Teacher ➵ j.b

By passionbieber

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"Lo de ellos fue amor a primera vista, pero ninguno de los dos quería aceptarlo". ©passionbieber 2017. co... More

sinopsis
cast
uno
dos
tres
Lo siento mucho
Aviso importante |Por favor leer|
cuatro
cinco
seis
siete
ocho
nueve
diez
once
doce
trece
catorce
quince
dieciséis
dieciocho
Aviso
diecinueve
veinte
veintiuno
veintidós
veintitrés
veinticuatro
veinticinco
veintiséis
veintisiete
veintiocho
Hold Me
veintinueve
treinta
treinta y uno
treinta y dos
treinta y tres
treinta y cuatro
treinta y cinco
treinta y seis
treinta y siete

diecisiete

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By passionbieber

Justin abrió los ojos y bufó molesto al oír que su celular sonaba sobre la mesa de noche, estiró un brazo y atendió sin mirar quién era.

—Diga —dijo con voz ronca.

—Justin, hermano, me alegra saber que estás vivo. Hace dos días que no me respondes los mensajes —oyó que dijeron del otro lado de la línea.

—Jordan, ¿en serio me estás llamando a esta hora para preguntarme si estoy vivo? —preguntó aprentando la mandíbula.

—Me preocupo por ti Justin, además son las nueve de la mañana. Levántate o te pediré el divorcio —bromeó y ambos soltaron una carcajada.

—Oh no, otro divorcio no —respondió con fastidio y se sentó en la cama.

—¿Estás ocupado hoy? —preguntó.

—Esta semana estoy con Avalanna y desde noviembre no va más a la escuela, pero si quieres puedes venir en la noche —ofreció.

—Que mal, ya no puedes ver a la maestra con la que no pasa nada hasta el año que viene —dijo y Justin sonrió ampliamente.

No le había contado a nadie lo que tenía con Kelsey. Pero luego se lo contaría a su mejor amigo.

—Es verdad, que triste —le siguió el juego.

—Solo quería saber si estabas vivo Bieber, más tarde nos vemos. Adiós Ross Geller —dijo provocando que Justin soltara una gran carcajada.

—Adiós hermano —saludó y cortó la llamada.

Se recostó nuevamente sobre las suaves almohadas e ingresó a WhatsApp para verificar los mensajes. Sonrió ampliamente al ver que tenía un mensaje de Kelsey deseándole buenos días. Le respondió deseándole lo mismo y se levantó de la cama para ir directo al baño.

Mientras la lluvia artificial caía sobre su cabeza, no podía dejar de pensar en esos ojos verdes y esa sonrisa que tanto lo volvía loco últimamente. Por más que intentara, no podía quitarla de su mente en ningún momento. Desde el primer momento en que la vio lo impresionó, y ahora que comenzaba a conocerla más se le hacía imposible alejarla de su cabeza.

—Mierda Kels —bufó y siguió duchándose.

Una hora después terminó de colocar las donas que había encargado sobre la bandeja al lado de la chocolatada para Avalanna y su taza de café. Había decidido sorprenderla con un desayuno en la cama. Desde que la niña no iba a la escuela, casi no pisaba su empresa cuando le tocaba a él cuidarla, quería aprovechar al máximo el tiempo con su hija.

Tomó la bandeja y subió las escaleras hasta que llegó a la habitación de su hija. Dejó la bandeja sobre el cofre con juguetes que había en la punta de la cama y se acostó a su lado.

—Nena —llamó con voz suave mientras la movía levemente—, es hora de levantarse —informó.

—No papi —bufó y se tapó hasta la cabeza.

—Te he traído donas y chocolate caliente. ¿En serio te lo perderás?

—¿Donas? —preguntó Avalanna levantando la cabeza y Justin soltó una carcajada.

—Así es, ¿quieres que me las lleve así sigues durmiendo? —preguntó.

—¡No! —exclamó y se sentó en la cama.

—Bien —sonrió y se estiró para tomar la bandeja.

Se apoyó en el respaldo de la cama y colocó la bandeja sobre sus piernas antes de pasarla una taza a Avalanna.

—Gracias papi —sonrió y apoyó su cabeza en el hombro de su padre haciéndolo sonreír.

—De nada cariño.

—¡Falta menos de un mes para Navidad! —dijo feliz.

—Lo sé amor. ¿Ya sabes qué le pedirás a Santa Claus? —preguntó luego de darle un sorbo a su café.

—Lo hice, pero aún faltan cosas —rió provocando que Justin elevara las cejas con diversión.

—¿A caso pedirás todo el Polo Norte?

—No papá —respondió y soltó una carcajada. A Justin se le infló el pecho de felicidad al oírla.

—Cuando la termines la pondremos en el árbol una vez que esté armado. Podemos armarlo mañana —sugirió.

—¡Si! —exclamó—. ¿Alguna vez has visto a Santa Claus? —preguntó mirándolo con curiosidad.

Justin puso los labios en una línea al oírla. La que sabía mentir bien con eso cada vez que la niña preguntaba sobre Santa Claus era Jessica, él solo se mantenía al margen de la conversación intentando no meter la pata.

—No amor, siempre he sido un niño obediente y estaba durmiendo cuando él venía —mintió.

Rió al ver el rostro de Ava a la vez que se felicitaba a él mismo por esa respuesta. No había dicho nada que la hiciera dudar.

—Pero yo quiero verlo —hizo un morro.

—Es la misma discusión de todos los años Ava. Si ve que estás aquí no vendrá.

—Eso no es justo —bufó.

—Santa Claus escribió las reglas —se encogió de hombros—. Ahora desayuna o se enfriará tu chocolatada.

Avalanna obedeció y continuó bebiendo su chocolatada mientras su padre la observaba con una sonrisa. Ahora que ninguno de los dos tenía cosas que hacer, no veía necesario levantarse de la cama temprano. Podría disfrutar un poco más de la comodidad de la cama antes de comenzar el día.

{...}

Justin soltó todo el aire contenido y dejó la pesa sobre su apoyo antes de tomar la toalla para limpiar la transpiración de su rostro. Había decidido hacer algo de ejercicio para pasar el tiempo.

—Papi —dijo la niña abriendo la puerta del gimnasio. Justin se reincorporó. en el banco para mirarla—, el tió Jordan está aquí.

Justin frunció el ceño y miró la hora en la pantalla que había sobre la pared. Las horas habían volado.

—Dile que ahora voy nena —respondió.

Unos minutos después llegó a la sala encontrándose con Jordan sentado en el sofá.

—¿A caso vienes de correr una maratón? —preguntó.

—Estaba entrenando y olvidé a que hora llegabas. Ahora tendrás que soportar mi olor a transpiración.

Jordan hizo una mueca y negó con su cabeza.

—Claro que no Bieber, ve a ducharte. Yo te espero aquí.

—Estas asqueroso papi —dijo Avalanna cuando llegó a su lado.

—¿Cómo dices niña? —elevó las cejas.

—Tienes olor feo.

—Oh, será mejor que corras —dijo y comenzó a correrla por la espaciosa sala mientras la niña chillaba intentando huír de su padre.

—¡No volveré a decir eso? —exclamó y se escondió en los brazos de su tío—. Dile que pare —rogó.

—Deja de atormentar a la niña mugroso, mejor ve a bañarte —bufó y miró a su sobrina—. ¿Quieres comer pizza cariño? —preguntó.

—Si tío —respondió y volvió a mirar a su padre—. Ve a bañarte mugroso.

Justin soltó una carcajada al igual que Jordan y entrecerró sus ojos fingiendo molestia.

—Ya verás luego niña —la apuntó antes de salir de la sala.

Pocos minutos después bajó a la primera planta completamente duchado y limpio e ingresó a la sala mientras despeinaba su cabello aún húmedo con su mano. Sonrió al ver que Avalanna se encontraba mostrándole las fotos sobre la fiesta en la escuela a su tío.

—¿Listos para comer? —preguntó Jordan cuando su teléfono vibró inducando que la comida había llegado.

Padre e hija respondieron que sí al unísono y caminaron hacia la cocina mientras Jordan bajaba en busca de la pizza.

Unas horas después Avalanna ya se encontraba completamente dormida mientras Justin y Jordan se encontraban en la cocina conversando.

—¿Entonces Jessica ha dejado de molestar? —preguntó y Justin bufó.

—Ella nunca dejará de molestar —rió sin gracia—. Es como si aún no entendiera que lo nuestro terminó por su culpa.

—No me quiero imaginar como se pondrá si en un futuro vuelves a tener algo serio con alguien —bromeó. Notó como Justin se tensó a su lado—. ¿Me estás ocultando algo?

—No me importa lo que piense. Ella decidió encontrar a otro aún estando conmigo.

—¿Me estás ocultando algo Bieber? —preguntó nuevamente.

Justin sonrió algo nervioso antes de darle un sorbo a su cerveza.

—Quizás me estoy viendo con alguien —dijo provocando que su mejor amigo abriera los ojos sorprendido—. Pero nada serio, somos algo como amigos con derechos —explicó.

—Puede ser eso tranquilamente ya que eres un hombre recién soltero y puedes estar con las que quieras. O puede ser la única mujer con la que estés viéndote y será tu amiga con derecho por ahora —movió las cejas con diversión.

—Jordan, es la única mujer con la que me estoy viendo. Pero no quiero acelerar nada con nadie —bufó.

Aunque en su interior ya había pensado en un futuro siendo más cercano con Kelsey, no como casados o algo por el estilo, pero sí siendo mucho más cercanos. Por más que quiso evitar ese pensamiento no lo había logrado. Pero de todos modos quería ir lento, no quería dar un paso en falso y arruinarlo todo.

—¿Ella es bonita? 

Justin sonrió al pensar nuevamente en esos ojos verdes y esa sonrisa resplandeciente.

—Ella es hermosa —respondió.

—Estás jodido hermano —palmeó su hombro y Justin lo miró confuso—. Tendrías que haber visto tu sonrisa de idiota cuando te pregunté.

—No digas estupideces Jordan —bufó.

—Como digas —puso sus ojos en blanco—. ¿Se puede saber quién es ella? —preguntó.

Justin sonrió nervioso y asintió. Era su mejor amigo, confiaba en él.

—¿Recuerdas a la maestra de Avalanna a la que le dije estupideces estando ebrio? —preguntó. Jordan abrió los ojos sorprendido y asintió—. Es esa misma bella mujer.

—Mierda viejo, yo también tendría esa sonrisa de idiota si fuera ella —bromeó sabiendo que su comentario le molestaría.

Justin lo fulminó con la mirada provocando que Jordan soltara una gran carcajada.

—Es solo un chiste Justin —puso sus ojos en blanco—. Pero si que eres enamoradizo querido.

—No soy enamoradizo idiota, no siento nada raro por ella.

—Como digas —levantó ambas manos—. Pero de todo corazón te deseo que te vaya muy bien con quien sea y folles mucho.

Justin soltó una carcajada provocando que su mejor amigo se contagiara y ambos chocaron sus botellas de cerveza.

—Salud —finalizó y le dio un sorbo a su botella.

{...}

Al día siguiente, Justin había decidido salir con Avalanna a comprar nuevos adornos para su árbol. Él ya se había encargado de comprarlo, pero aún no tenía las decoraciones. Sería la primera vez en muchos años que armaría uno diferente sin estar en compañía de la familia que eran.

Se encontraba muy cansado ya que casi no había dormido, pero de todos modos tenía ganas de sacar a pasear a Avalanna. No había podido pegar un ojo pensando en lo que había hablado con Jordan la noche anterior. Sabía que recién se había hacía algunas semanas y era muy pronto para desarrollar cualquier tipo de sentimientos por otra mujer, pero no podía negar que sonreía como un idiota cuando pensaba en Kelsey. Esa mujer comenzaba a provocar cosas en él en poco tiempo.

Sacudió su cabeza saliendo de sus pensamientos y volvió su atención a Ava, quien no dejaba de ver los estantes llenos de adornos navideños.

—¿Cuáles te gustan nena? —preguntó Justin tomando dos adornos distintos.

—No sé —hizo un morro.

—Yo creo qu... —fue interrumpido por su hija.

—¡Mira quién está ahí!

Justin frunció el ceño y se volteó disimuladamente encontrándose con la mujer que ocupaba sus pensamientos los últimos días.

No puede ser, pensó Justin.

—Que casualidad —dijo y volvió la mirada a la niña.

Se moría por ir a saludarla, pero no quería que pensara que la estaba siguiendo o algo por el estilo.

Se estremeció al recordar la forma en la que ella acarició su rostro y pegó su frente a la de él mientras bailaban en la escuela. La forma en la que sus cuerpos se movían al compás de la música y como conectaron sus miradas cargadas de palabras que no saldrían de sus bocas. La forma en la que se perdieron en ellos mismos olvidando que estaban rodeados de gente, logrando despertar cientos de dudas entre todos los miembros de la escuela. Pero eso no le importaba a Justin, solo podía recordar el bonito momento que habían pasado y aún podía sentir la electricidad que había dejado en su cuerpo una vez que se alejó, lo había dejado con ganas de más.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que no notó cuando su hija se fue de su lado para ir corriendo en dirección a Kelsey. Abrió los ojos sorprendido y comenzó a caminar a paso rápido detrás de ella cuando salió de su trance.

—¡Avalanna! —exclamó, pero su hija lo ignoró.

En su cabeza estaba reposando las formas de reprender a Avalanna por lo que estaba haciendo, pero eso quedó en el olvido cuando vio que Kelsey abrió los ojos sorprendida antes de sonreír y abrazar a la niña.

—Hola linda —respondió con alegría y besó su cabeza—. ¿Cómo estás?

—Muy bien, ¿tú? —preguntó haciéndola reír.

—Muy bien cariño. ¿Con quién has ven... —su pregunta quedó en el aire cuando vio acercarse al hombre que últimamente le quitaba la respiración.

—Hola Kelsey —saludó cuando llegó a su lado.

Ambos se notaban nerviosos. Eso era porque sabían lo que habían entre ellos y sin embargo estaban ocultándolos frente a la niña.

—Hola Justin —sonrió y besó su mejilla—. ¿Qué hacen por aquí? —preguntó.

—Papá dijo que compraríamos adornos para el árbol navideño, pero aún no nos decidimos —hizo un morro.

—Yo estoy igual, son todos muy lindos —apoyó Kelsey.

Podía sentir sobre ella la penetrante mirada de Justin. Eso lograba ponerla nerviosa y a la vez hacía que su piel quemara. No mentía cuando decía que ese hombre le provocaba muchas cosas al mismo tiempo.

Justin sentía la enorme necesidad de tomarla por la cintura y juntar sus labios con los de ella, pero no lo haría frente a Avalanna. Él no haría lo mismo que Jessica.

—Podemos ver adornos juntos, así se ayudarán entre ustedes —dijo Justin provocando que Kelsey sonriera.

—Por mi no hay problema —respondió Kelsey.

—¡Si! —exclamó Avalanna.

Luego de un rato al fin decidieron que adornos iba a llevar cada uno para los árboles. Estuvieron caminando por el centro comercial mientras hablaban con la niña. Kelsey la estaba pasando muy bien con ellos aunque sentía que interrumpía en un momento de padre e hija, pero cuando dijo de retirarse ambos insistieron que se quedara con ellos.

Ahora se encontraban sentados en el patio de comidas. Avalanna comiendo una hamburguesa de Mcdonald's y los mayores tomando un café.

—Yo creo que Shrek dos es la mejor de todas —dijo Kelsey provocando que la niña frunciera el ceño.

—Eso no es verdad, Shrek por siempre lo es —respondió.

Justin rió mientras negaba con su cabeza al oír la absurda discusión que estaban teniendo.

—También es muy buena, pero no me convencerás —sonrió.

—Yo creo que la mejor película es Toy Story —interrumpió Justin.

—Tú no juegas papá.

Justin abrió la boca indignado dispuesto a responderle pero Kelsey se adelantó.

—¿Por qué? —rió—. Él solo está dando su opinión, pero ambas sabemos que Shrek es mejor.

Avalanna sonrió y chocó los puños con su maestra. En su inocente cabeza no cabía la posibilidad de que tuvieran algo más, o eso creía su padre.

—¿No crees que mi maestra es muy bonita papá? —preguntó de repente haciendo que Justin se ahogara con su café.

Kelsey abrió los ojos y bajó la cabeza avergonzada por el descaro de la niña.

—¿Qué? —murmuró sorprendido.

No se esperaba para nada esa pregunta de parte de Avalanna, pero nadie sabía las cosas que rondaban por su cabeza. Cada vez que abría la boca era una nueva sorpresa para su padre.

—Que Kels es muy linda —continuó.

Justin apretó el interior de su mejilla queriendo ocultar una sonrisa. Por un lado por los nervios que le habían agarrado, y por otro porque le daba ternura ver lo sonrojada que estaba Kelsey mientras miraba su taza de café.

—Pues si hija, es muy bonita —afirmó.

Kelsey sintió que su pulso se aceleró al oírlo. Mordió su labio inferior intentando ocultar una sonrisa tonta.

—Kels —la llamo la niña haciendo que la mirara—. Dijo mi papá que le gustas.

Kelsey soltó una carcajada nerviosa por su descaro y Justin la siguió nervioso.

—C-cierra la boca Avalanna —respondió Justin.

—Solo intento ayudar papi —se encogió de hombros.

—Déjala —susuró Kelsey casi sin voz.

Justin levantó la mirada hacia Kelsey y sonrió al conectar con sus intensos ojos verdes. En sus miradas se podía notar la mezcla de nervios y diversión por lo que la niña había dicho. Esa criatura había logrado descolocarlos. Su sonrisa se ensanchó cuando notó que Kelsey le guiñó un ojo antes de volver su mirada al café.

Aún asi, luego hablaría con Avalanna. No podía poner a las personas en situaciones incómodas de esa manera.

¿De todos modos tu hija no tiene razón?. Se preguntó Justin.

Bufó ante ese pensamiento. Sabía que lo que había dicho Avalanna no estaba alejado de la realidad, para nada alejado.

{...}

Holaa, ¿cómo están? Espero que bienn.

Sé que dije que no actualizaría, pero tuve un poco de tiempo y aunque sé que es un poco tarde, les escribí algo corto para no dejarlas sin nada❤

Preguntas:

¿Qué les parece el descaro de la niña?

¿Piensan que Justin ya comenzó a desarrollar sentimientos por Kelsey?

¿Para ustedes Jessica se meterá en lo que sea que tienen estos dos?

Espero que les guste. Dejen sus votos y comentarios diciéndome que piensan sobre el capítulo, me encanta leerlas ⭐💭

Nos leemos pronto en el próximo capitulo. Las quiero, adiós

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