Libro 2 - Los Elementales - ♨El secreto de los espíritus❄

Capítulo XXVI (Pasado De Yelica - Parte II)

*** EL PASADO DE YELICA ***

CAPÍTULO II

Artus pensó sin dudarlo en no ayudar aquél joven ya que había visto con sus propios ojos la amenaza que representaba. Como si de magia se tratara Terma supo lo que su esposo pensaba hacer y antes de que él cerrará la puerta sintió a su esposa sujetarlo del brazo.

-Debemos ayudarlo - Le susurro al oído.

Terma tenía un corazón muy noble y al ver el estado en el que se encontraba el joven elemental no pudo evitar querer salvarlo.

Lo llevaron a una habitación para recostarlo junto al cálido fuego de una chimenea vieja mientras Terma ordenaba a Yelica buscar agua para calentar y un poco de pan para revitalizar al moribundo joven.

Artus invitó a su esposa a que lo acompañara lejos de los oídos de su hija y del joven para comentarle sus inquietudes.

-Sigo pensando que es mala idea ayudarlo - Presentía que aquello los perjudicaría de alguna forma.

Terma posó suavemente su mano sobre la mejilla de su esposo.

-No podemos ignorar las oportunidades para ayudar a otros sin importarnos los sistemas que han creado para obligarnos a no hacerlo - Suspiro profundamente - ¿No fue por eso que decidimos vivir fuera del Reino?

Su esposo sonrió y evito replicar más, después de todo sabía que no le ganaría una discusión.

-Bien - Se resignó - Entonces saldré he iré al Reino para estar informado de la situación. No abran la puerta a nadie.

Mientras los padre de Yelica discutían el asunto, el joven logró recobrar el conocimiento.

Dirigiendo su mirada en todas direcciones logró divisar la silueta de una niña preparando un té con agua recién hervida.

-Gracias - Emitió con apenas algo de fuerza en su voz.

Yelica se giro de imprevisto derramando un poco de agua hirviendo sobre su ropa, inmediatamente poso su mano sobre la zona y aplicando la fuerza necesaria logro crear una escarcha fina que solucionó el problema.

El joven no pudo evitar exponer sus ojos de asombro al percatarse de que una niña tuviera tanto control de su elemento.

-Lo siento - Se disculpó ante la situación.

Yelica tomó otro poco de agua y se acercó al joven.

-Ten - Le extendió - Es un té medicinal para que recobres la fuerza - Añadió esperando que lo tomara.

El joven intentó tomarlo pero apenas quiso mover una de sus extremidades, un dolor punzante y casi insoportable lo detuvieron.

Se quejo ante el dolor alarmando a Yelica.

-¡¿Estas bien?! - Preguntó preocupada.

El joven comenzó a transpirar y a hiperventilarce.

De imprevisto su cuerpo comenzó a congelarse y una inmensa energía electromagnética se apoderó del entorno.

Rápidamente la madre de Yelica la tomó del brazo y audasmente sacó de su bota una vara con la que realizando una serie de palabras dichas en otro idioma logro crear al rededor del joven un escudo que tenía la peculiaridad de replicar la energía del impacto que recibe, por lo que si aquel elemental comenzaba a emitir energía descontroladamente el escudo sería capaz de contenerla.

El joven tras emitir el hielo algunas partes de su cuerpo comenzaron a emitir también fuego por lo que en poco tiempo su cuerpo comenzó a expedir mucho vapor de agua, tras eso su energía comenzó a disminuir drásticamente hasta quedar inconsciente.