La calma y la oscuridad eran los reyes del lugar. Estaba acostada en mi cama, mientras observaba el reloj de la pared. "Tic-tac, tic-tac"
Cada tic-tac me ponía de nervios. Pues casi eran las 12, casi era la hora de salvar a Hiccup, también de recuperar nuestros documentos y que yo vaya al pantano.
El silbido del viento me calmaba. La melodía nocturna aclaraba mis pensamientos. Las paredes crujian, las hojas de los árboles chocaban entre sí. La noche es mi momento para pensar, millones de ideas colapsan en mi mente.
Pense en todo lo que ha sucedido hasta esta noche. La primera vez que vi la Sombra de Luciérnaga, cuando Rapunzel se quedo dormida, cuando la llevamos a la enfermería, cuando los hombres de una camioneta negra se la llevaron, cuando conocí a Jack, cuando Hiccup no desperto y tambien lo que me había confesado el Señor Hans. Mis ojos se sentían pesados, el sueño me dominaba.
Las dos manejillas del reloj marcaban las 12. Era hora.
Me incorpore de mi cama y me fui a la de Mérida. Ella salió de las cálidas sábanas y me sonrió, Eugene también se acerco.
- Ya es hora.-
- Eugene ¿Sabes lo que vas a hacer?.- Pregunte.
- Sí, ir a la enfermería sin ser visto, sacar a Hiccup de ahí. Cargarlo y llevarlo al Cuarto Secreto.- Sonreí.
- ¿Y tú Mérida?.-
- Entrar a la oficina de Mamá Olga y buscar los documentos necesarios.-
- Yo ire al pantano. Hay que encontrarnos en el Cuarto Secreto.- Ellos asintieron.
Sonreí, salimos silenciosamente de la habitación y Mérida fue la primera en alejarse. Después fue Eugene. Yo me encamine directo al cuarto de jornadas. Cuando llegue, me fui directo al baúl de ropa. Lo abrí y saque de ahí un pantalón y una sudadera azul. Después me dirigí a la ventana y la abrí. Me metí y salí del edificio. El ambiente olìa a tierra mojada y a cebolla, por el sembradío. Me agache rapidamente cuando me percate de que en la habitación de Mamá Olga la luz estaba encendida. Me agache y camine a gateando.
La tierra estaba húmeda. De seguro Don Carlos había regado el sembradío. Observe el lugar. Primero estaba la enfermería, no vi a Eugene, tal vez se escondio muy bien. A lado de la enfermería se encuentra la Entrada Principal. Llegue a la entrada y note que estaba abierta. "Que extraño"
Aproveche y salí por ahí. Me adentre en el bosque para encaminarme al pantano. Pero había un problema no sé en que parte del bosque se encontraba el pantano. "¿Qué hago?"
No había pensado en eso. Que raro.
Me aleje a dos kilometros del Orfanato y no sabía que hacer. Una silueta se formo entre los arbustos y pude reconocer a esa figura. Era Jack.
- Hey Elsa, pense que no vendrías.- Me dijo con una sonrisa en rostro. Después del bolso de su chamarra saco una flor de ¿hielo? La tome y me encanto, estaba muy linda. Era una rosa de cristal con diminutos copos de nieve en sus pétalos.
- Gracias Jack, esta hermosa.- Le dí un beso en la mejilla y note su sonrojo. Nos quedamos sin habla, nos observabamos. Sus ojos son como un portal a otro mundo, Jack es muy dulce conmigo. No sabí lo que me pasaba.
Pasaron varios minutos pero rompí el silencio.
- Recibí tu carta y estuve pensando en si voy al pantano o no.- Jack se quedo callado, después me contesto algo que me dejo helada.
- ¿Qué carta? Yo no te envie nada.- Me quede sin palabras. ¿Quién me había mandado esa carta?
- Entonces ¿Quién será el remitente de aquella carta?. Además ni sé donde se ubica el pantano.-
- Si quieres te llevo al pantano.- Parpadee varias veces.
- ¿Enserio sabes en dónde se encuentra?.-
- Sí, no te dejare sola. Me gusta estar contigo.-
Sentí varias sensaciones en mi interior. También me gusta estar con Jack. Pero jamás había sentido esto. Sin darme cuenta, nuestras manos estaban unidas. Me sentía muy segura con él. Caminamos. Le entregue a Jack la sudadera azul y los pantalones.
- Toma, tu ropa ya esta desgastada Jack.-
- Gracias Elsa.- Tomo la ropa y la puso en uno de sus brazos.
- Un amigo no se desperto hoy.- Le comente a Jack.
- ¿Cómo tu amiga Rapunzel?.-
- Sí. Todo esto es muy raro Jack, y se esta poniendo más extraño por la carta que recibí.- Dije mirando el cielo. Él paro en seco y me miro.
- ¿Segura qué quieres ir al pantano? No quiero que te pase nada.- Mis mejillas ardieron, tal vez me sonroje.
- Estoy muy segura. Además no creo que esa carta me la hayan enviado de broma.- Jack sonrió
- Esta bien.-
Caminamos y supe cuando llegamos al pantano, porque se sentía el suelo musgoso. Vi algo brillar a lo lejos.
- Vamos allá, Jack .- Señale aquel objeto brillante.
- No creo que sea buena idea. Me prohibieron llevar a personas a ese sitio.- Después el callo, y se puso tenso. Mis ojos se salian de órbitas, ahora tenía más dudas. ¿No que nadie lo podía ver?
- ¿Qué? ¿Me estas ocultando algo Jack?.- Él se puso más nervioso y se soltó de mi mano. Se puso más nervioso que el Señor Hans.
- Yo...- Él iba a hablar pero unos pasos a lo lejos lo interrumpieron. Eran pasos húmedos, por lo musgoso.
Una silueta se formo y era de un viejo. En sus brazos y hombros llevaba Sombras de Luciérnagas. Voltee y Jack ya no estaba conmigo ¿A dónde iria? ¿Por qué se comporta así? Quise gritar pero no lo hice. Me callé el grito cuando vi que aquel viejo no era otro más que Don Carlos.
...........-.-.-
Uhhh O.O
Nota: En el capítulo 8 Elsa le había contado a Jack sobre que Rapunzel no desperto xD por eso él sabe, pero Elsa no le ha contado nada sobre las luciérnagas.
→¿Encontraron algo?
→¿Averiguaron algo?