Aiden.

By Poli_MDE

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Amy, una bruja, la más poderosa que podría existir, fuerte y valiente. Evan, un híbrido, el rey de los vampir... More

Aviso 1.
Prólogo.
Capítulo 01: Los novatos.
Capítulo 2: El destino que nos une.
Descripciones.
Capítulo 3: Aiden.
Capítulo 4: El desastre.
Capítulo 5: La bestia.
Capítulos 6: Caminos que se unen.
Capítulo 7: El ataque de los otros.
Capítulo 8: Atrapada.
Capítulo 9: De vuelta a casa.
Capítulo 10: Quien sea reina.
Capítulo 11: Lluvia en el cristal.
Capítulo 12: Sus recuerdos.
Aviso
Capítulo 13: A tu lado.
Capítulo 14: Olvídalo.
Capítulo 15: Acorralados.
Capítulo 16: Humana.
Capítulo 17: Jaque mate a la reina.
Capítulo 18: En una noche como esta.
Capítulo 19: Desconocido.
Capítulo 20: El demonio.
Capítulo 21: El lob... vampiro feroz.
Capítulo 22: Días de paz.
Capítulo 23: Donde el camino empieza.
Capítulo 24: Tu mirada.
Capítulo 25: Una nueva aventura comienza.
Capítulo 26: Hasta las lágrimas.
Capítulo 27: De vuelta en casa.
Capítulo 28: Un día especial.
⚠️Bueno, llego el gran aviso ⚠️
Capítulo 29: Feliz cumpleaños.
Capítulo 30: Peligro.
Capítulo 31: Finalmente lo que soy.
Capítulo 32: Diversión.
Capítulo 33: La decisión final.
Capítulo 34: Devuelta a casa.
Capítulo 35: La voz de su conciencia.
Capítulo 36: Liberame.
Capítulo 37: Aquél día
Capítulo 38: La extraño.
Capítulo 39: Tiempo de verano cálido.
Capítulo 40: La mujer de mis sueños.
Capítulo 41: A un paso.
Capítulo 42: Entre la niebla.
Mini trailer.
Capítulo 43: Te he esperado.
Capítulo 44: Un infierno brillante.
Hi babys. 💕
Capítulo 45: Una noche de recuerdo.
Capítulo 46: Armadura.
Capítulo 47: Sorpresa, el enemigo es fuerte.
Capítulo 48: Los visitantes.
Capítulo 49: La salvación.
Capítulo 50: A cargo.
Capítulo 52: En la noche...
Capítulo 53: Entre la noche.
Capítulo 54: Siempre tuya.
⚠️ Nuevo IG ⚠️
¿Por qué desaparecí?
Cap 55: Nuestro comienzo.
Capítulo 56: La pelea.
Capítulo 57: Amor de a tres.
Capítulo 58: Huésped.
Capítulo 59: Revelando al monstruo.
Encuesta para mis angelitos 💕
Capítulo 60: El despertar del ghoul.
Capítulo 61: Elijo a ambos.
Capítulo 62: Última decisión.
Aviso: Internado ⚠️
Peguenme un tiro, digo volví 😂
Capítulo 63: Aquel día.
Capítulo 64: La mejor decisión.
Capítulo 65: Una noche desafiante.
Capítulo 66: Organizados.
Capítulo 67: Salvados.
Capítulo 68: El deshielo.
Capítulo 69: El final de la batalla.
Capítulo 70: Ira.

Capítulo 51: Lado sádico.

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By Poli_MDE

Hi ♥️ ha pasado un tiempo xD

Bueno, el 9 de mayo fue mi cumpleaños 😎 y pensaba subir este cap para dicho día pero tuve algunos inconvenientes así que lo subo hoy y espero poder publicar el siguiente en una o dos horas ✨

Espero que les guste mucho.

l@s quiero y los extrañé mucho ♥️

Y ya saben, si hay algún pequeño error no duden en marcarmelo así podré corregirlo.

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-¿Por qué alejarse? -preguntó Hedia reclinándose sobre la mesa de centro para tomar las manos de Erick que estaba sentado delante suyo. -Luego de todo lo que vivimos junto a ellos ¿Por qué...?

-¿Preguntas porqué? ¿En serio? -negó confundido -Hedia, desde un inicio dije que estar cerca de Wade y los demás traería problemas, y no me equivoqué.

-Pero ellos también son tu familia.

-No lo son -Erick apartó sus manos de las de su hermana y se sentó recto -Mira, desde que conociste a Wade en persona lo único que nos sucedió fueron cosas malas; yo perdí a mi entrenadora, a muchos amigos, a Lu, incluso a ti que habías muerto... también a Jason, a pesar de no tener una estrecha relación, él era mi hermano. Nada de eso hubiese ocurrido si no nos metiamos en ese mundo, si permanecíamos alejados, es por eso que no quiero que Tessa se involucre con ellos.

Hedia soltó un suspiro y sonrió con cariño.

-Erick, sé que perdimos a muchas personas importantes, tú más que nadie lo has sufrido, te has quedado solo por mucho tiempo, pero alejarte de ellos no soluciona nada. Al perder a Lu tú debiste quedarte cerca de nuestros amigos, ellos te habrían ayudado tanto...

-No necesite la ayuda de nadie, crié a Tessa yo solo, puedo hacerlo solo -la interrumpió.

-Pero eso no está bien, ocultarle todo aquel mundo ¿En qué desembocó? Ella acabó conociendo a Elizabeth, puso en riesgo su vida y nada de eso hubiese pasado si supiera el mundo que nos rodea.

-Recordarmelo solo hace que me vuelva más miserable.

-Erick -Hedia se puso de pie, rodeó la pequeña mesa de centro y se sentó junto a su hermano menor, en aquel sofá -Sé que todo debió ser muy duro para ti. Nadie puede saber que tan difícil fueron los días estando solo tú y Tessa, pero ahora ya no debes estar solo, nos tienes a nosotros, todos nosotros.

Wade y Tessa observaban aquella escena desde la cocina, asomándose disimuladamente por la puerta y ocultándose cada vez que creían que Hedia o Erick los verían.

-¿Qué crees que le este diciéndo? -murmuró la muchacha de largos cabellos rubios.

Wade se encogió de hombros.

-Quizás que deban abandonarte en algún bosque para que dejes de causar problemas.

-Hablo en serio.

-No voy a decirte, por más que pueda oír lo que dicen no te contaré, por eso es una reunión privada entre ellos dos ¿Comprendes eso?

Tessa frunció el ceño y le dió un buen golpe en el pecho al licántropo. Luego se alejó de la puerta y se acercó a la mesada para tomar uno de los vasos que estaban allí, Wade la siguió disimuladamente con la mirada para saber qué haría.

-¿Por qué no me dijiste que conocías a mi tía? -ella preguntó mientras se servía algo de agua.

Wade se cruzó de brazos y apoyó la espalda contra una pared cercana.

-¿Decirte cómo? ¿Quizás 'Hola Tessa, soy el novio de tu difunta tía Hedia, que lleva más de dieciocho años muerta'?

La joven volteó la ojos poniéndolos en blanco un momento.

-Eres un idiota, no me refiero a eso, sabes.

-¿Y qué quieres que haga? Mira, yo sé que las cosas estuvieron muy confusas últimamente pero tu papá tan solo quería protegerte alejándote de todos nosotros, los sobrenaturales ¿Por qué me arriesgaría a destruir algo así? Después de todo mi mundo solo trate muerte y al igual que tu padre, no quería que tú sufrirás un destino parecido al de los demás.

-Yo no soy como ellos.

-Eso dices tú.

-Deja de llevarme la contra, te oyes igual que mi papá -lo regañó -Y si lo pienso eres igual de mentiroso.

-¿Disculpa? Si tu padre no hubiese hecho todo eso para protegerte tú no estarías viva hoy en día, déjame decirte que es un milagro seguir con vida sabiendo que hay un mundo sobrenatural a tu alrededor.

-¿Lo dices por Naomi y Liam?

-¡Obviamente hablo de ellos! Están vivos y es de milagro, mira siquiera lo que le han hecho a Aiden, ese chico lo perdió todo a temprana edad, sufrió cosas que tú por suerte jamás viviste ¿Y sabes qué? -se acercó a ella -Fue gracias a tu padre. A diferencia de Hedia, yo no quiero que ustedes se metan en este mundo. Sí Erick decide alejarse de nosotros está bien, porque de ese modo seguirán con vida.

Tessa apartó la mirada y a pesar de verse molesta sabía internamente que Wade tenía algo de razón, sin embargo ella difería en opiniones, pues deseaba permanecer en aquel mundo sobrenatural porque es ahí donde todos estaban, donde Naomi está, donde incluso su tía Hedia está.

Pasaron unos minutos en silencio hasta que Tessa, apoyada contra la mesada de la cocina, se aclaró la voz.

-Así que te gusta mi tía -decirlo se oía realmente extraño.

-Es mi prometida.

-No puedo creer que se vayan a casar, es decir, ella acaba de aparecer... Bueno, en realidad volver a la vida -se llevó las manos a la cabeza -Lo cual es muy extraño, no puedo creer que Elizabeth tenía razón acerca del hechizo de resucitación, es decir, pasaron tantos años y Hedia... está con vida.

Wade sonrió y observó por sobre su hombro hacia la puerta.

-Por suerte.

Tessa observó aquella expresión de amor en Wade y se sorprendió ya que desde que lo conoció, jamás lo había visto tan feliz.

-La extrañaste ¿Verdad? -vio a Wade asentir como respuesta -El día que te conocí, tú viste las fotografías de mi casa y luego saliste huyendo ¿Era por ella?

Wade soltó un suspiro lento.

–Jamás creí que tú seas del tipo depresivo solo porque perdió a su novia.

-Y no lo soy, tuve a Elizabeth antes y no pase por algo tan frustrante como lo de estos años, es solo que... con Hedia todo es diferente, cuando la perdí sentí que perdía parte de mi alma. Ella es la mujer que amo y que siempre amaré.

-Wade...

Ambos se volvieron a ver rápidamente, la voz de Hedia los había tomado por sorpresa e inmediatamente se reflejó, en el rostro del chico lobo, la vergüenza.

-He, Hedia ¿Qué haces aquí?

-Erick y yo acabamos de hablar -exclamó la morena acercándose a él y apoyándose contra su pecho para que Wade la abrazara -Lamento haber interrumpido.

-No hay problema, solo charlamos un poco -dijo Tessa.

Hedia se volvió hacia su sobrina y le sonrió con amor.

-Eres tan linda -le dijo -Tus ojos son cafés como los míos, pero tienes una mirada fuerte como la de tu hermosa madre.

-¿La conociste?

-Claro, Lu y yo éramos buenas amigas -se apartó de Wade lentamente y él besó su frente con cariño -Tengo muchas anécdotas sobre ella ¿Quisieras saberlas?

Tessa sonrió inmensamente.

-¡Claro que sí!

****

Rory corría de un lado a otro por su casa arrojando harina al aire, creando una gran nube de polvo blanco mientras Thomas corría detrás de ella para detenerla y la pequeña solo reía a carcajadas.

Toda su cabellera negra estaba cubierta con harina al igual que su pequeño rostro, además tenía grandes manchas de chocolate en su vestido rosado.

-Rory, ven aquí -estuvo por atraparla si no fuera por el huevo roto en el suelo que lo hizo caer de espaldas.

Mientras Thomas se quejaba del golpe Rory reía a carcajadas, su risa era realmente adorable como campanas de Navidad o así de hermosa la oía su padre. La pequeña se detuvo frente al alfa y lo señaló.

-¿Te rindes? -tenía tanta harina en las mejillas e incluso la frente que parecía un pequeño panqueque.

Thomas fingió pensarlo un momento.

-Claro que no ¡Raaww! -abrió sus dedos como garras y fingió ser un dinosaurio Rex para perseguirla de nuevo.

Rory soltó un gritillo seguido de una sonora carcajada mientras corría descalza al rededor de la mesada de centro.

-¡No me atraparás! -gritó arrojando lo que quedaba de harina al techo y esta cayó como nieve sobre ellos.

En ese momento Thomas logró atraparla por detrás y la levantó en alto, Rory gritó del asombro pero no dejo de reír una vez segura en los brazos de su papá, lo abrazó con fuerza, rodeando su cuello con sus delgados brazos y él la acunó con amor.

-¿No se suponía que íbamos a hacer galletas? ¿Cómo vamos a cocinar sin harina?

Rory observó el desastre a su alrededor, había huevos rotos en el suelo, harina por todos lados, azúcar tumbada sobre la mesada y muchas manchas de chocolate.

-Papá, tú empezaste.

-Yo solo manche tu cara con algo de chocolate y mira la obra de arte que tú haz hecho -exclamó el alfa sentando a su hija sobre la superficie de la mesada, tomando una servilleta y limpiandole el rostro. -Esto nos tardará un buen rato en limpiar.

-¿Entonces no haremos galletas?

Thomas sonrió y besó la frente de su hija.

-¿Quién dijo que no? Descuida, estas cosas pasan cuando cocinas -le dijo tomando sus manos para limpiarlas -Además ¿Qué hay de malo con un poco de harina, no?

Rory asintió. De pronto alguien llamó a la puerta, Thomas tomó a su pequeña por debajo de los brazos y la depositó en el suelo para ir a atender.

Al abrir la puerta Megan esperaba del otro lado, traía una bolsa de víveres y se quedó viéndolo con gran asombro. Thomas estaba cubierto de harina y traía manchas de chocolate en la cara.

-¿Qué te pasó?

-Pues...

-¡Haremos galletas! -Rory apareció detrás de Thomas, igual de desaliñada pero con una gran sonrisa en su rostro -¡Megan!

Megan se rió al verla, le entregó las bolsas de víveres a Thomas y recibió a Rory con un gran abrazo.

-Ow, te extrañé tanto, me fui un par de horas y ya quería volver a verte -le dijo la rubia mientras la abrazaba con mucho cariño. -Ven, vamos a dentro, te traje algo.

Una vez dentro de la casa Megan quedó boquiabierta por el paisaje interior mientras que Thomas depositaba las bolsas sobre la superficie de la mesada.

-Vaya, parece que aquí hubo una guerra -comentó sin poder evitar reírse.

-Y papá perdió -exclamó Rory, era una pequeña muy energética, traía una gran sonrisa en su rostro y todo en ella transmitía un aura luminoso que parecía quitarle los males a todo quien esté cerca.

Megan ayudó a la pequeña a sentarse sobre un taburete alto para que la ayudará a sacar las compras de esas bolsas mientras que Thomas se encargaba de comenzar la limpieza.

-Mira lo que te traje -dijo la ghoul entregándole a Rory un gran paquete de osos de gomita -Espero que te gusten.

-¡Ositos de gomita! -los tomó llena de entusiasmo y sin dudar abrió el paquete -Gracias Megan.

Megan rió enternecida y acarició su cabellera negra con suavidad.

-No es nada, la próxima te traeré más.

-¡Sí!

-Oye, no malcriés a mi bebé, luego pensará que eres mejor que yo.

-Es porque lo soy.

Una vez limpia la superficie de todos los muebles cercanos Thomas tomó un paquete de harina que Megan trajo y comenzó a preparar la masa de galletas en un recipiente hondo.

-Ya eres todo un chef, mi abuela diría que "ya te puedes casar".

Thomas bajo la mirada y rió torvamente.

-¿Por qué lo dices? -miró de reojo a la rubia con una mirada coqueta -¿Acaso estás interesada?

Megan se ruborizó de inmediato, tomó una chispa de chocolate y se la arrojó a la cara dándole en medio de la frente.

-No seas tonto.

Rory los observaba en silencio, balanceado sus pies en el aire mientras llenaba sus mejillas de gomitas dulces.

-Yo solo decía... -bromeó el alfa mientras agregaba ingredientes a la mezcla. Era sabido que siempre fue un buen cocinero entre otras habilidades de las cuales no le gustaba presumir.

-Mejor ni lo digas.

Megan sabía mejor que nadie, que a pesar de querer a Thomas y él quererla a ella, aún no estaban listos para algo más, apenas estaban empezando a salir, no estaban listos para formalizar y mucho menos para pensar algo tan grande como una boda. Después de todo Victoria aún era un presente recuerdo para ellos y Megan no sentía que estuviese bien olvidarlo tan pronto, además estaba segura de que Thomas aún se veía afectado por su partida ya que todavía recordaba la fiesta de hace unos días donde lo vio observando una fotografía de la vampiresa, con añoro.

-¿Irás a ver a Amy? -le preguntó el alfa mientras estiraba la masa sobre la mesada -Ahora que ha vuelto a ser la Amy que conocíamos, quizás puedan volver a ser amigas.

-Ella siempre fue mi amiga, solo estuvimos un poco distanciadas. -lo corrigió y Thomas puso los ojos en blanco -Pero sí, creo que iré a verla uno de estos días.

-¿Puedo ir yo también? Quiero ver al tío Evan -exclamó la pequeña Rory -Él casi siempre viene a verme pero ahora no y no sé porqué -se cruzó de brazos frunciendo el ceño y haciendo un mohín con su boca -Me debe una explicion.

-Explicación, cariño -la corrigió su papá.

-Sí, eso, una explicación -y observó con sus grandes y bonitos ojos a la chica junto a ella -¿Puedo ir contigo, Megan?

Megan miró a Thomas, ambos sabían que Evan por el momento estaba desapareciendo.

-Cla, claro, eso solo que... Iremos cuando termine unos proyectos que tengo ¿Bien?

La pequeña asintió y esbozó una dulce sonrisa.

-Rory ¿Por qué no vas a ver si aquel dibujo animado que nos gusta ya comenzó? Ya debe ser hora -le preguntó su papá y de inmediato hubo un brillo de alegría en los ojos de su pequeña.

-¡Sí, sí! -gritó la niña. Megan la ayudó a bajar del taburete y la vio alejarse corriendo hasta el living.

-No sabía que veías dibujos animados, Tommy.

-Mantengo vivo mi niño interior.

-Excusas para no decir que eres muy infantil.

Thomas no respondió, mantuvo su sonrisa risueña mientras tomaba una manga decorativa, llena de chocolate derretido y hacia líneas cruzadas por sobre las galletas.

-¿Me das un poco? -Megan se reclinó sobre la mesada para tomar algo de chocolate.

-Cuando quieras.

Megan volvió a ruborizarse pero no logró decir nada cuando Thomas se reclinó sobre la mesada para besarla. Se había quedado tan sorprendida que ni siquiera se puso mover, sin embargo sentir sus labios suaves sobre los de ella y la calidez de su piel era algo increíble, que la hizo cerrar los ojos para disfrutar un poco más.

Thomas se apartó lentamente de ella sonriendo para contemplar el rostro de Megan y verla tan linda como siempre.

-¿Quieres quedarte a dormir hoy?

Megan abrió lentamente los párpados, sus pestañas negras dejaron a la vista aquellos dos hermosos iris llenos de un azul profundo que parecía hipnótico. Sus mejillas tomaron color rápidamente, volvió a su lugar, se cruzó de brazos y apartó la mirada con el ceño fruncido.

-¿Por qué haces eso? No me beses así de pronto.

-¿No te gustó?

-¡Yo nunca dije que no! -lo regañó y llena de vergüenza volvió a apartar la mirada.

-¿Entonces te quedarás?

-Me quedaré, pero no porque me lo pidas -Megan volvió a mirarlo -Sino por Rory, le prometí pasar más tiempo juntas, solo por eso.

Thomas asintió y llevó la bandeja de galletas al horno.

-Claro, claro, si tú lo dices.

-¿Crees que miento?

-Obvio no.

Megan gruñó molesta, tomó el rollo de papel de cocina y se lo arrojó a la cabeza.

-Auch, oye -el chico de cabellera café se volvió a verla -Atacar por la espalda es traición.

-Cállate.

Thomas se rió, rodeó la mesada y acorraló a Megan entre él y las sillas, había sido tan de pronto que la tomó por sorpresa. La agarró por las mejillas y la besó.

-Te ves muy linda ahora.

-¿Ahora?

Thomas se apartó con una gran sonrisa burlona y Megan se llevó ambas manos a la cara, cuando se miró las palmas encontró manchas de chocolate en su rostro.

-¡Ey!

****

Wicked games de The Weekend se hacía oír a un volumen normal en un bar con fachada oscura. La noche estaba realmente próxima así que no era de extrañar que hubiesen un gran grupo de personas allí dentro, sin embargo no estaba atascado de clientes y todo lucía muy tranquilo.

El aire traía un inconfundible olor a tabaco y alcohol que no era sorpresa para los presentes.

Evan observó su alrededor sin decir nada mientras seguía a Elián quien avanzaba por el bar como si lo conociera de hace años. Las personas los observaban disimuladamente ya que se notaba que no eran de ahí, no los habían visto frecuentar aquel lugar antes y eso atraía la atención.

Evan no podía creer que tuvo que seguir a Elián hasta el vecindario más remoto de la ciudad en pleno atardecer solo para encontrar a una persona llamada Ceo de la cual no tenía ni mínima idea de cómo o quién era.

Elián se sentó en una de las banquetas frente a la barra de tragos y apoyó los brazos sobre la superficie viéndose tan relajado como si estuviese realmente acostumbrado a tal lugar. El barman se acercó a él, no lucía como un sujeto con el cual se podría bromear pero Elián no se había intimidado ni por un poco.

-¿Qué van a pedir? -les preguntó pasando su mirada entre ambos chicos.

-Un whisky con hielo -pidió Evan quien se sentó junto a Elián ante esa mesada.

-Yo igual.

El barman notó la mancha de sangre que translucía la camiseta de Elián pero no dijo nada y mientras se volteó a tomar una botella de whisky Evan aprovecho para tomar al vampiro desde el cuello de su camiseta y hablarle enojado.

-Dijiste que buscaríamos a un tal Ceo y me tienes aquí como idiota dando vueltas por la ciudad sin respuesta alguna.

Elián esbozó una sonrisa de lado, empujó la mano de Evan con fuerza y éste se vio obligado a soltarlo.

-Creeme, sé lo que dije y estamos aquí para eso.

-¿La persona que va a ayudarnos se encuentra aquí?

En ese momento el barman puso ante ellos, dos vasos cargados de whisky con hielo.

-Oye, quiero hablar con Ceo -exclamó Elián observado a aquel sujeto que los atendía.

-No sé de qué hablas.

-Oh, claro que sí -agarró su bebida y de un solo movimiento se bebió todo su contenido dejando con ímpetu el vaso sobre la barra -Quiero hablar con Ceo y dile que si no aparece de inmediato mataré a todos en este lugar.

El barman soltó una risa seca y se cruzó de brazos.

-¿Ah sí? ¿Tú y cuantos más?

-Lo haré solo -Elián se reclinó sobre la barra de tragos como queriendo contar un secreto -Dile que quiero verla.

-¿Y quién se supone que eres tú para creer que tienes el permiso de ver a Ceo?

Elián se encogió de hombros y volvió a su asiento, tomó la botella de whisky y volvió a llenar su vaso.

-Elián Morgan -se presentó observando el movimiento de los hielos al agitar su bebida, luego miró por sobre el borde del vaso al barman notando la sorpresa en éste -Supongo que conoces mi nombre, así que ¿Por qué no la llamas ahora?

El barman lucía un tanto nervioso y asintió sin duda.

-Lo siento, iré de inmediato -tartamudeó.

Cuando el barman se alejó Elián observó por sobre su hombro a Evan que lo juzgaba con la mirada.

-¿Por qué me miras así?

-¿Qué se supone que has hecho para que te tengan tanto miedo?

-¿En serio eres tú quien pregunta eso? -bebió nuevamente por completo el contenido de su vaso de cristal -Hace un par de años, cuando aún era aliado de Victoria, vinimos de visita a este hermoso país e hicimos algunas cosas que ya no tienen importancia alguna.

-Ese sujeto lucía asustado.

-Bueno, nunca fui un ángel -sonrió arrogante.

Tomó la botella de whisky y sirvió un poco más para Evan tanto como para él ya que ambos habían acabado sus bebidas.

Evan recordó aquellas veces en las que habló con su hermana y esta le narró un par de anécdotas que tuvo con Elián cuando aún eran aliados, cuando Elián todavía era un novicio y su sed de sangre fue casi imparable. Ella se había encargado de sacar su lado más oscuro orillándolo hasta lo más recondito de su propio ser y creando de ese modo a un vampiro sádico, poderoso y peligroso que hacía temblar a aquellos que conocían su nombre, pero que solo acataba las órdenes de su ama.
Aún que todo aquello quedó en el pasado y Victoria tanto como Elián cambiaron con el tiempo, aún así sus nombres seguían siendo una leyenda de terror para algunas personas, sin embargo Evan no era quién para decirle algo ya que él también traía una condición de renombre que todos al solo oír "híbrido" parecían huir de él.

-Elian Morgan -se volvieron al oír la voz sensual de una mujer -No puedo creer que seas tú.

Una morena alta de curvas prominentes los observaba encantada. Su piel oscura lucía suave y brillante como si acabara de darse una ducha aunque su cabello afro no estaba mojado. Era realmente muy hermosa.

Elián se puso de pie y solo dió un par de pasos antes de que la mujer de vestido ajustado viniera a él para abrazarlo.

-Te extrañe tanto, pequeño psicópata.

-Y yo a ti.

Luego de darse un cálido abrazo la mujer observó a Evan quien permanecía de brazos cruzados con una expresión de pocos amigos.

-¿Y quién es este galán que viene contigo?

Elián se volvió a verlo.

-¿Hablas de esa cosa?

Evan golpeó con su hombro al vampiro y este tropezó con sus pies pero en respuesta solo se rió.

-Mi nombre es Evan -saludó el híbrido.

-Evan, que bonito, te queda muy bien -la mujer se acercó de manera acechante y sin permiso alguno acortó la distancia entre ambos a tal punto que podía sentir su respiración chocar contra su piel -Es un nombre sexy para un hombre sexy.

Evan retrocedió de inmediato y la mujer lo tomó de la mano examinando rápidamente la sortija en su dedo anular.

-Ya veo, estás casado.

Elián observaba aquella escena en silencio, a pesar de que ya se había percatado antes de tal anillo nunca le dió tanta importancia como ahora.

-¿Qué tal si me acompañan a un lugar más privado?

Ceo los guío hasta una habitación privada, lejos de todo el bullicio al final de un corredor en el sector privado del establecimiento. Todo lucía menos gótico y muy pocas personas caminaban por los pasillos siendo la mayoría guardias de seguridad entre otro tipo de empleados.

Los tres ingresaron a una oficina bastante particular y mientras Ceo tomaba asiento ante un escritorio de caoba, Elián tanto como Evan ocupaban dos sofás individuales. Ambos no pudieron evitar observar la decoración sado que se imponía claramente.

Evan se sentía algo incómodo ya que nunca estuvo tan rodeado de objetos sexuales y en un ambiente donde todos actuaban muy tranquilos como si no fuese la gran cosa.

De repente oyó un débil murmullo y se percató de que en un sofá alejado yacía un chico joven que traía los ojos cubiertos por una venda negra y sus extremidades estaban inmovilizadas por unos arnéces de cuero.

-¿Y bien? ¿A qué se debe está maravillosa visita, Elián?

-Pues...

-Oigan ¿Él está bien? -preguntó Evan señalando disimuladamente al sujeto amordazado.

Ceo rió tontamente.

-Sí, no te preocupes, está totalmente conciente de lo que le pasa y tengo su consentimiento.

Elián se volvió hacia su derecha para observar a aquel chico dormido.

-Ceo es una dominatrix, ese es su sumiso -explicó Elián y volvió su mirada atractiva a la mujer delante suyo -No puedo creer que luego de tantos años sigas con lo mismo.

-¿Por qué debería cambiar mis gustos sí soy feliz con ellos? Tú más que nadie sabes lo feliz que me hace está práctica sexual.

Evan estaba casi boquiabierto al observar el rostro de Elián y que éste mantuviera una mirada juguetona que compartía con Ceo.

-¿Acaso ella y tú...?

-Sí, tuvimos sexo.

-Pero Elián fue el único sujeto al que no he dominado, más bien... -Ceo se reclinó sobre el escritorio y con sus uñas acarició la barbilla del vampiro rubio -Él me dominó a mí... y se sintió tan bien.

Una sonrisa engreída se dibujó en el semblante del vampiro.

Elián se hizo para atrás, alejándose del toque de Ceo y se recostó contra el respaldo de la silla.

-Eso fue hace mucho tiempo.

-Sí, lo sé -Ceo posó sus ojos cafés en Evan -La última vez que estuvimos juntos fue hace mucho más de cincuenta años y él estaba acompañado de una hermosa mujer.

-¿Te refieres a Victoria?

-¿La conoces?

-Sí.

Ceo volvió a su asiento, abrió una gaveta de su escritorio, tomó una paleta de caramelo y luego de quitarle la envoltura la llevó a su boca.

-Una vampiresa muy hermosa pero bastante aterradora, sin embargo nos hicimos aliadas cuando la ayude en una batalla y ella a cambio encerró a mi brujo para que yo pudiera vivir felizmente y en libertad como vampiro. Recuerdo que cuando Elián estaba con ella se veía muy diferente, no me refiero a lo físico obviamente ya que sigues viéndose muy bien, habló de su actitud.

-No necesitamos hablar de eso -le pidió el vampiro de ojos azules.

-¿Bromeas? Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi, déjame contar nuestras anécdotas juntos.

Evan se volvió a cruzar de brazos y sonrió con ganas de molestar a Elián.

-¿Su actitud? He escuchado que era un sujeto despiadado ¿Acaso oí mentiras? -seria muy gracioso para Evan oír que Elián era un fraude y que en realidad toda su vida fue un niño asustadizo bajo la protección de su hermana mayor.

-No, Elián en verdad es un sujeto peligroso, pero ahora se ve diferente ya que cuando lo conocí traía una mirada tan vacía y desinteresada. Nunca antes había visto a alguien que pudiese asesinar a un centenar de personas de una manera tan sangrienta y solo por órdenes de su dueña.

-Basta Ceo -exclamó el vampiro -Eso quedó en el pasado.

-No para mí, recuerdo bien que parte de mi clan murió en tus manos, recuerdo a Victoria dándote órdenes y tú acatandolas sin pensar, eras como su títere y en tus ojos no había lo que hoy encuentro.

-¿Y qué ves?

-Vida. Es por eso que estás diferente, ahora luces como alguien que a encontrado su libertad ¿Y me pregunto cómo sucedió? ¿Acaso dejaste a Victoria por otra ama?

-No, ya no soy el títere de nadie.

Elián apartó la mirada e inmediatamente la vampiresa entendió todo.

-No me digas que es... ¿Amor? Elián tú... ¿Te enamoraste?

Evan observó de soslayo la reacción del vampiro pero este se mantuvo indiferente.

-No es de tu incumbencia.

-¡¿Cómo que no?! -la mujer fingió estar ofendida -Eres por mucho el mejor sexo que he tenido, necesito saber quién es la mujer que está disfrutando de tan magnífico espectáculo cada noche.

-Estamos aquí para otra cosa, Ceo.

La mujer rió y con sus manos hizo un gesto de poca importancia.

-No, no, necesito saber esto primero -se reclinó sobre el escritorio apoyando su barbilla sobre sus puños cerrados -Vamos, dime ¿Quién es ella? ¿La conozco?

-No.

Evan frunció el ceño, la conversación entre esos dos lo estaba incómodando bastante.

-¿Aún están juntos? ¿Se han casado?

Y antes de que Elián pudiera responder Evan soltó una risa seca en forma de suspiro. Ceo miró al híbrido y al notar aquella mirada burlona lo señaló sin poder ocultar su asombro.

-¡¿Acaso él te la robó?!

-¿Qué? -Elián negó sin saber qué decir exactamente.

-¡Oh por Dios! ¡¿Es cierto?! -rapidamente tomó la mano de Evan -¿Por eso tienes la sortija, no es así? ¡Tú te casaste con ella!

Evan profundizó su ceño fruncido aunque no estaba realmente molesto.

-Sí ¿Y qué? -gruñó retrocediendo ante su toque -Ellos dos terminaron hace mucho tiempo, ahora es mi esposa y su hijo es mi hi...

-¡¿Hijo?!

Elián cerró los ojos sin poder creer aquello y resopló cansado.

-Tenías que decirlo -murmuró.

Ceo se puso de pie en un salto, rodeó el escritorio, tomó a Elián por los hombros y lo sacudió frenética mientras hablaba.

-¡Tuviste un hijo y no me lo dijiste!

-¿Por qué tendría que hacerlo? Tú y yo no nos vemos de hace años.

-Pero soy tu amiga. -Ceo se apartó molesta haciendo un mohín con los labios -Eres tan malo, debiste decirme, así habría asistido a su bautismo si quiera.

-Ths ¡Ni siquiera yo estuvo ahí! -Elián se molestó pero pronto al recordar aquellos años sintió un golpe de soledad que no había estado recordando en días -No he estado a su lado nunca.

Ceo se giró hacia él y al percatarse de aquella mirada entristecida sintió pena tanto como vergüenza por haberlo orillando hasta este punto.

-Lo siento, no quería ponerte incómodo -susurró la vampiresa y disimuladamente observó a Evan notando que éste miraba a Elián con culpa.

Ceo volvió a su lugar y pasado unos minutos más tranquilos preguntó.

-Bien ¿Por qué están aquí?

-Necesitamos volver a casa -exclamó Evan -Fuimos enviados aquí por un sujeto muy raro y ahora necesitamos volver antes de que algo malo les pase a nuestras familias.

-Ya veo, los ayudaré entonces.

-¿En serio? ¡Gracias! Es de mucha ayu...

-A cambio -lo interumpió la mujer -Deberan pagarme.

Elián se acercó al escritorio volviendo a retomar su actitud ruda de antes.

-No tenemos dinero, si lo tuviera no estaríamos aquí.

La morena comenzó a reír enternecida.

-No tontito, no quiero tu dinero.

-¿Entonces que quieres?

Ceo se reclinó sobre la superficie del escritorio nuevamente y paso su mirada café entre aquellos dos atractivos hombres.

-Quiero tener sexo, eso quiero.

-Estas loca, Ceo.

La vampiresa hizo un mohín con los labios, señaló a Elián y lentamente movió su dedo índice hacia Evan.

-Pero no lo quiero de Elián, quiero a este chico.

-¿A mí? -susurró Evan alejándose del escritorio.

Ceo asintió con una enorme sonrisa.

-¡¿Por qué yo?! ¡Acuéstate con Elián!

-No, a él ya lo he tenido -la mujer volvió a su lugar, alzó las manos y se observó las uñas con un aire de superioridad. -Obviamente Elián está en mi puesto número uno de mejores amantes, él es un Dios entre las sábanas, pero tú desde que llegaste no has sido más que recesivo hacia mí, rechanzándome con la mirada a cada instante y eso no hace más que aumentar mi curiosidad. Quiero saber qué vio esa chica en ti.

Evan se puso realmente muy tenso y estaba totalmente en contra de algo así, no quería hacerlo con una desconocida y mucho menos alguien que luego estaría comparándolo con su rival.

-No lo haré.

-Bien -Ceo volvió a mirarlos -Puedes negarte pero ¿De qué otro modo volverán pronto a casa? Después de todo son ustedes quiénes necesitan de mí.

Evan miró a Elián casi de manera desesperada buscando algún tipo de respuesta, necesitaban volver a casa realmente, la vida de los demás estaba en riesgo y no tenían idea de qué estarían viviendo en este momento con aquellos desconocidos que por pocos los matan, sin embargo Ceo ponía un precio bastante difícil para él.

-¿Qué sucede? ¿Te incomoda tanto pensar que te acostarás con alguien más que no sea tu esposa? ¿O acaso le tienes miedo a que te llegue a gustar?

Evan tragó saliva realmente nervioso, en su estado como humano no podía intentar amenazarla de muerte después de todo ella era una vampiresa y si se defendiera ambos estarían muertos al final del día.

-Así que... ¿Qué decides?

-Yo, yo no... No sé.

Ceo arrugó la nariz, un gesto que solo hacia para pensar.

-Lucen cansados, haré que los lleven a un lugar más cómodo, tomen una ducha, les daré ropa limpia y coman un poco, decidiremos esto más tarde ¿De acuerdo?

-De acuerdo -respondió Elián.

****

La noche al fin estaba llegando, los vampiros se encontraban mucho más activos gracias a ello pero no era muy bueno para Austin ya que ahora que era líder de un clan debía de lidiar con ellos y no se sentía realmente listo para eso, así que trataba de pasar de desapercibido lo máximo posible, como en este momento que se había encerrado en su nueva oficina y de la cual no había salido en unas horas.

Desde que llegó los vampiros no hacen más que mirarlo con odio y repugnancia ya que no pueden soportar la idea de que un cazador es su líder, aún siendo un vampiro.

En volumen moderado la estrofa final de; Do i wanna know? A través de una pequeña radio para poder conciliar algo de paz interna. Alzó los zapatos al escritorio buscando una buena posición para descansar y entrelazó los dedos detrás de su nuca mientras cerraba los ojos.

Normalmente apreciaba mucho estar solo sin que nadie lo moleste, pero la soledad también tenía su lado negativo y era el hecho de que sus pensamientos no lo dejaban en paz.

Recordó en ese momento la vez que Amy le pidió que fuese él quien la asesinara y un escalofrío horrible le recorrió el cuerpo.

¿Por qué él? Obviamente sabía que era el indicado para una tarea tan difícil como esa pero ¿Por qué debía pasar por algo así?

No sentía que fuese justo tener que vivir las peores cosas pero ¿A quien le importaba?
No podía hablar de ello con nadie, eran sus problemas y suponía que simplemente debía de vivir con ello.

Pero vivir a veces era difícil.

"–Lo siento Aus, pero es por el bien de tus hermanos... Tengo que elegir, debo decidir a quienes salvar y yo... no puedo entregar a Lucian ni a Amy ¿Lo entiendes, verdad?

Owen, su padre lo había llevado hasta la sede de los cazadores y se lo presentó a una mujer, la líder de ese entonces y quién haría de su vida un infierno.

–Pero yo también... también soy tu hijo.

El hombre sonrió con tristeza, estaba agachado frente a su pequeño hijo, apoyando sus manos sobre sus delgados hombros.

–Sí, pero... no eres tan importante como ellos.

Oír aquellas palabras de su propio padre rompieron algo dentro del niño, acababa de confirmar que su progenitor tenía favoritos y que a pesar de ser el gemelo de Lucian, aún así no era tan especial como él.

–Vamos pequeño, es hora de comenzar –Clary tomó a Austin del brazo y lo jaló hacia ella.

–¡No! No quiero ¡No quiero! –el pequeño luchó para liberarse y la mujer lo dejo ir. Austin tropezó y cayó al suelo frente a su padre que se había puesto de pie.

Clary sonrió y miró a Owen complacida.

–Tiene un gran espíritu, es perfecto –se acercó al pequeño, lo tomó con fuerza por las mejillas con una sola mano e hizo que aquellos ojos verde oscuro se fijarán en ella –Voy a corromper éste espíritu rebelde que tienes y ya verás que muy pronto te estarás arrastrando como un perro para mí.

–¡No!

Austin empujó a Clary de un golpe y con lágrimas deslizándose por sus mejillas observó a su papá.

–Por favor, por favor no me dejes aquí, papi.

La mirada de Owen perdió toda calidez y retrocedió, en ese momento el pequeño Austin se abrazó a su pierna mientras le suplicaba que lo llevará consigo. Owen enfurecido tomó a su hijo por el cabello y con fuerza lo apartó de él, arrojándolo contra el suelo.

–Te dije que te comportaras bien y no lo haz hecho, aquí aprenderás disciplina y quizás, por primera vez, tengas algo de valor. –Owen bajo la mirada al suelo parecía querer ocultar un sentimiento de dolor –Tú jamás serás realmente importante para mí, no eres Lucian ni Amy, así que contentate con lo que te puedo ofrecer. Esto es todo lo que puedo hacer por ti Austin, esto es todo lo que serás.

–Papá..."

Austin abrió los ojos, ante aquel recuerdo mientras una oleada de ira aumentó dentro de él y apretó los puños con furia.

–Maldito viejo, bastardo –murmuró.

Gran parte de su vida había vivido bajo el poder de Clary, fue obligado a cometer actos que jamás podría perdonarse a sí mismo y todo por culpa de su padre, e incluso cuando éste murió siguió siendo visto como un gran padre y Austin fue odiado por sus hermanos ya que ellos creían en las palabras de Owen quien tuvo el descaro de hacerlo ver cómo la oveja negra, como el mal hijo, algo que hasta su madre llegó a creer.

Observó la libreta en blanco que permanecía sobre el escritorio, tomó un bolígrafo cercano y dibujo en ella un par de líneas fuertes.

En la radio ahora se oía What would it take de Anderson East, una balada tranquila que lo llevaba a recordar momentos de su vida.

Soltó un suspiro aburrido al pensar en Amy hace muchos años cuando Owen, su padre, había muerto y él había actuado desinteresado el día que se enteró de ello. Amy se había enojado tanto con Austin, no podía creer que fuese tan frío, pero claro ella no sabía la verdad que su hermano mayor ocultaba, había sido entregado a Clary como un esclavo así que su odio hacia Owen no era inesperado.

Recordó lo mucho que fue despreciado por Amy, por Lucian e incluso su madre cuando fue al entierro de Owen y solo sonrió, sin embargo, Austin aquel día sintió algo de tristeza pues era su padre quien había muerto a fin de cuentas.

"–Tú jamás serás realmente importante para mí."

Arrancó la hoja de la libreta, la hizo una bola de papel y la arrojó contra una pared mientras respiraba con rapidez por la ira que abordaba dentro suyo y no podía liberar.

–Mal nacido... Maldito hijo de perra –se puso de pie, rodeó el escritorio y totalmente enfurecido comenzó a arrojar contra el suelo todos los objetos a su alcance, comenzando por los libros de los estantes –¡Grandísimo imbécil!

Tomó un florero cercano y lo arrojó con fuerza al suelo haciendo que este se partiera en mil pedazos justo cuando alguien ingresaba a la oficina.

–¿Qué diablos está pasando aquí?

Se volteó de inmediato encontrándose con Bastián.

–¿Por qué estás aquí?

–Yo hice una pregunta primero.

Austin observó el escenario a su alrededor, había roto varias cosas y todo lucía como una escena del crímen.

–Estoy... organizado.

–Que rara manera tienes de organizar tus cosas –Bastián ingresó a la oficina cerrando la puerta con llave detrás de él.

–No respondiste mi pregunta.

–Ah sí, Amy me envió, dijo que tú te habías hecho cargo de mí, que es tu responsabilidad tenerme bajo custodia y bla, bla.

Austin resopló cansado, se agachó ante el estante y comenzó a recoger un par de libros.

–Bien, no estoy de humor para soportar tus comentarios así que ve a conseguir un lugar para ti, supongo que te quedarás en esta sede hasta que Evan vuelva.

–¿Estás loco? No pienso ir solo a buscar una habitación, los vampiros de aquí me matarán. Deberías ver la manera en como me ven, es como si fuese su enemigo, y yo también soy vampiro.

Austin alzó la mirada, tenía unos bonitos ojos verde musgo que poseían una mirada atrapantes y severamente atractiva.

–No sé si lo has notado pero fuiste aliado de Clary, obviamente te van a odiar.

–Tú también fuiste su aliado.

–Lo sé, también me odian por eso –se puso de pie y comenzó a acomodar los libros en sus respectivos lugares –Ahora, si no tienes nada más importante que hacer puedes...

–Maldecías a tu padre ¿Verdad?

Austin se quedó helado, observando los libros y Bastián que estaba detrás suyo confirmó sus sospechas al momento en que el nuevo vampiro se paralizó.

–Solo te he visto así de molesto cuando se trata de él.

–¿Vienes a burlarte o a darme una charla de apoyo psicológico? –Austin se volvió a verlo.

–Ni una ni la otra, vine a que me des un lugar en esta sede y que de paso te encargues de que nadie me asesine mientras duermo... pero debo admitir que me preocupas un poco.

–No tienes porqué hacerlo, estoy completamente bien –extendió sus brazos a los lados y dió una vuelta –¿Lo ves? En perfecto estado.

Bastián soltó un suspiro, se agachó a tomar una bola de papel arrugado, la desdobló y observó los garabatos hecho con odio.

–Solías dibujar las paredes y el suelo de nuestras celdas cada vez que estabas enojado, hacías este tipo de dibujos.

–¿Ahora me analizas?

–Un poco... Supongo que te debes sentir algo frustrado con todo lo que te está pasando.

–No sé a qué te refieres.

–Oh vamos, no te hagas el tonto, ahora eres el líder de un clan vampiro y de seguro no debes sentirte bien por eso. –Bastián arrojó el papel hecho una bola y encestándolo dentro del cesto de basura –Aún recuerdo cuando me contaste lo que tú padre te dijo la última vez que lo viste.

"–Esto es todo lo que puedo hacer por ti Austin, esto es todo lo que serás.

–Te sientes mal porque él te ha convertido en cazador y es todo lo que eres ¿No es así? Por eso no puedes siquiera verte como líder.

Austin sonrió torvamente, bajando la mirada.

–No sé de qué hablas.

Bastián se acercó de manera cautelosa hacia el líder vampiro, tan cerca que apoyó sus manos sobre su pecho pero Austin no se apartó, lo tomó suavemente del mentón e hizo que posará esa mirada oscura en él.

–Sé como debes sentirte, estás bajo tanta presión, todos esperando que des lo mejor de ti como si ya no lo hicieras.

Bastián deslizó su mano derecha por el atractivo rostro del vampiro delante suyo. Sentía el calor de su cuerpo muy cerca y la suavidad de su piel bajo sus dedos.

–Todos esperando que hagas lo correcto, debes sentirte muy presionado por todos.

–No es así...

–No tienes porqué fingir delante mío, soy quien más sabe de ti, quien realmente conoce tu verdadero yo.

Bastián acercó sus labios a los de Austin y éste se mantuvo quieto a pesar de su gran cercanía.

–¿Qué harás cuando cumplas su pedido? ¿Qué harás cuando mates a Amy? –susurró el pelinegro –Todos van a odiarte, no solo Lucian o Evan, sino tus sobrinos y el resto de las comunidades, para ellos serás el enemigo nuevamente.

–¿Crees que no lo sé?

–¿Y lo harás de todos modos? ¿Acaso no quieres vivir una vida al fin? No puedes ser por siempre Austin el cazador.

Austin negó lentamente y apartó la mirada.

–Odio saber que Owen tuvo razón, al fin de cuentas ser cazador es todo lo que soy, siempre he sido esto.

«Cuando la guerra acabe no podré volverme un simple ciudadano común, no podré ser jardinero o maestro, esa vida no es para mí. Así que si matar a Amy implica el fin de mi vida entonces está bien, porque ser cazador es todo lo que seré hasta el final.

Bastián tomó a Austin por las mejillas e hizo que volviera a verlo a los ojos.

–Y si no eres asesinado por nadie ¿Qué harás? No puedes simplemente admitir que Owen tuvo razón.

Austin esbozó una sonrisa de lado y acercó su rostro al del vampiro, Bastián cerró los ojos al sentir el aliento cálido del nuevo líder rozar sus labios.

–Tú sabes lo que haré.

Bastián abrió los ojos de inmediato y fue besado en ese preciso instante, negó a duras penas y se alejó un poco para mirar el semblante del otro vampiro.

–¿Por qué? ¿Por qué quieres tomar ese camino?

El líder vampiro no respondió, agarró a Bastian por la cintura con ambas manos y volvió a besarlo siendo correspondido de inmediato.

–A, Austin...

Austin empezó a dejar besos por su quijada hasta su cuello y por cada beso el cuerpo de Bastián ardía. Sentir los toques de sus labios contra su piel lo volverían completamente loco.

Bastián se alejó tan solo un poco para surcar con sus manos el abdomen duro del otro vampiro, tomó el borde de la camiseta negra y rozando sus dedos contra la piel tersa de Austin le quitó la prenda lentamente observando cómo la tela se deslizaba por los surcos de sus abdominales.

Austin esbozó una sonrisa de lado, él era mucho más que atractivo y lo sabía, tan solo con sonreír podía acelerar el corazón de Bastián y quizás por esa arrogancia era aún más sexy.

Bastián se quitó la camiseta y la arrojó a un lado, apoyó su mano izquierda sobre los pectorales de Austin, se acercó a él nuevamente y comenzó a depositar besos suaves sobre su abdomen yendo lentamente hacia abajo sin dejar de mirar la expresión del vampiro de ojos verdes quien se mordía el labio inferior. Llegó hasta el cinturón y lo despojó de el, ayudándolo a desabotonar sus pantalones.

En ese preciso momento Austin tomó con una sola mano a Bastián por las mejillas apretándolas con algo de fuerza haciendo que el pelinegro fijará sus ojos claros en él.

–Sería mejor detenernos.

Bastián aún seguía agachado ante él siendo sujetado por la barbilla oyendo sus corazones acelerados.

–¿Es que acaso no quieres hacerlo?

La piel de Bastián se sentía cálida bajo su toque y era tan clara que con solo apretarla con algo de fuerza se formaban momentáneas marcas rojas.

–No quiero... hacerte daño –susurró el cazador.

Bastián no estaba seguro de si se refería al daño físico o emocional pero sea cual sea el caso estaba lo suficientemente loco para aceptar lo que sea, siempre y cuando sea Austin quien lo dañará.
Se puso de pie, agarró la mano de Austin con la cual era sujeto por las mejillas y la deslizó hasta su cuello dejando que el vampiro lo apretara.

–Hazlo.

Austin jaló a Bastián hacia él, apretando su cuerpo contra el suyo besándolo de manera apasionada, casi de manera desesperada, anhelando un poco más a cada instante. Llevó ambas manos hasta por debajo de sus muslos y lo levantó a la altura de sus caderas.

Con velocidad sobre humana Austin se volteó apoyando a Bastián contra los estantes de libros y besó su cuello varias veces hasta que no pudo aguantar más sus impulsos y lo mordió. Bastián gimió apretando sus piernas alrededor del cuerpo de Austin cuando sus colmillos se enterraron en su piel haciendo brotar la sangre que se deslizó lentamente por su piel desnuda.

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