Estábamos en la cama, ambos listos para dormir.
—Eres cómodo— dijo Valerie desde mi pecho.
—Gracias, supongo.
—Estas tenso- rió ella.
—¿Lo estoy?
—Si, relajate. Mis padres no entran a mi habitación y no tienes porque preocuparte.
—No es por eso.
—¿Entonces?
—Estás sobre mi.
—¿Te molesta?
-—No, pero es raro. No estoy acostumbrado a estar así. Prácticamente acurrucados.
—No seas ridículo— respondió mientras me miraba —Esto es normal y no tiene nada malo.
—Necesito un oral— musite.
—Que asco- dijo ella con sus ojos cerrados y la nariz arrugada.
—¿Eres virgen?
—Si— contestó mientras se acostaba ahora en su almohada.
—¿Es en serio?
—Si, tengo un anillo de la pureza y estuve en un club célibe— lo dijo con tanta seriedad pero no pude evitar reír a carcajadas.
—Eso es una mierda, no tiene sentido.
—Claro que lo tiene, darle algo especial a alguien especial.
—Nadie se guarda ya. La calentura gana y la virginidad se pierde, simple.
—Pues yo planeo llegar virgen al matrimonio, eso me parece muy importante y lindo.
—De guardarme hasta el matrimonio moriría virgen.
—¿A qué edad la perdiste?
—A los 15.
—¿Con quien jodidos?— dijo sorprendida.
—La hija de una de mis cocineras.
—No puedo creerlo.
—Lo hicimos en la barra— reí.
—No quería saberlo.
—He tenido mucho sexo y estoy seguro de que te gustará.
—Ya callate.
"Sientate en mi cara para hacerme callar" pensé, pero nuevamente decidí que lo mejor era simplemente callarme.
—¿Te has masturbado?
—¿Por qué preguntas eso?
—Curiosidad.
—Pues no, nunca.
—¿Cuál es el mayor placer que haz tenido?
—¿Por qué la conversación se turno tan cachonda?
—Porque son los temas que me interesan.
—¿No hay otra cosa?— me miró.
—¿Tienes novio?
—No— rió leve.
—Yo tampoco.
—¿Has tenido novias?
—Por supuesto.
—¿De cuánto tiempo fue tu relación mas larga?
—2 meses.
—¿Sólo eso?
—Si, ¿Qué hay de ti?
—4 años.
—Eso es demasiado— reí.
—No es tanto— me miró.
—Yo creo que si lo es, pero bueno...— la mire —¿Por qué terminaron?
—Se acostó con una prima mía.
—¡Genial!— reí.
—Eso no es genial...— dijo mientras me miraba seria.
—¡Una prima! claro que es genial.
—Eres un idiota— se giró dándome la espalda para luego cubrirse con la manta.
Me acerqué a ella y la abracé por la espalda.
—Sueltame— me dijo molesta mientras golpeaba mis manos.
—No te molestes, ángel— susurré sobre su oído.
—Ya duermete— me pateó con sus lindas pero cortas piernas.
Reí levemente y besé su mejilla.
—Valerie, ¿Con quién hablas tanto?— se escuchó la voz de su madre decir entonces ella me tumbó al suelo y yo entre debajo de la cama.
Miré los pies de su madre entrar a la habitación.
—Hola, mami— escuché a Valerie decir —Era Patrice— rió leve.
—¿Te extraña?
—Si y a tus postres también.
—Es una hermosura, le mandare un pay mas tarde. Pero bueno, duerme ya, cariño.
—Eso haré.
—Esta bien, casi sale el sol— rió su mamá y escuché como dejó un beso en el rostro de ella creo yo.
Vi a su madre salir y entonces subí nuevamente a la cama.
—Esto me trajo varios recuerdos.
—No me interesa- respondió cortantemente.
—Vamos, es una buena historia, ángel.
—Dejame adivinar— me miró —Tuviste sexo en la casa de ella, sus padres llegaron y te ocultaste.
—Eran unas gemelas pero bueno, no cambia mucho.
—¿Has hecho el amor?— me preguntó seria.
—No— reí levemente a pesar de que traté de no hacerlo para no ofenderla.
—Creo que ha de ser muy lindo cuando lo haces, sobre todo con la persona correcta.
—Por eso te guardas.
—Exacto— sonrió.
—Se que me burle de eso hace un rato pero creo que si es algo lindo, no se. Debe ser especial para ti tanto como para la otra persona.
—Si, debe ser como un privilegio. Debe ser especial porque la chica esta entregandote algo que ningún otro tendrá jamas.
—Eres toda una romántica.
—Si, creo serlo— rió un poco.
—Eso no creo que sea lo mío.
—Tal vez sólo no has conocido a la chica indicada.
—Podría ser.
—Quizá.
Me quedé quieto ahí pensando en la que ella había dicho.
—Basura— dije mientras reía levemente y negaba con la cabeza.
Me acomodé en la cama luego de deshacerme de la camisa y entonces finalmente logré dormir