*** PASADO DE YELICA ***
Capítulo XII
Salomón se encontraba observando al Reino desde el gran ventanal del balcón Real.
Un joven entró por la puerta con noticias.
- Su majestad - Musito manteniendo la cabeza gacha.
Salomón no giro a verlo pero presentía de que se trataba.
- Prepara mi caballo - Le ordenó al informante.
Salomón se dirigía a toda velocidad al viejo castillo a las afueras del Reino. Al entrar una silueta encorvada y adolorida lo sorprendió en el fondo del salón.
- Su majestad - Logró emitir antes de caer al suelo.
Salomón corrió hacia él y lo ayudó a levantar.
- ¡¿Qué te sucedió?! - Preguntó con preocupación al notar la severidad de sus heridas.
El guerrero Intentaba incorporarse.
- Su majestad le he fallado - Logró decir conteniendo la deshonra.
Salomón apenas si podía ordenar las ideas en su cabeza. Se desató del joven y se alejo de el intentando formular la siguiente pregunta.
- ¿Dónde están los demás? - Preguntó manteniendo la calma.
El guerrero no levantaba el rostro.
- Todos han muerto, sólo yo pude sobrevivir su majestad, el capullo de la flor de las ninfas no logró cerrarse.
Salomón empezó a respirar más rápido, la ira era incontenible.
- ¡MALDITO ALQUIMISTA! - Logró emitir mientras apretaba el puño.
- El bi elemental no estaba solo alteza - Reveló.
Salomón de inmediato se giro para mirarlo a los ojos.
- Cuéntame que sucedió en el bosque - Sus ojos estaban más expuestos que antes.
***
- Gracias por su ayuda pero viajar juntos solo les traerá problemas - Emitió Will mientras caminaba junto a sus nuevos acompañantes.
Gafet aun ayudaba a Kassir a caminar mientras él se incorporaba. Yelica caminaba junto al joven niño tras Will.
- No debes preocuparte por nosotros, tenemos una razón para acompañarte - Comentó Seryna.
Will entrecerró los ojos confundido.
- Veo que no me han dicho todo - No pudo evitar dudar de los tres hermanos.
- Tranquilo guerrero, te revelaremos todo cuando estemos a salvo - Le prometió Seryna deteniéndose - Creo que esta aquí - Añadió.
Seryna comenzó a escabullirse detrás de una cortina enorme de follaje que ocultaba una cueva.
Will la siguió pero jamás esperó encontrarse con aquello. De inmediato su postura cambió y estaba a la defensiva mientras mantenía a los niños detrás de él.
- ¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?! - Exigió nervioso.
Frente a ellos se encontraba un gran grupo de ninfas lideradas por la ninfa del Norte, la mas temible ninfa de Telca.
Seryna se acercó a él despacio.
- Te lo explicaremos todo - Seryna Intentaba ganarse su confianza.
***
- Esto es justo lo que me temía - Salomón pensaba con cuidado la estrategia que idearia.
- Su majestad no pudimos con el sólo, me temo que si ahora son cuatro nada los detendrá - El guerrero temblaba al imaginarlo.
Salomón era un Rey ingenioso y maquinador, su reino y poder eran los tesoros que prometió proteger y nunca rompería esa promesa.
- Ahora ha cambiado el plan - Musitó pensativo - Esto podría beneficiarnos después de todo.
El guerrero lo miraba confundido.
- ¿Qué propone alteza? - Preguntó curioso
Salomón lo miro a los ojos.
- Iremos de inmediato al Reino y testificaras todo lo que viste y oíste ante el congreso y los demás Reyes. No me conoces, vives en las afueras del Reino y junto con tu esposa y hermanos viajaban desde la ciudad hasta el Reino cuando se toparon con cuatro bielementales salvajes que los atacaron y sobreviviste sólo por que te lo permitieron - Salomón tenía un nuevo plan en mente.
El guerrero no entendía como aquella historia lo beneficiaria pero seguiría las órdenes al pie de la letra.
***
Will había decidido confiar en Seryna aunque la situación lo ponía nervioso. Se encontraba en lo que parecía una pequeña colonia de ninfas escondidas en las cuevas. No era su culpa no confiar en las ninfas pues muchas veces se enfrentó directamente con ellas en las batallas que aun se libran en los límites de Telca. Las había podido ver de cerca y convencerse de su fría naturaleza. Muchos elementales murieron a causa de las ninfas antes de empezar las guerras, ellas los esperaban en los oscuros bosques y los atraían como sirenas a una trampa mortal. Algunos tenían la suerte de morir de inmediato pero otros eran condenados a sufrir una muerte lenta y dolorosa. Intentaba dejar de lado su ira pero el recuerdo de sus compañeros muriendo en batalla a causa de ellas no lo dejaban bajar la guardia.
Yelica y el niño se encontraban con Gafet y Kassir sentados junto a un cálido fuego mientras asaban algunos pescados del río subterráneo que corría entre las cuevas.
Will no le quitaba los ojos de encima a los niños y Seryna lo notaba.
- ¿Son tus hijos? - Preguntó graciosa mientras le extendía una bebida.
Will apenas si se percató de su llegada. Incómodo le recibió la bebida.
- No - Rio - Son mi nueva familia - Le confesó serio.
Tras esa respuesta Seryna también se enserio, casi podría afirmar entenderlo.
- Es peligroso que viajen contigo - Le comento esperando no molestarlo.
Will la miró con seriedad.
- No los dejaré solos - tomó un sorbo de bebida.
Seryna respiro profundo.
- Bien - Se limitó a responder.
- Dime ¿por qué nos trajiste a este nido de ninfas? - No dejaba la guardia baja ni un segundo.
-No son lo que crees - Le aseguro seria.
El por fin movió sus pies para posarse frente a ella.
- ¿Quiero saberlo todo? - Le exigió.
Ella asintió señalando el tronco junto al fuego.
Will tomó asiento junto al cálido fuego seguido por Seryna.
- Cuando las guerras por tierra comenzaron y el reino comenzó a reclutar niños con habilidades especiales mis padres me sacaron del pueblo para protegerme pero ellos sabían lo que yo era y no permitirían que el reino lo descubriera por lo que durante el viaje lograron escapar varias veces de los soldados del reino pero no pudieron contra el escuadrón élite y se sacrificaron por mi, corrí lo mas rápido que pude y solo los logré perder cuando entre al bosque del Norte y fue entonces que supe que en este lugar no me atraparian - Miro el fuego hipnotizada - Fue entonces que la tierra me trago salvandome de los peligros del bosque, las ninfas lo vieron y me dijeron que había sido elegida para detener la guerra y me protegieron del reino con sus vidas.
< Yo me hacía cada vez más fuerte y comencé a idear una manera de detener la guerra, en mi camino me topé con muchos niños que también escapaban de la guerra y a muchos los reclute para salvarlos de su destino y de una guerra absurda, así encontré a Kassir y a Gafet, solo nosotros quedamos, son huérfanos igual que yo así que hicimos una promesa de sangre, juramos detener las guerras de una vez por todas, ahora ellos son mi familia y daría la vida por protegerlos >
Volvió a beber un gran sorbo de bebida como intentando ahogar la nostalgia.
Will parecía confundido, siempre había visto a las ninfas como seres poco confiables que odiaban a los elementales.
- Es tu caso - Emitió él - Yo no puedo aliarme con criaturas que han intentado matarme innumerables veces.
Seryna aun observaba el fuego.
- Dime Will - Emitió ella - ¿Tú cómo reaccionarías si un puñado de extraños entra a tu cabaña y destruyen todo para espantarte y quedarse con ella? - Giro para verlo a los ojos - Tal vez lo dejes pasar una vez pero si luego de adueñarse de tu casa siguen con las casas de tus hijos, de tu esposa, de tu familia, matan a quien se niegue y aun asi no estan satisfechos - Ella esperaba hacerlo comprender.
Will bajó el rostro avergonzado.
- Ya no formo parte de los guerreros del Reino, es solo que me cuesta darme cuenta de que ahora soy otra persona - La miro esperando encontrar consuelo en su mirada.
Ella sonrió y con ayuda de su daga removió la insignia de su ropa que pertenecía a los guerreros del Reino y extendió su vaso de bebida en el aire para que él brindara. Will sonrió siguiendo la acción.
- ¡Brindaremos por el nuevo Will, el guerrero que salvará al reino elemental de las terribles guerras! - Alzó la voz para que la escucharán.
Gafet y Kassir que estaban a unos metros de ellos alzaron sus copas con una sonrisa en sus rostros.
Era extraño para Will sentirse de esa manera, sentía que ahora su camino estaba un poco mas claro, aun así había algo que sabía y no estaba seguro de confesar. Miraba la escena que se estaba gestando y una extraña nostalgia lo acogía de momento. Lograba ver en aquellos guerreros esperanza por una noble causa y sentía que si revelaba aquel secreto sus mentes se verían invadidas por la codicia y el poder, no quería eso por lo que prefirió no decir lo que sabía.
Se quedarían esa noche en la cueva para reponer energías.
Will no lograba conciliar el sueño, en cambio pensaba en lo que le esperaba.
Yelica dormía junto a él, desde que casi lo perdió no se alejaba de él ni un segundo.
- Will - Susurro.
Aquello hizo a Will salir del transe de sus pensamientos.
- Si - Giro para mirarla.
- ¿Ya no iremos a los límites? - Preguntó curiosa.
Will volvió a ver hacia el oscuro cielo de la cueva pensando en esa idea.
- Duerme - Se limitó a responder.
Yelica sentía que algo pasaba con Will y se sentía asustada de que por alguna razón el decidiera alejarse de ella. Se abrazó fuerte a su brazo para intentar dormir.
***
- Últimamente nos reunimos demasiado - Musito Frissa agotada sentándose en su trono.
El Rey Pool tomó asiento junto con la Reina Martha.
Tras estar en sus lugares el congreso se presentó con una reverencia ante sus Majestades tomando luego sus respectivos puestos.
Salomón había convocado la reunión con prisa por lo que nadie sabía de lo que se trataba.
- Adelante - Dio una orden haciendo abrir la puerta del salón.
El guerrero que había sobrevivido a la batalla contra el bielemental entró con la cabeza gacha, lucia ropa de campesino.
Todos expusieron los ojos con confusión.
- Filemón quiero que le preguntes a este hombre que le ha sucedido - Emitió Salomón.
Filemón alzó la ceja izquierda con impresión.
Se levantó de su puesto para realizar las preguntas.
- ¿Qué lo trae ante el congreso? - Esperaba con curiosidad la respuesta.
El campesino se arrodilló ante el congreso para responder.
- Altezas, respetables señores, vengo a informar un ataque que he sufrido con mi familia.
Filemón frunció el ceño confundido.
- Este tipo de problemas debe tratarlos con los jueces Elementales - Emitió confundido.
-Dejalo terminar - Emitió Salomón manteniéndose serio.
Filemón trago saliva obedeciendo al Rey.
-Nos atacó un bielemental que portaba el uniforme de nuestros guerreros - Añadió el campesino - Estaba con tres bi-elementales más. Mataron a mi esposa y hermanos en las cercanías del bosque del Norte.
Filemón y los demás miembros se alarmaron de inmediato.
- ¿Está seguro de sus palabras? - Refutó Filemón sin poderlo creer.
Los reyes estaban igual de sorprendidos ante las acusaciones.
- Si respetables señores, los cuerpos aun están en el bosque, ellos usaron un temible poder que devastó gran parte del bosque y decidieron dejarme vivo para amenazar al gran reino.
Filemón se levantó con furia y lo tomó del cuello de sus prendas.
- Lo que estás diciendo es muy grave - Emitió furioso.
El campesino cerro los ojos de la impresión.
- ¡Juro que es verdad señor, ellos son muy poderosos y quieren destruir el reino! - Gritó seguro.
Salomón se levantó de su trono haciendo rechinar el suelo. Su expresión era intimidante.
Filemón giró para mirar al Rey.
- Considero que el campesino debe ser llevado al calabozo hasta que se compruebe lo que dice ¿Están de acuerdo? - Preguntó a los demás Reyes.
Los Reyes asintieron entendiendo lo que Salomón planeaba.
Los soldados se llevaron al hombre y fue entonces que Filemón se intimido.
- Filemón - Emitió Salomón - Quiero que envíes a los guerreros de tu escuadrón a investigar esto - Ordenó.
Filemón lo miró inmutado.
- Lo que ordene su majestad - Se reverencio.
Antes de salir Salomón gruñó haciéndolo detenerse.
- Si lo que dice es cierto deberás enfrentar las consecuencias - Lo amenazó haciéndolo tragar saliva.
Los miembros del congreso se retiraron del salón tras Filemón.
Los Reyes aún miraban a Salomón en busca de respuestas.
- Nos reuniremos en privado - Les indico retirándose con la Reina Martha.
Pool se sorprendía con el alcance de Salomón cuando se proponía conseguir algo.
Los reyes se reunieron mas tarde en el salón secreto para ponerse al día con los acontecimientos.
- Por cierto los felicito por su nueva hija - Emitió Martha a los reyes.
Frissa sonrió bajando levemente la cabeza en señal de agradecimiento.
- ¿Qué fue todo eso? - Preguntó Pool impaciente por saber.
Salomón tomó asiento con una enorme sonrisa en su rostro.
- Deben confiar en mi - Les aseguró - He estado moviendo los hilos ante esta situación, no les permitiré salirse con la suya. Esto nos dará más poder ante el congreso además de dejarle a todos claros que los bielementales son una amenaza que debemos aniquilar.
Los reyes no sabían cómo Salomón era capaz de maquinar todas esas cosas.
***
Filemón había decidido acompañar el mismo al escuadrón de investigación hasta el bosque del Norte.
El escuadrón se impresionó al divisar el gran cráter que ahora formaba parte del bosque del Norte.
- Parece que hubo una intensa batalla - Suponía un guerrero del escuadrón.
- Busquen los cuerpos - Ordenó Filemón observando el alcance del cráter.
- ¡Aquí están Señor! - Informó un guerrero.
Filemón se acercó para observar los cuerpos.
- Parece que son una mujer y dos hombres - Confirmaba un guerrero mientras inspeccionaba los cuerpos - Parece que murieron y luego calcinaron sus cuerpos, no logró identificar sus rostros.
Filemón frunció el ceño.
-¿Qué hacían cuatro campesinos en esta parte del bosque? - Se preguntó en voz alta.
- A veces los comerciantes cruzan el bosque por esta ruta, así evitan el corazón del bosque y a las ninfas - Respondió un guerrero.
Filemón lo miró serio, presentía que esto no había sido un accidente pero no tener pruebas lo ponía de mal humor.
- Recojan los cuerpos y traten de no dejar rastros - Ordenó retirándose.
Filemón volvió al reino y se dirigió al calabozo del Castillo.
El campesino parecía estar esperándolo.
- Parece que dijiste la verdad - Emitió sin parecer convencido - Pero aún hay algo que no entiendo - Se mantenía de pie firme ante los barrotes - Fui en persona al lugar de los hechos pero parece que mis guerreros han sido comprados por el Rey y realizaron un análisis mediocres.
El guerrero pareció ponerse nervioso.
- Yo fui en el pasado un guerrero perteneciente al escuadrón de investigación y análisis - Lo miraba intentando intimidar -Pude notar de inmediato que tú y "tus familiares" parecieron haberse protegido dentro de algo y aunque parece confuso deducirse, la onda de energía se expandía desde el lugar donde fueron encontrados los cuerpos.
El guerrero trago saliva.
- Quiero que me cuentes que paso en la batalla.
- Señor mi familia y yo somos comerciantes de posiciones, siempre viajamos de ciudad en cuidad vendiendo pociones alquímicas, esa tarde nos dirigíamos al reino desde la costa para reponer el inventario y nos topamos con un bielemental que viajaba con dos niños.
Filemón le pidió detenerse con la palma de su mano.
- ¿Dos niños? - Preguntó confundido.
El guerrero asintió.
- Si señor, parecía que los tenía prisioneros y cuando mi esposa los vio no pudo evitar provocarle para salvar a los niños pero no contábamos con que era un bielemental, mis hermanos lograron separar a los niños de él y llevarlos lejos pero parecía que su objetivo era capturar a esos pobres niños y empezó a atacarnos, era muy poderoso y nosotros no contábamos con aptitud para la batalla por lo que debimos usar nuestras pociones para protegernos Señor, usamos el capullo de las ninfas para protegernos pero el estaba decidido a matarnos y fue entonces que junto al capullo emitió una honda de poder sin precedentes - bajó la mirada entristecido - El capullo quedó destrozado y nosotros casi sin vida y fue entonces que aparecieron tres más de ellos y tenían a los niños y hablaron entre ellos de alzarse contra el reino, querían reclutar niños para entrenarlos en contra de los guerreros del Reino - Fue silenciado tras una seña de Filemón.
Filemón se alejó de los barrotes dándole la espalda al campesino y en silencio dejó el calabozo.
La reunión para declarar estaba pautada y Salomón esperaba ansioso lo que Filemón diría.
- Parece ser cierto Altezas - Declaró serio.
- ¡PARECE! - Elevó la voz Pool - No debe parecerle, debe estar seguro.
Filemón trago saliva nuevamente.
- Si Majestades parecen haber piezas faltantes en la historia pero se logró comprobar que si hubo una batalla en la dirección dada por el campesino.
- ¿Lograste comprobar que se trataba de un bielemental? - Preguntó Martha.
-Todas las pistas arrojan que si, el poder que se produjo fue muy grande para un elemental promedio.
- Eso es lo más importante Filemón - Emitió Salomón - Al parecer tu valioso bielemental está matando elementales a su antojo mientras tu intentas protegerlo - Lo acusó ferozmente.
Filemón miró los rostros de indignación de sus compañeros de segundos mandos.
- Majestades no podemos estar seguros que se trate de él, al parecer este bielemental viaja con dos niños.
Salomón rio irónico.
- Eso lo hace mucho peor - Lo miró furioso - Hay más de esos seres allá afuera y si no hacemos algo para detenerlos terminarán por invadirnos, mataran a nuestras mujeres y robaron a nuestros niños.
Esa idea alarmó a todos en el gran salón.
- Desde un principio sus Reyes tenían la razón y no confiaron en nuestra sabiduría, en cambio nos desafiaron llevando a votación una decisión que ha puesto a nuestro reino en peligro - Añadió Frissa.
Los segundos mandos parecían avergonzados ante las reprimendas de los Reyes.
- Jamás dejaríamos que nuestro amado reino peligre Altezas - Tomó la palabra Febro al notar el rostro de Filemón.
-Ahora este asunto recaerá en la sabiduría de sus reyes - Declaró Salomón - La gran reunión elemental si se llevara a cabo - Reveló sorprendiendo a los segundos mandos - Pero no será para llevar a votación una tonta distinción de opiniones sino para llevar a cabo el cambio más trascendental que nuestro reino vivirá.
Los segundos mandos se ponían nerviosos ante aquellas palabras.
Pool entendía perfectamente lo que sucedería por lo que sonrió para continuar.
- Estos seres bielementales son el resultado del pecado de haber unido dos elementos diferentes - Reveló Pool - Si queremos detenerlos debemos no sólo prohibir la unión de elementos diferentes sino separar nuestros reinos y ciudades.
Los segundos mandos expusieron los ojos sorprendidos de aquella propuesta.