Narra Venus
Mientras jugaba con las criaturas que Alexander había creado para que practicase, el susodicho me miraba divertido de verme ser golpeada por sus pesadillas como si verme ser pisoteada le pareciese entretenido. Recordé de pronto cómo se había comportado en la mañana y por distraerme una yegua de arenilla me mandó volando hasta estamparme en el césped. La criatura se acercó preocupada hacia mí y pasó su nariz por mi rostro para asegurarse que estuviese bien.
——Estoy bien, no te preocupes, pero gracias de todas maneras ——le dije, acariciando sus pómulos.
Fulminé a Alex con la mirada por no haberme ayudado, pero él simplemente sonreía hasta que esa sonrisa desapareció de pronto y volvió a iluminar su rostro al ver por el horizonte.
Seguí su mirada hasta dos figuras que caminaban hacia dónde estábamos.
Dos hombres bastante apuestos se dirigían hacia nosotros con familiaridad saludando a lo lejos a Alexander. Las pesadillas de repente parecieron alegres de su llegada y cuando estaban frente a mí, pude describirlos perfectamente.
El más alto era un hombre fornido de cabello corto y aros en sus orejas, tenía una mirada cálida, casi amigable, y vestía con una camisa oscura sin mangas que dejaba visible un tatuaje triangular con un ojo en medio; a diferencia del otro, quien tenía unos ojos grises combinado con turquesa bastante frívolos, una camisa azul por encima de una playera blanca y un pantalón de mezclilla rasgado en las rodillas, sus labios gruesos estaban decorados por un aro de metal y en su cuello colgaba una delgada soga vieja enredándose para no caer.
——Debieron llegar ayer, ¿qué les sucedió? ——preguntó Alex con travesura.
——Tuvimos un contratiempo cerca de Rusia ——explicó el muchacho fornido y carismático ——. ¿Quién es tu amiga?
Me miró curioso con una sonrisa.
——Ella es la chica de la que les hablé ——Alex llegó a mi lado y me abrazó por los hombros ——. Se llama Venus. Linda, ellos son Erik ——señaló al muchacho tatuado —— y Zelaya ——señaló al chico de ojos frívolos.
Miré confundida a Alexander, no sabía que él tuviese amigos, ni siquiera sabía que habrían más personas involucradas. ¿De verdad eran espíritus?, me preguntaba, pues tenían un estilo de la moda bastante actual que ni siquiera me haría creer que lo eran. Más bien, me hacían dudar.
——Venus ——me distrajo de mis pensamientos el pelirrojo ——, Erik es el espíritu del agua en calma y Zelaya es un espíritu de fuego salvaje, nos ayudarán con nuestro propósito, así que te aseguro que podemos confiar en ellos.
La verdad es que no entiendo cómo eligen a los espíritus, porque hasta ahora no me he topado con ninguno que tenga algún tamaño o apariencia bizarra como yo pensé. Al contrario, todos parecen como si el Hombre de la Luna hubiese visto un catálogo de modelos y elegido a los próximos en convertirse en espíritu. Zelaya es un claro ejemplo. Una apariencia de veintiún años como mínimo, cabello rubio y labios gruesos, bastante alto con una piel de porcelana que sólo he visto en tutoriales de instagram además de tres lunares que pasaban casi desapercibido bajo su ojo izquierdo.
——¿Tengo algo en la cara? ——me preguntó el susodicho.
——Qué hermoso...
Me cubrí la boca de golpe. ¡No podía creer que había dicho eso!
Todos comenzaron a reírse de mi comentario, incluso el muchacho a quien había estado observando. Se había sonrojado y su gélido gesto se había convertido en el de un chico al que le habían hecho un simple cumplido sobre su físico.
——Cuando dijiste que era una bala, no creí que lo decías en serio, Alexander ——dijo el rubio, obviamente burlándose de mí.
——Es mi chica ——dijo Alexander ——, ¿qué te puedo decir?. Tengo que escoger a alguien que esté a mi altura.
Me sonrojé en cuanto dijo que yo era su chica.
El resto de la tarde, me dediqué a preparar algo de cenar. Puesto que yo era la única humana del lugar, sólo yo era la que necesitaba de comer al menos tres veces al día, aunque Alex siempre suele acompañarme en cada comida.
He de admitir que con Zelaya y Erik, la casa ya no estaba en tanto silencio como antes, eso obviamente solía molestar un poco al anfitrión pero de todas maneras no se enfadaba seriamente con ellos. Sé que en el fondo, Alex es un buen amigo, puesto que si no lo fuera, esos dos chicos no estarían arriesgando sus espíritus en una guerra a muerte con los Guardianes. Y mientras más repaso el punto de vista de «el villano», más me parece una batalla sin sentido.
Sin embargo, yo estaba arriesgando mi vida por tantas razones que ni siquiera sabría cuál es el motivo de que me pasara al lado opuesto de mi «familia».
Al anochecer, subí al tejado para observar mejor la luz de la Luna mientras escuchaba las cigarras invocar a la lluvia. No me había dado cuenta que pronto sería verano y hace semanas que no he ido a clases ni me he comunicado con Loud. Aunque para ser sinceros, tampoco parece que él se preocupe por mí.
——¡Hey! ——alguien gritó de pronto a mis espaldas.
Sobresaltada lo golpeé.
Zelaya cayó por el tejado hacia el patio trasero con gruñidos seguiéndole por el dolor. Fui con él y le ayudé a levantarse.
——¡De verdad lo siento! ——le extendí la mano y él la tomó riéndose ——. Pensé que estaba sola.
——No te preocupes, es mi culpa por no avisar ——se masajeó la punta de la nariz ——, sólo quería pasar a ver cómo estabas, no hemos hablado mucho ahora que lo pienso.
Tenía razón.
——Sólo quería conocer un poco más al espíritu del que tanto nos hablaba Alex antes de venir aquí.
——Eh, te equivocas ——le corregí, él me miró confundido ——. Soy completamente humana, aunque mis padres sí son espíritus, no sé si eso cuente para que se me considere como tal.
——¡Eso es genial! ——demostró genuina emoción —— ¡Jamás había conocido a un mitad humano!. Dime, ¿se siente diferente volar siendo mortal?
——Peso un poco más, según mi mamá, pero básicamente es lo mismo ——me quedé intrigada por la forma en la que él me analizaba con sumo detalle como si fuese un animal enjaulado.
——De verdad eres más linda de lo que me describieron ——dijo, con una sonrisa pícara.
——Lo siento, no puedo corresponder el comentario ——le dije inconscientemente ——. Me gusta alguien más.
Se partió de risa por mi aclaración, algo que me dejó indudablemente más confundida de lo que quisiera admitir.
——Oye, no me malinterpretes ——jadeó por la risa ——, eres hermosa, pero digamos que no estoy interesado en tu tipo.
¿Mi tipo?
——Ya sabes ——aclaró ——, chicas.
Soy una estúpida.
——Tranquila, todos piensan lo mismo al principio ——se burló, apoyando un brazo sobre mi cabeza ——, soy demasiado sexy para ustedes las chicas.
Seguimos charlando un rato más luego del incidente sobre su orientación sexual. Me contó el cómo conoció a Alex mucho antes de que yo naciese y sobre el chico que estaba a su lado al llegar.
Erik era su amor platónico desde que lo vio por primera vez, y aunque es bisexual, no ha dado muestra alguna sobre estar interesado en Zelaya a pesar de varias muestras de afecto que ya se han dedicado. Y por varias, literalmente son VARIAS.
——Yo te lo digo, nena ——se quejó ——. Me falta poco para que se esté derritiendo por mí como abeja a la miel. Ese hombre es el aceite de mis donas, pero se hace del rogar, incluso cuando ya hicimos...
——¡No quiero oírlo! ——me partí de risa por sus comentarios vulgares.
——Me alegra que se lleven bien ——dijo Alex, quién se acercó a nosotros con un chico de ropa más nuevo de lo que ha llevado antes.
Tenía un pantalón ajustado color negro, llevaba zapatos de vestir del mismo color y una polera blanca de manga corta con un corte en «V». Un clásico estilo sin dejar de lado su moda victoriana. Se veía tan atractivo.
——Por favor, Vee, no babees ——dijo Zelaya ——. Eso no es de señoritas.
Me avergoncé por mi comentario, al igual que Alexander, sin embargo, el retomó rápidamente su compostura.
——Zel, Erik te está esperando para dormir.
Al mencionar simplemente a Erik, Zelaya ya estaba dirigiéndose hacia el interior de la cabaña a zancadas apresuradas para reunirse con su «amigo». Alexander soltó una carcajada.
——Pensé que los espíritus no dormían.
——¿Crees que ellos van a dormir? ——enarcó una ceja con travesura y me arrepentí inmediatamente de haber hecho ese comentario ——. Tú, sin embargo, debiste haber estado en cama desde hace dos horas.
——¿En serio estás controlando a qué hora debo dormir?
——Al menos te estoy dando la libertad de avisarte antes de que te lleve yo mismo.
Me colgué de sus hombros y di un pequeño brinco para que me cargase de forma nupcial hasta mi habitación. Se rió de mi gesto pero avanzó hacia dentro sin rechistar. Cuando llegamos, me dejó sobre mi cama sin dejar de agarrarme.
Se puso encima mío sosteniéndose de sus rodillas y sus manos como si me acorralase contra el colchón. Se inclinó hacia mí y nuestros labios se encontraron más pronto de lo que esperaba.
Cada vez los besos eran más espontáneos y largos, encendían algo dentro de mí que me hacía querer tenerlo sólo para mí en todos los aspectos posibles. No quería compartilo ni con Erik y Zelaya, me enorgullecería decir que es mío aunque no sea así. Que más daría por dejárselo en claro.
Sus manos se deslizaron por encima de mi camisón, tomando mi cintura y acercándome más hacia él mientras me sujetaba pasando la punta de sus dedos cerca de mi trasero. Desabrocha los botones delanteros de mi falda y la desliza un poco hacia abajo para poder desfajar la parte de arriba y ser capaz de meter las manos por debajo.
Sus manos cálidas encienden mi piel con ardor hasta que las yemas de sus dedos tocan mis pechos desnudos y una llamarada se enciende en mi interior haciéndome dar un respingo.
——Lo siento ——jadeó separando nuestros labios momentáneamente.
——Sigue haciéndolo ——le pedí en un hilo de voz.
Siguió mi orden y su mano tímida se aproximó más hacia donde estaba el pezón. Jugó con él con su dedo índice suavemente que me hacía querer perder el control de mi cuerpo. Se deshizo finalmente de mi falda, arrojándola a alguna parte de la habitación y prosiguió dando masajes a mis pechos con lentitud haciéndome soltar pequeños jadeos de vez en cuando. Aunque me encantaba el estilo que había probado hoy, me gustaría probar uno aún mejor. Y con esa idea en mente, tiro hacia adelante de su camisa para quitársela hasta que él lo hace por mí.
Sus clavículas marcadas y su cuerpo lleno de pecas me hacen estremecer pero aún así, el deseo continúa. Bajó mis bragas hasta mis rodillas, empezando a repartir besos húmedos en mis muslos hasta llegar a mi zona íntima, dónde empezó a lamer con lentitud primero y después a succionar de una manera que me hacía arquear la espalda y dejar de lado el control sobre mis piernas.
No tengo la edad ni la experiencia, pero sabía que aquello iba a ser lo mejor que podían hacerme en la vida. Porque quiero creer que lo que seguía, sería junto a él.
Luego de un rato, sus besos ascendieron hacia mi vientre, dejando pequeños chupetones en el camino mientras que envolvía uno de mis pechos con una de sus grandes y delgadas manos, masajeándolo sin cesar consistentemente. Llegó a mi cuello y ahí fue donde más empeño puso para dejar marcas, mis uñas se clavaban en su espalda a la vez que soltaba pequeños gemidos disimulados.
Después terminó.
——Déjame dormir contigo ésta noche ——pidió exhalando sobre mi cuello e inhalando de mi aroma.
Asentí y él cayó exhausto sobre mí.
——Venus ——me llamó.
——Dime.
——Nunca he amado a nadie cómo a ti.
Perdón que últimamente los capítulos sean cortos, mi imaginación está siendo utilizada al 90% en CRIMINALS.
POR CIERTO!!!! Pásense un rato a verla, es un fanfic HICCELSA que tiene datos que han pasado en la vida real.