Libro 2 - Los Elementales - ♨El secreto de los espíritus❄

Capítulo XVI

--Padre --Musito James entristecido --No quiero perderte a ti también --Añadió esperando que los acompañara hacia los limites de Telca.

Sin mirar a su hijo se giro hacia el cuerpo de su esposa que yacía sobre una cama de granito cubierto de una vitrina de cristal que la hacía relucir cual estrella.  

--Lo único en que debes preocuparte ahora es en tu Reino --Dijo permaneciendo firme --Yo lo estoy haciendo justo ahora James --Se giro y lo miro --Se que no hablo demasiado pero te diré tres cosas, Mira hacia delante, se fuerte y acepta el amor que otros te den --El silencio invadió el salón.

Phillip entro segundos después.

--Estamos por partir James --Emitió percatándose del momento.

James intento esa vez ser mas fuerte y no protestar y la razón era por que estaba creciendo y estaba aprendiendo a aceptar su papel de Rey.  Camino hacia Phillip con una repentina seguridad sin mirar atrás.

El Reino entero comenzó su viaje hacia los límites.  Les esperaba el bosque del norte y con el la oportunidad de sumar a su grupo algunas criaturas para su protección.

--¿Estas bien James? --Preguntó Phillip que se preocupaba por él.

--Es como dijiste --Emitió enseguida --Es hora de crecer y comportarme como un Rey --Se limito a decir adelantándose al grupo.

Phillip lo miro alejarse con nostalgia.  James había perdido demasiado en muy poco tiempo y que aun pudiese mantener la calma sorprendía a Phillip ya que él sintió en carne propia el dolor de la desperación y no pudo controlarlo.

***

Marcus llego al Reino de Hielo con las nuevas noticias que sin dudas no eran buenas.

--¡NO! --Vocifero Clarisa al escuchar lo que Marcus había dicho.

La Reina corrió hacia la ventana y de espaldas a todos lloró.

Marcus aunque triste se giro hacia Forto para informarle lo ocurrido y noto la lágrima que cruzo su mejilla fugazmente.

--El Reino entero de Fuego se dirige hacia los límites de Telca, temen que Yélica ataque este reino también así que esperan que nos unamos a ellos.

Forto cruzó el salón esperando disimular su tristeza.

--Necesitaremos toda la ayuda posible para enfrentarnos a ella si dices que posee todo ese poder así que no tenemos alternativa mas que unirnos a ellos y seguir su estrategia --Clarisa se giro para mirarlos.

--Forto te encargo los grupos para llevar a cabo la estrategia, yo los acompañare como su líder y tomare el honor que Temiza me obsequio de ser la única Reina de Telca --Emitió segura --Subiré por mi armadura --Añadió.   

El Reino de Hielo estaba comenzando la estrategia de reubicación con cautela y eficacia.  En menos de un día el Reino estaba ya organizado y preparado gracias a las habilidades estratégicas de Forto.

La Reina Clarisa vestía un traje exactamente igual al de Temiza pero este era plateado y relucía como la luna llena dándole al Reino entero una luz que seguir.

--Los alcanzaremos en el bosque del norte --Emitió Clarisa liderando al reino entero.

Ambos Reinos quedaron desolados y el silencio ahogaba el sonido del viento.  Yélica llegó al Reino de Hielo medio día después de que marcharan.

--Están moviéndose con rapidez --Emitió risueña --Lastima, quería el delicioso poder de la segunda Reina y su armadura --Añadió encaminándose hacia la salida. 

***

Sabia que el tiempo se acercaba, sentía la energía del ser maligno acrecentándose cada día ¿Cuantos elementales mas debían morir por mi falta de control? Esa pregunta me atormentaba durante cada entrenamiento y la frustración me invadía haciéndome desperdiciar grandes cantidades de poder.   Estaba sola y sentía que así debió haber sido siempre así no lastimaba a nadie, así no los hacia llorar por mi.

--¡Basta! --Escuche una voz que venia de todos lados y de ninguno al mismo tiempo --Nada conseguirás culpándote.

Había aprendido a controlar mis emociones debido a los espíritus, ellos podían ser letales si mis sentimientos eran negativos por lo que reprimía, a veces con dificultad, la depresión de la soledad o la inseguridad que me producía la presión de tener que salvarlos a todos por lo que al escuchar la voz no me inmute. 

--Tu poder es el reflejo de tu poder interior --Me senté en el suelo en calma para escuchar la voz que de apoco parecía provenir de mi interior --Debes perdonarte por haberte culpado toda la vida --Comencé a llorar sin poder evitarlo.

Descubrí tras esa voz la verdadera razón por la que no podía lograr hacer lo que debía.  Yo me había estado culpando de todo y yo misma me había limitado haciéndome fallar nunca me perdone por haberme subestimado de esa manera.  esa seria la ultima vez.

Comencé a invocar mis elementos sintiendo por primera vez una paz interior magnifica que me permitió conectar con mis dos almas elementales.  Sentí la energía fluyendo a través de mi cuerpo y esta vez pude controlarla.  

En menos de unos pocos minutos me rodearon millones de espíritus, comencé a volverme un ser de luz intensa que irradiaba cual estrella, la emoción de poder lograrlo hizo que lágrimas escaparan e inmediatamente después de salir de mis ojos se evaporaban.

--¡SI! --Grite emocionada.

Mis ojos estaban atentos a lo que sucedería.

Me había vuelto una fuente de energía autosustentable por lo que los espíritus comenzaron a desprender de mi pequeñas cantidades de energía mientras a su vez ellos giraban en perfecta armonía formando una elipse giratoria que al paso de cada minuto giraba cada vez mas rápido emanando luz y energía al centro de la tierra.  Mis cabellos se erizaron segundos antes del magnifico acontecimiento.  

La tierra debajo de mis pies se quebró espléndidamente, quede suspendida en el aire sin moverme apenas un poco ya que la energía electromagnética me mantenía flotando el aire. 

Bajo de mi un agujero comenzó abrirse dejándome ver el infierno subterráneo emanando una luz caliente y chispas de lava hirviendo.   Vi maravillada como las rocas volcánicas comenzaron a moverse como si tuviesen vida propia y a medida que los espíritus le inyectaban mas energía iban sumándose mas rocas formando una figura que crecía minuto a minuto. 

Un rugido se escucho que hizo temblar la tierra y entonces una enorme palma se sujeto del precipicio bajo mis pies intentando subir con desesperación.  No lo podía creer. 

Al instante comencé a moverme varios kilómetros a la izquierda del enorme agujero hacia una enorme montaña helada y el proceso se repitió.  Los espíritus comenzaron a dar energía a la montaña helada y desde el interior de la enorme montaña de hielo un brazo surgió violentamente dando la bienvenida al segundo hijo.

Los enormes titanes habían despertado.