03 de febrero del 2020
🌎 Ciudad de México, México.
Si me dijeran que describa la semana pasada y mi lunes, diría que es el tiempo donde más la he pasado estresada voluntariamente.
Hoy estaría regresando a las redes y para eso estaría publicando unas fotos que me había tomado, que por cierto ame todas y me costo mucho decidirme por cual publicar.
—¿Listo?— me pregunta July y asiento.
Ahora mismo estamos todos en la sala de juntos, bueno a todo me refiero a Fernando, Pedro, Juan Carlos y July. Estamos todos sentados listos para subir la foto. Lo primero qué pasó cuando abri mi Instagram fue llenarme de notificaciones, sentía que mi celular iba a colapsar, lo juro.
No sabría decir que parte de esto es lo que me emociona más. Si es el regresar, ver la reacción de la gente. No lo sé. Simplemente no lo sé.
—¡Está arriba!— dice Pedro, el genio de saber lo que quieren las fans.
¡Amaba la foto! No pudimos haber elegido mejor foto.
—¡Estoy feliz!— chillo. —"Nuevos comienzos, nuevas historias"— sigo leyendo desde mi celular —¡Estoy vuelta loca!— digo riendo.
—No más que ellos. Según tu regresarías en seis meses, pero mírate. Lista y feliz para regresar.—
—Bueno, comencemos con Seitrack. ¡Es hora de dar la bienvenida!— dice Juan Carlos parándose.
Prestó atención a lo que Pedro hace, se encarga de todo los planes y la tecnología, ver algunas cosas. Algo que no permitiría es que ellos se queden con mi contraseñas, simplemente no quiero errores en un futuro.
—Listo, ¡Beinvenida a la familia— dice Pedro. Después entra a mi panorama Juan Carlos quien viene con cinco copas en una bandeja y una botella de vino.
—Solo un trago por que hay que seguir trabajando, ¿escucharon?— dice Fernando.
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—Antes de irme, hay un último punto que quiero tratar— aviso, cuando estaban comenzando a dar por finalizada la reunión.
—¿Pasa algo?— pregunta inmediatamente Pedro.
—Tengo un proyecto, actuación, lo más seguro es que se desarrolle en Argentina. Solo ocupó que acomodemos las agendas para poder estar un tiempo allá. Vendré acá unos días y así.— digo.
—Está bien— dice Fernando —Lo revisamos cuando te den fecha y organizamos una buena agenda— dice, solo me está diciendo que tendremos mucho trabajo.
—Bueno me voy— digo tomando mi bolso.
—Te acompañó—
July y yo nos despedimos, no tardamos tanto en salir de la sala. El pasillo no estaba tan lleno como otros días, era la hora de la comida ya y supongo que la mayoría está tomando su tiempo libre.
Entramos al estacionamiento y rápidamente me pongo en busca de mi coche.
—¿Estarás ocupada?— lo que quiere saber es que si la ocupó más.
—Tengo que ir a ver la última casa de todas y ya me iré al departamento— asiente —tranquila te puedes ir a tu casa— digo sonriéndo.
—Cualquier cosa me llamas— dice y asiento.
—Hasta luego— me despido y camino hasta mi coche, donde no tardo en subir.
Lo enciendo y me preparo para tomar camino hasta la dirección que me dieron. Había visto casas anteriormente pero sinceramente ninguna me ha gustado.
Así que espero y esta sea un poco de mi agrado. Me encargo de poner un poco de música, Paty estaba en casa cuidando de Simba peor si llego temprano me encargaré de mi mascota y ella podrá salir temprano.
Mi celular suena avisándome de una llamada entrar ante y la contesto poniendo el altavoz.
—Karol, hija. ¡Hola!— es mi mamá.
—Hola, mami. ¿Pasa algo?— pregunto.
—Mire tu foto, Karol. Estás hermosa, espero y todo este yendo bien— dice del otro lado de la línea.
—¡Gracias mamá!— digo emocionada —Estoy muy entusiasmada con todo esto— digo. —¿Te parece si te veo luego?— pregunto.
—Está bien— dice.
—Llevaré a Simba después de ver la casa a donde estoy de camino— le aviso.
—Está bien, chau. Con cuidado—. Ya no escucho mas su voz. Puedo asegurar que a colgado la llamada.
Mis uñas golpean el volante y espero a que el semáforo que se puso en rojo cambie a verde rápidamente. Me estresa tener que esperar mucho.
No tardo mucho en llegar y cuando lo hago puedo ver una cochera bastante amplia, un segundo piso y una puerta lujosa de rejas a la entrada.
Tomo mi celular y mando un mensaje diciendo que estoy en la ubicación lista para ver la casa. Esta se compra por agencia y es un poco más difícil todo el proceso.
—¿Señorita Piña?— pregunta alguien a mi espalda, me giro y me encuentro con unos muchachos.
—Si, soy yo— digo.
—Le mostraremos la casa, venimos de parte de la agencia— dice el primero y asiento levemente con la cabeza, quitan los seguros y de la puerta principal y los sigo.
09 de febrero del 2020
🌎 Ciudad de México, México.
Había sido una semana relajada para mi y hasta tuve tiempo de ir a las dos sesiones completas con mi psicóloga. Las dos ultimas semanas no había podido asistir por qué tenía mucho trabajo y los tiempo se juntaban. Entonces quedaba para otro día y así sucesivamente.
Hoy iría con mi madre, haría una cena y estaría Mau, mi papá y ella. A lo qué se, eso es lo que está pasando.
Aunque no entiendo que hará mi padre ahí, si el y mi madre están separados. Aparte de que no suelen convivir mucho, según ellos dicen que quedaron en buenos términos cuando no es así.
Es domingo y por lo tanto estoy decidida a descansar y irme con mi familia después a pasar el rato. Simba está en casa con mi madre por qué yo estaba llegando demasiado tarde y no tenía todo el tiempo del mundo para ponerle la atención que se necesita.
Pero esta semana ya regresaría con el, por qué ya lo extraño, sinceramente.
Escucho que tocan la puerta y camino hasta ahí para abrirla y ver de quien se trata. Cuando la habrá sonrió y agito mi mano saludando.
—Hola, ¿hay algun inconveniente?— le pregunto al señor que está frente a mi, el portero Juan.
—Hola, señorita. Llego correspondencia hace una semana y usted no había pasado por ella. Así que dije, por qué no traérsela y aquí está— señala los papales.
—¡Muchas gracias!— le digo —Olvide por completo checar el buzón, pero muchas gracias.— digo sonriendo.
—Aquí tiene y denada— dice sonriendo saliendo de mi campo de visión. Cuento las cartas y son cinco aproximadamente.
Cierro la puerta y abro la primera, tiene el icónico logo que todo mundo reconocería en estos casos y desde lejos me daría cuenta de quien viene esta carta.
Dejo las demás en la barra y me siento en uno de los bancos mientras la termino de abrir.
—Karol Sevilla; recibimos su correo y estabas muy felices de que haya aceptado formar parte de nuevo en este proyecto. Disney está para lo que necesite, para empezar tenemos que armar una reunión y ver qué es lo que se hará y que se necesita. Sabemos que 'Luna Valente' vuelve más energética que nunca. Favor de asistir a las oficinas el día 13 de febrero a las 3:00 de la tarde, si no puede nos avisa y te agendamos poniéndonos de acuerdo, ¡buen día!— la termino de leer en voz alta y bufo dejándolo sobre la barra.
Me encargo de limpiar un poco el lugar, entre otras novedades de mi vida empecé a pagar mi casa. Son pagos mensuales que estaré dando a la agencia donde la compre ellos le están haciendo algunos detalles y yo me encargaré de lo demás.
Cuando termino de limpiar me encargo de tomar un baño y alistarme para irme con mi mamá. La cena es a las 8:00 según ella y sus horarios y no quería que llegara tarde. Aparte que me encargo la bebida, no se me debe de olvidar pasar por eso.
Cuando algo del baño me voy directo al closet encargándome de buscar algo para ponerme. Lo básico fue lo que saqué de mi closet pantalón de mezclilla azul marino, blusa blanca y mis botines blancos con punta negra; sin olvidar mi chaqueta de cuero.
Me pongo solo el pantalón y la blusa para continuar con mi cabello, que lo dejo al natural, junto a mi maquillaje Solo máscara de pestañas y gloss.
Mi celular lo escucho vibrar desde afuera y me apresuro a salir para tomarlo y contestar viendo el nombre de mi hermano en la mañana.
—¿Que quieres bobo?— pregunto.
—Karol... ma-ma mamá está en el hospital. Tienes que venir— lo escucho hablar tartamudeando.
—¿Que pasó? ¿Que tiene mi mamá?— le pregunto; sostengo mi celular entre mi hombro y cabeza para ponerme mis zapatos y chaqueta. Tomo mi cartera y salgo en busca de las llaves del coche.
—Tuvo un accidente, fue a comprar unas cosas que necesitaba y nos llegó una llamada— lo escucho decir.
Mis manos tiemblan y siento que me falta el aire, estoy en completo shock.
—Llegó en unos minutos—
Cuelgo la llamada para después mirar mi celular confundía, miro un poco borroso y dejo salir las lágrimas, cierro la puerta con seguro y me apresuro a caminar hasta el elevador.
Se me hace eterno lo que dura el elevador, cuando las puertas se abren salgo rápidamente del ya mencionado y camino rápidamente hasta el coche.
—Señorita, señorita—
—Regresaré luego no tengo tiempo— digo mientras niego y abro la puerta del coche.
Ni si quiera me di cuenta de quien me estaba hablando. Enciendo el coche y salgo rápidamente del estacionamiento. Pongo la direccion del hospital en el celular para que me guíe mientras el semáforo que está saliendo de aquí está en rojo.
—Gire a la derecha— Escucho hablará Siri.
Sigo todas sus instrucciones y aunque ahí dice que llegaremos en diez minutos, el tiempo se me hace eterno desde ahora mismo.
Me siento demasiado asustada.
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Cubro mi cara con ambas manos mientras niego levemente. Me siento estresada, con miedo y lo demasiado mal como para ahora mismo ir y algún lado y desaparecer.
Cinco horas tratando de que nos digan algo de mi madre, pero nada. Nadie sale y nos dice cómo está, nadie nos da razones de vida de mi mamá y la angustia crece por minuto.
—Karol, ¿quieres irte a dormir?— niego aún con la cara cubierta. Me paro de la silla y camino por la sala de espera.
El reloj de mi celular marca las 11:17, se supone que ahora mismo debería de estar ya con Simba en casa apero estoy acá en un hospital con mi mamá adentro de alguna habitación sufriendo.
¡Maldición!
—Te traje un café— escucho la voz de Monse a mis espaldas.
—Gracias, pero no es de mi agrado mucho café— le digo negando.
—Tienes que tomar un poco, Karol.— Niego y ella solo bufa girando.
—Familiares de Carolina Cisneros— giro en cuanto escucho esa voz.
Puedo ver al doctor con las hojas en manos, su mirada es neutra y no noto ningún tipo de expresión en su rostro.
—Nosotros— dice Mauricio acercándose al doctor.
—Logramos estabilizar a la señora, pero sufrió fuertes golpes. Tendrá que quedarse unos días más aquí para ver cómo reacciona— dice, May asiente y miro que sus manos pasan por su cabello. —Se le está atendiendo constantemente, aún no despierta y no sabemos qué pueda pasar pero por el momento está estable, si gustan pasarla a mirar pueden ir pasando dos a maximo en la habitación— avisa.
No se si quiero verla.
No se como reaccionaré. No se que pasará.
—¿Quieres pasarla a ver?— me pregunta Mauricio.
—No se— murmuro con la mirada en el pasillo.
—Vamos te llevare— su mano pasa por mi cintura y caminamos por el lugar, no se por donde me lleva y ni siquiera escuché que habitación es la de mi mamá.
Siento que mi mejilla está húmeda de nuevo, pero a quien en no se le va a ser difícil mirar a su mamá en una cama con cables a su alrededor. ¿A quien?
Miro las acciones de Mau, está abriendo ahora mismo la puerta y me está indicando que pase.
No quiero hacerlo, no estoy lista.
—Vamos, tu puedes— murmura.
Tomo una bocanada de aire y entro, ahí está en esa camilla con cables por todas partes como lo había deducido.
Ella siempre dio todo por que yo estuviera bien, siempre vio por mi salida y ahora, ¿que hago yo?
Que puedo hacer para que todo esté bien... y que ella no esté ma sayo en esa cama.
No se cuanto tiempo llevo aquí pero mi rostro completo está humedecido. Lo limpio un poco y me recargo en la pared y miro como Mau se acerca a ella.
—Mamá—
Ver a mi hermano así, ¿desde cuando? Jamás, lo había visto así.
¡¿Que está pasandoooo?!
Nuevo capítulo, por acá. Prometo actualizar en la otra y buenoooo, aquí tienes su capítulo.
Debo de admitir que he estado demasiado desaparecida y que los capítulos están súper cortos pero la escuela me trae vuelta loca.
Prometo en cuanto salga de vacaciones preparar maratón. Y por cierto, vayan a salir stream a "Dos extraños" de R.
Cuídense, chau chau
-Y ✍🏽