Wade se arrastró y corrió de inmediato hasta Hedia una vez que el portar se cerró, la tomó en brazos rápidamente con fuerza y cariño como si jamás pudiera soltarla mientras ella aún estando algo confundida le devolvió el abrazo con el mismo cariño de siempre.
–Volviste, Hedia volviste –Wade murmuró al mirarla a la cara y acariciar sus mejillas con admiración –Estás aquí.
"Hedia estaba tirada frente a Wade en medio del bosque oscuro. Su novio no podía soltarse del hechizo que aquel brujo le echó para detenerlo; estaba atrapado y no podía hacer más que ver cómo su chica moría lentamente ante él.
–Hedia aguanta –le dijo casi en súplica al ver como los ojos de ella se ponían cristalinos sobre la sonrisa cálida que traía –Por favor quédate conmigo.
–Sí –susurró ella llevándose una malo al corazón –Siempre.
Wade volvió a tirar de las raíces y maldijo en voz alta seguido de un gran grito de frustración. No le importaba las heridas físicas, lo único que quería era ser libre y tenerla entre sus brazos.
–Wade –Hedia lo llamó y él la miró, estaba tan casando y por cada esfuerzo que hacía su cuerpo parecía ya no querer reaccionar –Dile a Jason que lo perdonó.
Los ojos del licántropo se abrieron con terror y negó rápidamente, se negaba rotundamente a tomar sus palabras como una despedida.
–No seas tonta, se lo dirás tú misma.
La respiración de Hedia comenzó a ser más rápida y el sabor a sangre le subió por la garganta mientras un ardor tremendo invadía sus pulmones y no quiso pensar en ello, no quiso pensar en el dolor.
–Te amo mucho, Wade Peichell.
–Hedia –exclamó al tirar de los amarres con su brazo sano –Escúchame, solo tienes que...
Y observó cómo los ojos de la muchacha se cerraron finalmente."
La muchacha sonrió aún cuando las lágrimas de felicidad se deslizaban por su piel.
–Supongo que me extrañaste.
Los ojos dorados de Wade brillaban llenos de alegría ya que ante él tenía a la persona cuyo imagen jamás pudo olvidar. La acariciaba con cariño y sonreía torpemente.
Nunca antes fue tan feliz como en éste instante.
–Te amo –susurró Wade acercándose a ella, dejando apenas una línea de aire entre los dos –Debí decirlo aquella vez y tantas veces... Te amo Hedia, te amo mucho, desde el primer día yo...
La morena lo besó le puso el dedo índice sobre los labios.
–Y yo a ti desde el primer instante.
Wade rió y apoyó su frente contra la de ella.
****
Miku POV.
Me desperté completamente adolorida, fue como si hubiese pasado por la peor gripe de mi vida, cada músculo me dolía y podía jurar que lo sentí hasta los huesos. Estaba totalmente desorientada, no tenía idea de en donde estaba ni como llegue aquí, solo veía paredes grises a mi alrededor, un suelo del mismo color y un techo alto de mármol.
Parpadeé un par de veces para acostumbrarme a la poca luz y estuve por levantarme cuando mis piernas fallaron de repente y volví a caer en la silla.
–Hazlo con cuidado, te puedes herir –oí de repente tras de mí.
Me volteé a ver por sobre mi hombro izquierdo a la pared detrás de mí; había una puerta angosta y bajo el marco de la misma estaba una mujer, era delgada y posiblemente mediamos igual. Traía su cabello largo y café suelto llegándole hasta los hombros o un poco más, de tes blanca con unos rasgos suaves y armoniosos como un hada de cuentos, más unos grandes y bonitos ojos grises que de inmediato la delataron.
Yo sabía quién era ella, la había visto antes y me sorprendí mucho al darme cuenta de que por primera estábamos a solas.
–Amy –exclamé volviendo a ponerme de pie pero con más cuidado, rodeé la silla hasta estar frente a frente con la bruja.
Ella es la madre de Aiden y era algo totalmente obvio tan solo al contemplar sus facciones, ambos compartían rasgos similares y aunque él se pareciera más a su padre no cabía duda de que también heredó cosas de ella.
–Eres la mamá de Aiden –dije –La, la bruja de Evan y...
–¿Por qué sabes tantas cosas de mí mientras yo no sé nada de ti? –su voz era neutral, autoritaria y sin emociones.
Aparté la mirada, me intimidaba un poco su mirada, esa es la verdad.
–So, soy Mitsuki Ross, nos vimos una vez, cuando llevé a Rory a casa de Victoria el día que se perdió –expliqué y me arme de valor para mirarla nuevamente –Estabas con Evan ese día.
Ella entrecerró los ojos un instante, parecía estar analizandome o quizás recordando ese día; al final solo asintió.
–¿Por qué estoy aquí? –pregunté.
–Porque vi lo que eres.
"Oh no"
–¿Vas a... matarme?
Ella reclinó la cabeza a un lado y arqueó una ceja. Sus pocas expresiones lograban ponerme un tanto nerviosa.
–¿Me darás motivos para que lo haga? –no supe que responder a eso y ella acabó por suspirar antes de continuar –Eres una de esas extrañas criaturas que salió del foso, es obvio, pero por alguna razón no intentas hacer el mal. Tuviste la oportunidad de acabar con Aiden y los otros en ese lugar, sin embargo te empeñaste en protegerlos, incluso cuando Tessa te utilizó, tu pudiste hacerle daño pero... ¿Por qué no lo hiciste?
–Porque no es mi enemiga –respondí de inmediato –Ella solo quería ver a su mamá y Elizabeth la manipuló.
Amy vino hasta mí y se detuvo a tan solo tres pasos de distancia.
–Puedo ver que hay algo distinto en ti, no actúas como tus hermanos. Te ves más... limpia.
–¿Limpia?
–No pareces llevar el mismo odio que esos sujetos. Ellos heredaron tal deseo de destrucción por parte de Dominic, pero tú estás limpia de todo ello.
–Entonces... –miré a mi alrededor –¿Por qué estoy aquí.
–Moriste –respondió sin más y la miré de inmediato mientras escupí un "¡¿Qué?!" Desesperado –Al parecer no sabes utilizar tus habilidades. Dominic te heredó sus campos de fuerza pero tú no sabes usarlos y recibiste el impacto de varias estacas en tu cuerpo.
En ese momento recordé aquella pelea contra Elizabeth y me llevé la mano al pecho recordando la horrible sensación de haber sido apuñalada por madera.
–Quise hablar contigo a solas, quitarme la duda de que no eres peligrosa antes de avisarles a los demás que habías perdido una de tus vidas, pero despertaste más rápido de lo que creí. Así que si quieres iré a...
Ella se volvió hacia la puerta para marcharse pero me apresure a ponerme de pie e intentar alcanzarla.
–¡Amy alto! –la llamé y giró nuevamente a verme –Por favor no les digas que morí.
–¿Qué?
–Por favor... –me puse de pie, rodeé la silla estando de frente a la puerta y lleve ambas manos al centro de mi pecho –Te pido que no le digas nada a nadie.
Sus ojos se entrecerraron, sabía que dudaba de mí pero no parecía verme como a un enemigo.
–Bien, si eso es lo que quieres entonces nadie lo sabrá –concluyó –Tómalo como una deuda saldada por haber salvado a mi hijo.
Asentí con firmeza y en ese preciso instante la puerta se abrió de par en par, el sonido estrepitoso rebotó en cada esquina y me paralicé de la sorpresa al ver a Elián. Su expresión de preocupación era notable y apenas puso sus ojos en mí se acercó corriendo.
Pasó junto a Amy, literalmente la había ignorado pero puedo jurar que por un mínimo instante sus miradas se cruzaron. Amy abrió los ojos con sorpresa y no llegué a ver la expresión de Elián porque enseguida sus brazos me rodearon en un fuerte abrazo.
–Estas bien –dijo –Estas viva.
Aún no sabía cómo reaccionar, apenas moví las manos para abrazarlo sin saber qué decir o sentir exactamente. Nunca antes vi a Elián tan preocupado por mí y el hecho de que me abrazara me había dejado completamente en shock.
Observé más allá de su hombro y me percaté de que Amy se había ido. No sé porqué me sentí mal por ello y aparté a Elián de mí lentamente.
–E, estoy bien –le dije –Nada malo me ocurrió.
–¿Estás segura? ¿Tus vidas...?
–Siguen completas –lo interrumpí de inmediato –Solo me desmayé. Amy dijo que sólo quería averiguar cuál era mi naturaleza.
Al pronunciar aquel nombre noté como Elián apartó la mirada. Me mordí el cachete interno antes de acariciarle la mejilla y hacer que sus ojos azules se fijarán en mí nuevamente.
–¿Por qué la ignoraste?
–Tú estabas...
–Sabes que estoy bien y no creo que haya sido correcto hacer eso.
–Lo sé –Elián volvió a apartar la mirada nuevamente –¿Pero qué podía decirle? Se supone que estuve muerto por más de dieciocho años, no tengo el derecho de si quiera mirarla a la cara ahora.
Resoplé cansada y apoyé mi frente en su hombro.
–Tarde o temprano tendrás que enfrentarte a ella y hablar de lo ocurrido.
****
El arrepentimiento invadía completamente a Tessa, no podía si quiera ver a los ojos de su padre que con cariño la contenía. Ella sentía una enorme culpa por todo lo sucedido a tal punto que sus palabras no llegaban a expresar todo lo que sentía.
–Solo quería ver a mamá –murmuró con enorme tristeza –Solo quería verla una vez... Quería pedirle perdón.
–¿Tess, por qué harías eso? Tú no le haz hecho nada malo –le dijo su padre abrazándola, ambos estaban sentados delante de un escritorio en la oficina principal de la sede de cazadores.
Habían sido traídos aquí junto con los demás participantes de la pelea contra Elizabeth, luego de que todo acabara.
Evan guardaba silencio parado en una esquina de la habitación, pensando en qué estaría ocurriendo allí donde se encontraban Miku, Elián y Amy, mientras que Aiden ocupaba un asiento apartado de todos, observando de vez en cuando a Tessa.
Aiden estaba tan confundido como apenado por la situación, había hecho todo lo posible por apartar a Tessa de cualquier peligro que implicará su vida sobrenatural así como intentó hacerlo con Miku, pero sin darse cuenta ellas habían ingresado a tal mundo mucho antes de que pudiera hacer algo para evitarlo. Había fracasado en su intento de protegerlas y ahora sentía culpa por ello ¿Cómo no pudo darse cuenta antes?
–Yo la mate –sollozó la muchacha de cabellos dorados –No debí nacer y ella aún estaría aquí contigo.
–Tess, no es así...
–¡Tú ya no eres feliz papá! Por mi culpa te alejaste de tus amigos y perdiste a tu novia. –abrumada por la tristeza trató de manera desesperada en limpiarse las lágrimas que seguían cayendo –Solo quería volver a darle vida para que seas feliz otra vez.
–¿De qué hablas? Yo soy feliz contigo Tess, claro que amo aa tu mamá pero ella me ha dado el mejor regalo del mundo y esa eres tú, no podría pedir más.
–No podrías revivirla –exclamó Evan con un tono frío y decidido, eso llamó la atención de todos los presentes –Tu madre está muerta hace mucho tiempo y solo se puede traer a la vida aquellas almas que aún pertenecen al limbo, si ella no está ahí sería imposible. Lu de seguro está en uno de los límites o casi límites, si así fuera el caso necesitarías la ayuda de un ángel o demonio para traerla, son los únicos capaces de lograrlo, y déjame decirte algo –Evan se cruzó de brazos y la miró fijamente –Ellos ya no existen, los últimos fueron Dominic y su hermana quién fue la que trajo de vuelta a Lucian de su casi cielo, pero ahora están muertos.
–¿Cómo sabes que Dominic es un demonio, papá? –le preguntó Aiden y Evan se volvió hacia él.
–Con los años investigué todo lo que pude acerca de ellos y su origen. Pensaba decírselos a todos cuando tuviese la oportunidad de reunirnos pero fue casi imposible. Verás, Dominic siempre hablaba de que quería ser un dios y de que era el creador de todos nosotros, pero la historia dice que las brujas descienden de angeles y los vampiros tanto como ghoul, entre otros seres, vienen de demonios, es así como comprendí que él hablaba de habernos creado por ser uno de los primeros seres oscuros que habitó en este mundo.
«Sin embargo la historia cuenta leyendas acerca de ángeles que lucharon contra demonios y que unos a otros se asesinaron hasta que sus razas casi se extinguieron, sin embargo siete demonios conservaron la vida bajo la promesa de que no volvería a la batalla, no obstante uno de ellos, Dominic obviamente, se reveló ante tal mandato y acabó con los angeles restantes, que de seguro no eran muchos y por eso ganó. Pero en vez de compartir la victoria con sus hermanos los asesinó a ellos también deseando ser el único ser poderoso para dominar a todos los mortales y que lo veneren como a un Dios. No obstante olvidó que las brujas poseen poder celestial y que Amy es quien más poder acumulaba así que intentó enfrentarse a ella y a todos nosotros pero perdió gracias a la ayuda de su hermana Erix quien si no llegaba a darle un punto débil de seguro podíamos haber perdido.
El silencio se mantuvo en toda la habitación hasta que Erick se aclaró la garganta y llevó ambas manos a su cabeza.
–Había pasado tanto tiempo qué olvidé lo que es vivir entre ustedes; siempre hay mucha información que asimilar.
–¿Quieres decir qué ahora que Dominic y sus hermanos ya no están mi mamá es el ser más poderoso existente?
Evan observó a Aiden un momento y luego apartó la mirada, si pensaba en esa conclusión se le ponían los vellos de punta pues por alguna razón sentía que eso no era del todo bueno.
–Sí, eso parece. A menos que Dominic vuelva o mágicamente los angeles revivan, Amy es el ser más poderoso que hay ya que su magia va más allá de lo que una bruja convencional posee.
En ese preciso instante las puertas de roble se abrieron sin que nadie las tocará y Amy ingresó a paso decidido con una expresión calculada como si por el momento nada la sacará de su estado serio. Observó a todos en la sala y pudo percibir el temor en la muchacha rubia que fue abrazada disimuladamente por Erick como si quisiera protegerla.
–Tu hija casi mata a mi hijo.
–Fue un accidente...
–E intentó revivir con magia negra a una bruja malvada.
–¡No lo sabía! –gritó Tessa apartándose de su padre –Juro que no lo sabía, ella había dicho que sí la ayudaba mi madre iba a volver y...
–Ella está muerta, acéptalo –la interrumpió con autoridad.
–Mamá –la llamó Aiden pidiéndole con la mirada que sea más sutil.
Amy volvió su atención a Tessa y contempló como la muchacha lloraba cabizbaja, por un instante se vio reflejada en ella, vio a la Amy de hace años, débil, vulnerable y fácil de manipular por sus emociones.
Suspiró resignada, después de todo solo eran unos niños.
–Voy a pasar esto por desapercibido –anunció –Pero si vuelvo a enterarme de que haz puesto en peligro a uno o más miembros de esta comunidad te aseguro que tomaré cartas en el asunto y tu castigo será el correspondiente a tus actos.
Tessa asintió sin poder mirarla a la cara y Erick la abrazó nuevamente sin embargo su mirada estaba puesta en Amy y le dijo "gracias" formulandolo con los labios.
Amy ignoró eso y fue directamente hacia Aiden, se agachó ante él que aún estaba sentado en la silla y tomó su rostro entre ambas manos.
–¿Estás bien? –su hijo asintió, era tan bonito con sus facciones heredadas, su cabello café y aquellos ojos intensamente azules –¿No te duele nada?
Aiden sonrió y se le hacían pequeñas hundiduras a cada lado de las comisuras de su boca. Apoyó su mano izquierda sobre la mano derecha de su madre que aún permanecía en su mejilla dándole un agradable calor.
–Estoy bien mamá, no te preocupes –exclamó con cariño en su voz –Mejor ahora que haz despertado.
Amy se puso de pie y de inmediato lo abrazó.
–Amy, me alegro que hayas vuelto –la llamó Evan una vez que el abrazo acabó.
La bruja de ojos grises se volvió a verlo, ella lucía como la muchacha de veinte años de la cual se enamoró hace mucho tiempo y sin embargo algo dentro suyo había cambiado pero aún no sabían qué.
Ella era tan hermosa que evitar abrazarla o besarla parecía ser el desafío más difícil que Evan tuvo en todo el día.
–Yo también me alegro –respondió vagamente –¿Dónde están Wade y Hedia?
Evan sonrió nervioso.
–Sé que haz dicho que los mantenga aquí para analizar a Hedia y ver que no haya vuelto malvada o algo así, pero te aseguro que está bien, además Wade se la llevó.
–¿Qué?
Evan se encogió de hombros con una expresión de inocencia.
–Te juro que intenté detenerlo pero me dijo algo como "primo, si no te sales de mi camino te romperé la nariz" y la verdad que no tengo ganas de pelear el día de hoy, mucho menos que intenten desfigurarme.
Amy entrecerró los ojos, no sabía si golpear a Evan por ser tan irresponsable o por estar sonriendo con tanta picardía como si nada de esto le pareciera serio.
–Solo te pedí que hagas una cosa Halls, una y no lo hiciste.
El híbrido sonrió arrogante y se mordió la punta de la lengua con el colmillo.
–¿Qué puedo decir? Aún tengo veintidós años, soy un niño.
Amy volteó los ojos en blanco y lo apartó de su camino empujándolo por el hombro. Se acercó a dos cazadores que custodiaban la entrada a la oficina y estuvo por darles la orden de ir en busca de Hedia cuando Aiden habló.
–Mamá ¿Dónde está Miku? ¿Ella está bien?
–Lo está, Elián... –decir aquello último le apretó el estómago –Está con ella, pronto vendrán.
Y sin más salió de la habitación ignorando a los guardias.
–¿A dónde vas? –le preguntó su híbrido.
–Iré a analizar a Hedia antes de que ocurra algo más.
****
Hedia caminó por la sala de aquel departamento donde Wade vivía, no encontró fotografías o diplomas, solo típicos muebles de un hogar, era como si nada hubiese cambiado desde el día que se fue y eso la traía un tanto intranquila.
–¿Quieres algo de beber? –le preguntó Wade saliendo de la cocina.
Hedia se volvió a verlo, estaba un poco despeinada y traía puesta la camiseta de Wade que le cubría hasta por un milímetro debajo del trasero. Después de lo ocurrido él la había traído hasta aquí y dejo que se bañara, también le dejo algunas prendas de vestir pero ella solo tomo la ropa interior y la camiseta.
–¿No tienes frío así?
Ella negó.
–Wade...
El pelinegro se acercó a ella para tomar su bonito rostro entre sus manos.
–¿Qué ocurre?
La morena corrió la mirada.
–Morí hace más de dieciocho años.
Wade asintió, no tenía ganas de hablar de algo así pero dado las circunstancias no le quedaba de otra.
Acomodó algunos cabellos rebeldes detrás de la oreja de Hedia y ella volvió a mirarlo con aquellos hermosos ojos cafés de largas pestañas que jamás pudo olvidar.
–¿Y en todo ese tiempo qué a pasado contigo? Es decir, vives aquí pero... no veo nada diferente, no hay fotografías con nuestros amigos, diplomas, contratos, algo.
Wade suspiró.
–Tienes razón, no hay nada de eso porque no lo quería.
Los ojos dorados de Wade parecían brillar con intensidad al contemplarla.
–Hedia, desde el día que te fuiste mi vida fue un infierno. Aunque lo intentará no lograba seguir mi vida sin ti, cada vez que cerraba los ojos pensaba en ti, cada vez que dormía recordaba aquel momento como una tortura sin fin.
«Llegue a desear morir pero no pude hacerlo porque cada año intentaba salir adelante ya que de algún modo sentía que tú así lo querrías, y sin embargo fracasaba.
–Wade –la morena deslizó sus manos hasta las mejillas de su amado y sonrió cálidamente.
–No podía lograr un mundo sin ti –apoyó su frente contra la de ella –Una vez tú me dijiste que cuando no estés yo te iba a extrañar, pero nunca me dijiste que iba a doler y que duraría tanto tiempo.
Inmediatamente la muchacha lo besó y él la rodeó con sus brazos, sentir su piel y las curvas de su figura parecían ser parte de su imaginación. Por momentos era como si todo fuese irreal.
–Ahora estoy aquí contigo y no volveré a dejarte jamás.
Wade tomó el rostro de Hedia entre sus manos y le acarició las mejillas con los pulgares mientras la contemplaba con admiración.
Era la mujer más hermosa que había visto en toda su vida y la única que había logrado robarle el corazón.
–Hedia, cásate conmigo.
La muchacha sonrió enternecida.
–Puedo jurar que esto ya me lo haz dicho antes.
Y de pronto Wade se agachó ante ella con una rodilla en el suelo, le tomó las manos a su novia y ella se ruborizó de inmediato ya que era la primera vez que él le pedía matrimonio de ese modo.
–Hedia Martín, quiero que seas la madre de mis hijos, la mujer de mi vida y mi motivo a ser cada día mejor... Quiero pasar el resto de mi inmortalidad a tu lado, así que ¿Te quieres casar conmigo?
La morena asintió de inmediato.
–Claro que quiero, por supuesto que quiero.
Wade asintió emocionado, se puso de pie y la besó sin pensarlo. Hedia le rodeó el cuello con los brazos y él deslizó sus manos hasta sus caderas para luego tomarla por debajo de los glúteos y levantarla hasta su cintura. La llevó hasta una pared donde la acorraló sin dejar de besarse apasionadamente mientras la joven batallaba con quitarle la camiseta a tropezones.
****
Miku POV.
Varias cosas ocurrieron a partir de la resurrección de Hedia quien resultó ser miembro del grupo de amigos que Amy posee. Me enteré que es hermana mayor de Erick el padre de Tessa y eso obviamente llevó a que me enteré que Erick formó parte del mundo sobrenatural en el que vivimos ahora, también supe que es novia de Wade que se supone es abuelo de Thomas y a decir verdad eso me sorprendió bastante.
Pero supongo que la sorpresa de los demás fue aún mayor cuando se enteraron que su amiga estaba viva, Aiden me contó que todo el mundo festejo su reencuentro aunque no estuve en presencia de ello porque no quería molestar, después de todo soy una desconocida y Elián, que fue miembro de su pequeño grupo, no ha querido salir de la habitación del hotel en todo este tiempo y creo que es por Amy.
Claro, Elián no ve a Amy desde aquel día en la sede de cazadores y algo me dice que no se siente listo para volver a verla pero cómo le dije, tarde o temprano deberá hacerlo.
Con respecto a aquel día, me enteré que Tessa fue por poco castigada por Amy y eso da un tanto de miedo ya que esa mujer a veces impone una presencia un tanto escalofriante, así que creo que se la sacó barata. Sin embargo ella tampoco parece salir mucho pues Aiden me contó que fue a verla y su padre Erick le dijo que estaba tan avergonzada por lo ocurrido que no podía siquiera verlo a la cara.
Me siento mal por Aiden, él de verdad parece gustar de Tessa y en verdad lo veo preocupado por ella pero Tessa se niega a verlo ya que cree que la odia, obviamente no es así. Ni siquiera yo la odio y eso que casi muero, pero entendí en el instante que solo lo hizo por su madre, así que supuse que si esa fuera mi situación también hubiese hecho lo que sea para verla si quiera una vez.
La puerta de mi habitación se abrió de pronto y Elián se quedó bajo el marco de la puerta observandome, no tenía camiseta y parecía recién salido de la ducha. Las sombras del pasillo contrastaban con la luz de mi habitación y marcaban los surcos de sus músculos repartidos prolijamente por su cuerpo; no era musculoso de forma exagerada solo bien entrenado y me gustaba la forma en cómo se le marcaban unas líneas en forma de V a la altura de la pelvis.
Rápidamente me di una cachetada mental.
–¿Qué haces aquí? –pregunté bajando mi mirada un instante al notar la línea de la cintura de sus boxers sobresaliendo del pantalón. Aparté la mirada.
–Aiden me envió un mensaje, sobre una fiesta.
–¿Fiesta?
–¿No te informo?
Tomé mi teléfono celular de la mesita de noche junto a mi cama. Observé que en la pantalla había una notificación de mensajes de texto pero no lo había oído porque le baje el volumen al móvil.
–Es cierto –murmuré y abrí el mensaje.
"Hola Miku ¿Cómo estás? Sabes quería contarte que Wade organizó una fiesta para esta noche y quería saber si quieres venir, obviamente mi papá está invitado pero tendrás que convencerlo porque no soy bueno para persuadir a los demás."
Me reí.
–Bien, iremos –dije a su vez lo escribía.
–No.
Alcé mi mirada y la dirigí de inmediato al vampiro delante mío. De su cabello húmedo caían gotas de agua que chocaban contra su piel blanca y se deslizaban lentamente.
–Iremos.
–No.
–Elián, vamos a ir, tu amiga resucitó y...
Él se cruzó de brazos.
–¿Y quién dijo que es mi amiga?
Puse los ojos en blanco.
–¿En serio te vas a comportar como un niño? Sabes que tarde o temprano la volverás a ver, no puedes simplemente fingir que nada paso y esfurmarte de nuevo.
Elián volvió su atención a mí. Sus ojos azules eran realmente atractivos, tenían como una especie de magnetismo que aumentaba con sus expresiones.
–Podría intentarlo.
–Elián...
El vampiro ingresó a mi habitación y se sentó en mi cama, me había tomado tan desprevenida que al verlo cerca mi corazón se aceleró.
–Miku no quiero ir, no estoy listo.
Me mordí el cachete interno pensando que decir y luego junte valor para acercarme a él y apoyar mi mano sobre la suya.
–¿Y cuando lo estarás? –le pregunté. Quite mis cobijas y me senté en posición de indio a su lado –Mira Elián, no voy a obligarte a hacer algo que no quieres pero, debes entender que Amy merece una explicación y sé que te cuesta, sé que debe ser difícil verla a la cara pero... ¿No crees que es injusto? Ella te perdió hace dieciocho años y tú apareces como si nada para ayudarla y luego simplemente ignorarla.
Mi amigo vampiro bajo la mirada al suelo y resopló derrotado.
–Tienes razón –susurró –Pero no sé qué decir, ni siquiera sé cómo podré mirarla a la cara –levantó la cabeza y me observó por sobre su hombro –¿Qué debo hacer, Miku?
Le sonreí y apoyé mi mano en su hombro, su piel desnuda era suave y cálida, nada parecido a lo que se cree de los vampiros y su piel helada.
–Pues improvisar, no puedes hacer una tarjeta de ayuda porque no es una entrevista a la que irás, sino que verás a Amy y tendrás que animarte a decirle lo que sientes y porqué lo haz hecho. No te prometo que las cosas salgan bien pero, será un pequeño paso y debes animarte a darlo –me gustaba la forma en cómo la luz iluminaba su rostro y como las leves ojeras violáceos le daban a sus ojos aquel aura oscura que lo hacía ver peligroso –Después de todo eres el vampiro más rudo que he conocido.
Elián sonrió ante mi broma. Su sonrisa era preciosa y sincera cuando no se trataba de sarcasmo o burla.
–Eres pésima para los chistes, pero muy buena para alentar a los demás... –noté como por un instante sus ojos se posaron en mis labios e hizo acelerar mi corazón, sin embargo su atención no duró mucho pues bajo la mirada a mi cuello –Pero aún así no iré.
–¿Qué? Elián...
–No quiero hacerlo –me interrumpió. Su sonrisa inocente se había desvanecido y ahora su semblante era serio –Dijiste que no podrías obligarme, así que no intentes persuadirme porque no iré.
Me mordí el labio inferior y asentí cabizbaja. Era muy difícil convencerlo pero supuse que con el tiempo ellos dos llegarían a verse una vez más.
–¿Quieres hablarlo?
Elián negó y se puso de pie.
–Tengo hambre así que me voy a... –y ya se estaba alejando de mí cuando se volvió a verme –Recordé que no traje las suficiente provisiones... ¿Te molestaría si te...?
Me llevé una mano al cuello. Podría decirle que no pero la verdad era que últimamente no me desagradaba el hecho de que bebiera mi sangre.
–Hazlo.
–¿Estás segura?
–¿Tengo que firmar algún contrato? –me reí y aparté la liga de mi blusa –Solo hazlo, tonto.
Elián sonrió pero ya no era la sonrisa tierna de antes sino una más sádica y sin embargo no dejaba de ser hermosa. Se sentó nuevamente a mi lado, me tomó con su mano derecha por la nuca para acercarme a él y su mano izquierda la puso en mi cintura.
Al momento de acercarse a mí no pude dejar de mirar su torso desnudo y lo hermoso que era su ser completamente sin embargo luche por apartar decenas de pensamiento impuros que venían a mí y solo concentrarme en algún campo de flores imaginario.
Sentí su aliento suave rozarme antes de que sus labios tocaran mi piel y me causará escalofríos, después el filo de sus dientes me hizo apretar las sábanas entre mis dedos hasta que sentí como atravesó mi piel y solté un gemido de dolor.
Me mordí el labio inferior con fuerza pero eso no parecía ser suficiente para dejar de pensar en el dolor de su mordida, así que apoyé mi mano izquierda en su pectoral derecho y sentí los latidos rápidos de su corazón.
Aparté rápidamente a Elián de mí, él me veía un tanto confundido pero no dijo nada. Lo miré a los ojos y luego a su boca de dónde se deslizaba una fina gota de sangre, mi sangre y sin embargo no me pareció algo malo, todo lo contrario, me gustó.
"¡Bésame!" Gritó mi conciencia y fue entonces cuando lo entendí, Elián me gustaba.
–Me duele –dije y baje la mirada a mis piernas por un instante, observé el borde de mi blusa y sin pensar me la quité. Al volver a alzar la mirada Elián me contemplaba con asombro –Hazlo en otra parte, por favor.
Elián trago saliva y asintió una sola vez, me empujó con los dedos y caí de espaldas a la cama. Mi respiración era acelerada y mi corazón un desastre de latidos alterados. En ese momento el vampiro se colocó sobre mí, apoyó ambas manos a cada lado de mi rostro mientras yo lo veía embobada, estaba tan cerca y solo podía pensar en que su cuerpo era hermoso, su rostro también, todo en él lo era.
Puedo jurar que vi una pequeña sonrisa en sus labios antes de que me tomara por la barbilla e hiciera que apartara la mirada al techo.
Noté de reojo como acortó la distancia entre los dos, su pierna izquierda estuvo entre las mías mías haciendo que me corra una electricidad por todo mi ser, luego sentí la caricia de sus labios sobre mi pecho, a solo milímetros de las copa del sostén que traía puesto y sin pensarlo me mordió.
Nunca antes había sentido una sensación cómo está, odiaba el dolor que me producía su mordida pero amaba que sea él quien me mordiera.
–Elián te...
Y de pronto alguien tocó el timbre, Elián se apartó de inmediato y observó la puerta detrás suyo.
"Maldita sea"
–Creo que iré a ver quién es –murmuró, pude notar que estaba agitado y de algún modo trataba de actuar calmado como si hubiese caído en cuenta de lo que hacía –Lo, lo siento.
Se apartó rápidamente de mí y salió de la habitación casi sin mirarme, no obstante pude notar aquella expresión apenada como si hubiese cometido un crímen y entristecí.
Comprendo al fin que no importa cuanto haga él no quiere olvidarla y no puedo hacer nada para cambiarlo.