Capítulo 22: Días de paz.

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-¡¿Qué demonios estamos esperando?! Ustedes ahora posee la magia de esa bruja y sus defensas han caído ¡¿Por qué no atacamos?! -gritó un miembro de Los destructores sentado ante una mesa redonda con los demás miembros del consejo.

Todos los presentes lucían molestos y preocupados, no entendían porqué su líder había decidido hacer un ataque tan vistoso el día en que la vampiresa murió y ahora simplemente se mantenían ocultos, como si le temiera a los otros clanes ¿Acaso olvidaba el poder que ella poseía ahora que despojó de su magia a la líder de los cazadores? Sin embargo, Clary permanecía en silencio, sentada a la cabecera de la mesa con una sutil sonrisa entre sus labios.

Mientras tanto en un rincón de la habitación, apartado de todos, entre las sombras, estaba Aiden con sus brazos cruzados por sobre su pecho y traía una mirada dura para quien lo viera. Estaba molesto por haber sido obligado a presenciar la discusión pero no tenía otra opción si a futuro podría llegar a ser el líder de esta organización, aún que algo le decía que su madre no tenía planeado abandonar su puesto.

La verdad era que no le interesa nada de lo que estuviesen hablando, él no tenía los mismos deseos de poder, venganza o muerte que poseían los demás, él simplemente quería vivir su vida, ser libre pero de cierto modo sabía que de un mundo como el suyo jamás podría escapar.

-Será la calma en medio de la tormenta -escucharon decir a Clary al fin -¿Qué sentido tiene pelear si sabes que vas a ganar?

-¿Acaso va a esperar que las tropas del enemigo se fortalezcan? -preguntó una mujer de cabello rojizo y lentes.

Clary asintió y una ola de contradicciones nació de los demás, todos discutiendo al mismo tiempo no obstante la rubia se mantuvo impacible.

-Es cierto que ahora somos indestructibles, tenemos la magia de la bruja más poderosa que pudo haber existido, tenemos soldados expertos en combate y un arma secreta, pero no es lo mismo pelear con alguien a tu nivel que hacerlo contra alguien más débil.

-¡¿Acaso cree que esto es un juego?! -gritó el primer hombre que estaba sentado a su izquierda, se puso en pie y la miró desde arriba con furia -¡Tenemos todas las posibilidades de ganar si ahora los atacamos! ¡¿Y usted quiere dejar que se reagrupen?!

-Siéntese Frederick -le ordenó la mujer sin verse intimidada ni por un segundo.

-¡¿Acaso no ve lo que está sucediendo?! -éste le volvió a gritar acercándose apenas un poco más a ella hasta que de repente alguien lo tomó por el cuello y sin ningún cuidado lo empujó tan fuerte contra su propia silla que cayó de espaldas al suelo.

Todos los presentes resultaron sorprendidos excepto Clary que se limitó a ponerse de pie y ver cómo Aiden le pisaba el pecho a Frederick luego de haberlo tacleado de un solo golpe.

-Lo veo Fred, pero no les temo, al contrario, ellos deberían temerme -exclamó la mujer apoyando una mano en el hombro del chico fuerte que la protegió -Tengo bajo mi poder más de lo que ellos o tú piensan.

La mujer pelirroja observó a su líder y preguntó.

-Entonces ¿Qué haremos?

Clary sonrió al volver hacia su silla y entrelazó los dedos por debajo de su barbilla una vez que hincó los codos en la tabla.

-Les quitamos a una de sus líderes, no importa que consigan un reemplazo porque la armonía que tenían entre los tres primeros se ha desvanecido con la muerte de Victoria por lo tanto les será muy difícil funcionar como antes y además la líder de los cazadores no es más que una simple humana en este momento, por lo tanto tendrá que depositar toda su fe en que sus soldados estarán llegando suficientemente capacitados para enfrentarnos, pero hay una gran diferencia entre ellos y los Destructores; ustedes se mueven por venganza, por quitarles todo lo que nos quitaron y ellos solo para defender lo que poseen, por lo tanto no nos vencerán.

Aiden.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora