Capítulo 5: Bienvenidos a la familia 1/2

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Abrí los ojos mas sin embargo todo estaba oscuro. No había luz que iluminara mi noche pero sentía una brisa gélida y constante soplando desde lo que parecía ser mi ventana.

Cuando por fin pude alcanzar a ver algo, divisé la cama de Orión del otro lado pero él no estaba ahí. No había nadie en la habitación más que yo y el viento. Mi fiel acompañante...

Rodeé mi cuerpo y me senté en la cama, descendí mis pies hasta tocar el frío suelo de mármol con dureza. Fui poniéndome de pie poco a poco hasta que lo único que me ubicaba era la encimera y la mesa de noche que tenía justo a mi lado. Di un paso y luego otro, guiándome simplemente por la brisa. Sabía que me llevaría a algún lugar, quería encontrar un sitio.

Algo me llamaba. O alguien.

—¿Papá?—pregunté ingenuamente.

El silencio habló.

—¿Esto es un sueño?

—___... ¿Eres tú, querida?—una voz masculina y hermitaña habló de pronto luego de varios segundos de silencio como un eco en una cueva.

—No, me llamo Venus—dije—. ¿Eres mi padre?

—Venus...Linda, he oído tantas historias sobre ti. He Sido testigo de cada noche que pasaste extrañando a un padre—hace una extremadamente larga pausa—. Sin embargo, me entristece decir que no soy la persona que esperabas.

—¿Quién eres? ¿Qué es esto?

—Estás soñando, pequeña. Ésta es la única forma en la que puedo hablar contigo.

Como una vela repentinamente se encendió en el cielo una bola de fuego color blanco que iluminaba toda mi oscuridad, era oscuro y reconfortante... ¿Quién era esa persona? ¿Por qué me conocía?

—¿Quién eres?—pregunté.

—Eso no importa. Venus, es hora de que conozcas la verdad. Tú y tu hermano han pasado tanto tiempo en las sombras que ya es tiempo de que la verdad salga a la luz, igual que ustedes.

—No entiendo nada de lo que dices. ¿Cómo sabes de mí y de mi hermano?

—Hace treinta y cinco años, el mundo fue testigo de la terrible pérdida de una de las mejores almas que pudo haber existido.

La luna se ilumina más y la silueta de una mujer se enmarca como una sombra. Era hermosa.

Su cabello blanco y largo eran como finos lienzos lanzados al aire y finamente colocados. Su mirada era sumamente bondadosa y tenía una sonrisa que ni siquiera la luna era comparable. Brillaba como el sol, incluso hasta tal vez más. Esa mujer de fina figura era mi madre sosteniendo un bastón igual que el que traía Jack cuando llegó a nuestras vidas. Ramas y flores enrollaban aquella vara y le daban la imagen de una hada.

«¿Mamá?»

—Esa mujer era un espíritu. Le llamaron ___—añadió—. Un día conoció a un joven, espíritu también, y entre ellos hubo un magnífico romance—junto a la figura de mi madre apareció un muchacho encapuchado que la abraza por el hombro y ella lo abrazó con amor mas no veía su rostro—; un día se tuvieron que enfrentar a un enemigo muy poderoso que amenazaba con alterar el balance del mundo hundiendo a todos en la oscuridad. ___ no salió viva de ese encuentro...

Todo se derrumbó. ¿Mamá estaba muerta? ¿Por qué me decía todo aquello? ¿Qué estaba pasando?

—Pero un día, el muchacho fue capaz de encontrar a la chica. Cuando se reencontraron nuevamente se volvieron a amar de la misma manera que la primera vez. Luego de un corto tiempo...ambos concebieron a dos bebés. Un niño y una niña...Venus Miller Frost y Orión Miller Frost.

Junto A Ti (Jack Frost X Tu)Where stories live. Discover now