𝘊𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘵𝘰𝘴 [𝘏𝘢𝘪𝘬�...

By AgenteReimers

57.1K 6.1K 4.1K

Las familias más ricas de la prefectura de Migayi se encuentran en un punto de contratos importantes, siendo... More

Pяσ́lσgσ
𝑼 𝑵 𝑶
𝑫 𝑶 𝑺
𝑻 𝑹 𝑬 𝑺
𝑪 𝑼 𝑨 𝑻 𝑹 𝑶
𝑪 𝑰 𝑵 𝑪 𝑶
𝑺 𝑬 𝑰 𝑺
𝑺 𝑰 𝑬 𝑻 𝑬
𝑬𝑺𝑷𝑬𝑪𝑰𝑨𝑳 𝑫𝑬 𝑵𝑨𝑽𝑰𝑫𝑨𝑫 2019
𝑶 𝑪 𝑯 𝑶
𝑵 𝑼 𝑬 𝑽 𝑬
𝑫 𝑰 𝑬 𝒁
𝑶 𝑵 𝑪 𝑬
𝐷 𝑂 𝐶 𝐸
𝑻 𝑹 𝑬 𝑪 𝑬
𝑪 𝑨 𝑻 𝑶 𝑹 𝑪 𝑬
𝑄 𝑈 𝐼 𝑁 𝐶 𝐸
𝑫 𝑰 𝑬 𝑪 𝑰 𝑺 𝑬́ 𝑰 𝑺
𝑫 𝑰 𝑬 𝑪 𝑰 𝑶 𝑪 𝑯 𝑶
𝐸𝑆𝑃𝐸𝐶𝐼𝐴𝐿 𝐺𝑂𝐿𝑃𝐼𝑍𝐴𝑆 𝐴 𝐻𝐼𝐾𝐴𝑅𝑈 + 𝑁𝑈𝐸𝑉𝐴 𝑃𝑂𝑅𝑇𝐴𝐷𝐴
𝑫 𝑰 𝑬 𝑪 𝑰 𝑵 𝑼 𝑬 𝑽 𝑬
𝑽 𝑬 𝑰 𝑵 𝑻 𝑬
𝑽 𝑬 𝑰 𝑵 𝑻 𝑰 𝑼 𝑵 𝑶
𝑉 𝐸 𝐼 𝑁 𝑇 𝐼 𝐷 𝑂́ 𝑆
𝑽 𝑬 𝑰 𝑵 𝑻 𝑰 𝑻 𝑹 𝑬́ 𝑺
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
v e i n t i s é i s
v e i n t i s i e te

𝑫 𝑰 𝑬 𝑪 𝑰 𝑺 𝑰 𝑬 𝑻 𝑬

1.7K 201 196
By AgenteReimers

ㅤㅤㅤ
Ese fin de semana llegó mucho más rápido de lo que los mellizos y los hermanos esperaban, se sentían nerviosos por lo que iban hacer, no querían ni pensar en las posibles reacciones de sus padres a la hora de qué Shouyou y Tobio se querían casar.

El día sábado, los menores pidieron a sus padres si podían reunirse con la otra familia. Así todos estaban reunidos en la casa Sawamura, los adultos en el sofá, eran separados de sus hijos por la pequeña mesa. Shouyou y Kageyama estaban al medio, el pecoso y el rubio a los extremos. Ellos estaban vistiendo semi-formal.

Su apariencia se veía con confianza y seguridad de sus acciones, pero por dentro estaban demasiado asustados por la respuesta o la reacción de ellos. Rezaron toda la noche para ésto, la ansiedad los inundó por completo y el momento había llegado.

- Padres, tenemos una propuesta de casamiento. - mencionó el pelinaranja, comenzando con la "reunión".

Tobio dejó en la mesa dos documentos de tres hojas cada uno, un contrato para cada familia. Eso dejó boquiabierto a los mayores, tomando cada uno el papel que le corresponde. Lo examinaron con sus parejas, opinando sobre la estructura y su contenido.

- Shouyou y yo, nos queremos casar por el bien de la empresa. Si aceptan nuestra propuesta, el casamiento de Tadashi y el mío se romperá - comentó al ver que estaban leyendo la primera hoja - Además, no se haría válido el casamiento de Kei y Tadashi. Con nosotros casados será suficiente para la unión contra la empresa de Ushijima-san.

El silencio reinó la habitación; el reloj de fondo inundaba los oídos de los menores mientras sus manos sudaban por los nervios. Shouyou sintió como el corazón subía por su cuello y se asentaba en su cabeza, sintiendo sus pulsaciones más fuertes de lo normal.

Kuroo hablaba con Kenma a susurros, opinando sobre el cambio de contratos y lo que implicaría hacerlo. Sucedía lo mismo con Sawamura y Kōushi; al final ambos directores asintieron y aceptaron la propuesta.

— Aceptamos el contrato, felicidades chicos — anunció Daichi y extendió su mano hacía Tobio.

Lo mismo hizo Kuroo, pero con Shouyou. Sus corazones descansaron satisfechos. El suspiro de sus hermanos por la tensión se hizo presente y sonrieron aliviados. Daichi sacó una pluma de su bolsillo y firmó ambos contratos, luego se la prestó a Kuroo que hizo lo mismo con una sonrisa de oreja a oreja.

Oficialmente, Shouyou y Tobio serían futuros esposos.

Ambos se abrazaron y celebraron con unos besos enfrente de sus padres; estuvieron bastante tiempo fingiendo ser nada cuando en realidad ambos eran todo. Shouyou escondió su cabeza en el cuello del mayor, tratando de reprimir lágrimas de felicidad. Tobio estaba de la misma manera, su felicidad sobrepasaba los límites de éste mundo y quedó sin palabras y ninguna expresión por lo que sucedía.

Pasaron tanto tiempo soñando que ahora creen que es otro de sus sueños.

— Nuestros hijos si que saben hacer negocios — se rió Kuroo al estrechar su mano con la de Sawamura.

— La dirección de la empresa estará en buenas manos — le responde el otro.

"Supongo que era por ésto que entraron a mi estudio..." Pensó Kuroo, cuando sucedió eso, se sintió muy decepcionado, sin embargo, ahora lo entiende mejor y de alguna manera se siente orgulloso. Sucede lo mismo con Daichi, estuvo semanas tratando de entender y ahora estaba más claro.

Luego sus padres abrazaron a la nueva pareja, felicitándolos y sintiéndose más aliviados por ver cómo sus hijos se veían menos sofocados. La alegría los consumió, la soga en sus gargantas se rompió con una simple tijera y pudieron respirar aliviados.

Shouyou abrazó a Kozume y Kōushi, le hacía competencia al sol con su brillo en ese momento. A pesar de que no quiso, con una sonrisa y un par de lágrimas rebeldes les agradeció a todos. Tobio tuvo que calmarlo un poco, también les dió gracias a sus futuros suegros por la aceptación.

Mientras tanto, el rubio y el peliverde suspiraron por la eterna espera y suspenso. Aunque el rubio no quería aceptarlo del todo, realmente estaba preocupado de que no aceptarán. Al menos podía dormir bien en las noches sabiendo que su hermano estaría con un chico tan ruidoso como Shouyou. Lo mismo va para Tadashi, aunque siempre lo demostró y abrazó a su hermano y Tobio con gran júbilo.

Una vez que la emoción de todos se calmó, Daichi y Kuroo se encargaron de hacer el almuerzo para las familias. El azabache y el sol mismo ayudaron a colocar la mesa o en realidad a poner ciertas cosas porque no podían dejar de hablar de cosas raras, incluso a veces se quedaban en silencio y los demás los miraban extrañados.

La radio está de fondo, así que algunas canciones llamaban la atención de los que están allí y la comentan, como lo hicieron Kōushi y el teñido. Ellos estaban sentados en el gran sofá, conversando sobre todo y a la vez nada. Hasta que tocaron el tema de Kei y Tadashi.

— Aún me avergüenzo de la escena que hicieron en la oficina, después de salir, hablé con él para saber que sucedía — dijo Kozume al tomar un poco de su agua.

— Yo también conversé un poco con Tadashi, pero no me quiso contar mucho... — dijo cabizbajo el peligris.

— Lamento lo que hizo Kei... De seguro fue demasiado para Tadashi — sabiendo que su hijo provocó tanto daño al molestarlo, quiere apoyar al pecoso.

— Mi estrella... Sabía que lo molestaban de pequeño, y traté de protegerlo lo más que pude, pero fue inevitable que eso pasara... Le costó tanto entender que nunca fue su culpa — mencionó el doncel.

— Yo nunca crié así a Kei... No entiendo que sucedía en su cabeza en ese momento... Y ahora que serán familia, solo espero que por lo menos se toleren un poco más — miró a su hijo que estaba afuera con el pecoso.

Kei y Tadashi estaban en el patio, ambos estaban sentados jugando con Tessa mientras hablaban cosas que los adultos no entendían porque estaban muy lejos. Sin embargo, Kozume le hizo un gesto hacía atrás del peligris para que lo viera con sus propios ojos de que estaban conviviendo.

Ambos sonrieron y dejaron de hablar de ellos porque vieron que no había de que preocuparse mucho entre los chicos.

— A Tessa la encontramos en un hogar para perros rescatados, se veía triste, Shouyou y yo no pudimos evitar sentirnos mal por ella. Así que la trajimos — le sonríe al final de relato.

Al mismo tiempo, acariciaba la cabeza de la perra que estaba siendo mimada por uno de sus dueños. El rubio también intentó acariciarla, siendo aceptada automáticamente por Tessa quien le lamía sus manos y quería mimos del mayor.

— Creo que le agradas bastante — mencionó el pecoso al dejar ir la perrita de sus brazos para que se fuera con el otro — ¿Te gusta otro animal? — preguntó tratando de comenzar otra conversación.

— Los dinosaurios, me gustan mucho — mencionó sin vergüenza alguna, de alguna manera le gustaba mencionarlo.

— Es por eso que quieres estudian paleontología ¿Cierto?

— Sí, quiero que el mundo sepa lo maravillosos que son — se deja lamer por la perra, allí sonríe algo asqueado por eso, ya que no está acostumbrado.

Tadashi se rió por la mueca que hizo el mayor, soltando pequeñas notas musicales. Entre risas aleja a Tessa de Kei y le pasa unos pañuelos desechables que tenía en su bolsillo.

El rubio le agradeció en un susurro mientras escondía su sonrisa boba. Luego de las risas, el silencio los gobernó. Pero el sonido del viento helado en las hojas de los árboles lo hacía más tolerable y cómodo. Ese frío los estremeció un poco, pero con sus prendas lo soportaron. Tessa fue a comer y a beber en la otra esquina del patio.

Kei no quería romper el ambiente, pero realmente quería hablar con el pecoso de lo que lo ha perturbado en estas semanas. Respiró hondo y suspiró, ya lo había pensado y ahora tenía el coraje para decirle.

— Tadashi... Yo lamento tanto haberte hecho pasar por el acoso cuando niño... — bajó su cabeza, evitando la mirada del pecoso.

Creía que sería rechazado, pero qué más podía esperar del chico que molestó por esos años, lo mejor que podía esperar era una respuesta negativa, era mucho desear que lo aceptara y lo perdone.

— No sé en qué estaba pensando cuando era así... — movía sus dedos mientras aún evita su mirada — No estoy esperando tu perdón o algo parecido, sólo deseo que... — tragó fuerte — que sepas que eres el chico más cool que he conocido.

Finalmente, levantó su cabeza, su mirada mostraba real arrepentimiento por lo sucedido cuando niños. En estos meses, lo pudo entender mejor. Su madre habló con él en variadas ocasiones, hasta que le entró en la cabeza el dolor tan grande que le provocó su acoso.

— Gracias, Kei — el peliverde le sonrió de oreja a oreja, una pequeñas lágrimas salieron de sus ojos.

El pecoso estaba muy conmocionado, nunca esperó esa disculpa. Y no sabía cuánto lo necesitaba hasta éste momento, sentía que ese suceso en su vida ya lo había superado, sin embargo, su corazón se alteró al escucharlo de él.

Escuchar que el mismo chico que le hacía bullying se estaba disculpando con él, le hacía entender que el tema aún no estaba cerrado. El hecho de que sintiera que lo había superado es porque nunca lo había conversado formalmente. También supo, que esos recuerdos también estaban atormentando al rubio.

Ambos suspiraron, el peliverde limpió sus lágrimas con la manga de su chándal. A pesar de ello, aún estaba sonriendo y eso contagió a Kei. Hizo una pequeña sonrisa por verlo así. La tensión al momento de hablar se disipó lentamente hasta hacerlos reír nuevamente.

[•••]

El día para ambas familias fueron un éxito.

El almuerzo lo disfrutaron tanto que no recuerdan algo similar. De seguro es por la buena aura que tenían los menores de la casa por las nuevas noticias.

Estuvieron todo el resto de la tarde hablando y riendo en la casa, la futura pareja podía al fin demostrar el amor que se ocultaban en público, Kei y el pecoso podían responderse cosas y compartían una conversación más fluida. Aunque a veces el rubio solo se quedaba callado mientras escuchaba a Tadashi. El postre lo hicieron los donceles adultos, quienes prepararon algo para endulzar aún más ese día.

Ese pastel de fresa lo disfrutó aún más el de lentes, aunque no quiso demostrarlo demasiado, solo Tadashi y Tobio conocían lo obsesionado que estaba con las fresas, así que cada detalle en su rostro reflejaba lo satisfecho que estaba en su interior.

La familia del teñido se fue cerca de las siete de la tarde, se despidieron con una gran sensación de satisfacción y buena vibra de la casa Sawamura.

[•••]

Dos semanas pasaron rápidamente en la prefectura Miyagi. El frío ya estaba más pronunciado, la ropa del armario cambió a una más gruesa y abrigadora. Las plantas ya no tenían muchas hojas y el sol desaparecía por días, dejando al cielo gris como protagonista.

Ahora como en la azotea hacía mucho frío, los chicos se iban a la cafetería. El uniforme de invierno predominaba en la escuela Karasuno.

El dúo raro se encontraba comiendo rápidamente, ni siquiera conversaban o tomaban una pausa para masticar adecuadamente. Eso ponía nervioso al pecoso y asqueaba al rubio.

— ¿Por qué comen tan rápido? — preguntó el menor.

— Hoy tenemos un partido de práctica y quieren usar este descanso para practicar algunos movimientos — dijo el mayor.

— ¡H-Hey! Les dolerá el estómago y no podrán jugar — llamó la atención el peliverde al ver como seguían igual.

Eso hizo que ambos dejarán de comer y tomarán una pausa y mirarán al peliverde.

— Esho esh verdaf — razonó el de segundo mientras aún tenía comida en su boca.

— ¡No hagas eso, baka! — habló Tobio luego de tragar — ¡Es asqueroso!

Luego Shouyou en forma de burla le abre la boca con su comida a media masticar. Eso hizo enojar al azabache y los otros dos desviaron la mirada de ellos por lo asqueados que estaban.

Al hacer eso, Kei miró el brazo que estuvo lastimado, con ellos se acordó que mañana serían las dos presentaciones de gimnasia en el gimnasio municipal de la prefectura.

— ¿Mañana podrás competir? — preguntó el mayor.

— Sí, ya estoy mejor del brazo, solo debo tener cuidado de calentarlo y estirarlo bien — le sonríe.

— ¿Estás nervioso? — extrañamente tenía curiosidad.

— Demasiado... No he podido dormir bien en éstos días — su alegría se disminuye de a poco y su mechón lo acompaña.

— De seguro todos los que van a competir son ineptos, supongo que allí podrás ganarles — un pseudo elogio para el pecoso.

Tadashi queda perplejo porque logró entender la indirecta que quiso decir.

— ¡Gracias, Kei! — menciona con la nueva confianza que le otorgó el rubio.

— Bueno nosotros nos vamos a practicar — dice el pelinaranja al levantarse con su bandeja — buen provecho — se va con el azabache que también les deseo lo mismo.

Ambos dejaron las bandejas en la recepción de ellas, cerca de la entrada del casino.

Llevaron un balón de voleibol en un bolso de género y se dirigieron al patio cercano a la entrada del gimnasio en donde siempre practicaban. Mientras recibían, remataban y armaban para el otro, una pregunta rondaba en la cabeza del pelinaranja.

— ¿No crees que es ilegal?

— ¿Qué cosa? — preguntó aún concentrado en el balón.

— Tadashi y Kei... — dijo algo bajito.

— ¿Por qué?

— La edad... Vamos piensa un poco

Tobio deja de jugar y hace cálculos.

Tadashi es primer año y Kei de tercer año. El mayor se irá el próximo año a la universidad y el pequeño doncel seguirá en la escuela. Uno tiene dieciséis y el otro tiene dieciocho años, quienes están a punto de cumplir un año más cada uno...

— Kei es un asalta–cunas... — dice sorprendido el azabache.

El pelinaranja asiente a su respuesta y razonamiento. Aunque solo eran dos años de diferencia, ellos lo hacían ver un poco más grave de lo normal.

[•••]

El tan esperado sábado llegó.

Los nervios eran protagonista esa mañana por parte de los integrantes del club de gimnasia rítmica.

Llegaron al gimnasio municipal, vieron a las otras escuelas competir y obtener grandes puntajes. Sin embargo, allí mismo debieron calentar para el momento tan crítico de esa competencia.

La galería del gimnasio estaba más o menos llena, en un sector estaban todos los familiares y amigos de la escuela Karasuno. Entre ellos muchos padres, además, una sorpresa para Tadashi y Nori fue ver a su instructor Shimada.

Estuvieron calentando por unos minutos más, entre ellos estiraban sus brazos y piernas. Narita se encontraba algo preocupado por el brazo de Tadashi. Aunque éste actuaba muy bien ante la molestia de su brazo. Justo en esos momentos se ponía un guatero tibio para no dañarlo más.

Hacían ejercicios de respiración y repasaban los movimientos sin mirar la tabla de puntajes ni las rutinas de otras escuelas.

— Escuela Karasuno — se escuchó por el altavoz del recinto.

Eso alteró un poco a los integrantes del club, quienes estaban más nerviosos eran los de primero más Haru, quién era controlado por su novio Nori. Hikaru estaba un poco más calmado que los demás.

Sólo tenían menos de tres minutos para hacer un puntaje relativamente perfecto para quedar en la siguiente tabla de seleccionados. No hay segundas oportunidades, aquí no hay suerte, solo talento y habilidad.

En este mundo de la gimnasia no es suficiente siendo bueno, se debe ser especial para llegar a las grandes ligas.

[pondré un vídeo de referencia de la rutina de la cuál elegí; Tadashi es quien tiene unas vendas blancas más largas que el resto, desde la muñeca hasta el codo]

— Por favor, escuela Karasuno, acercarse al cuadrilátero — dijo una vez más la bocina.

— Bien chicos, todo irá bien, practicaron mucho para éste momento — les dijo Narita con una sonrisa.

El equipo asintió y le dió las gracias a su entrenador.

— ¡Vamos Karasuno! — gritaba una zona de la galería.

Eso hizo sonreír a los gimnastas. Respirar hondo y Hikaru hizo el visto bueno para comenzar con la presentación.

Los seis se pusieron en sus posiciones. Daiki y Hisoka sujetaron a Tadashi en el aire. Mientras Hikaru estaba atrás de él. Finalmente los de segundo quedaron juntos adelante con sus poses de inicio.

La música comenzó unos segundos después. Inundó en sus corazones ese sonido que han estado practicando desde hace unos meses. 

Luego de unos movimientos en el suelo, se ponen en formación para que Tadashi salte sobre Daiki, quién también está sostenido en el aire pero con la ayuda de Nori y Hisoka. Hikaru lo toma de ella cintura y lo eleva sobre Haru para recibir el último impulso y realizar una voltereta sobre Daiki. Cae limpiamente, aunque siente una ligera molestia en su brazo, haciendo chasquido con su lengua.

Pero no hay tiempo para quejarse, el movimiento salió perfecto y siguen con la rutina.

Sus corazones latían desesperados, pero no podían dejarse llevar por ello, debían contar los segundos por cada movimiento para no tener un choque con el otro o descordinarse.

Aunque el aplauso de su galería se escuchaba fuerte, para ellos no había nada más que la música y el cuadrilátero.

Ya estaban por terminar, las acrobacias eran más fuertes en éste punto. Sus respiraciones se volvían un poco más irregulares por los nervios y la presión.

No obstante, sus mentes fueron más fuertes y lograron hacer todos los movimientos hasta el final.

Tadashi y Daiki fueron quienes estuvieron más tiempo en el aire y debieron impulsarse más alto. Así que sus caídas fueron un poco más duras que los demás, les dolían un poco los brazos y el torso. Pero fuera de eso, ellos estaban bien y se sentían satisfechos con su desempeño.

Hisoka también tuvo que saltar alto, pero más que nada, ayudar a levantar a los chicos y por eso sus brazos estaban más cansados.

Hikaru, Nori y Haru se encontraban algo adoloridos en sus piernas, ya que además de dar pequeños saltos, tuvieron que impulsarse un poco más de lo normal para levantar a los otros chicos, así que sus brazos también estaban cansados, pero no tanto por la costumbre.

Terminaron la rutina y los aplausos invadieron sus oídos, ahora podían ver más allá del cuadrilátero.

Dejaron su posición estática final y se pusieron en fila para agradecer a los jueces y su audiencia. Fuera del cuadrilátero pudieron respirar aliviados y sonrieron tanto que les dolió su rostro.

Ahora debían esperar la puntuación final de las notas A, D, E y penalizaciones. Sus manos empezaron a sudar en ese momento. Se colocaron a un lado de su entrenador quien también se encontraba muy feliz y felicitaba a todos con un abrazo y unas palmaditas en la espalda.

Esperaron a los once jueces en su veredicto final más la asociación de gimnasia. Estaban impacientes hasta que en la tabla dígital de puntuaciones mostró en total:

Nota A: 10.000
Nota E: 10.000
Nota D: 10.000
Penalización: 0.6( una vez fuera del perímetro del cuadrilátero –línea blanca–; cinco flexiones de codo)
Nota final: 29.400

Escuela Karasuno, puntaje veintinueve punto cuatro, primer lugar en tabla de seleccionados de la prefectura.

— ¡Woah! ¡Karasuno! ¡Karasuno! ¡Karasuno! — gritó la galería por la muestra del puntaje en vivo.

— ¡Lo hicieron chicos! — gritó Narita al abrazar a sus estudiantes.

— ¡Lo hicimos! ¡Lo hicimos! — gritaron los de primero mientras saltaban de la alegría.

Las sonrisas y los aplausos no se hicieron esperar, agradecieron una vez más a su audiencia, a su entrenador y los jueces.

Se pusieron sus chándales de la escuela y se sentaron en su sector a esperar que los demás participantes terminarán.

Tadashi se colocó un parche temporal en su brazo, aún lo sentía algo molesto, pero eso no quitó su alegría. Pero igualmente se disculpa con el equipo:

— Lo siento, yo flexioné el codo mientras estaba en el aire, me dolió más allí — dice algo nervioso.

— Si, yo también me disculpo, yo me pasé del perímetro — Daiki suelta una risa nerviosa.

— No se preocupen, lo hicieron perfecto, a pesar de que Tadashi tenía una ligera lesión — anuncia Narita.

Luego entre ellos empezaron a elogiarse, diciéndose lo espetacular que salieron los movimientos. En la prácticas siempre tenían algunos errores por el cansancio en la última parte de ella rutina. Pero ésta vez, lograron vencerla y ganar –hasta ahora– el primer lugar.

Bebieron y descansaron allí, pronto sería la presentación de Tadashi. Así que debía prepararse nuevamente para comenzar su rutina de gimnasia rítmica en ese lugar.

Aún así, le preocupaba su brazo, que las molestías aún era constantes. Trató de no pensar en ello, porque lo pondría aún más nervioso. Así que comenzó sus ejercicios de calentamiento y respiración con ayuda de Narita y sus compañeros.
ㅤㅤ

ㅤㅤ
ㅤㅤ
ㅤㅤ
ㅤㅤ
ㅤㅤㅤ
ㅤㅤㅤ

holA;;;;;;
otro capítulo de ésto, y ya es el diecisiete :0
nunca pensé que llegaría tan lejos xD
bueno ojalá les haya gustado, creo que he avanzado mucho¿¿¿
al fin el TsukkiYama aparecerá con conciencia ªªª
el próximo capítulo tal vez sea el próximo año
así que aquí mi saludo

me alegra tanto que ésta historia haya crecido tanto 🤧❤️
les agradezco a lxs lectorxs antiguos, a los nuevos y a los por venir
ha pasado más de un año de la creación de "contratos" y ha sido difícil, divertido y a veces fácil el hacer capítulos, aunque siempre estoy pensando en cómo desarrollarlo
así que gracias por todo <3

eso me lleva,,,,,, ¿quieren un especial de preguntas y respuestas de la historia y/o de mi?
si quieren, pueden poner la preguntas en éste párrafo uwu

eso, nos vemos en otros capítulos e historias TsukkiYama 💖

Continue Reading

You'll Also Like

476K 9.8K 7
𝙃𝙤𝙪𝙨𝙚 𝙊𝙛 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 || 𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 "Ser una Black digna de su apellido" Madelyn siempre tuvo esos pensamientos al saber q...
73.8K 6.1K 18
"No, claro que no, es obvio que no me gusta Bradley, el es mi enemigo y... Maldito idiota, sal de mi mente, haces que mi corazón se acelere." Max es...
208K 11.7K 19
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué suce...