Capítulo 49: La salvación.

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Desperté en mi cama eso de las una de la tarde, me sentía aún un poco cansada pero era porque había llegado tarde al departamento. Aiden y yo nos quedamos hablando hasta muy tarde después de la fiesta y cuando volví lo primero que hice fue arrojarme a mi cama.

Ahora que el sol brillaba alto fui a darme una ducha mientras escuchaba algunas canciones en Francés y cantaba con mi muy mala pronunciación. Más tarde cuando acabe de higiénizarme, elegí algún conjunto de ropa cómoda y fui directamente a la cocina pero me sorprendió no oír la televisión prendida o si quiera sentir algún aroma a comida.

-¿Elián?

No recuerdo haberlo visto cuando volví de la fiesta pero supuse que estaría durmiendo en su habitación, sin embargo habían pasado varias horas y él al parecer no había despertado aún.

Solo esperaba que no esté con Amy aquí pero algo me decía que esa podría ser una posibilidad, después de todo Aiden los vio besándose en aquella fiesta.

No quise pensar en ello, tomé las primeras tostadas calientes que me pude preparar mientras oía las noticias y las unté con alguna mermelada que encontré al fondo del refrigerador.

De repente mi teléfono celular se hizo oír desde la superficie de la mesada y corrí a tomarlo aún con la tostada entre mis dientes. La pantalla de mi móvil estaba encendida y me sentí algo confundida al ver la imagen de Elián llamándome.

Fruncí el ceño sin comprender porqué me llamaba desde su habitación, así que fui directamente hacia allí. Estaba algo insegura de abrir la puerta pero al golpear una vez y no recibir respuesta decidí entrar.

-Elián ¿Por qué me estás llaman...? -me llevé la sorpresa de que en su habitación no había nadie. Solo me encontré con un montón de su ropa tirada en el suelo.

La llamada había acabado hace un momento y nuevamente volvieron a marcarme.

-¿Qué rayos...? -balbuceé antes de atender -¿Elián, dónde estás?

-¿Miku?

Esa definitivamente no era la voz de Elián y me pregunté si había perdido su teléfono celular, quizás alguien lo encontró y me marcó.

-Sí ¿Quién habla? -pregunté un tanto dudosa y le di una mordida a mi pan tostado.

-Soy yo, Evan.

Me atragante con el pan.

-¡¿Evan?! ¿Por qué me estás llamando desde el teléfono de Elián?

-Tuvimos un inconveniente -explicó, se oía algo somnoliento y quizás adolorido -Mi teléfono se quedó sin batería así que tome el suyo.

Negué sin comprender.

-¿El suyo? ¿Por qué estás con Elián? ¿Donde están? -mientras hablaba me acerqué a las puertas de cristales y salí al balcón -¿A qué te refieres con inconveniente?

"¿Acaso debo preocuparme o estos dos se volvieron amigos?"

Oí a Evan resoplar con fastidio.

-Escucha, no tengo mucho tiempo porque él también tiene poca batería pero te llamé para que les informes a los demás.

"Sí, es hora de que me preocupe"

Su tono de voz comenzaba a intranquilizarme.

-Elián y yo nos enfrentamos a dos desconocidos, ellos son realmente fuertes, uno de ellos nos... Nos ¿Teletransportó? Sí, eso parece y ahora tu ridículo amigo vampiro y yo estamos a un país de distancia.

Aiden.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora