╔══════ ❀•°❀°•❀ ══════╗
«sectumsempra»
╚══════ ❀•°❀°•❀ ══════╝
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
Al otro día, el grupo de amigos se encontraba en la sala común.
—¡Katie! ¡Has vuelto! ¿Ya te encuentras bien?
–¡Me alegro mucho que hayas vuelto, Katie! –exclamó Cassie felizmente.
—¡Sí, muy bien, y gracias, Cassie! —contestó ella, muy contenta—. El lunes me dejaron salir de San Mungo. Pasé un par de días en casa con mis padres y esta mañana he vuelto al colegio. Leanne me estaba contando lo de McLaggen y el último partido, Harry...
—Ya —dijo él—. Bueno, ahora que has vuelto y Ron ya está recuperado, tenemos posibilidades de machacar a Ravenclaw, y eso significa que todavía podemos luchar por la Copa. Oye, Katie... Aquel collar... ¿Te acuerdas ya de quién te lo dio?
—No —respondió Katie negando con la cabeza, apesadumbrada—. Todo el mundo me lo ha preguntado, pero no tengo ni idea. Lo último que recuerdo es que entré en el lavabo de señoras de Las Tres Escobas.
—Entonces, ¿estás segura de que entraste en el lavabo? —preguntó Hermione.
—Bueno, al menos sé que abrí la puerta; supongo que quienquiera que me haya echado la maldición imperius estaba esperando dentro. No recuerdo nada de lo sucedido después, hasta que recobré la conciencia en San Mungo, hace dos semanas. Perdonadme, pero tengo que irme. No me extrañaría nada que McGonagall me castigara con copiar aunque éste sea el día de mi vuelta al colegio...
–Recogió la mochila y los libros y siguió a sus amigas. Harry, Cassie, Ron y Hermione se sentaron a una mesa junto a una ventana y cavilaron sobre lo que Katie les había contado.
—Debió de ser una niña o una mujer —razonó Hermione—; de lo contrario, no habría podido esperarla en el lavabo de señoritas.
—O alguien que parecía una niña o una mujer —observó Harry—. No olvidéis que en Hogwarts había un caldero lleno de poción multijugos. Ya sabemos que robaron un poco... Me parece que beberé otro trago de Felix Felicis —anunció— e iré a probar fortuna con la Sala de los Menesteres.
Cassie parecía envuelta en sus pensamientos y comenzó a crear un rompecabezas: recordó que aquel día, Draco estaba en el castillo y parecía bastante ansioso.
Unos días antes del partido, Harry bajó a cenar solo desde la sala común, pues Ron había corrido a un lavabo cercano para vomitar una vez más , Hermione había ido a ver a la profesora Vector para comentarle un supuesto error cometido en su última redacción y Cassie había desaparecido por completo.
–Ya, Draco, ya... –le susurraba Cassie al platinado, mientras acariciaba su cabello– Sabes que puedo ayudarte...
—Nadie puede ayudarme —se lamentó Malfoy, sacudido por fuertes temblores —. No puedo hacerlo, no puedo... no saldrá bien... Pero si no lo hago pronto... él me matará...
–¿Hacer qué, Draco? –le preguntó, aún más preocupada que antes.– Draco, por favor...
Malfoy emitió un grito ahogado y tragó saliva. Entonces, con un brusco estremecimiento, levantó la cabeza, se miró en el resquebrajado espejo y a sus espaldas vio a Harry mirándolos de hito en hito desde la puerta. Harry parecía perplejo por la escena. Cassie se paró de inmediato, con la intención de sacar a Harry de ahí, pero no fue lo suficientemente rápida: Se lamentó no tener la varita con ella.
Harry y Draco se batieron a duelo.
–¡Harry, Draco, basta! –chilló jalando a Harry del brazo, pero el azabache la apartó. Hubo un fuerte estallido y la cisterna explotó, Cassie resbaló y cayó.
Ambos la miraron con preocupación, Harry aprovechó la distracción del muchacho e intentó echar la maldición de las piernas unidas, que rebotó en la pared, detrás de la oreja de Malfoy.
—¡Crucia...!
—¡¡Sectumsempra!! —bramó Harry desde el suelo agitando la varita como un desaforado.
De la cara y el pecho de Malfoy empezó a salir sangre a chorros, como si lo hubieran cortado con una espada invisible. El chico dio unos pasos hacia atrás, se tambaleó y se desplomó en el encharcado suelo con un fuerte chapoteo. La varita se le cayó de la mano derecha, flácida.
Cassie se levantó a duras penas y se acercó a Draco.
–¡Haz algo, Harry! –lloriqueó.– ¡Ayúdalo, por favor! ¡No lo dejes morir, Harry! –chilló mientras lágrimas brotaban de sus ojos.
—No sé qué ocurrió –dijo Harry con voz ahogada.
Resbalando y tambaleándose también, se puso en pie y se lanzó hacia Malfoy, que tenía la cara roja y con las manos se palpaba el pecho, empapado de sangre.
—No... Yo no...
–¡Me importa un carajo, haz algo! –gritó desesperada.
Malfoy temblaba de forma descontrolada en medio de un charco de sangre. Myrtle apareció y soltó un chillido ensordecedor:
—¡¡Asesinato!! ¡¡Asesinato en el lavabo!! ¡¡Asesinato!!
La puerta se abrió de golpe detrás de Harry, que volvió la cabeza aterrado: Snape, blanco como la cera, irrumpió en el lavabo.
Apartó a ambos Gryffindor y se inclinó sobre Malfoy; sacó su varita y la agitó por encima de las profundas heridas que había causado la maldición de Harry, murmurando un conjuro que casi parecía una canción. La hemorragia se redujo al momento. Snape le limpió la sangre de la cara y repitió el hechizo. Las heridas empezaron a cerrarse.
Harry contemplaba la escena horrorizado, Cassie se levantó, sin percatarse que su ropa estaba empapada de sangre y agua.
—Tengo que llevarte a la enfermería. Quizá te queden cicatrices, pero si tomas díctamo inmediatamente tal vez te libres hasta de eso. Black, puedes visitar a Malfoy luego... Vamos...
Lo ayudó a llegar hasta la puerta y se dio la vuelta para decir con voz colérica: —Y tú, Potter... espérame aquí.
–¡Pudiste haberlo matado! –le reclamó Cassie.
–No sabía...
–¡Pues claro que no sabías, te dije que era peligroso, y no entendiste!
–¿E-estás bien? –tartamudeó.
–¡Lo estoy! ¿Sabes quién no lo está? Draco, él no está bien gracias a ti –escupió y dejó a Harry solo.
La Gryffindor corrió hasta su sala común, evitando por completo a los estudiantes que se acercaban a preguntarle lo que le sucedía.
–¿Cassie? ¿Estás bien? –preguntó Hermione con preocupación al ver a su amiga en aquel estado. Ambas estaban en la habitación de chicas.
–Él... Hermione, casi muere –lloriqueó en los brazos de su mejor amiga.
–¿Quién, Cassie?
–Draco. Harry casi lo asesina en el baño de chicas. Él no es malo, Herms, lo conozco, no es como todos piensan que es.
–¿Hay algo que quieras decirme? –Hermione le limpió las lágrimas.
Cassiopeia asintió y comenzó a relatarle lo que había estado haciendo con Draco, ocultándole información que pudiera poner a su primo en aprietos.
—¿Qué quieres que te diga? ¿Que ya te había avisado? —dijo Hermione una hora más tarde en la sala común. Cassie estaba sentada junto a su mejor amiga.
La imagen de su primo le hizo recordar cuando Charlotte, la esposa de su tío Edward, murió. Edward Mansour, alguna vez, estuvo casado con una mujer llamada Charlotte Sparks, la mujer adoraba a Cassie como a una hija.
Edward pasaba la mayor parte del tiempo ocupado, por lo que Charlotte y Cassie recorrían Londres muggle con frecuencia. Una tarde de otoño, ambas fueron hasta un parque de diversiones, Cassie fue hasta el baño y al salir, un hombre la tomó por sorpresa. El hombre intentó sobrepasarse con ella, pero Charlotte llegó a rescatarla; el hombre la apuñaló.
—Déjalo en paz, Hermione —la reprendió Ron.
—Ya te dije que había algo raro en ese príncipe —le comentó Hermione, que ya no podía morderse más la lengua—. Y tenía razón, ¿no?
Harry miró de reojo a Cassie.
-¿Por qué me miras? Adelante, dilo, sé que no te arrepientes –murmuró.– El libro no tiene nada que ver, nadie te forzó a nada.
—¿Cómo es posible que sigas aferrándote a ese libro después de que el hechizo...? –comenzó Hermione, aferrándose al brazo de Cassie.
—¡Deja de machacarme con el maldito libro! —le espetó Harry—. ¡Lo único que hizo el príncipe fue copiar el hechizo! ¡No aconsejaba a nadie que lo utilizara! ¡Que sepamos, sólo escribió una nota de algo que usaron contra él!
—No puedo creerlo —replicó Hermione—. Te estás justificando...
—¡No estoy justificando lo que hice! Me gustaría no haberlo hecho, y no sólo porque ahora tengo un montón de castigos por delante. Sabes muy bien que yo no habría empleado un hechizo como ése, ni siquiera contra Malfoy. ¿Crees que quise asesinar a Malfoy? Por alguna razón, Cassie lo quiere, no sería capaz de hacer algo así... ¡Y El libro me sirvió de mucho, Hermione!
—¿Insinúas que vas a recuperar...? —preguntó Hermione.
—¿El libro? Pues claro. Mira, sin el príncipe nunca habría ganado el Felix Felicis, nunca habría podido salvar a Ron de morir envenenado y nunca...
—... te habrías labrado una fama de gran elaborador de pociones que no te mereces —replicó Hermione con rencor.
—¡Basta ya, Hermione! —terció Ginny—. Por lo que cuenta Harry, parece que Malfoy intentaba echarle una maldición imperdonable. ¡Deberías alegrarte de que él tuviera un as en la manga!
–¿Estás loca, Ginevra? ¡Casi lo asesina, no puedes ser capaz de defender algo así! ¿Tu enamoramiento por Harry te ciega?
–¡Es tu novio, Cassiopeia, deberías estar de su lado! –exclamó, levantándose bruscamente. Cassie hizo lo mismo.
–¡Que sea mi novio no significa que deba estar de acuerdo con sus decisiones!, pero te gustaría estar en mi lugar, ¿verdad? Ser la novia de Harry Potter.
–¡No hables bobadas, Cassiopeia! ¿Y por qué estabas con Draco?
–¿Y a ti qué carajos te importa, zanahoria podrida? –Ginny la miró con los ojos entrecerrados y se abalanzó a ella. Harry tomó a Cassie y Ron a su hermana.– ¡Eres una salvaje!
–¡Y tú una estúpida!
–¿Saben? Me harté, ¿es que nadie se pone en mi lugar? Draco puede ser una mierda, un arrogante, narcisista y egoísta, ¡pero es mi familia! Es parte de la familia que aún está conmigo. –susurró lo último, se zafó del agarre de Harry y salió de la sala común.
Cassiopeia caminó por los pasillos del castillo, sin importarle el castigo que podría ganarse. Subió hasta la torre de astronomía, aquel lugar le parecía increíblemente perfecto para observar las estrellas; era mágico.
Se recostó en la baranda, hasta que sintió las pisadas de alguien, creyó que era el conserje con su gata horrorosa, pero sólo era Harry.
–Te imaginaba besando a la zanahoria podrida o a la loca de Romilda.
–Te debo unas disculpas, Cassie –el azabache se acercó a ella, y también se recostó en el barandal.
–¿Bromeas? No estabas consciente de lo que podría suceder.
–Pero te afectó, Ivy, eso es suficiente para mí –corrió un mechón de cabello que caía como cascada en la frente de la muchacha, dejando ver sus ojos verdes– Es por eso que estás así, ¿no?
–Cassie negó y observó las estrellas– Mi padre y Draco son todo lo que me queda, no sé qué haría sin ellos. Mi tío murió por salvar a mi padre, mi madre murió para protegerme, al igual que mi tía...
–¿Tía?
–La esposa de mi tío, ella fue asesinada, por un hombre que iba a abusar de mí –cerró los ojos con fuerza para evitar el llanto que se aproximaba.
–Lo siento, no lo sabía.
–No tenías por qué saberlo, eres la segunda persona en saberlo –intentó sonreírle, pero sólo le salió una mueca.
–¿Esa es la constelación Casiopea? –señaló el conjunto de estrellas en forma de M.
–Creí que no te interesaba la astronomía.
–Me interesas tú –le sonrió y la atrajo a él– Si el nombre de la constelación es Casiopea, ¿Por qué te llamas "Cassiopeia"?
–Está escrito en latín, al igual que Sirius. Haces muchas preguntas, ¿por qué no utilizas tu boca para algo más? –le sonrió Cassie.
Al otro día, Harry debía cumplir un castigo, el mismo día que el equipo de Gryffindor y el de Ravenclaw, se disputaban la Copa de Quidditch. El azabache llegó a la sala común, donde lo esperaban todos.
—¡Hemos ganado! —bramó Ron, que se le acercó dando brincos y enarbolando la Copa de plata—. ¡Hemos ganado! ¡Cuatrocientos cincuenta a ciento cuarenta! ¡Hemos ganado!
Harry miró alrededor; sorprendido y aliviado, Cassie corrió hasta sus brazos y lo besó. Todos a su alrededor gritaban de felicidad, eufóricos.
–Creí que no te interesaba el Quidditch.
–Me interesas tú.
HOLAAA, ¿qué les pareció, bbs?
Necesito de su ayuda, estoy en busca de un fanfic de Draco, la protagonista es hermana de Harry, está completa. Por lo que recuerdo, durante la batalla con Voldemort, utilizó tacones (ni idea de por qué recuerdo eso), y en un especie de extra, viajan al pasado, donde conocen a Lily, James, Lucius y a todos ellos:(
La leí hace años y no puedo encontrarla😭
Voten y comenten👁👄👁