Los libros permanecían perfectamente acomodados por orden alfabético descansando sobre la madera del estante, el aroma a nuevo y libros reinaba en la habitación, relajando sus músculos.
Al centro de la habitación la figura impecable e imponente del único heredero del imperio Park revisaba minuciosamente cada renglón que estaba impreso sobre el papel blanco que contenía el próximo proyecto de su compañía.
Dos toques a la puerta fueron necesarios para que esta fuera abierta revelando a su asistente.
Un beta de veinte ocho años, pelo negro y pulcramente peinado hacia un lado, traje azul marino y zapatos negros.
—Señor. —El joven beta hizo una reverencia adentrándose a la habitación.
—¿Ocurre algo?— la voz fría y sin humor del omega resonó en el interior sin dejar los papeles que estaba leyendo.
—El señor Jeon lo busca, desea hablar con usted. —Informó el beta.
—Has lo pasar. — respondió él, con rapidez y elegancia plasmó su firma sobre la línea que permanecía al final de la hoja y donde su nombre yacía en la espera de ser firmado.
No tenía tiempo que perder, los próximos meses serían aún más pesados en la empresa y los negocios tanto dentro como fuera del país, sus estudios y el viaje al extranjero estaba a la vuelta de la esquina, por lo que debía poner todo en orden antes de que su padre se hiciera cargo de sus negocios y todo se complicara.
—¿Puedo pasar? — la voz ya conocida de su 'prometido' le aviso que ya no estaba sólo, estampó la última firma sobre la hoja e inmediatamente alzó la mirada.
El alfa frente a él vestía un traje exactamente como el suyo; camisa blanca, pantalanes y saco negro.
Formalidad ante todo.
—Adelante. — permitió colocando los papeles dentro de la carpeta azúl marino con el logo de la empresa.
Al lado del alfa su asistente permanecía en la espera de su siguiente orden.
—Suho encargate de entregar personalmente estos documentos.— ordenó al beta que inmediatamente se retiró de la habitación con una reverencia.
—¿Estas muy ocupado? — preguntó el alfa sentándose en el sillón frente a él.
—Un poco, si. ¿Ocurre algo importante? — Jimin se acomodó el saco y buscó una mejor posición en su silla.
El aroma a enojo del alfa llego a sus sentidos olfativos informándole que Jungkook estaba a punto de explotar.
—Mi visita no es por cortesía.— esperó el alfa recargándose sobre el respaldo del sillón, lo miró cruzar sus piernas mientras desabrochaba dos botones del saco.
—Ve al grano. — Él tampoco estaba de humor para soportar al alfa de esa manera en su propia oficina.
—En fin, mi padre hablo con el tuyo para acordar la fecha de nuestro matrimonio. — le informo el alfa cruzando los brazos sobre su pecho.
—¿En que quedaron? — Odiaba la situación, sus padres siempre metiéndose en su vida como si fueran dueños de ella.
Odiaba que lo hicieran.
Odiaba que ellos tuvieran tuvieran razón y que siempre terminara por hacer lo que ellos decían.
—Les prohíbi intervenir en eso también.— Al menos no esta todo perdido. Pensó Jimin relegando su mandíbula.
—Me parece bien.— concordó mirando la hora en su reloj. Faltaban exactamente veinte minutos para que la reunión con uno de sus socios iniciara, por lo que debía darse prisa.
—El punto es, que todos quieren una fecha ya. Les advertí que es una decisión que nos corresponde a nosotros tomar.
—¿Qué propones? — preguntó revisando la tableta con su agenda guardada ahí..
—Eso depende de si quieres que sea rápido o que tarde un par de meses.
Reviso rápidamente el calendario buscando las fechas que –de alguna manera – fueran accesibles para su agenda.
—No puede ser ahora, tengo viajes y negocios que atender antes de llegar a eso.
—se acomodó los lentes observando un par de fechas que ya estaban ocupadas como todos los años.
—Tambien yo. Tengo un par de días libres en febrero.— informó el alfa.
—No se puede, ese mes es el aniversario de la empresa. — Jimin revisó reclamado ahora las teclas del ordenador.—Puede ser después del aniversario. En marzo ¿Que te parece? — propuso mirando fijamente al alfa que le observaba de igual manera.
— ¿Qué día? — interrogó el alfa sacando de su bolsillo su teléfono móvil.
—Cualquier día, no tengo problema. — aceptó levantándose de su asiento.
—La segunda semana de Marzo.— propuso Jeon levantándose de igual manera que él.
—Me parece bien. Entonces nos casamos en cinco meses veinte días. — confirmó el omega tomando su tablet del escritorio.
—Perfecto. Entonces así será. —El alfa se acercó a la puerta, dispuesto a retirarse de allí.
Dos toques a la puerta fueron los siguientes en ser escuchados mientras esta se abría y de entre ella Suho entró.
—Señor, el señor Wook acaba de llegar.—Informo el beta manteniendo la puerta abierta.
—Si eso es todo. Me retiro.— se disculpo de su prometido.