Capítulo 28: La familia

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Jack

La miro atentamente mientras recorre la habitación con cautela y lentitud, como si tuviese miedo de que un movimiento en falso pudiese  arruinar los recuerdos que en esa habitación aún los siente vívidos o un suspiro desmoronara las memorias que vagaban y, seguramente, se descontrolaban en su mente.

Me rompe el corazón más ahora que nunca el no haber estado presente durante tantos años en su vida, en cada cumpleaños o ser la persona que los llevara por un helado después de la escuela, ni siquiera fui capaz de consentirlos cuando su madre no podía, hasta que tuve la oportunidad y se deslizó de entre mis dedos como el agua.

Algo en mí aún piensa que las palabras de ___ no están completamente equivocadas, lo cual me carcome y me repite sin cesar que tal vez es verdad que no tenga ningún derecho de sufrir su pérdida ni sentirme miserable cuando no estuve mientras estaba viva, no los vi crecer, no los vi caerse de su bicicleta y tampoco los vi nacer, no como ella lo hizo.

Incluso hay veces en las que me arrepiento de haber llamado a su puerta aquella tarde de hace apenas unas semanas.

¿Seguiría ella en mis brazos?

Si los hubiese buscado desde un principio, ¿estaríamos donde estamos igualmente?

—Aún recuerdo su voz —comenzó diciendo  ___ mientras se sentaba en la orilla de la cama y jugaba con la yema de sus dedos —, ¿sabías que cuando salió de la incubadora se la pasó sonriendo? Como si lo hubiese hecho toda la vida, incluso en mi vientre.

Mientras charlaba, tocaba su vientre con delicadeza a la par que sus mejillas húmedas y sonrosadas volvían a inundarse de lágrimas

Me siento junto a ella y la abrazo por los hombros, beso su cabeza y le digo:

—Encontraremos a Alex, sólo se está escondiendo por un tiempo pero volverá y entonces lo atraparemos.

Se quedó en silencio un rato más entre sollozos hasta que un murmullo dijo:

—¿Crees que podremos ganar?

Me quedé callado, pues ni siquiera estaba seguro de a qué lado la suerte le estaba favoreciendo en esos momentos, pues con cada día, dudaba del fin esa guerra y sólo me atormentaba la idea de las vidas que cobraría a su paso.

—No lo sé —le respondía con sinceridad, a lo cual, ella me miró aterrada —. Pero te prometo algo, ___, Alexander se va a arrepentir de haberse metido con nuestra familia.

Alexander

Cuando me miro atentamente en el espejo, apenas logro distinguir mis pecas por encima de la gran mancha púrpura, consecuencia del gran golpe que me había propinado Orión la noche anterior. A mis espaldas, aparece Venus, con mi camisa como única prenda (sin contar la ropa interior), descalza, el cabello desarreglado y una gran sonrisa traviesa asomando en su rostro.

—¿No dijiste que te curarías pronto? —se burló mirándome a través del espejo.

—Se suponía que debía haberse curado ya —le respondí —. Tal vez se deba a que alguien lleva rato con mi camisa puesta y no me deja concentrarme en mi sanación.

Sus piernas desnudas se cruzaron ligeramente y jaló los extremos de las mangas hasta la mitad de las palmas avergonzada; vi cómo la camisa se deslizó más debajo de uno de los hombros de forma lenta y suave, cómo si incluso la prenda buscara seducirme, y me aproximé inmediatamente antes de terminar teniendo una vista espectacular, mas no oportuna.

—Lo siento, ahora te la devuelvo —dijo empezando a desabrochar el primer botón.

—Alto ahí, cariño —sostuve sus manos en pleno acto y le bese la mejilla con delicadeza mientras ella soltó un leve suspiro —, aunque aprecio tu entusiasmo por querer desvestirte frente a mí y hacerme, quién sabe qué barbaridades, recuerda que tenemos visitas y una de ellas es tu hermano.

Junto A Ti (Jack Frost X Tu)Where stories live. Discover now