Me di la vuelta y choqué con un cuerpo. Solté un quejido por mi boca y abrí mis ojos para encontrarme con unos ojos mieles. Hacía tanto tiempo que no me levantaba con esas vistas que mi corazón empezó a palpitar con fuerza en mi pecho. “Oh... lo, lo siento.” Dije algo aturdida por sus ojos y por estar allí. Estaba todavía medio dormida.
Él esbozó una sonrisa divertido. “No pasa nada. Tranquila.” Dijo suavemente antes de que yo me moviera apartándome algo de él en la gran cama. Asentí con mi cabeza y suspiré profundamente mientras acomodaba mi cabello en mi rostro.
“¿Como estás?” Pregunté curiosa, mientras le miraba fijamente.
Se encogió de hombros y suspiró profundamente. “Mejor.” Lamió sus ojos.
Asentí sonriendo levemente. “Me alegro. ¿Dormiste bien?” Pregunté algo nerviosa de estar a su lado y tan cerca de él en una cama. Joder. Cada vez que lo pensaba me daban ataques al corazón.
Asintió levemente con su cabeza. “Si... si.” Hizo una mueca mirándome a los ojos. Tragó saliva con dificultad y me miró de nuevo. “¿Tu?”
Asentí con mi cabeza afirmando. Me sentí vulnerable en ese momento, y tenía algo de vergüenza al estar tan cerca de él en un momento tan íntimo.
“Gracias por quedarte.” Confesó finalmente.
Sonreí haciendo una mueca con mis labios y asentí. “De nada. No importa.” Lamí mis labios y tragué saliva con nerviosismo acomodándome en el calor de la cama. Su cuerpo estaba cerca del mío y eso me hizo estremecer.
Solo esperaba que en ese momento no estuviera roja como un tomate, porque me moriría de vergüenza. Él siempre tendría el mismo efecto de mi, estuviéramos juntos o no.
“¿Tienes frío?” Dijo frunciendo su ceño al verme acurrucarme en la cama. Negué con mi cabeza algo confundida.
“No, estoy bien, tranquilo.” Sonreí. En realidad si, tenía algo de frío. Pero me sentía algo incómoda y tenía una mala sensación. No sabía por que, pero mi intuición nunca fallaba.
Me incorporé en la cama, apoyando mi espalda contra el respaldo bajo su atenta mirada. Acomodé las sábanas sobre mis piernas y mi cuerpo y luego cogí mi iPhone divisando numerosas llamadas de Jason, Fredo y amigos. Mi buzón de entrada estaba que echaba humo.
“Es tarde. Tengo que irme.” Dije tragando saliva haciendo una mueca.
Él me miró atentamente. “¿A donde?”
Lamí mis labios. “Mi avión sale esta tarde de Miami. Regreso a Los Ángeles.” Tragué saliva con dificultad.
“Oh.” Eso le sorprendió. “Pensé que te quedarías aquí más tiempo.”
Negué con mi cabeza suspirando mientras el se acomodaba en la cama mirándome con atención. “Llevo aquí muchos días.” Sonreí divertida, pero algo incómoda. “Es hora de que regrese a casa.” El nudo en mi garganta se hizo notar.
Mier*da.
Asintió. “Puedes quedarte a desayunar antes de que te vayas.”
Le miré con atención y finalmente asentí con mi cabeza. “Está bien.” Hice una mueca. Él se levantó de la cama mientras se ponía unas zapatillas y yo le miraba con curiosidad. Se veía tan jodidamente bien recién levantado por la mañana.
Mi corazón me avisó de que eso me afectaba. Me daban ganas de pasar mis manos por su pelo y acariciarlo. Sonreí por eso y me miró. “Ahora vengo.”
Asentí y reí levemente sin poder evitarlo. “Vale.”
“¿De que te ríes?” Dijo frunciendo su ceño. Había diversión en sus ojos.
Me encogí de hombros. “Me recuerdas a Jaxon así.”
“¿Así como?” Se iluminaron sus ojos al escuchar el nombre de su hermano y mi comentario.
“Recién levantado.” Mordí la esquina de mi labio.
Él sonrió. “Supongo que eso es bueno.”
Asentí. “Lo es.” Lamí mis labios con nerviosismo.
Sonrió y sin decir nada más desapareció por la puerta de su habitación. Divisé su gran cuarto de arriba abajo con mis ojos. No sabía cuantos días llevaba allí, pero su maleta parecía todavía sin deshacer. Hice una mueca.
Poco después vino con dos botes de café, dos zumos y unas cuantas tostadas. Yo sonreí al ver la comida y mi estómago rugió. “Todavía no se ha levantado nadie.”
Yo sonreí levemente. “Estarían cansados. Ayer se acostaron más tarde que... nosotros.” Suspiré mientras él se acercaba a la cama y dejaba todo delante de nosotros.
Me sentía extraña. No sabía por que, pero me sentía de esa forma y no lo podía evitar. Era como si, esa paz que en ese momento había entre nosotros, no fuera a durar demasiado.
Cogí una tostada untada en mermelada y le di un bocado después de beber un sorbo de mi zumo de naranja. “No tenías por que haber traído el desayuno aquí.” Le miré haciendo una mueca mientras él bebía un sorbo de su zumo.
Se encogió de hombros. “Me gusta más desayunar en la cama.” Lamió sus labios antes de darle un bocado a su tostada.
Sonreí mirándole atentamente. Me encantaba cuando comía. Su mandíbula se movía de una forma al igual que sus labios, que me hacía respirar con dificultad.
Si. Su mandíbula era mi debilidad.
Me recordó a la mañana que desayunamos juntos en la cama en Las Bahamas. El recuerdo me hizo estremecer y agitar mi corazón con fuerza.
“Esta noche me voy a Panamá, para pasar unos días con Scooter y los demás.” Tragó su tostada y yo bebí un sorbo de mi zumo.
Eso me sorprendió. “¿Si?” Él asintió. “Eso te vendrá bien.”
Él asintió con su cabeza estando de acuerdo con mis palabras. “¿Te... te gustaría venir?”
Eso me sorprendió. Una parte de mi estaba diciendo a gritos que me fuera con él, para reconciliarnos finalmente, pero otra parte de mi, me decía que no lo hiciera y que esperara unos días para hablar con él y decidir finalmente lo que éramos y si estábamos dispuestos a volver o solo a ser amigos.
Tenía miedo a esa respuesta, y Justin necesitaba descansar, así que decidí retrasar esa situación.
“Umm.. tengo que regresar a Los Ángeles.” Hice una mueca esquivando su mirada. “No puedo.” Lamí mis labios y tragué saliva con dificultad.
“Oh... no pasa nada.” Suspiró dando un trago a su zumo. “Pensé que te gustaría.” Se encogió de hombros y yo le miré a los ojos sonriendo levemente para calmar la tensión entre nosotros.
“Tengo... cosas que hacer. Lo siento.”
“No importa.” Sonrió.
Desayunamos hablando tranquila y civilizadamente de música y lo que tenía planeado hacer, hasta que me levanté de la cama atrayendo su atención. “¿No... no te vas a levantar?” Le dije algo curiosa.
Negó con su cabeza. “Estoy cansado... voy a seguir durmiendo.” Hizo una mueca y yo asentí con mi cabeza.
“Está bien.” Tragué saliva y me dirigí hacia el baño donde había dejado mi ropa. Noté su mirada sobre mi en todo momento. “Me voy a cambiarme, tengo que irme.” Dije al darme la vuelta y coincidir con sus ojos. Él asintió y entré en el cuarto de baño.
Maldije al darme cuenta de que llevaba levantada la camiseta y se me había visto toda la ropa interior. Mier*da. Tragué saliva y noté como mi cara quemaba de la vergüenza.
“Joder.” Susurré maldiciendo. Me deslicé en mi ropa y luego acomodé mi chaqueta sobre mis hombros para ponerme mis zapatos. Me lavé la cara para después peinar mi cabello y maquillé mis ojos con máscara y eyeliner.
Salí del baño y Justin estaba todavía sentado en la cama mirando su iPhone. Tragué saliva y llamé su atención. “¿Estás bien?” Le pregunté. Parecía serio.
Desvió su mirada hacia mi y asintió observándome poco después de arriba abajo. “Si.” Se levantó de la cama y caminó hacia mi.
“Gracias por... dejarme algo para dormir.” Dejé su camiseta sobre la cama bien puesta.
Él le quitó importancia con un gesto. “No importa.” Sonrió levemente.
“Está bien... me voy. Tengo que hacer la maleta todavía.” Hice una mueca y él hizo lo mismo algo nervioso. Salimos de su habitación dirigiéndonos hacia el hall de la casa. Metí un chicle de menta en mi boca y me acerqué a él para darle un beso en su mejilla, pero me sorprendí al sentir como sus brazos se envolvía alrededor de mi espalda abrazándome fuertemente.
Eso me dejó prácticamente sin aliento. “Gracias por todo.” Murmuró en mi cuello antes de que yo acariciara su espalda con mi mano. Sonreí ante sus palabras y me estremecí en sus brazos por la sensación que sentí.
“De nada.” Sonreí apartándome para mirarle a los ojos. “Nos vemos... cuando llegues. Diviértete en Panamá.” Intenté fingir una sonrisa al mirarle a los ojos.
Él asintió. “Gracias, nos vemos pronto.” Le miré por última vez y le dediqué una sonrisa al igual que él a mi, antes de desaparecer por la puerta y de que él se quedara en ella mirándome mientras le daba la espalda y caminaba hacia el porche de la gran casa. Me puse mis gafas y divisé el coche que estaba justo en frente.
La puerta de atrás se abrió y Bruce apareció por ella, vi como saludaba con su mano y le dedicaba una sonrisa de complicidad a alguien detrás de mi y me volví una vez en el coche. Era Justin, saludando a Bruce. Agité mi mano una vez que cerré la puerta e hice una mueca mirándole antes de que el coche arrancara.
Me sentía mejor sabiendo que él estaba bien... y sobre todo, por consolarle durante toda la noche. Por abrazarle, besarle -aunque solo fuera en su mejilla- y verle despertar.
“¿Que le has dicho que?” Lily respondió al otro lado del teléfono. Suspiré con resignación.
“¿Podrías gritar menos? Me vas a dejar sin tímpano!” Me quejé mientras recogía unas cosas en mi maleta.
“Por Dios _____, me desesperas.” Suspiró fuertemente. “Vas a verle. Le consuelas. Te invita a quedarte por la noche. Duermes con él. Desayunas con él y cuando te dice que te vayas con él a Panamá, te niegas poniéndole una excusa de que tienes algo que hacer!”
Bueno... dicho así... sonaba a que era gilipo*llas.
“Dime algo, porque en realidad no te entiendo Smith. No te entiendo.” Parecía tan molesta que me daba miedo.
“Es hora de que esté con sus amigos y con Scooter... no quiero entrometerme en eso. Tengo miedo a discutir con él y creo que lo que menos necesita es eso. Necesita descansar.” Tragué saliva con dificultad. “Eso es todo.” Dejé totalmente claro mi punto.
Suspiró de nuevo al otro lado del teléfono. “Está bien... haz lo que quieras.”
“Exactamente, eso es lo que estoy haciendo.” Colgué rápidamente algo molesta por su actitud conmigo. A veces tenía una manera algo particular de decir las cosas, pero no me merecía que me gritara después de todo lo que había pasado.
“Idio*ta.” Gruñí dejando mi iPhone sobre la cama. Matt me miró atentamente desde el otro lado de la habitación. Estaba sentado en el sofá de la suite.
“No se lo tengas en cuenta.” Negó con su cabeza.
“¿No se lo tengas en cuenta? Ya van dos veces que me trata como una mier*da, Matt.” Fruncí mi ceño tensando mi mandíbula. “Te puedo asegurar que a la tercera, se va a arrepentir de tratarme así.”
Él levantó sus cejas algo sorprendido por mi respuesta. “Tranquila. Si hiciste eso es porque crees que es lo mejor para ti y para él. No le hagas caso. Cada uno puede hacer lo que quiera.” Eso me dejó boquiabierta.
Me levanté de la cama y me dirigí hacia él para darle un abrazo fuerte. “Todavía no entiendo porque no tienes novia. Eres increíble.” Él rió haciendo que su pecho retumbara contra le mío al hacerlo.
“Yo me pregunto lo mismo.” Eso me hizo reír y me aparté de él para mirarle a sus ojos azules. “Es decir... mírame.” Se señaló. Me estaba aguantando la risa porque sabía lo que venía después de ese ‘mírame’. “Soy guapo, entiendo a las chicas, y me encantan los abrazos. No entiendo porque nadie me quiere.” Negó con su cabeza antes de que yo soltara una carcajada divertida.
“Estás mal de la cabeza.” Negué divertida mientras le daba una palmada a su pecho con diversión. Me empezaban a doler las mejillas de tanto reírme. “Y no digas que nadie te quiere... yo soy alguien.” Le dije dolida por su comentario.
Él sonrió y me abrazó de nuevo. “¿Donde vas a ir ahora?”
“A Los Ángeles.” Me encogí de hombros. “Si quieres, podremos volver a Miami todas las veces que quieras. Me lo pasé increíble contigo.”
Él sonrió. “Claro, siempre que quieras, llámame.”
Yo asentí con mi cabeza. “Y ahora vamos, no quiero perder el avión.” Dije levantándome del sofá a su lado.
“Quiero un café y un bollo.” Me volví hacia él.
“Yo también. Me muero de hambre.”
“¿No tuviste suficiente con la comida china?”
Negué con mi cabeza. “Estoy hambrienta de nuevo. Comimos hace más de tres horas.” Me encogí de hombros y él rió.
Los Ángeles
Dormí tanto que cuando me desperté ni siquiera sabía donde demonios estaba. Estaba completamente aturdida. Tenía tres opciones, o estaba en la cama de Justin, en mi hotel de Miami o en... mi casa.
Me levanté de la cama rápidamente y me dirigí hacia la cocina para prepararme algo de desayunar. Tan solo bebí un vaso de zumo. Yo y los vasos de zumo.
Mi iPhone sonó rápidamente y lo cogí sin mirar. A esas horas solo me llamaba mi amiga. “Lily, si vas a reprocharme otra vez--”
Sentí una risa conocida al otro lado de la llamada. “No soy Lily. De momento soy un chico.”
Ladeé mi cabeza y sentí algo en mi estómago revolverse. “Quincy.” Sonreí sin poderlo evitar por su comentario. Era divertido. “Lo siento, pensaba que ... me llamaba ella. ¿Como estás?” Dije rápidamente quedándome sentada en la silla de la cocina, observando el exterior desde allí.
“Bien, ¿y tu?” Preguntó con diversión en su tono.
Me encogí de hombros y suspiré profundamente. “Bien, me acabo de levantar.” Hice una mueca.
“Umm... te llamaba para saber si te gustaría tomarte un café conmigo.”
Sonreí y luego me sorprendí ante su propuesta. “Oh... umm, si claro.” Reí levemente intentando deshacer la tensión que se había construido entre nosotros.
“Genial. ¿Te viene bien ahora?”
Fruncí mi ceño. “Si, claro.” Contesté. “Si me das media hora, estoy lista.”
“Está bien, te paso a buscar en media hora.”
Asentí algo nerviosa. “Nos vemos.” Colgué la llamada y corrí a cambiarme de ropa y maquillarme, para estar lista.
¿Media hora? No me iba a dar tiempo.
Maldije.
Me tapé con mis gafas de Ray Ban los ojos. Estaba algo cansada del viaje de la tarde anterior. Quincy no paraba de hacer bromas y me hacía sentir bien mientras reía. Era un encanto de chico. Ojalá estuviera enamorada de un chico como él... al que no le siguieran las cámaras día si, día también.
Suspiré mientras daba un sorbo a mi café frío de Starbucks y di un bocado a mi bollo poco después. “Me encanta desayunar aquí.” Suspiré cerrando mis ojos mientras tragaba un pedazo de dulce.
Él emitió una risa que me hizo reír. Era como James y Bruce, cada vez que reían no podía evitar reír. “Te ves cansada.”
Me encogí de hombros. “Es lo que tiene viajar el día anterior desde Miami.”
Él sonrió mirándome a las gafas. “¿No te las vas a quitar?”
Negué con mi cabeza. “Mis ojos dan pena.” Hice una mueca. No me había maquillado mucho, pero lo justo para parecer menos cansada... aunque no creía que lo hubiese conseguido. “Además... tengo miedo de que haya más paparazzi.”
“Aquí no hay.” Se dio la vuelta para observar el lugar. Asentí y me las quité descubriendo mis ojos. “Ves, te ves igual de guapa que siempre. No es para tanto.” Señaló haciéndome sonreír como una tonta.
“Gracias por eso... pero cuando me miré al espejo esta mañana me di un susto.” No era de extrañar... durante toda mi vida me había sentido como esa mañana. Negué con mi cabeza redondeando la tapa de mi café. “¿Que tal estos días por aquí?”
Se encogió de hombros. “Bien, como siempre.” Lamió sus labios después de beber un sorbo de su café caliente. “¿Que tal tu por Miami?”
Ladeé mi cabeza mientras sonreía ampliamente. “Increíble. Me relajé mucho y me sentí mejor. Era lo que necesitaba.” Suspiré mientras venía Justin a mi cabeza de nuevo.
“¿Viste a Justin?”
Asentí.
“¿Que tal está? Me enteré de lo que pasó, y intenté hablar con él. Me dijo que estaba bien... pero cuando te pasa algo así, no estás bien.”
Suspiré algo triste. “Cuando lo vi estaba en shock. No podía creer lo que le había pasado. Y es normal déjame decirte.” Hice una mueca. “Fue horrible ver las imágenes de él televisión con ese mono naranja y...” Me interrumpí, suspirando profundamente.
“Lo se. Pero ahora está bien.”
Asentí haciendo una mueca. “Si... me dijo que se iba a Panamá por la noche.”
Él asintió con su cabeza. “¿Estás mejor de... de lo que pasó el otro día?”
Asentí algo aturdida en cuanto a ese tema. “Si... si...” Tragué saliva. “Te juro que no se como demonios pude llegar a hacer eso. No... no estaba consciente de lo que, de lo que hacía.” Dije con nerviosismo.
“¿Sabes si ... alguien te grabó?”
Negué con mi cabeza algo agobiada por eso. “Eso es lo peor. No me acuerdo de nada, solo tengo pasajes borrosos... y... no se si me grabaron o algo.”
“Tranquila.” Pasó su mano por mi hombro acariciándolo con complicidad mientras me sonreía mirándome atentamente a los ojos. Yo tragué saliva y suspiré profundamente. “No pienses en ello más. ¿vale?”
Asentí con mi cabeza. “Gracias.” Hice una mueca.
Justo al llegar a casa me sorprendí al ver unas fotos. Mi sangre hervía, si tengo que decir la verdad. Es decir... ¿Quien era esa perra?
Fruncí mi ceño al ver las fotos que me habían pasado en un mensaje. Mi sangre hirvió todavía más. ¿Que hacía allí la perra de cara rara?
Tensé mi mandíbula y me levanté intentando contener mi respiración. O la contenía, o mataba a alguien.
Mi móvil sonó rápidamente. Era Lily. “¿Si?” Dije de mal humor.
“¿Es--estas bien?” Preguntó algo sorprendida y confundida.
Negué con mi cabeza como si ella fuera capaz de verme y tensé de nuevo mi mandíbula. “No.”
“Oh... ¿lo has visto ya?”
Asentí. “Si.” Dije con mi voz dura.
“Tranquila. Quizás son solo amigos.”
“¿Amigos? ¿Desde cuando Justin se lleva a una perra que conoce de dos días de vacaciones a Panamá?” Dije gritando con mi voz.
“Smith, tran--” Le interrumpí de nuevo. Estaba exaltada y no atendía a razones.
“No! Tranquila no! Lily.” Tragué saliva. “Tu no viste como me abrazaba ayer, y como me miraba. Pensaba que todo iba a volver a la normalidad y que íbamos a volver después del día que pasamos. Pero ahora viene con que se ha llevado a esa cualquiera, por no llamarle otra cosa, de vacaciones.” La puerta sonó y rápidamente Bruce la abrió observando que todo estaba bien.
“¿Estás bien? ¿Que ha pasado? ¿Por que gritabas?”
Cerré mis ojos y negué con mi cabeza tocando mi frente con mi mano. “Estoy bien, Bruce. Déjame sola, por favor.”
Él asintió con su cabeza y se marchó de la habitación.
Lily suspiró al otro lado de la llamada. “A ver... la gente llama a personas importantes y que quieren en los momentos difíciles. Eso quiere decir que tu le importas y te quiere.”
“¿Como que? ¿Como amiga? ¿Como hermana? ¿Como novia? ¿Como follamiga? ¿Como que?!”
Lily rió.
Yo arqueé mi ceja. “A mi no me hace gracia.”
“No puedo creer que hayas dicho follamiga.” Rió de nuevo. “Lo siento.”
Suspiré y miré por la ventana. No paraba de caminar de un lado a otro de las ganas que tenía de matar a esa perra postiza de cara rara.
Vaya... cada vez le iba añadiendo más adjetivos al nombre.
“A ver... tranquila. ¿Vale?” Hice lo que ella me dijo. Por primera vez en días teníamos una conversación tan larga y que no me hiciera molestar. En realidad, era todo lo contrario, me estaba haciendo sentir bien hablar con él... aunque las risitas no ayudaban. “Te preguntó ayer si querías irte con él a Panamá. Y tu dijiste que no.”
Me di una patada en la cara mentalmente.
Gilipo*llas, Smith. Eres gilipo*llas.
“Quizás... él pensó que no querías nada más con él. Y por eso mismo trató de... seguir--” Le interrumpí.
“Pero, yo quiero estar con él.”
“Entonces, ¿por que no se lo demuestras?”
“Porque ni siquiera hemos hablado del todo, y estoy confundida.”
“Smith...”
Suspiré y mordí mi labio antes de explotar. “Porque tengo miedo a que él no quiera volver conmigo. Y... tengo miedo de que él ya no me quiera como algo más.”
Parecía que volvía al verano. Cuando todo estaba tan confuso como ahora. Volví a encontrar esos sentimientos y sensaciones que había dejado atrás el año anterior, cuando el me pidió ser su novia.
La historia se volvía a repetir.
“Se que es por eso... te conozco como la palma de mi mano.” Dijo con complicidad. Estaba anocheciendo completamente. Hice una mueca y cerré mis ojos maldiciendo mi vida al máximo... de nuevo.
“¿Y ahora que?”
Ella suspiró ante mi pregunta.
“Puedes aparecer allí por sorpresa. Y decirle que... solo querías sorprenderle.”
Mi estómago se revolvió completamente. Mi ordenador seguía mostrando fotos de Justin con aquella perra y con más amigos en las playas de Panamá. Vi un gif en el que iban juntos y Justin se volvía rápidamente alejándose de ella... ello provocó una alegría en mi interior. Parecía pasar de ella. No parecía estar muy interesado en estar con ella.
Eso abrió cierta esperanza en mi.
“No lo se Lily...” Suspiré.
“______. Come algo, llama a Matt y sal con él un rato para despejarte, duérmete y mañana haz algo para distraerte. No creo que Justin haga nada con esa... chica. No parece interesado en ella por las fotos, la verdad.”
Mordí mi labio. “Pensé que era la única que lo pensaba... y he llegado a creer, que me lo decía a mi misma para no preocuparme más.”
Ella rió levemente. “_____.”
“¿Si?” Suspiré.
“Siento... comportarme tan brusca contigo estos últimos días.”
Eso me sorprendió.
“No debí de haber dicho eso y... no paro de pensarlo. Por favor, perdóname.”
Sonreí con ternura. “En realidad... sentí ganas locas de matarte en algunos momentos, pero no pasa nada. Estás perdonada. Y espero que no lo hagas de nuevo.” Arqueé mi ceja y ella rió divertida.
“Gracias.” Pude imaginarla sonriendo.
“Te tengo que dejar. Voy a pedir algo de comida. He invitado a Matt y a Jason a cenar conmigo y con Bruce.”
Ella rió. “Está bien. Os echo de menos!”
Yo sonreí contenta. “Y nosotros a ti también. Nos vemos.”
Colgué la llamada y me relajé en la cama tumbada, mientras veía las noticias por la televisión. Avisé a Bruce de que llamara a un restaurante para que nos trajeran la cena preparada y lista para comer. Matt vendría con Jason para cenar. Así no me sentía tan sola.
Sentí como el teléfono vibraba en la cama. Los chicos se habían ido hacía un rato y era bastante tarde. Las doce de la noche. Ya tenía sueño. “¿Si?”
“Hey.” La voz de Scooter me sorprendió. “¿Como estás?”
Sonreí sin poder evitarlo. “Scooter, ¿Como te va?” Tragué saliva. “Estoy bien, gracias.”
“Genial.” Rió divertido.
“¿Que haces llamado tan tarde?” Fruncí mi ceño.
“Oh... quería hablar contigo.” Fue directamente al grano.
“Vale... tu dirás.” Le insté a que hablara de una vez.
“Justin está en Panamá con nosotros. Después de lo que pasó, era lo mejor que nos reuniéramos todos con él para hablar y pasar tiempo juntos. No es un momento fácil para él.” Yo asentí con mi cabeza. Su voz llena de seriedad me estremeció.
“Lo se.” Tragué saliva con dificultad.
“Me dijo que fuiste a verlo a Miami... después de todo lo que pasó.” Que dijera eso me sorprendió. Eso significaba que habían estado hablando.
Asentí con mi cabeza algo nerviosa. “Si... me enteré justo al levantarme de lo que había pasado, llamé a Alfredo y me aclaró todo. Necesitaba verle, y ... saber como estaba.” Hice una mueca.
Noté como el sonreía. “Me alegro que vuestra relación esté mejor ahora.”
Asentí de nuevo y fruncí mi ceño. ¿Relación?
Sacudí mi cabeza. Eso no quería decir que estuviéramos juntos. Era una relación de amigos en ese momento... para mi desgracia.
“Y yo.” Dije algo incómoda.
Suspiró profundamente. “¿Por que no viniste?”
Eso me terminó de matar por completo. “Quería darle espacio y que estuviera con vosotros unos días... no, no quería agobiarle ni nada de eso.”
El emitió un sonido con su boca. “¿Seguro?”
Tensé mi mandíbula. “Si.”
“No es por eso, y lo sabes. Dime la verdad _____.”
“¿Para que?”
“______.”
“Oh vamos, sois como hermanos joder. Se lo vas a contar todo a él.”
Si creía que se lo iba a contar, lo llevaba claro.
Suspiró de nuevo. “______, te aseguro que no le diré nada. Puedes confiar en mi.” Guardó algo de silencio por unos segundos. “Ahora, ¿Que pasa realmente?”
Mordí mi labio con nerviosismo y sentí como mi pulso se aceleraba completamente. Tragué saliva y seguí. “Yo... tengo miedo de que él... me diga que no quiere nada más conmigo y que solo quiere que seamos amigos.” Esas palabras eran dagas para mi corazón herido.
“¿Por que piensas eso?” Parecía sorprendido. Su tono de voz me dio confianza.
Arqueé mi ceja. “Vamos, ¿No lo has visto? Se ha llevado a una perra de vacaciones.”
El rió. “¿Chantel? Hasta donde se yo, son amigos. Y no se han besado delante de mi... se comportan como amigos. Nada más.”
“Exactamente, delante de ti y de los demás... ¿Estás con ellos en sus habitaciones?” Arqueé mi ceja.
“_____, no empieces.”
“No empiezo. Es la verdad.”
Suspiró con frustración. “Está bien... te llamaba para decirte que vengas a Panamá. Él habló conmigo y pensaba que ibas a aceptar. Te necesitaba aquí.”
Eso me sorprendió. “Yo... no sabía eso.”
“Si vienes... le darías una alegría.”
“Cuando ha hablado conmigo, se notaba triste.”
Negué con mi cabeza. “No creo que fuera porque yo no fui.”
“Entonces, ven, y dale una alegría.” Hizo una pausa mientras yo pensaba en ello. “Le gustará tenerte aquí.”
No contesté. Solo suspiré.
“¿Y bien?” Dijo exigiendo una respuesta por su parte.
Tragué saliva. “¿Y que pasa con Chanel?”
Él rió por mi comentario. “Es Chantel.”
“Bueno... ¿que pasa con esa?” Dije con desprecio. Y no era para menos. En mi lugar, mucha gente le llamaría cosas mucho peores, que ‘esa’.
“No creo que te tengas que preocupar por ella, una vez que estés aquí.”
Asentí con mi cabeza. “Está bien... ¿Cuanto estaréis allí?”
Él rió contento. “Pasaremos todo el fin de semana aquí... creo que nos iremos el Martes.”
Asentí de nuevo. “Vale.”
“Coge un avión mañana hacia Panamá. Le daré instrucciones a Bruce. Y si quieres, iré yo a recogeos al aeropuerto.”
“Está bien.” Suspiré nerviosa. “Gracias.” Sonreí contenta.
“¿Mejor?”
Yo reí a carcajadas. “Mejor. Pero como se te ocurra decirle algo a--” Me interrumpió. Mi voz dura le debió de dar miedo.
“Tranquila. No le diré nada. Será una sorpresa.”
“Más te vale.” Suspiré y luego sonreí contenta sin poder evitarlo.
Panamá.
Mi vuelo salía justo después de comer. Me había levantado temprano para comprarme algunas cosas que me hacían falta para el viaje. Pasé todo el viaje escuchando música, escribiendo y twitteando fotos porque me aburría.
Hablé con Fredo y luego con Scooter, avisándole de que llegaríamos sobre las ocho y media al aeropuerto y que nos esperaran para cenar. Al final llegamos antes porque yo había estado una hora durmiendo y había contado mal.
Scooter, como había dicho, estaba esperándonos en un coche en el aeropuerto, que nos llevaría de viaje hasta Nitro City. Le di un gran abrazo cuando lo vi por primera vez. “¿Como estás?” Dije contenta.
“Bien.” Sonrió. “Me alegro de por fin verte. ¿Donde te metías?”
Me encogí de hombros mientras él abrazaba a Bruce y se saludaban amablemente. Las maletas las metieron al coche y luego nosotros nos acomodamos en la parte trasera. “Estuve en Canadá con mi familia, volví a LA y hace un par de días que volví de Miami.” Sonreí contenta de estar con él.
“Wow, viajas mas que yo.”
Negué con mi cabeza riendo divertida. “No, eso es imposible.” Hice una mueca. “Por cierto... enhorabuena.” Le di una palmada en su hombro mientras el reía sonrojándose levemente. “Te vas a casar con una canadiense. Ummm...” Hice un ruido con la boca para que él riera todavía más. Bruce hizo lo mismo.
“Gracias.” Me abrazó de nuevo mientras reía. “Es una canadiense muy guapa. Soy afortunado.” Mordí mi labio.
“Awww... te ves tan feliz.” Lamí mis labios y le miré de nuevo a los ojos. Nos quedamos mirándonos atentamente y luego reímos divertidos sin poder evitarlo. Bruce negaba con su cabeza mirando por la ventana. Estaba empezando a anochecer en Panamá.
“Que puedo decir, soy feliz.” Se encogió de hombros y yo sonreí mientras esquivaba su mirada para mirar a mis dedos.
“Me alegro por ti.” Sonreí con algo de nostalgia. “¿Has... has hablado con Justin?”
Eso le llamó la atención. “Tuvimos una conversación, Usher, él y yo...” Suspiró con resignación. “sobre todo lo que había pasado... lo está pasando mal. No pensó que iba a pasar algo así. Pero nos ha dicho que él no hizo nada de eso, ni estaba borracho ni nada.”
Asentí con mi cabeza. “Él me dijo lo mismo.” Tragué saliva. “Pero... las pruebas y la policía dicen eso.” Hice una mueca.
“Lo se.” Ladeó su cabeza. “Pero se nota algo más animado de que estemos por aquí. Ha venido Ryan, Maejor, unos amigos de él y esta noche viene James.”
Eso me sorprendió. “¿En serio?”
Él asintió. “Creo que es lo que necesitaba.”
“Espero que... le guste mi sorpresa.” Dije nerviosa mientras miraba por la ventana. Los nervios volvieron a mi estómago. No tenía ganas de probar bocado en ese momento.
“Estoy seguro de que sí... no se lo espera en absoluto.”
El tiempo del viaje se pasó volando. Suspiré profundamente al bajar del coche y había mucha gente fuera del hotel. “Por Dios, ¿pero que es esto?” Dije asustada.
Scooter rió. “No tengo ni idea, espera.” Se acercó para hablar con Scooter y al final conseguimos pasar entre voces, gritos, gente pidiendo fotos -yo me disculpaba y les decía que otro día-. En realidad... era un auténtico lío.
Cuando entramos al interior sonreí al ver que Usher se aproximó hacia mi y yo me abracé a él con confianza. “¿Como estás?” Dijo tocándome mi pelo largo con cuidado. Yo reí por su gesto.
“Genial, ¿tu?” Dije apartándome.
“Sorprendido de que estés por aquí. No te esperábamos.” Contestó riendo.
Arqueé mi ceja con diversión. “Era una sorpresa.” Me encogí de hombros rápidamente haciendo que él sonriera.
Caminé por allí y luego Scooter me dió una llave con la habitación que me habían asignado. “¿Donde están los demás?” Les pregunté frunciendo mi ceño algo confundida.
“Ahora vendrán, se han ido a--” No le dio tiempo a terminar, justo en ese momento la voz de Justin, Ryan y Maejor sonó en el hall del lugar.
“Hey, Scooter, ¿Donde te habías metido?” Justin preguntó curioso y sentí una risa de chica. Estaba de espaldas y no me podían ver, pero sentía miradas sobre mi. Solo quería ver la cara que ponía esa perra al darme la vuelta y que me viera allí, justo delante de ella.
“Vine a traer a alguien.” Scooter me miró encogiéndose de hombros con diversión. Yo me volví rápidamente y mi mirada coincidió con la suya. Todos se sorprendieron de verme allí. La cara de Justin era de sorpresa y luego sonrió.
“¿Pero no dijiste que no podías venir?” Arqueó su ceja con diversión mientras venía hacia mi. Llevaba puesto un pantalón que parecía un bañador. Unas deportivas y una camiseta de manga corta.
Hice una mueca y me encogí de hombros como si no fuera conmigo la cosa. “Al final no tenía tanto que hacer como pensaba.” Sonreí divertida mientras se dirigía hacia mi y me daba un abrazo. Acarició mi espalda y yo sonreí.
“Pensé que no vendrías...”
“Dale las gracias a Scooter. Él me convenció.” Dije antes de apartarme y mirarle a los ojos, conteniendo mis ganas de lanzarme a su boca y besarle como si no hubiera mañana.
Él miró rápidamente a Scooter y le sonrió. “Vaya, no me dijiste nada.”
Scooter negó con su cabeza y sonrió. “Las sorpresas no se cuentan.” Yo reí levemente.
“Espero que te guste.” Le miré a Justin mientras los demás hablaban tranquilamente. Justin asintió y me miró con complicidad a los ojos estremeciéndome.
Dios, lo que le haría.
Tragué saliva con dificultad y noté como los demás se acercaban a mi. Fui saludando a cada uno. Ryan, que hacía bastante que no le veía, y le sonreí con complicidad. Siempre tuve una buena relación con él. Luego a Maejor, y a los demás, hasta llegar a una chica que no conocía. Estaba medio vestida.
“Hola.” Sonreí contenta, transmitiendo la emoción que tenía de ver a Justin, ella me miró de arriba abajo disimuladamente y sonrió intentando quitar la cara de “me molestas” que tenía cuando me vio.
Tendrías que haber visto su cara al ver que Justin me abrazaba y nos sonreíamos. Eso era lo que pasaba cuando jugabas con Smith, cariño. Las perras, nunca ganaban. Y nunca tenían que ganar. Esas personas no se merecen ganar. NUNCA.
“Ella es Chantel.” Nos presentó Scooter, al ver que Justin no decía casi nada. Eso me dejó algo sorprendida.
“Encantada Chantel.” Sonreí hipócritamente mientras me acercaba a ella con cierta tentación de quitarle las extensiones que llevaba y el botox que se notaba en su rostro. Ella hizo lo mismo dándome dos besos fingiendo una sonrisa.
La adrenalina corría por mis venas en ese momento. Los amigos de Justin nos miraron con cierta curiosidad y Justin lamió sus labios mientras hablaba con Scooter. “Lo mismo digo.” Dijo falsamente la perra de cara rara.
Me aparté de ella, poniéndome a la altura de Justin y Scooter y los chicos. “Me voy a mi habitación.” Dijo despidiéndose de todos los demás, acercándose a nosotros y miró a Justin. “Gracias por dejarme montar en tu moto, me lo pasé muy bien.” Dijo sonriente haciendo que mi mandíbula se tensara. Ryan notó eso. Él me conocía y sabía que pasaba cuando yo hacía ese gesto. Los demás ni siquiera se enteraron de ello, porque estaban hablando animadamente con Bruce.
Suspiré levemente intentando tranquilizarme y Justin sonrió. “De nada.”
Arqueé mi ceja con sarcasmo y miré a Scooter poco después. “Yo creo que también me voy. Necesito darme una ducha y organizar todo.” Sonreí encogiéndome todo.
Él asintió con su cabeza. “Vale, cenaremos en un rato.” Miró a Justin.
“Si, cenaremos en una hora o así.” Justin comentó sonriéndome.
“Está bien, nos vemos chicos.” Me despedí con la mirada de todos los demás. Bruce estaba hablando con Usher y se había acercado para saludar a los demás y a Justin. Cogí mi maleta y acomodé mi bolso en mi hombro y me marché de allí, sintiendo como mis tacones resonaban contra el suelo.
Sentí miradas sobre mi.
¿Habían ido a montar en moto juntos?
Eso significaba que... le habría abrazado para agarrarse.
Perra.
Sabía que no nos íbamos a llevar bien.
Lo sabía.
Estaba en la planta alta. Dejé mi maleta y mi bolso sobre la gran y cómoda cama king y me dirigí hacia el balcón de la habitación. Las olas se escuchaban chocar justo al llegar a la playa. Estaba tan cerca y todo era tan bonito. Sonreí sin poder evitarlo, intentando olvidar las palabras de aquella perra intentando ponerme celosa... lo sabía. Sabía que su intención era esa.
O quizás, solo trataba de ser amable.
Ha, amable mis pelotas.
Era una perra. Y las perras nunca son amables. Se hacen las amables contigo para luego clavarte la puñalada por la espalda y salir airosas mientras te sonríen y te dan las gracias por quedarte quieta.
Sentí el aire en mi cuello y rápidamente me metí dentro para darme una ducha y cambiarme de ropa. El viaje había sido demasiado largo y necesitaba relajarme.
Media hora después, me vestí, poniéndome un vestido algo corto de una tela fina y me subí a unos tacones abiertos. Mi plan era que esa perra se quedara pequeña... muy pequeña, y lo iba a conseguir, sí o sí.
Me maquillé tan solo con algo de base y máscara con eyeliner en mis ojos para darles algo de vida y me perfumé. Salí rápidamente de la habitación con mi iPhone en la mano mientras me mandaba un mensaje con Miley. Hacía mucho que no hablaba con ella y le acababa de explicar lo que había pasado con Justin en las últimas semanas.
Levanté mi cabeza al escuchar unos ruidos en una puerta. Era Justin. Estaba saliendo de su habitación. Él me miró con curiosidad de arriba abajo y no me dijo nada. “Hola.” Sonreí contenta.
“Hey.” Lamió sus labios después de aclarar su garganta. “Pensaba que habías... bajado ya.”
Negué con mi cabeza. “Acabo de salir de la ducha.” Sonreí levemente mientras acomodaba mi cabello medio ondulado sobre mis hombros.
Asintió con su cabeza sonriente mientras me miraba contento. “Me alegro que estés aquí.”
Hice una mueca. “Yo también. Me encantan las vistas de mi habitación, son geniales.” Lamí mis labios.
“Me alegro.” Sonrió. “No imaginé que vinieras después de que me dijeras que no.”
Me encogí de hombros mirándole algo nerviosa por su atenta mirada. “Scooter tuvo la culpa de que este aquí. Él me... convenció al final.” Suspiré profundamente.
“Lo se.” Sonrió.
“Pensé que solo estarías con tus amigos.” Dije con curiosidad.
“Si, estoy con mis amigos.” Contestó nervioso y yo negué con mi cabeza.
“Entonces, no conocía a tu amiga.” Dije sonriendo intentando quitar la tensión. En realidad, estaba siendo algo mala con eso, pero me revolvía el estómago pensar que esa y él pudieran tener algo.
“Oh. Chantel.” Contestó. Yo asentí con mi cabeza. “La conocí en Miami, es amiga de Khalil y de James.”
Ladeé mi cabeza y asentí. Quizás todo era producto de mi imaginación y no tenía que pensar en cosas raras. “Ah... no lo sabía.” Hice una mueca.
Pero todavía le notaba algo nervioso. “¿Vamos?”
Asentí con mi cabeza y me olvidé de aquella perra. “¿Como estás?” Le pregunté mientras caminábamos para bajar al piso de abajo y cenar algo.
Se encogió de hombros y luego sonrió. “Me están viniendo bien estas vacaciones.” Lamió sus labios de nuevo y mis ojos se dirigieron hacia su lengua mirándole con atención. “Creo que era lo que necesitaba.”
Asentí estando de acuerdo con eso. “Lo se, y me alegro por eso.” Tragué saliva con dificultad y nos dirigimos hacia el comedor del hotel. No me había dicho nada sobre lo que llevaba puesto, pero me había mirado mucho. Eso me gustaba.
Saludé a Pattie cariñosamente y estuvimos hablando un rato antes de cenar.Me senté al lado de Usher y de Scooter. Justin se sentó con sus amigos y Chantel se sentó al lado. Tensé mi mandíbula ante eso. ¿Que buscaba?
Suspiré profundamente. “¿Estás bien?” Usher me preguntó y yo asentí con mi cabeza.
“Si.” Fingí una sonrisa. “Es solo que, estoy cansada.”
“Quizás deberías de irte pronto a dormir.”
Asentí. “Si, eso haré.” Intenté centrarme en su conversación sobre música. Hablaba animadamente con Usher mientras cenábamos. Chantel no paraba de reírse mientras Justin y sus amigos hacían comentarios o bromas. Ryan y yo nos mirábamos y él me sonreía. Como si intentara calmar las cosas un poco, porque sabía perfectamente lo que había pasado con Jacque, y lo que podría pasar con Chantel, si yo perdía mi paciencia.
Me levanté antes que los demás justo después de cenar. “Me muero de sueño, y estoy muy cansada. Nos vemos mañana.” Sonreí mirando a todos. “Buenas noches.” Lamí mis labios y Usher hizo una broma haciendo que me riera.
“Dormilona.” Scooter comentó haciendo que me volviera y frunciera mi ceño.
“Sabes perfectamente que tu eres el dormilón, no te excuses.” Dije divertida mientras me marchaba caminando hacia la salida del comedor, sintiendo miradas sobre mi.
Antes de dirigirme hacia mi habitación, salí del hotel, caminé por la arena de la playa con mis zapatos sobre mi mano y me dirigí hacia la orilla mientras el viento chocaba levemente contra mi, ondeando mi cabello.
Me quedé allí durante un cuarto de hora, jugando con la arena y mis pies y pensando en todo lo que había pasado últimamente. No supe porque, pero en ese momento algo dentro de mi se estremeció.
Fruncí mi ceño y suspiré levemente mientras las olas chocando contra la playa me hacían relajarme. Si Chantel no estuviera allí, todo sería mucho mejor. Justin me había dicho que era su amiga, pero yo no sabía que demonios tenían los dos. Aunque, parecía pasar algo de ella, ella siempre hacía algún comentario que me hacía sacar de quicio.
Durante toda la cena, me había tenido que contener para no levantarme de la mesa y meterle la cabeza en el plato para que se callara o se ahogara con la comida. Pesada.
No se escuchaban ruidos por el pasillo. En mis pies todavía tenía algo de arena, pero llevaba mis zapatos y no se veía muy bien. Acaricié mi cabello y suspiré profundamente mientras caminaba por el pasillo, pero justo al levantar mi cabeza me encontré con unos ojos verdes, que me daban algo de miedo. Chantel.
Le sonreí fingidamente y seguí mi camino mientras ella me detenía al darse la vuelta. “_____.”
Me di la vuelta y le miré. “¿Si?” Lamí mis labios.
“Pensé que estarías durmiendo... como dijiste que estabas cansada.”
Fruncí mi ceño y negué con mi cabeza. No parecía tan mala al final. “No, decidí salir a dar un paseo por la playa. No estaba aquí desde hace unos meses.” Es verdad. Habíamos estado allí en el tour.
“Oh.” Dijo algo sorprendida y se acercó. “¿Por que has venido?” Preguntó curiosa. Su tono de voz me empezó a disgustar.
Me encogí de hombros. “Justin me dijo que viniera con él, pero tenía cosas que hacer. Así que, ayer me llamó Scooter y me pidió que viniera. Y aquí estoy.” Hice un gesto con mis manos. Marcando mi territorio.
Asintió con su cabeza. “No tienes nada que hacer con Justin.”
Arqueé mi ceja intentando procesar lo que me acababa de decir. “¿Perdón?” Dije sin poder creer lo que mis oídos escuchaban. Esa frase ya la veía venir, pero no a las horas de conocernos.
“Lo que dije. Estoy segura de que ya no está interesado en ti, si no, yo no estaría aquí.” Comentó haciendo un gesto con sus hombros, mirándome con aires de superioridad.
PERRA 1 - SMITH 0
Me dejó helada, no sabía ni que decir, pero la ira que hervía mi sangre me hizo reaccionar y arqueé mi ceja con chulería mientras me acercaba a ella. No me importaba en ese momento agarrarla de su pelo y abocinarla en el suelo. “Mira, perra. A mi nadie, NADIE, me tiene que decir lo que tengo o no tengo que hacer. Así que bájate esos humos, porque estoy segura de que Justin no se atrevería a meter sus manos entre tanta silicona. Eres más postiza que una Barbie. Y si estás aquí, no es porque Justin quiera nada contigo, porque si no, no me hubiera pedido venir.” Eso le hizo sentirse ofendida.
PERRA 1 - SMITH 1
“No se si te habrás dado cuenta, pero huye de ti cada vez que estás cerca de él.”
“Eso no decía esta tarde, cuando me llevaba en su moto. Nos tenemos mucho aprecio... sabes.” Me estaba buscando y me iba a encontrar.
Tensé mi mandíbula con tanta fuerza que tuve miedo de que se partiera. Dejé eso pasar, porque si lo pensaba más, iba a pasar toda la noche en comisaría por pegarme con una choni de silicona. “Y a mí.” Me señalé con fuerza en mi pecho mientras clavaba mis ojos con los suyos. “Me tratas con respeto. ¿Entendido, arrastrada?”
Justo en ese momento sentí como una puerta se abría y Justin y Ryan salían de ella. Negué con mi cabeza mirándoles con sarcasmo. “______, ¿Que estás haciendo?” Justin dijo sin poder creer lo que decía por mi boca.
Genial. ¿Porque no puedes salir un minuto antes cuando me estaba insinuando que estáis juntos? Joder. Vaya suerte la mía. Solo faltaba que mi habitación se viniera abajo.
“Que te lo diga tu chica.” Le señalé con mi dedo mientras el sarcasmo salía de cada palabra que pronunciaba. “A ella se le da muy bien hablar demasiado, ¿Verdad?”
Me di la vuelta y me dirigí hacia mi cuarto mientras pasaba por en medio de ella y de Justin y Ryan. Justin tensó su mandíbula con fuerza y Ryan intentó decirme algo pero negué con mi cabeza rápidamente para que lo dejara ir. ¿Tanto le costaba a Justin ser tan precavido como su amigo? Joder.
“Buenas noches.” Dije finalmente antes de entrar a mi cuarto y cerrar con algo de fuerza. Tiré mi iPhone de tal manera que se le salió la batería y la tapa. ¿Por que todo me salía mal?
PERRA 2 - SMITH 1
Solo estaba clara una cosa... lo peor que podría pasarme, se acababa de confirmar. Justin había pasado página y tenía algo con esa perra.
Y ahora la pregunta era... ¿Por que demonios quería él que estuviera allí, cuando en realidad tenía a otra?
Había perdido una batalla... pero no la guerra
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Quincy ha vuelto. Creo que se ha mostrado que son claramente amigos, ahora Smith tiene un nuevo quebradero de cabeza. Chantel y Justin. ¿Se esperaban que ella la recibiera con lo que le dijo? Ummm... es interesante.
Preparadas, porque en el siguiente capítulo verán a una Smith fuera de sus casillas. Creo que no la han visto nunca. Chante vs. Smith. Me encanta cuando el drama se trata de estas cosas.
¿Cual es su parte favorita del capítulo? Tengo curiosidad. Espero que les guste.
Necesitaba subirlo ya para adelantar. Gracias por todos los comentarios del capítulo anterior. Personalmente, fue uno de mis capítulos favoritos. Me hizo estar al borde de las lágrimas.
Y bueno... MERRY CHRISTMAS! Espero que le pasen bien con su familia y amigos. Les deseo lo mejor, un beso y un abrazo enorme para cada una de ustedes. Las adoro.
Nos vemos pronto con el siguiente capítulo! Loveu.