Era tarde.
Demasiado y aún no estaba listo.
Yoongi pasaría por él en cinco minutos y él aún no estaba arreglado.
No es porque estuviera indeciso por no saber que ropa usar para esa noche, la tenía lista desde mucho antes.
Pero lo que no tenía del todo claro era si usar saco o no, Yoongi y Hoseok le habían dicho que no era necesario ir muy elegante pero aún así presentía que debía ir lo mejor arreglado posible.
Era una cena con todos los compañeros de trabajo de Yoongi, algunos socios y clientes importares por lo que debía ir muy bien presentable aún que dijeran que no.
Con algo de incertidumbre se abrocho los botones de su camisa blanca, una vez que término se miró al espejo.
La camisa blanca que estaba usando hacia resaltar su tono de piel y sus cabellos rubios pulcramente peinados, dejando sólo unos cuantos mechones cubrir su frente; el pantalón negro se ceñía a su cintura haciéndolo ver más alto, delegado y elegante.
Sus zapatos negros los había boleado arduamente dejándolos limpios y brillosos para la ocasión.
No se pondría corbata porque sólo tenía una, por lo que no podía hacer mucho con eso y era demasiada formalidad con ella.
—¿Saco o abrigó? — se preguntó observando las dos prendas colgadas en su armario.
El saco negro hacía prefecto juego con la camisa y el pantalón, demasiado formal pero al mismo tiempo elegante.
El abrigo era cómodo, calentito, algo formal pero sofisticado y se ajustaba a sus gustos y estilo.
Los miró buscando una respuesta en las prendas.
— Tae, cariño. ¿Estas listo? Yoongi acaba de llegar. — se asunto un poco con la voz de su progenitora irrumpir en su habitación y apresurar lo inconsciente.
— Ya casi. — tomó las dos presas y las colocó sobre su cuerpo pidiendo en silencio que su madre le auxiliara en la difícil tarea de escoger una de las dos prendas.
— Creo que el abrigo te va mejor..— opino la omega acercándose a su guardarropa y buscar entre sus camisas otra prenda.
La observó con curiosidad mientras dejaba el saco tirado sobre la silla de su escritorio.
—¿Donde esta? — escuchó susurrar a su madre una vez que la vio mover de un lado a otro sus camisas y pantalones.
— ¡Aqui esta! Ponte esta, queda mucho mejor con el abrigo y cubre mejor tu garganta. — obedeció desabotonandose las mangas de la camisa blanca.
Su madre tenía razón.
La camisa negra con cuello alto se amoldaba mucho mejor a su cuerpo y le brindaba más comodidad y calor, además de que cubría muy bien su cuello.
¿Por qué no lo pende antes? Se preguntó sacándose la camisa y poniéndose la que su progenitora le tendía.
— No te preocupes cariño, sólo es una reunión pequeña, el señor Jung es un buen hombre y se que Yoongi no te dejara solo.— consoló la omega acomodándole el cuando al abrigo.
—Lo se mamá, pero aún me da miedo y algo de nerviosismo... Esto es demasiado extraño.. Se que Yoongi no me dejara solo y que estará junto a mi, pero ¿y si no les agrado? ¿Y si piensan que soy tonto o si...?
—Mirame Taehyung, no pienses así. Eres encantador y muy inteligente, no pasará nada. Sólo confía en ti y disfruta del evento. Conoce, plática, sonríe tienes la sonrisa más hermosa y brillante que puede existir en el mundo no la escondas. — se sonrojó por el comentario de su progenitora y agachó la cabeza.
Tenía miedo a que los compañeros de Yoongi o al papá de Hoseok no le agradara...
Que no encajera en un lugar que no conocía, que nunca había pisado y del que no sabía nada.
Se sentía tonto y eso que aún no llagaban al evento.
—No te mortifiques cariño. Todo saldrá bien ¿si? Sólo disfruta y no pienses cosas negativas todo saldrá perfecto. — asintió tratando de relajarse ante las palabras de su madre.
Con algo de timidez se miró al espejo y se sorprendió de verse así mismo frente al espejo.
Se veía demasiado bien.
Escuchó el llamado de su padre desde el piso de abajo diciéndole que bajará ya o si no Yoongi se iría sin él, lo que le causo gracia ya que Yoongi sería incapaz de dejarlo sólo, ancho su sonrisa tratando de hacer aún lado su miedo y hacer que su noche fuera distinta.
Con pasos rápidos salieron de su habitación y bajaron los escalones, deteniéndose en el último escalón cuando observó a Yoongi platicando con su padre, estaba de espaldas pero podía apostar todo lo que tenia que estaba sonriendo.
Sintió su corazón latir con rapidez cuando lo miro girarse.
Los pequeños ojos negros de Yoongi encajaron con los suyos, provocando una extraña sensación en su cuerpo.
Sonrió apenado y tontamente avergonzado.
— ¿Ya estas listo? — bajo el último escalón y se acercó lentamente a donde su alfa lo esperaba.
Al centro de la habitación.
—S–si. — por alguna extraña razón se sentía tonto y demasiado tímido tener a Yoongi tan elegante y esperando por él como en las películas o dramas, donde el novio pasaba por la chica a su casa para ir al baile de graduación.
Claro que parecía a un gran príncipe de cuentos.
Yoongi llevaba un traje negro completo y sus cabellos negros como la noche estaban pulcramente peinados hacia atrás, dejando descubierta su frente, haciendo ver demasiado distinto y guapo.
Se avergonzó por su comentario tonto bajando le mirada hasta quedar demasiado cerca del cuerpo de Yoongi.
—Creo que es momento de irnos, señor y señora Kim, me robare a Taehyung un par de horas. Se los devuelvo más tarde — sonrió por el comentario de su alfa y se aferró a la mano que le tendía Yoongi, sintiendo una corriente eléctrica al contacto con su mano.
Se despidieron rápidamente y después salieron de su casa tomados de la mano.
Su madre tenía razón.
A penas avanzaron un par de metros una ráfaga de viento golpeó sus rostros informantes que más tarde había mucho frío.
— Le pedí prestado el auto a mi padre para que sea más cómodo para los dos y no tengamos problema alguno al regresar. — comentó Yoongi abriéndole la puerta del copiloto una vez que llagaron a donde estaba estacionado el auto de Yoongi.
— Gracias Yoongi. — agradeció antes de que Yoongi cerrara la puerta del auto.
Lo miró rodear el coche y después acomodarse en el lugar del copiloto.
El viaje fue rápido y silencioso.
Ninguno de los dos sabía que decir o comentar para empezar una conversación por lo que simplemente dejaron que la radio llenará la el silencio algo incómodo que se había instalado.
Que con el pasar de los minutos esa incomodidad dejó de existir gracias a la programación de la estación.
Canciones nuevas.
Unas lentas y otras rápidas.
— Te vez muy guapo. — habló de pronto Yoongi deteniéndose en un semáforo que marcaba la luz roja.
—M–muchas gracias.. Tú también, te vez muy guapo. — devolvió el cumplido sintiendo todo su cuerpo avergonzado.
No sabía porque pero lo estaba.
¡Era Yoongi!
El mismo Yoongi que conocía desde ha varios veces.
El mismo que era su pareja y alfa y se sentía demasiado avergonzado y nervioso por un cumplido.
A partir de ahí no volvieron a decirse nada más.
Ambos permanecieron silenciosos en sus asientos hasta llegaron a su destino.
Taehyung no sabía exactamente donde se encontraba la constructora del papá de Hoseok, sabía por donde más o menos se encontraba pero no con exactitud, por lo que una vez que llegaron pudo darse cuenta de que el edificio era grande, no mucho, pero si llamativo.
La zona en la que estaba construido facilitaba para muchos su ubicación.
Observo a Yoongi estacionar el auto junto a otros más que ya estaban, por lo que se imaginó que ese era el estacionamiento del edificio, una vez estacionado y apagado el motor bajaron del auto sintiendo el viento frío que azotaba la ciudad azotar sus cuerpos y rostros.
—Vamos, esta haciendo mucho frío. — avanzaron tomados de la mano hasta recorrer todo lo que faltaba para poder entrar al edificio y poder resguardarse del frío.
No subieron ningún piso ni avanzaron mucho dentro del mismo ya que la cena estaba reservada y puesta en el jardín y parte de la recepción del edificio.
Demasiado grande y espacioso.
Hoseok y Yoongi le habían mentido.
Todos las personas de su alrededor portaban trajes y vestidos elegantes y de noche.
Se sintió confundido cuando muchas de las miradas de los presentes se posaron en ellos cuando se adentraron al jardín, varios alfas y omegas parecían perforarlo con sus miradas.
—Tranquilo, no te asustes. Sólo están algo sorprendidos de verte a mi lado. — sabía que Yoongi podía sentir sus emociones y sentimientos por lo que no era necesario hablarlo con palabras, pero aún así le asunto.
— ¿S–sorprendidos? ¿Por qué sorprendidos? — preguntó observando el perfil de Yoongi que buscaba a alguien más entre los invitados.
— Mmm.. Todos creen que vendría con Jiwon, jamás se esperaron que vendría contigo.
—¿Eso es bueno o malo? — paso por alto el nombre de mujer y se centro en lo que realmente me importaba.
—No, en absoluto. ¿Con quién más vendría si no es contigo? Mi omega.— sonrió sin poder evitar el pequeño rubor que tinto sus mejillas. — Además así dejan de creer en los rumores. — explicó Yoongi apretando suavemente su mano entrelazada mientras que su dedo pulgar daba suaves caricias sobre la piel que podía acariciar de su muñeca.
— ¡Oppa Yoongi! ¡Llegaste! — sintió el cuerpo de Yoongi tensar se a causa de la voz femenina que todos percibieron.
Su omega levantó las orejas algo inquietó por el extraño tono de voz que la omega utilizo.
— Taehyung te presentó a Jung Jiwon la hermana menor de Hoseok. — Observó rápidamente a la joven omega que casi estaba sobre el cuerpo de Yoongi, pero no dijo nada, sólo sonrió e hizo una venía y pronunció un " mucho gusto " y la joven omega le sonrió de igual manera.
— Jiwon te presentó a Taehyung, mi pareja y omega. — fue testigo de como el rostro de la joven se desfiguró inmediatamente. Su sonrisa se borró y su aroma a felicidad disminuyó, se sintió completamente culpable por el cambió tan drástico de la omega.
— ¿T–tu omega? — la voz de ella sonó rota y vacía al hacer la pregunta.
¿Ella estaba enamorada de Yoongi?
¿De su alfa?
— Si, Taehyung es mi omega. — afirmó Yoongi acercándolo a su cuerpo completamente en un acto de dejar en claro que era suyo, que él era el omega de Yoongi.
— ¡Jiwon! — reconoció inmediatamente la voz de Hoseok llamar a su hermana desde un par de metros lejos de ellos y muy cerca de la mesa se bebidas.
— Yo, me retiró, que disfruten su velada. — se despidió con una venía antes de verla partir con su hermano.