Capítulo 11: Lluvia en el cristal.

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–¿Cómo que se irá? ¿A dónde? –preguntó Amy una vez que Liam acabo de contarle lo sucedido con Naomi.

–No tengo idea.

–¡¿Pero por qué se irá?!

Liam se encogió de hombros, había prometido a su melliza que no diría el porqué de su viaje, si lo hacía Amy nunca aceptaría la ayuda.

–Y yo que sé, solo se fue, pero está bien.

–¿Y tú porqué crees en eso? Tu hermana fue atacado por Destructores ¿Quién te asegura que no fue raptada por ellos?

–Confio en Naomi.

–¡Liam, esto es serio!

–¡Ya basta! –la cortó su hijo. Ambos estaban en su casa, Liam permanecía recostado sobre el sofá y su madre estaba parada no muy lejos de él, con los brazos cruzados y una mirada dura –Es suficiente Amy; mi hermana es mucho más precavida que yo y sabe cuidarse sola, no tienes porqué preocuparte ¿O acaso no confías en nosotros?

–Ese no es el punto Liam, lo que yo quiero saber es con quién y porqué viajo Naomi.

–¿Naomi qué? –preguntó Evan ingresando a la habitación dejando sus papeles sobre una mesita –¿Dónde está?

–No tengo idea –exclamó Liam con un claro gestó de burla; era arrogante, testarudo y busca pleitos a tal punto que sorprendía.

–Se ha ido y él no quiere decirme a dónde, solo dijo que ella estará bien y que volverá pronto –le explicó Amy –Naomi es tu hermana Liam y si su vida corre riesgo tu deber es decirnos para poder ayudarla.

–Ella no está en peligro o bueno, eso creo –exclamó con pereza y luego soltó un bostezo. Le importaba poco lo que sus padres podrían decirle.

–¿A qué te refieres? –le preguntó Evan mientras se cruzaba de brazos y apoyaba la espalda contra el marco de la puerta.

Liam no respondió y sin pedir permiso se puso de pie, cruzó junto a Evan chocando sin querer su hombro contra el suyo y se fue directo a su habitación. Amy observó al híbrido pero éste solo se encogió de hombros con su mejor gesto de "¿Qué quieres que haga?" Su hijo era un rebelde y ellos no parecían ser el mejor ejemplo.

–Descuida, Naomi sabe lo que hace, te aseguro que estará bien –dijo Evan al ver como Amy gruñía por lo bajo y se masajeaba las sienes –Después de todo es una Halls y por lo tanto sabe lidiar con cualquier cosa.

–¿Enserio? ¿Acaso puedes seguir siendo tan arrogante incluso en este momento?

–¿Sorprendente, no? –y esbozó una sonrisa pirata que solo logró fruncir el ceño de la bruja un poco más.

–Eres, eres increíble –comentó molesta y salió rápidamente de aquel apartado para ir a la cocina ignorando totalmente a su enlazado.

–Sí, me lo has dicho antes –bromeó éste y comenzó a reír cuando la oyó gritarle "¡Y un grandísimo idiota!" desde la cocina.

****

Me recosté en mi cama para escuchar un poco de música mientras leía un libro digital en mi tableta sin embargo un ruido del cielo me sobresaltó. Afuera unos destellos celestes iluminaban las calles mientras las horas corrían y de a poco el cielo de tarde se iba volviendo noche.

Las pequeñas gotas de agua comenzaron a caer y chocar contra mi ventana como pequeños pedacitos de piedra, estaba segura que sería una lluvia pesada y molesta a pesar de que no caía en gran cantidad. Tomé con los dedos de mis pies una manta al final de la cama y la traje hasta mis glúteos, la acomodé sobre mí con tal de sentir algo de calor, quizás no hacía frío pero en los días cómo esto siento que necesito un poco de calor acogiéndome.

Aiden.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora