El sudor que corre por mi frente me intranquiliza, tengo la boca seca y mi visión es trucada. Todas las sensaciones de escalofríos que corren por mi cuerpo me inhabilitan pero tomo una ráfaga de aire a mis pulmones y los dedos de Harry acariciando mis nudillos me traen de nuevo de vuelta.
— ¿Estas segura que quieres hacer esto? —La voz de Hoper a mi izquierda me da una oportunidad de retroceder.
—No, pero necesito hacerlo.
—Sabes que puedo hacerlo por ti ¿No? —Interviene Harry después.
—Les agradezco a ambos que no quieran verme pasar por esto, pero necesito hacerlo, se lo debo a todos.
Ellos asienten y Hoper le hace señas con la cabeza a Hulk, y él sabe lo que hará a continuación.
Doy un paso al frente y presiono el arma de fuego a mi costado. Puedo ver como Hulk la saca del auto con una bolsa negra en su cabeza y las manos atadas en su espalda baja. Quejidos y sollozos provienen de su garganta y el la lanza a la tierra de aquella autopista junto a mis pies.
—Quítale la bolsa. —El asiente y rápidamente la quita.
Puedo ver el rostro de Amanda asustado, y sus ojos acuosos. Por un momento, solo por un pequeño momento ella me inspira lástima, porque es todo lo que ella puede provocar:
Lástima.
— ¿Qué es esto? ¿Qué van hacerme? —Su voz temblorosa suena suplicante.
—No más de lo que te mereces.
Me agache susurrando a su oído y deposite una fuerte cachetada que la dejo atónita.
—Eso fue por mi padre y por destruir mi familia.
Bajo la cara y podía ver como su mandíbula se tensaba resistiéndose a llorar.
— ¿Vas a matarme? —Pregunto cuando finalmente se dio cuenta del arma en mis manos.
— ¡Mírame! —La tome de la barbilla y la obligue a mirarme—. Debería matarte ¿Sabes? Pero sería un buen final para ti y no voy a dártelo—. Deje caer el arma en el piso y me coloque de cuclillas—. Destruiste mi familia, me quitaste los últimos meses con mi padre, me hiciste perder a Harry por demasiado tiempo y matarte seria como un regalo para ti, pero mírame y luego mírate, yo los tengo a ellos, tengo una familia, y estoy formando otra en mi vientre ¿Y tú? Tu estas sola, y siempre estarás sola, tendrás una vida miserable. Pero tú no mereces que yo me manche las manos de sangre por ti. Así que Amanda ¡Te perdono!
La expresión en su rostro se asómbrese y me mira de reojo con un entrecejo.
—Has escuchado bien, te perdono por todo el daño que me has causado, te perdono porque soy mejor persona que tú, te perdono porque hay humanidad en mí, así que cruza esa frontera y lárgate para siempre de chicago.
Hulk soltó sus brazos y antes de que pudiésemos decir algo más sus pies descalzos corrieron por la carretera.
—Amanda. —Grite su nombre cuando aún iba lo suficientemente cerca para que pudiese escucharme.
Su cuerpo se detuvo en seco pero ni siquiera se dignó a mirarme.
—Que Dios te de una oportunidad de volver a comenzar.
Sus ojos acuosos me miraron por encima de sus hombros antes de asentir con una media sonrisa y desaparecio en aquella frontera.