𝘊𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘵𝘰𝘴 [𝘏𝘢𝘪𝘬�...

By AgenteReimers

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Las familias más ricas de la prefectura de Migayi se encuentran en un punto de contratos importantes, siendo... More

Pяσ́lσgσ
𝑼 𝑵 𝑶
𝑫 𝑶 𝑺
𝑻 𝑹 𝑬 𝑺
𝑪 𝑼 𝑨 𝑻 𝑹 𝑶
𝑪 𝑰 𝑵 𝑪 𝑶
𝑺 𝑬 𝑰 𝑺
𝑺 𝑰 𝑬 𝑻 𝑬
𝑬𝑺𝑷𝑬𝑪𝑰𝑨𝑳 𝑫𝑬 𝑵𝑨𝑽𝑰𝑫𝑨𝑫 2019
𝑶 𝑪 𝑯 𝑶
𝑵 𝑼 𝑬 𝑽 𝑬
𝑫 𝑰 𝑬 𝒁
𝑶 𝑵 𝑪 𝑬
𝐷 𝑂 𝐶 𝐸
𝑻 𝑹 𝑬 𝑪 𝑬
𝑄 𝑈 𝐼 𝑁 𝐶 𝐸
𝑫 𝑰 𝑬 𝑪 𝑰 𝑺 𝑬́ 𝑰 𝑺
𝑫 𝑰 𝑬 𝑪 𝑰 𝑺 𝑰 𝑬 𝑻 𝑬
𝑫 𝑰 𝑬 𝑪 𝑰 𝑶 𝑪 𝑯 𝑶
𝐸𝑆𝑃𝐸𝐶𝐼𝐴𝐿 𝐺𝑂𝐿𝑃𝐼𝑍𝐴𝑆 𝐴 𝐻𝐼𝐾𝐴𝑅𝑈 + 𝑁𝑈𝐸𝑉𝐴 𝑃𝑂𝑅𝑇𝐴𝐷𝐴
𝑫 𝑰 𝑬 𝑪 𝑰 𝑵 𝑼 𝑬 𝑽 𝑬
𝑽 𝑬 𝑰 𝑵 𝑻 𝑬
𝑽 𝑬 𝑰 𝑵 𝑻 𝑰 𝑼 𝑵 𝑶
𝑉 𝐸 𝐼 𝑁 𝑇 𝐼 𝐷 𝑂́ 𝑆
𝑽 𝑬 𝑰 𝑵 𝑻 𝑰 𝑻 𝑹 𝑬́ 𝑺
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
v e i n t i s é i s
v e i n t i s i e te

𝑪 𝑨 𝑻 𝑶 𝑹 𝑪 𝑬

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By AgenteReimers

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Luego del frenesí de energía ante la idea de que los cuatro irían a la casa de los mellizos, Tobio se encargó hablar con su padre Kenma; él no entendía por qué estaba tan nervioso de hablar con su madre y pedirle permiso para invitar a los hermanos, no sabía si era porque era la segunda vez que invitaba alguien o porque Shouyou estaría con él.

Por otra parte, el teñido estaba algo sorprendido, pues el hecho de que lleven alguien a sus hogares por su voluntad es demasiado extraño, un sentimiento de calidez lo abordó, sintió orgullo y felicidad por sus hijos, después de un par de meses al fin pudieron crear un lazo, aunque sea de amistad. Y bueno, la respuesta sería un rotundo sí, deseaba ver a sus hijos convivir en su presencia y también quería ver a su futuro yerno.

Se dió por terminada la llamada y Tobio se giró para decirles que si podían ir a su casa. Los hermanos Sawamura sonrieron felices y Shouyou le avisó a sus padres de que pasarían la noche con la familia Kuroo.

Claramente sus padres estaban felices, sin embargo, les dijeron: "Para la próxima nos avisan con un día de anticipación", en donde padre e hijo rieron y el menor aceptó esa propuesta.

Cuando tenían todo listo, se dirigieron caminando a la casa de los Kuroo. Adelante iban los dos enamorados y atrás se iban riendo los que sobraban en esa relación, burlándose del amor tan acaramelado de esos dos.

Se fijaron que una pareja, también de acaramelados, pasarían por su lado pero en dirección contraria. Ellos se iban acercando, y Tadashi pudo ver quién era el afortunado de la chica con vestido rojo a su lado, era su superior.

— Hola, Hikaru-san — saludó a un par de metros mientras aún caminaban.

El nombrado se dio cuenta de la presencia del peliverde, siempre brillando como una estrella, pensando en cómo no pudo ver qué se acercaba.

Apartó esos pensamientos, al momento de devolver el saludo, quedó totalmente desesperado y angustiado. Observó rápidamente el rostro herido del pecoso.

> ¿Quién se atrevió tocar a mi Tadashi? <

Obvio, en ese momento, su lado racional quedó en décimo plano, y su corazón lo empezó a guiar, sus instintos de proteger a su alma gemela se adueñaron de él.

Un dolor se hizo presente en su pecho, corrió los últimos metros para encontrase y tomó el pequeño rostro del doncel en sus manos. Miraba confundido y aterrorizado.

— ¿Quién te hizo daño? — le mira fijamente a los ojos, pero una cabellera rubia lo distrajo e hizo conclusiones. — Tú le hiciste daño.

Sus ojos contenían la furia misma, Tadashi se sintió indefenso y con mucho miedo, pero no podía dejar que ambos pelearán en la calle.

— ¿Qué? No, fueron otros ch-

Fue interrumpido al ser golpeado por Hikaru en su mejilla, cayó al suelo y se sujetó su rostro con su mano, frunció el ceño por el dolor. Tadashi soltó un grito y alejó el brazo del mayor para que no le dé más golpes al rubio.

— E-E-Eso... — tartamudeo el peliverde.

Hikaru se puso una camisa con manga larga, y cuando el doncel levantó su brazo, se levantó con ello la manga y dejó a la vista la marca de la alma gemela.

Tadashi sabe perfectamente que es la suya, pues se la sabe de memoria al verla durante horas deseando que algún día llegara su pareja predestinada. Su corazón latió tan fuerte que lo único que pudo escuchar fue ello, con lágrimas en sus ojos le sonríe a su superior, sin embargo, el rostro que tenía Hikaru no era la que esperaba.

Esa expresión de desagrado quedó grabada en lo más profundo de su ser. Su sonrisa se desvaneció, así como su agarre en el brazo del castaño, y las lágrimas que tenía en sus ojos ya no eran de felicidad, sino de miedo.

— H-Hikaru... Usted... Es mi — fue interrumpido por el mayor, en donde en un movimiento rápido y brusco se zafa del agarre del menor.

— No lo digas, yo nunca lo seré. — con esas palabras, él deja solo a Tadashi, toma de la mano a la chica con la que estaba saliendo, y claramente estaba muy confundida, pero Hikaru no sería tan amable en darle respuesta a sus preguntas.

Y como si fuera por arte de magia, el resto del mundo se hizo presente para el peliverde. Pero aún así no podía salir del trance, su pecho dolía mucho, a lo lejos escuchaba a sus acompañantes diciéndoles que reaccionara o al menos respondiera. Pero ninguna palabra salía de su garganta. El tragar saliva se volvió una tarea difícil así como el respirar. Cayó de rodillas ante los chicos, y creía que caería al piso, esperando el dolor, pero sintió unos brazos que lo atraparon. Reconoció la cabellera rubia, no obstante, no tuvo tiempo de decirle las gracias, pues se quedó dormido al instante.

Su hermano estaba muy preocupado, incluso estaba temblando, no sabía que le sucedía a su hermano menor. Y en realidad todos estaban igual de confundidos de lo que acababa de pasar. Pero la prioridad ahora era Tadashi, así que el rubio lo tomó entre sus brazos para cargarlo, sorprendiéndose por lo liviano que era.

Shouyou vigilaba que no tuviera un síntoma como fiebre o hablara entre sueños. Agachó su cabeza, sintiéndose frustrado por lo que acababa de pasar. Nuevamente su hermano había sido lastimado, y ninguna de esas veces pudo ayudarlo como corresponde. Tobio le sujetó de la mano con fuerza, demostrando que estaba allí para apoyarlo, el pelinaranja le sonrió de una manera triste, aprecia tanto el hecho de tenerlo en éstos momentos.

Por otra parte, el rubio estaba confundido. Haciéndose preguntas: ¿En serio ese bastardo es su alma gemela?, ¿Realmente rechazó a la estrella más brillante?; O haciendo afirmaciones como: Ese imbécil, cómo se atreve a golpearme; Sabía que era un inútil para nada, incluso le hace daño a Tadashi. Y bueno, la lista de insultos es igual de grande. El golpe que le propinó el castaño fue fuerte, a tal punto que sintió algo de sangre, pero no le importaba en lo más mínimo. Ahora su prioridad era el chico de pecas en sus brazos.

[•••]

Los cuatro habían llegado a la casa de los mellizos, y en movimiento rápido, Tobio abre la puerta con sus llaves. El rubio entra primero con el peliverde profundamente dormido, lo deja delicadamente sobre el sofá. Kenma escucha ruido desde la cocina, y va a recibir a sus pequeños.

Pero la sorpresa fue mayor al ver el estado deplorable del chico de pecas. Se asustó un poco y llegó alterado a su lado. Observó cómo su rostro se tornaba morado por rastro de golpes, tenía ojeras y su cabello se encontraba desordenado.

— ¿Qué le sucedió? — preguntó serio.

— Unos chicos lo golpearon — dijo Shouyou con un nudo en su garganta.

Kenma tocó levemente el rostro, sintiendo pena por el chico. Tadashi abrió sus ojos de una manera lenta, y lo primero que vió fue una cabellera rubia, pero no era la de Kei, sino la de Kenma. Estaba confundido, así que cierra sus ojos más fuerte y el dolor lo invadió. Estaba sofocado y tenía grandes ganas de llorar.

— Tadashi-kun... ¿Cómo te sientes? — le pregunta el doncel con delicadeza.

— Y-yo... — tartamudea y no puede evitar soltar una lágrima — Ahg... Me siento horrible...

Kenma sintió una opresión en el pecho, pero decidió no mostrarlo en su rostro para no asustar a los chicos. Así que le pide a Tobio que prepare el baño para Tadashi, y a Kei le pide que traiga agua con hielo. Ambos asienten y hacen lo que les pidió su madre.

El teñido toma la muñeca del chico suavemente, pero Tadashi sintió como si le estuviera rompiendo de a poco y dolorosamente. Se quejó, pero observó como el mayor en realidad no hacía nada, y se confundió.

— Sucedió algo más ¿No? — dice serio.

Tadashi miró algo asustado a Shouyou, y éste le sonríe para que tenga confianza de hablar.

— P-Por favor no le diga a mi mamá... — dice cabizbajo — D-Descubrí a mi alma gemela... P-pero me rechazó muy mal — un nudo se adueñaba de su garganta.

Kei llegó con el vaso y se lo entregó al chico peliverde, observaba sus ojos rojos y sin brillo como antes.

— Tranquilo, no le diré nada... Y estarás bien, te lo prometo. — le acaricia el cabello a Tadashi.

— Si mi alma gemela no me quiere... ¿Entonces como los demás me podrán amar? — pregunta triste.

Kenma se sorprende por la pregunta, y sonríe por la inexperiencia del chico, y lo único que puede ayudarlo es una respuesta de alguien mayor.

— Todo el mundo te puede amar, siempre habrá excepciones, como en tu caso la alma gemela. — dice — Pero siempre habrá un amor mucho mayor.

— ... ¿Cuál es? — pregunta con aparente curiosidad.

— El amor propio — le sonrío un poco.

Tadashi abre sus ojos con sorpresa, jamás hubiera esperado esa respuesta, y a la vez eso le tranquilizó. Es como si esas tres palabras hubieran puesto un efecto de anestesia a su corazón, no sabía cuánto tiempo dura ese efecto, pero sabía que eso le alegraría el resto del día. Respiró hondo, su cuerpo dejó de temblar, el nudo en su garganta se disipó y el dolor se desvanecía de a poco. Kenma le acaricio el cabello con suavidad mientras Tadashi bebía de su agua, y de allí llegó Tobio.

— Ya preparé el baño.

— Gracias, hijo. Ayuden a Shouyou en la casa para que se sienta cómodo.

Ambos asintieron y Kenma ayudó al menor para que lo siguiera al baño.

Una vez allí le dió privacidad para que desvistiera y pudiera bañarse tranquilo. Cuando se fue, respiró hondo, y tratando de eliminar todo pensamiento negativo de mente y dejarla en blanco, cerró sus ojos. Una vez que entró en el agua tibia pudo sentir que su cuerpo se relajaba, de seguro éste día sería el más estresante del resto de su vida.

Alejó todo y todos en su mente, incluído su alma gemela, en quien estuvo pensando desde que tuvo conciencia, y por primera vez dejaba todo de lado. No había nada que lo aspirará a ser mejor. Se dió cuenta que la persona que llevaba su marca le incentivó a ser mejor persona, pero ahora esa persona no valoraba, mejor dicho, no intentaba estar con él. Era como si estuviera perdido en la neblina blanca, no encontraba el camino que estuvo haciendo esos años y no podía seguir avanzando, porque no sabía si había un acantilado o algún obstáculo.

Allí se dió cuenta, que siempre basó su amor propio en el amor dirigido hacia él, o sea, que dependía de los demás. Fue un error, no solo de depender del amor que entregaban las personas, también fue un error amar ciegamente con su corazón a una persona que ni siquiera sabía su personalidad.

Hizo mal, pero aún estaba a tiempo de amarse y amar.

[•••]

Tobio encontró una camisa pequeña para Shouyou y se la entregó para que pudiera pasar la noche más cómodo, ambos estaban algo avergonzados. Tobio jamás imagino que ver al pelinaranja con su camisa y boxers sería tan tierno y sexy a la vez. El azabache usaba su pantalón de dormir corto y una camiseta.
El menor estaba sonrojado y balbuceaba cosas, no podían responder con seguridad a las palabras de halago, así que sólo asentía y se sentó en la cama de Tobio.

— ¿Cómo crees que todo ésto se arreglará? — preguntó luego de tranquilizarse.

— Todo saldrá bien, nosotros estaremos juntos y felices — dice con seguridad.

— Si se enteran que estamos saliendo, Tadashi y Kei deberán estar juntos... Pero ellos ni siquiera se respetan... — se dió la vuelta para ignorar el techo y mirar la pared — No quiero ver a mi hermano sufrir nuevamente...

Tobio apretó sus labios con fuerza, se sentó cerca de Shouyou y acaricio la cintura con delicadeza.

— Es inevitable ver a tus seres queridos sufrir... Pero es parte de ésto, él aprenderá a vivir sin su alma gemela. Estoy seguro que estará muy bien. —

— Siempre la buscó, por años... Y ahora, de esa forma... — refiriéndose a cómo lo trato y en el contexto — Ninguno de los tuvo suerte con ello...

Tobio supo que se refería a ambos. Shouyou perdió a su alma gemela de niño y ahora Tadashi es rechazado cruelmente, la mala suerte en el amor predestinado cayó en ellos.

— Es un chico fuerte. Fue intimidado y abusado por un chico como mi hermano, de lo cuál no me siento orgulloso... Así como él también se arrepiente. — Shouyou se dió la vuelta para ver los ojos azules del chico — Recibió la mala noticia de que se casaría con alguien a la fuerza, fue golpeado por chicos y rechazado por su alma gemela. Pero nunca lo ví querer renunciar, no hasta ahora. — le sonríe un poco. — Y tú también has sido fuerte, apoyaste a tu hermano cuando lo necesitaba, a pesar de que estabas igual que él.

— Si no logro mantenerme en pie para ayudarlo... Y-yo... No sé qué pasará, estoy tan asustado de todo ésto que siento que... Que en cualquier momento todo lo que hemos hecho hará ¡Boom! Y — fue interrumpido por Tobio al besarlo en sus labios para que dejara de hablar.

Sabía que nada de lo que él diga lo tranquilizará completamente, pero con acciones concretas o muestras de amor lo harán.

— Entonces yo estaré allí, así como Kei también lo estará.

Shouyou dejó de hablar y relajó su cuerpo, acercó el cuerpo del mayor hacía él para besarlo nuevamente. Sonreían en el beso, disfrutando cada sensación que les dejaba cada movimiento, hasta que un sonido en la puerta lo alteró y se separó rápidamente del azabache. La puerta se abrió mostrando al doncel mayor.

— Hijo, les prestaré nuestra habitación, es más grande y los cuatro pueden dormir allí.

— ¿Y en dónde dormirás papá? — pregunta Tobio.

— Dormiré aquí. — dice al entrar completamente — tranquilo, no veré si tienes porno u otras cosas.

— Papá no tengo porno en mi habitación, no sería estúpido — se sonroja mientras se enoja y habla entre dientes. Shouyou se ríe por lo dicho y también se sonroja.

Luego, ambos se van a la habitación, que claramente era mucho más grande.
Al frente de la cama, estaba un mueble para colocar las llaves o fotos, pero en ese momento habían bocadillos que se veían deliciosos. Arriba del mueble, estaba la televisión colocada en la pared. La cama era grande, así qué todos cabían para dormir esa noche.

Luego llega Kei a la habitación, encontrándose con la pareja amorosa en el balcón. Los ignora, así solo se sienta en la cama a ver su celular. Estaba usando un pantalón de dormir largo y una camiseta cómoda. Después entra el peliverde con su cabello revuelto y mojado, con una camisa que le llegaba a los muslos y unos pantalones de dormir cortos. Sus ojos brillaban como siempre y su rostro se encontraba sin golpes, algo extraño, pero a la vez, Kei extrañaba verlo así.

>¿Pero que mierda estoy pensando?< Se reprocha en su mente.

Los dos enamorados entraron a la habitación y el hermano de Tadashi le revisa su rostro.

— ¿¡Desaparecen!? ¿¡Cómo!? — pregunta impresionado.

— Sólo es pomada en forma de maquillaje... Kenma-san me ayudó un poco para que desaparezcan y no se vean mucho... Así tal vez mañana estaré mejor — dice con una sonrisa.

— ¡Waaa eso es tan genial! — dice asombrado, y vaya que lo estaba, aunque fuera por un detalle mínimo.

Entonces el atardecer llegó y dejó su estela para que continuara la noche. Se pusieron de acuerdo para ver una película los cuatro juntos, aunque fue algo difícil, pudieron disfrutar de ella. Estaban tranquilos viéndola; Shouyou estuvo de cariñoso con Tobio, ambos se decían cosas cursis o se acariciaban cada cierto tiempo. Kei y Tadashi también se reían y se burlaban de lo acaramelados que eran. Al terminar la película, vieron que era muy tarde para poner otra, así que solo matarían el tiempo.

Y para el número diez y nueve del equipo de Voleibol, serían besarse y estar casi en una escena explícita. Y los otros dos no podían si quiera burlarse de aquello, no podían creer que eran tan sin vergüenzas como para hacer aquello enfrente de sus ojos. Les daba escalofríos.

Si ambos pasan a la siguiente fase, nos vamos a tu habitación por favor. — decía Tadashi avergonzado y sonrojado por los sonidos de los besos, y otros sonidos más que hacía Shouyou.

— De acuerdo — dice con algo de vergüenza al igual que Tadashi.

De sus bolsillos saca los auriculares y le presta uno a Tadashi.

— Así evitas que los escuches — dice con algo de obviedad al ver la cara de confusión del chico.
Tadashi sonríe y se pone el auricular, y escucha la canción "Stars" de Future Generations.

Ésta canción es hermosa... Una vez la bailé en la escuela — dice con nostalgia y alegría.

Si que lo es.

No había hecho la observación por la canción, sino por el brillo irradiaba el chico a su lado. Seguía siendo fuerte y brillante. Preguntándose cómo no lo había visto, si su presencia se hacía notar automáticamente.

Fue un día agotador... — acarició su cabello peliverde con su mano.

— Fue horrible. — aseguró el rubio mientras comía papas fritas del recipiente en la cama.

Ojalá mañana todo salga bien, no creo soportar otro drama — dice con una risa sarcástica.

Estamos en las mismas... — bebe de su bebida — Aunque ellos se ven despreocupados — menciona a la pareja en el otro extremo de la cama.

— Supongo que cuando uno está enamorado olvida todo lo demás — dice al comer algunos bocadillos.

Creo que es algo estúpido y doloroso, ¿Para qué mostrarte vulnerable con alguien? — dice con el ceño fruncido.

— No solo se trata de vulnerabilidad, se trata de una energía que corre por ellos, una energía poderosa que los atrae, ya sea física o mental. No es necesario sentirse vulnerable, puedes perfectamente ser fuerte y contarle tus problemas a alguien más. Es la confianza, es la energía, es esfuerzo que pone cada uno... — dice al mirar un punto fijo en la pared — Son tantas cosas que no puedes describir, una emoción tan compleja; que puede durar toda la eternidad o tan solo unos meses... Tan complejo, que aún sabiendo que no funcionará, nos enamoramos igual... — suspira.

— A pesar de todo, ¿Por qué las personas se enamoran de otros luego de romper? — dice con algo de curiosidad por su respuesta.

Supongo que porque quieren sentir alguna sensación... ¿Acaso nunca has querido tocar la mano de ese alguien especial luego de un día de mierda como hoy? O ver que se acerca con una cara de cansancio, pero al verte su rostro se ilumina completamente...

Creo ya lo sentí una vez — dice el rubio al mirar el rostro del menor, recordando cuando entró a la sala de hospital y lo único brillante que vio fue al pecoso.

— Ya tendremos más oportunidades, mientras lo que vayamos a sentir sea real... Entonces nada puede salir mal — sonríe con esperanza.

Con ello ambos quedan callados, pero un sonido un poco extraño los alteró y giraron sus cabezas a la pareja.

Shouyou tenía escondida su cabeza entre el hueco del cuello y hombro, se veía que estaba sonrojado al igual que Tobio que escondía su rostro de la misma manera.

— Les ruego que no lo hagan mientras estemos aquí. No me gustaría ver como mi hermano tiene una sesión de sexo en vivo con un twink pelirrojo. — ya hartado de la situación, los molesta y les ruega.

Ambos asienten sin palabras que agregar. Tadashi está realmente sonrojado, nunca ha visto porno así que su mente sigue igual de pura, en comparación todos en esa habitación.

Para esa hora de la noche, los cuatro decidieron dormir en la misma cama, aunque al azabache y el pelinaranja no le molestaba, los otros dos se encontraban muy incómodos. Tadashi no puede creer que un chico rubio y grande esté detrás de él, se siente nervioso por el simple hecho de recordar sus diferencias de altura en pie, ahora que ambos están acostados y algo cerca, le recuerda que incluso podría abrazarlo a la altura del pecho. 

> DIOSES, ¿QUÉ RAYOS ESTOY PENSANDO AHORA? DEBO CALMARME NO NECESITO ABRAZOS, NO-LO-NE-CE-SI-TO <

Una vez que respiró hondo para calmar los latidos de su corazón —que él asegura que es por la vergüenza y no otro sentimiento—, cerró sus ojos para centrarse en dormir. Hablando del rubio, es la misma situación; estaba nervioso por lo que llegaría a suceder esa noche. 

> NO VA A SUCEDER NADA, NO DEBE PASAR NADA, NO SOY UN PUTO NIÑO HORMONAL QUE ANDA BUSCANDO SEXO < 

Tratando de excusar y evitar sus pensamientos impuros sobre el menor, traga fuerte al ver como el cuello de él se torna rojo. El pecoso estaba sonrojado y Kei llegó a la conclusión de que está avergonzado y nada más. Cerró sus ojos con fuerza y trata de olvidar todo lo que llegó a pensar en esos minutos. 

Y finalmente, el sueño los atrapó a los cuatro, en donde al medio estaban los hermanos Sawamura y en cada extremo los mellizos. Un día tan largo como éste para pequeños niños, merece algo de calma. Y al menos sus sueños fueron lo suficientemente buenos para descansar para el próximo —y lo más posible— largo día.

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Bueno amigos, éste ha sido un larguísimo día en éste fanfic, literal me tomó 3 o 2 capítulos con 2000-3000 palabras cada uno ayudaaAaAaA

Espero que hayan disfrutado el momento emotivo entre Yams y Kenma uwu, y los momentos TsukkiYama AAAA que necesito reorganizar los ideas respecto a cómo se van a acercar sin hacelo muy forzadamente.

Solo vengo a avisar que se acerca la TsukkiYama Week 2020 y publicaré los capítulos en el libro de headcanons

Nos leemos!

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