Capítulo 16: Tormenta 1/?

211 20 13
                                    

___

Jack me tendió la mano para ayudarme a salir del agujero, la cual recibí dichosamente y sin rechistar pues había aprendido a perdonarlo en poco tiempo y a aceptar la mano que me ofreció desde un principio. Sus muestras de afecto, tanto a mí como a mis hijos, fueron lo suficientemente verdaderas como para que mi ser se ablandara ante él y fuera capaz de encontrar un poco de compasión en las ruinas de nuestra relación tóxica. Dicen que después de la tormenta viene la calma, sin embargo, hemos pasado por tantas que hace parecer como si ni el huracán más fuerte fuera capaz de arruinar algo como lo nuestro.

Desde el momento que lo vi frente a mi puerta, sabía que tarde o temprano iba a terminar cediendo a sus «encantos». Porque así de tonta soy, siempre esperando tantas cosas de él y aunque me da la mayoría siempre falta una...

Su estabilidad.

Nuestra relación era fuerte porque pasamos años separados, reencontrados y separados nuevamente. Era como quitarle un dulce a un niño. Puede que no le guste pero si llegasen a quitárselo lloraría hasta volverlo a tener. Una lógica poco convencional si me lo preguntan, ya que nada de lo que existe entre nosotros tiene un orden o patrón.

Casi siempre es un problema diferente.

—¿En qué piensas? —me preguntó.

Solté un bufido.

—En todo, básicamente —respondí —. Me preocupa todo esto...

—¿Que siga junto a ti?

—No exactamente —dije —. Me preocupa que todo lo que nos ha pasado se repita de nuevo, yo ya estoy acostumbrada pero Venus y Orión no lo están. No puedo imaginar que pasaría con ellos si te fueras de nuevo —aunque puse a mis hijos como excusa, lo decía más por mí. No sé qué haría yo si volvía a dejarme tirada otra vez.

—Estoy en un punto de mi larga vida donde sé lo que quiero —dijo —, sé lo que tengo y lo quiero conservar.

»___, nuestra familia está hecha pedazos —añadió, ambos sabíamos que decía la verdad —, pero es nuestra obligación reparar los daños. Estuviste en su vida, aunque ahora es tiempo de que ambos estemos en lo que queda de ella.

—Eres muy cursi a veces, ¿lo sabías? —dije, obviamente feliz por sus palabras. Aquellas que he ansiado por tanto tiempo y me enternecieron el corazón de piedra que se había mantenido estático por cualquier persona que no fueran mis hijos.

—Sé que era eso es lo que querías oír —dijo, con una sonrisa pacífica e indiscreta —, pero también es la verdad.

—Esperaba un discurso más largo —dije en broma, él me mordió la nariz como muestra de algún infantil castigo.

Me era desconocido el futuro que nos deparaba como una pareja nuevamente, acostumbrarnos a la vida del otro y dejar en otras manos el futuro de millones de niños.

Venus y Orión, al ser herederos de nuestros poderes también eran poseedores del derecho de convertirse en Guardián pues era un legado que si se podía mantener, se hacía. Y al ser hijos de dos Guardianes, no les quedaba de otra mas que aceptar el camino que se les fue escrito en cuanto supieron de la existencia de sus místicos poderes. Sin embargo, no creía capaz de que se adaptaran a una vida llena de fantasía al haber convivido en un mundo de bullicio y avaricia humana donde cualquiera puede ser doble cara.

Narradora

El viento que soplaba sobre su pelo era sumamente divino pues había sentido esa misma experiencia en los brazos de su madre; pero, en aquel momento volando sola, se sentía más libre que nunca pues era como si se hubiera desecho de cientos de cadenas que la ataban a su mundano mundo y las hubiera dejado caer sobre los brazos de aquel atractivo muchacho que supo enseñarle su nuevo camino en el escenario que le correspondía. El telón se había caído, soltado ante sus pies, listo para dejar actuar a la verdadera protagonista.

Junto A Ti (Jack Frost X Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora