años. Era extrañamente bonita, tenía unos enormes ojos de color chocolate, enormes pestañas, nariz pequeña y bonita, labios ni gruesos ni delgados, aunque su sonrisa era enorme, tampoco era delgada pero no podría decirse que era gorda, tenía el cabello lacio y largo de color café oscuro y calculaba que media unos centímetros más que Sakura. Era bastante agradable y hacia reír a todos. Pero aún no procesaba que esa niña de unos quince años fuera la novia de Criss. ¿Cómo se habían conocido? ¿En dónde? ¿Cómo se pudo fijar en alguien tan joven?

Era claro que Dan era cinco años más grande que Sakura, el próximo año cumpliría 28 mientras que Sakura estaría cumpliendo los 23, sin embargo Criss cumpliría 30, y si Melody tenía la edad que aparentaba entonces su novio le doblaba la edad.

Criss observó nuevamente a Dan, este seguía a Sakura con la mirada a todas partes, como en otro tiempo había hecho Andrew. Pero la diferencia entre ambos eran notables. Dan miraba a Sakura como si fuera un milagro, algo que aun no alcanzaba a creer. Pareciese como si su amigo, el esposo de su alma gemela, creyera que Sakura desaparecería en cualquier momento. Le miraba con veneración, con amor total y absoluto. 

Y Sakura, bueno, pues fue una sorpresa observar que le miraba con la misma o mayor intensidad de la que había visto mirar a Andrew. Nunca había visto a una mujer más feliz en complacer a su esposo. Sakura casi podría besar el piso por donde caminaba Dan.

Una vez que ese pensamiento cruzó por su mente no pudo deshacerse de él. Sin embargo se sorprendió al darse cuenta de que en realidad no le dolía.

Volvio a fijarse en Dan que le miraba de un manera penetrante. Desvió su mirada en seguida a Melody que se encontraba charlando animadamente a todos en la mesa.  

Bueno, era más que obvio que así no era como quería presentarles a su novia, quería ser muy muy sutil cuando les soltara la bomba. Pero ver a Dan le hizo darse cuenta de que necesitaba un respiro.

Y no era para menos, el rostro de poker de Dan decía más que si se hubiese quedado atónito. Era algo parecido a: Mantén la mente abierta, Dan, no hagas ningún comentario brusco.

Esa cara que no demostraba emociones de su amigo, decía muchísimo más de lo que pretendía aparentar.

Melody era tierna y linda, aunque muy explosiva en cuanto a sus sentimientos. Tenía amigos por todos lados, y eso era algo con lo que no se sentía cómodo sabiendo. Melody y Sakura contrastaban como el día y la noche. No solo en apariencia, sino también en personalidad. Melody carecía de todas aquellas cosas que detestaba en Sakura.

Sin embargo no pudo, ni se atrevió a compararlas. Melody le había dado la luz que no había podido  ver en muchos años.

Era mucho más ruidosa, ya que Sakura siempre era serena y sensata. Melody, por el contrario, era sarcástica y un poco burlona, pero sabía que se avergonzaba con facilidad.

Le encantaba su enorme sonrisa, aunque le molestaba el hecho de que le sonriera a todo el mundo, también le enfurecía que tuviera más amigos hombres, dada su personalidad, sin embargo, era una persona alegre y amable.

–  ¡Ay Sakura, tienes que decirme la receta de esas galletas que Criss ama! – dijo mientras le tomaba de las manos en forma de suplica.

Sakura se desconcertó por un momento para luego formar esa sonrisa característica suya. Aquella que parecía provenir directa del cielo.

–  Claro

–  Estupendo – Y dio un brinquito que hizo que a Criss se le encogiera el corazón.

La velada estuvo llena de alegría y charlas ligeras. Parecía una escena familiar muy agradable. Rebecca y Sakura platicaban de la luna de miel o eso le parecía desde donde estaba Criss y Sebastian parados, Melody, excusándose por un instante, había desaparecido de la casa para contestar una llamada de su madre; Andy y Dan estaban platicando de su reciente partido de tenis; Brenda, Carlo y Dimitri platicaban algo relacionado con la reciente toma de decisiones de la empresa de este ultimo; Miguel jugaba con Tristan animadamente, y cuando el pequeño comenzó a llorar Sebastian y Sakura se apresuraron a ver que le había sucedido.

–  Permiteme un momento…

Sakura tomó en brazos a Tristan, quien con sus pequeñas manos pedia atención de la que hasta ese momento había considerado su madre. Aquella escena le conmovió. Y por primera vez imaginó a una Sakura madura y diferente, una que podría llegar a ser madre en el futuro. Una madre, una esposa y una amiga.

Miró de soslayo a Dan, quien no pudo ocultar una mueca de dolor al ver la misma escena que él estaba vislumbrando. Pero al ver que él le miraba cambio su semblante y le sonrió complacido, Criss le devolvió media sonrisa. Algo había pasado. De eso esta seguro.

Siguio observando la escena tan familiar que se había formado entre Sebastian , Sakura y el pequeño Tristan. Si fuera una persona completamente ajena a la situación en la que estaban todos pasando podrían ver un grupo de amigos en Navidad, y una familia, familia que estaba formada por aquellas personas que estaban en el centro.

–  Parecen madre e hijo

Sebastian giró la cabeza para ver a Melody quien se había acercado silenciosamente y observaba a esa extraña familia.

–  Eso mismo estaba pensando

–  ¿Aun la quieres?

–  Claro que la quiero –Dijo rápidamente y se quizo golpear por soltar aquello al ver los ojos llenos de dolor de su pequeña Melody – No pongas esa cara Mel. Los sentimientos son diferentes para ambas. Ella pasó a ser solo mi pequeña hermana en el mismo instante en el que tu entraste a mi vida.

–  ¿Estas seguro? – dijo ella mirándole a los ojos.

–  Completamente seguro – Se acercó y le dio un casto beso en la mejilla, haciendo que Melody se sonrojase.

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Sakura y Sebastian siguen pareciendo falimilia... Y a Dan le duele ver que Sakura pudo haber sido feliz con un hijo... Que les parecio el capitulo... espero que les haya agradado :3

Que opinan de Melody?

Y del nuevo Criss? hahahaha

Brenda es la de la derecha :3 GRACIAS POR LEER!

SALUDOS! Espero sus votos y comentarios! BYE! 

Amor odio o paranoiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora