I-m-possibleღ -1º-2º-3° Temporada {נusтιи вιeвeя & tu} [Adaptada]

Capitulo 24: "Pero quiero que me escuches."

Me miré al espejo por tercera vez en escasos segundos. Mordí mi labio mirándome en el cristal grande delante de mi y suspiré observándome de arriba abajo. "¿No crees que es demasiado?" Dije antes de escuchar la contestación de mi amiga.

Lily negó con su cabeza. "Estás genial, _____." Sonrió mirándome a través del espejo.

Lamí mis labios con nerviosismo. "¿Estás segura?" Me volteé antes de mirar a sus ojos.

Asintió con su cabeza haciendo un gesto de resignación. "No, en realidad creo que no te van a dejar entrar en casa de Justin así vestida." Se cruzó de brazos con sarcasmo.

Arqueé mi ceja sin saber que decir ante su comentario.

"Oh vamos." Alzó sus brazos. "Era broma." Se encogió de hombros descuidadamente, como si fuera lo más obvio del mundo. Suspiré resignada.

"Es que no... ugh. Odio esto." Pasé mis manos por mi cabello.

"Tranquila." Se aproximo hacia mi y pasó su mano por mi hombro dándole un ligero apretón antes de apartarse lentamente. "Todo saldrá bien." Sonrió intentando tranquilizarme.

Tragué saliva con dificultad. "Eso espero." Miré al suelo y luego levanté mi mirada para coincidir con sus ojos. "No se que voy a hacer cuando llegue allí." Mordí la esquina de mi labio.

"Simplemente ve y visita a Jaxon... luego podrás hablar con Justin." Su comentario, al nombrar a Jaxon, hizo que una sonrisa se dibujara en mi rostro. Asentí con mi cabeza y luego suspiré.

"Esta bien. Me tengo que ir." Lamí mis labios con nerviosismo cogiendo mi bolso y mis Ray Ban. Hacía bastante sol y el tiempo era estupendo para estar en Septiembre.

Me deseó suerte y me marché de mi casa. Los tacones resonaban contra el asfalto mientras caminaba hacia mi Range Rover. Me monté en él y cerré la puerta mientras suspiraba apoyándome en el volante. Necesitaba tranquilizarme.

Arranqué el motor y salí por la calle mientras bajaba la ventanilla para refrescarme con el viento que entraba desde fuera. No iba demasiado arreglada, pero lo suficiente como para que Justin me mirara. En realidad no me arrepentía de haberme puesto así. Me gustaba sentirme mirada por él.

Llevaba un pantalón algo holgado ajustado hasta mi cintura, y una camiseta muy corta que dejaba un hueco de mi estómago al descubierto. En realidad me gustaba como me quedaba. Mi pelo estaba completamente suelto y ondulado. Olía a frutas como a Justin le gustaba y mi perfume no faltaba sobre mi piel.

La máscara, el eyeliner y la sombra resaltaba mi mirada y la base ocultaba mis ojeras y las imperfecciones de mi cara. Mis labios eran rojos fuertes.

Necesitaba música para relajarme, así que puse la radio para intentar olvidarme de lo que estaba a punto de ocurrir. Paré en un par de semáforos antes de coger uno de los desvíos para dirigirme de camino a casa de Justin.

Por mi cabeza no paraban de pasar pensamientos sobre Justin, sus palabras, sus ojos, su boca... Mordí mi labio intentando deshacerme de ellos, pero no pude.

Suspiré al llegar al frente de la casa de Justin y dejé el coche dentro cuando la puerta de la parcela se abrió. Aparqué en el interior y me quedé unos segundos dentro del coche observando los alrededores de la casa, maravillada por las vistas y los recuerdos que me hacía sentir.