I-m-possibleღ -1º-2º-3° Temporada {נusтιи вιeвeя & tu} [Adaptada]

Capitulo 16: "Esa gente no vale la pena."

El viaje hacia Canadá me dio tiempo para dormir y pensar en todo lo que tenía que hacer en el estudio cuando volviera a Los Ángeles. Casi nadie sabía que íbamos hacia allí, y lo bueno en todo eso era que no habría paparazzi ni cámaras que nos agobiaran.

En el avión vinieron amigos de Justin con nosotros. Había aprovechado que iban para visitar a parte de mi familia, ya que vivían allí. Tenía ganas de verles y así les presentaría a Justin.

El viaje fue de noche, por lo tanto, pasé toda la mañana durmiendo en la suite del hotel que había escogido Justin. Había estado todo el viaje mandándome mensajes de texto con Miley, hablando con ella sobre su actuación y todas las críticas. Me agradeció inmediatamente cuando le defendí al salir del restaurante. En realidad lo haría una y mil veces, porque era una de mis mejores amigas.

Le había contado todos y cada uno de los detalles sobre el viaje a Las Bahamas y también había llamado a Lily para hablar con ella, ya que hacía bastante que no la veía.

"Hmmm." Murmuré dándome la vuelta en la cama para encontrarme con el cuerpo de Justin, él seguía durmiendo todavía. La habitación estaba a oscuras y estaba segura de que era tarde por la mañana, pero ni siquiera me importó. Tenía sueño, estaba cansada y quería dormir.

El brazo de Justin se tensó alrededor de mi cintura y yo sonreí levemente mientras cerraba mis ojos y me acurrucaba en su pecho. Hacía frío fuera.

Poco después me desperté y Justin se levantó de la cama. "¿Que hora es?" Le pregunté mientras se dirigía hacia el baño de la habitación. Él se encogió de hombros todavía dormido y pasó su mano por su nuca despeinando su pelo.

Me volví a acostar en la cama dejándome caer sobre el cómodo colchón. "Casi la una del mediodía." Comentó antes de que escuchar el grifo del baño encenderse.

Mordí mi labio y pasé mi mano por mi frente, en realidad no quería levantarme. "Es muy tarde." Tragué saliva.

"Lo se." Justin salió suspirando profundamente y luego se sentó en el borde de la cama. Su pecho estaba descubierto porque no llevaba camiseta. "¿Como te sientes?" Dijo mirándome tumbada en la cama y pasó su mano por mi brazo.

Yo lamí mis labios. "Bien, supongo." Sonreí contenta de que no me doliera nada, aunque era comprensible, cuando había llegado del aeropuerto me había tomado algo fuerte para el dolor y eso había sido hacía unas cuantas horas.

Pero estaba segura de que aquel maldito dolor volvería... y no tardando mucho.

El asintió con su cabeza. "Me alegro." Sonrió levemente lamiendo sus labios poco después. "¿Tienes hambre?"

Asentí con mi cabeza. "Mucho." Mordí mi labio y el soltó una pequeña risa.

"Entonces vístete, la comida la traerán en poco." Suspiré con resignación y asentí.

"Quiero oreos." Dije sin pensar en lo que decía. Justin se me quedó mirando, sonrió y frunció su ceño.

"¿Ahora te llamas Fredo o que?" Bromeó divertido.

Yo arqueé una ceja. "No, en realidad me llamo _____ y no soy un chico, gracias." Contesté con sarcasmo.

"Solo bromeaba." Se acercó a mi lado y se acostó levemente para darme un beso en los labios. "Podemos comprar oreos luego." Susurró en mis labios mientras miraba a mis ojos de cerca.

Yo sonreí. "Gracias." Tragué saliva.

"¿Que vas a hacer esta tarde?" Preguntó con curiosidad en su tono de voz.

"Iré a visitar a mi familia." Me encogí de hombros como si fuera lo más obvio del mundo. "¿Tu?" Acaricié su mejilla con mis dedos suavemente mientras notaba como él se relajaba encima de mi.