Luego del momento algo incómodo que creo Carla, las mejores amigas se fueron al área de deportes, ya que el profesor tiene preparado una evaluación.
Andrea tenía en mente a Carla y su nueva compañera, Gabriela.
La chica es un amor de persona, eso lo sabe casi todo el instituto, amable, cariñosa, es todo lo que está bien, pero, tiene un hermano que hace que su reputación caiga a subsuelo, aunque ella no tenga la culpa.
Gael Ortega, un chico popular en el instituto que estudia con Andrea y Samantha, mujeriego, acosador, fiestero, el típico chico malo. Le fascina probar carne nueva, lo ha demostrado con muchas chicas en ese colegio, hay un montón de adolescentes que ha pasado al menos una noche con el y la lista es larga.
Ahora pensando en todo esto, Andrea y Sam tienen miedo de que el chico se acerque a Carla y ella caiga en sus redes la cual puede salir lastimada y eso Sam no lo va a permitir.
Andrea no quiere ilusionarse y se regaña mentalmente, lleva dos días conociéndola y ya la quiere proteger.
Por otra parte, está el pequeño inconveniente de que ella es intersexual y la mayoría de personas que saben, la desprecian y se meten con ella, diciéndole cualquier comentario ofensivo que le haga daño. No quiere imaginarse la reacción que tendrá Carla al enterarse y eso le asusta más de lo que debería.
— ¡Despierta! — Andrea estaba sumergida es sus pensamientos que no escuchó los llamados que le hacían hasta que su amiga le gritó.
— ¿Qué pasó? — sus compañeros comenzaron a reír y algunos la miran con asco alejándose más lejos de ella.
— Señorita Gómez, espero que haya aterrizado en su mundo y empiece a prestar atención — comenta el profesor un poco molesto mientras observa su carpeta repasando los nombres de sus alumnos que están presente en el campo.
— Lo siento...
— ¡Bien, no tengo ganas de nada así que están de suerte! ¡Vamos a dividir el grupo para armar un juego de fútbol, el ganador obtendrá 10 puntos en deportes y el perdedor 5 puntos! ¿De acuerdo? — el hombre ignora e interrumpe la disculpa que iba a decir.
— Me ignoró — le dice a Sam.
— Así como el dicho que dice: "El exceso de alcohol es perjudicial para la salud" — Andrea rueda los ojos mientras que su amiga sonríe.
El profesor ordenó una fila de forma horizontal y comenzó a formar los dos equipos para comenzar con el partido, ya que tenía una importante salida con una chica muy joven y linda. Y momentos como esos no los desaprovecha, y menos cuando tiene la oportunidad de estar con una mujer linda, joven y con buen cuerpo, lo contrario de su esposa.
— Perdón por llegar tarde, no sabía que teníamos evaluación.
— Señor Gael. Llega tarde — el profesor se acerca hasta él con esa mirada que logra intimidar.
— Lo siento, no sabía que había examen de deporte profesor y estaba en la biblioteca buscando unos apuntes para el examen de química — mentira, estaba escuchando los rumores de la nueva alumna que ingresó — No volverá a suceder.
— Ahorre sus mentiras para otra ocasión y que no sea en mi clase señor Gael — por un momento Andrea pensó que se la había creído — última oportunidad — señala a Gael y este asiente.
El profesor le explicó la evaluación y le indicó el equipo en el que estará la cual algunas compañeras de Andrea suspiraron y se alegraron al saber que estará en su equipo mientras que los que jugaran con Andrea estaban maldiciendo su suerte; la cual ella no le importa y al profesor menos, por eso se tiene que quedar callados sin decir nada o si no, tendrán una mala nota.
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— Carla, vamos al campo de deportes, quiero ver a mi hermano jugar y así te lo presento de una vez — Gabriela está tan cegada que los comentarios malos de algunas personas sobre su hermano le importaban poco, piensa que es envidia y Gael se porta como un angelito delante de ella, pero cuando no están juntos es otra persona.
— No sé... No me gusta mucho el deporte — recuerda las palabras Sam, aunque se molestó porque entendió que su prima no quería que se juntara con la chica, la cual se había enterado de que su círculo social es nulo, nadie quería acercarse a ella y menos siendo hermana de Gael, su debilidad.
— Por favor ¿Sí? — hace un puchero — vamos, no te vas a arrepentir — vuelve a hacer otro puchero que logra convencerla y ambas comenzaron a caminar hacia el área de deportes del colegio.
Las chicas apenas llegan suben a las gradas para tomar asiento y ver a los alumnos del último año jugar en el campo de futbol.
Carla identifica a su prima a lo lejos que está hablando con una chica y también fija su mirada en Andrea; que se acerca a ellas tratando de colocarse la camisa de deportes y la castaña no puede evitar mirar el abdomen plano, trabajado y el top de color negro que cubre sus pechos.
— ¿Por qué estás roja? — la voz de Gabriela hace que deje de mirar hacia el campo, no había notado el arder de sus mejillas.
— Seguro es el calor... — no entendió el porqué de su reacción al mirar a Andrea.
— Seguro viste a un chico musculoso — no era del todo mentira, solo que esta vez no es un chico. Aun así, su rostro sigue rojo.
— No para nada — hace que Gabriela ruede los ojos.
— Aquí hay chicos guapos, pero todos son unos idiotas. Este colegio es de puro, chicas y chicos populares que se reúnen a fiestas, cambian de novios, aquel grupito es de zorras la otra de perras y así pasa igual con los chicos. La típica competencia de quien es el mejor — lo había notado y su prima también le comentó algo sobre el instituto cuando le pregunto, ya que quería saber en donde estudiaría — De acuerdo. Ves a ese chico que está allá — señala un chico de cabello negro, alto y con buen cuerpo. Era lo que podía identificar debido a la distancia — Es mi hermano.
Carla no pudo evitar comparar la altura del chico con Andrea, estaban cerca y al parecer le decía algo a la rubia. Y apenas observa a la rubia, le llega a la mente el abdomen que se carga la amiga de su prima y vuelve a sonrojarse.
El partido comenzó, Gabriela no dejaba de hacerle porra a su hermano.Carla no se había dado cuenta de que hay alumnas en las gradas también espectadoras en busca de recrear la vista con el uniforme de los chicos y sus músculos a la vista. Lo que más les gustaban era cuando goleaban y se quitaban la camisa haciendo que gritaran de emoción al ver los músculos de ellos como si fuera una obra de arte con muchas ganas de tocarlos y otras presumiendo que si lo pueden tocar.
Andrea juega muy bien, al igual que Sam, ambas se mueven junto a algunos chicos y chicas que intentan marcarla, pero ella hace una maniobra que los deja debilitados y le da la oportunidad a ella de poder moverse libremente con la pelota.
— Andrea está malditamente buena.
— ¿Qué se sentirá gemir el nombre de Andrea?
— Lástima que ella sea así y tenga ese inconveniente.
Carla escuchó claramente los comentarios de las chicas que están atrás de ella.Al parecer el secreto de algunas es el "Sexo de amigas en el baño del colegio y eso le encanta a los chicos"
— Sí que son fans de la señorita Gómez — escucha a Gabriela y la castaña decidida, pregunta:
— Al parecer. Gabriela, una de ellas dijo que es una lástima que ella tenga ese problema ¿A qué se refería? — le pregunta con voz baja, ya que no quiere que esas chicas la escuchen y le digan chismosa.
— No... No sé en verdad — Gabriela sabe la condición de Andrea y apenas escuchó la pregunta no pudo evitar ponerse nerviosa.
Es un tema delicado la cual no comparte el mismo criterio de muchos de los alumnos y eso lo mantiene en secreto por seguridad. Sabe que su hermano la odiaría si se entera de que le agrada Andrea como amiga.
Carla no insistió más y se concentró en el partido la cual, el equipo de su prima está ganando 2 a 1. Luego de unos minutos de descansos había comenzado el segundo tiempo y había observado un gol de Andrea que hizo sonreír a Carla, ya que su prima se montó en la espalda de su amiga dándole muchos besos en la mejilla. Pero también frunce el entrecejo al darse cuenta de que Sam es la única que celebra con ella.
El partido finalizó dando el resultado de 3 a 2 a favor del equipo de su prima. Carla quería ir a felicitarla peor Gabriela le interrumpe.
— ¡Ven, te presentaré a mi hermano! — la chica agarra la mano de la castaña y se adentraron al campo observando como Gael se le acerca muy enojado.
— ¡No puedo creer que el equipo del fenómeno me haya ganado! — comenta mirando a su hermana y hace que entrecejo de Carla se arrugue.
"¿Fenómeno?". Piensa ella.
— Ya está bien, solo fue un partido, no es para tanto Gael.
— ¡Si es para tanto Gabi! Ese partido era una evaluación, el ganador se lleva 10 puntos y el perdedor 5 en deportes. ¡Cómo la odio!
— No... No le digas así — nerviosa comenta y decide hablar rápido antes de que su hermano se enoje— te presentó a una compañera, ella es nueva.
Estaba tan enojado que no se dio cuenta de la presencia de la castaña que al mirarla disminuyó cualquier rastro de molestia y sonríe con la típica sonrisa coqueta.
— Un placer, preciosa — agarra la mano derecha de la castaña y le otorga un beso — mi nombre es Gael, ¿Cómo te llamo? ¿Lindura? ¿Bombón?
— Me llamo Carla y prefiero que me llames así... — no le gustó como la llamó y sintió horrible. Ahora puede que entienda el porqué de la advertencia de su prima.
— ¿Eres nueva en la ciudad preciosa? Puede darte un tour por los mejores lugares y luego nos vamos a una disco que te encantará, sirven el mejor coctel de los ángeles — Gabriela comenzó a ponerse incómoda y Carla está asqueada y desea salir de este lugar pronto.
— Mi nombre es Carla — el chico sonríe. Le encantan las chicas que se hacen la difícil, según él, hace que caigan en sus redes rápidamente y Carla no será la excepción.
— De acuerdo Carla — sonríe — no molesto más, por ahora — vuelve a sonreír — nos vemos hermanita, adiós Carla — el chico comenzó a caminar hacia el lado contrario del colegio dejando a solas a la castaña y a Gabriela, ambas incómodas por el momento que les hizo pasar Gael.
Las horas habían pasado volando y Carla comenzó a caminar a la salida junto con Gabriela y mientras intentaban esquivar algunos estudiantes, Gael de nuevo hace acto de presencia y hace que las chicas detengan su caminar.
— Gabi, vámonos — su hermana asiente a lo que dijo — ¿Te llevo a tu saca preciosa? — ella iba a responder, pero...
— Lo siento Gael, pero ella viene conmigo — la castaña escucha la voz de Andrea, atrás de ella, la cual le sorprende por el tono de voz. Sonó molesta.
Su prima llega junto a la rubia con la misma expresión, mientras que Gael observa fijamente a Andrea y cierra los puños con fuerza creando un momento de tensión entre ellos.
— Gracias por tu oferta Gael, pero "mi prima" viene conmigo. Así que vámonos Carla — ella asiente y le hace caso como si fuera una niña regañada por su madre o padre.
Ambas se fueron dejando a Andrea junto a Gael.