—Andrew, de verdad no creo que esto haya sido buena idea. —Hablo al teléfono una vez que ya estoy levantada. Es lo primero que hice al abrir los ojos: llamarlo.
—¿De qué hablas, Samantha? Aún te quedan tres meses más.
—Lo sé, y es por eso que te llamé. Quiero que canceles todo.
—Si es sobre el dinero, puedes hablarlo con Shawn y-
—Es que no me siento cómoda haciéndolo. —Confieso. —Hablo en serio. Si quieres no me den ni un centavo, pero no quiero continuar con esto de fingir ser novia de mi mejor amigo.
Escucho como bufa a través del móvil. Se toma unos segundos en silencio y vuelve a hablar.
—¿Que pasó?
—Andrew-
—Sam. —Insiste interrumpiéndome. —Sé que algo pasó, de lo contrario no estarías insistiendo.
Tiene razón. Ya me descubrió.
—Okay, pero no te lo puedo contar así nomas.
—¿Tiene que ver con Shawn?
—Si.
—¿Es muy malo?
—No lo sé, depende de cómo lo veas tú. —Digo simplemente encogiéndome de hombros, a pesar de que él no me pueda ver.
—Te llamo más tarde para ver qué podemos hacer, ¿está bien?
—Está bien, gracias. —Digo sinceramente y cuelgo.
Me levanto del sillón y me estiro. Me doy cuenta que Katie ya se ha levantado y está con su teléfono a la mano.
—Hey. —Digo y me acerco a su cama. Me tiro a su lado y presto atención a la pantalla de su móvil.
—Buenos días, Samy. ¿Dormiste bien?
—¿Si? —Digo confundida. —¿Por qué la pregunta?
—Ya sabes... anoche... —Asiento ante lo que dice. —¿Quieres hablar sobre eso?
—De verdad no es tan importante. Creo que solo estaba exagerando y- —Intento evadir el tema.
—¿Que pasó? —Interrumpe. Me está mirando a los ojos seriamente, lo que significa que tengo que hablar si o si.
Bufo y me acomodo, sentándome con las piernas cruzadas. Recuesto mi cabeza en mis manos y pienso en lo que voy a decir.
—Después de que Chase apareciera, Shawn me llevo a otro lado, ¿recuerdas?
Ella asiente. —Parecía enfadado.
—Lo estaba. —Afirmo. — Me dijo un par de cosas... me dijo que yo le gustaba o algo as-
—¿Te dijo eso? Ósea, ¿de frente? ¿Así como si nada? —Katie parece sorprendida.
—No me lo dijo directamente, pero me dio a entender eso. —Confieso.
—No sé que decir. —Me mira apenada.
—Él siempre fue cariñoso conmigo, pero nunca al punto en el que me diera a entender algo así.
—¿Y ha hecho algo que harían si estuvieran en público mientras solo estaban tú y él?
—Uhm... No creo que lo haya hecho conscientemente.
—¿Qué cosas?
—Una vez intentó besarme, o al menos yo lo recuerdo así. Al final le dije que tenía que irme y al día siguiente todo transcurrió normal, él estaba como si nada hubiera pasado.
—Suena raro.
—Lo sé, y no sé que hacer. Quiero terminar todo esto de una vez por todas. —Digo desesperada.
(...)
Apenas llego a casa, subo las escaleras corriendo y entro a mi habitación.
Esta situación me está matando.
Unos en la puerta me hacen levantarme de la cama, y me veo obligada a atender.
—Hola, linda. —Susan me sonríe y dejo que pase. —¿Te encuentras bien?
—Si, no te preocupes.
—¿Acabas de llegar? Porque preparé macarrones con queso por si tienes hambre.
—Gracias, Susan, pero voy a salir de nuevo. Tengo un proyecto la semana que viene y no he empezado aún. —Miento.
—¿Vas a la casa de una amiga? —Asiento. —Puedo llevarte entonces. Así te ahorras ir a pie.
—Oh, no, estoy bien. Su casa queda cerca, de todas formas. —Sonrío a medias y ella solo asiente.
—De acuerdo. ¿A que hora vuelves?
—No estoy segura, pero yo te llamo. —Digo antes de agarrar una mochila, y tiro un par de cuadernos y mi unos lápices, solo para hacer la pinta de que en verdad iba a estudiar. —Te veo más tarde.
Susan me sonríe delicadamente antes de que yo salga de mi cuarto.
Salgo de casa con mi mochila colgando en mi hombro y apresuro mis pasos hasta llegar a una esquina. Paro un taxi e inmediatamente me meto en él. Cuando llegamos al centro, me bajo y me pongo a caminar.
—¿Sam? —Me detengo en seco y giro la cabeza.
Maldición.
—Hey. —Sonrío a medias, escondiendo mi disgusto por su presencia.
—¿Qué haces por aquí? —Parece sorprendido.
—Creo que yo debería hacerte la misma pregunta.
—Si, tienes razón. —Ríe. —De hecho, tenía la ilusión de que aparecerías por aquí.
—¿Por qué? —Arrugo la frente.
—No lo sé. Quería verte.
—Uhm... bueno, pero tengo que irme. —Ignoro completamente lo que acababa de decirme.
—Oh, vamos, Sam. No vas a dejarme hablando solo como ayer, ¿no?
—Chase, de verás tengo cosas que hacer.
—Solo te pido una cita.
—¿De qué vas? —Digo algo molesta, alzando mi voz. —Tengo novio.
El rubio ríe secamente y da un paso al frente. Se acerca a mi oreja y me toma de la muñeca para pegarme a él.
—Tú y Mendes pueden hacerle creer al resto lo que quieran, pero a mí no me engañan, nena.
Me hago la desentendida y lo miro asustada.
—O haces lo que te digo, o a tu querido noviecito se le arruina la reputación por mentiroso.
—Tengo que irme. —Me libero de su agarre y paso por su lado, golpeándole el hombro.
—Yo ya te advertí, bonita. —Dice.
Sigo mi camino con los brazos cruzados, y sus palabras quedan estancadas en mi cabeza. La he cagado, y bien feo. Desde el momento en el que nos acostamos después de la fiesta en Los Angeles.
No volteo a verlo ya que no quiero que me haga alguna seña u otra cosa. Chase es muy manipulador, o al menos es lo que me ha dado a entender en esta ocasión.
¿Como es que pensé que él podía ser alguien en quien podría confiar?
Cuando estuvimos en la cama aquella noche, todo se sentía tan bien. Su tacto con mi piel, las caricias que dejaba a su paso, la manera en la que me besaba. Todo parecía tan nuevo, como si fuera mi primera vez. La conexión que tuvimos, y las palabras bonitas que me decía al oído. Todo era mágico. Y ahora todo se echaba a perder por su estúpida actitud de patán manipulador.
Doblo en una esquina y doy con el pequeño y acogedor local. El olor a café invade mis fosas nasales y arrugo la nariz. No disfrutaba mucho de su olor, ni tampoco de su sabor.
Diviso a un hombre en la esquina del lugar. Su mirada choca contra la mía y me sonríe.
—¿Como estás? —Se pone de pie y me da un abrazo paternal.
Quiero decirle de una vez lo que ha pasado con Chase, pero él no tiene ni idea de que lo conozco. Si se entera, lo más probable es que se enfade por haber "engañado" a mi "novio", en otras palabras, por haber roto una norma del contrato que claramente decía que no podía involucrarme con alguna otra persona (sea o no conocida) durante el periodo en el que salga con Shawn.
Y hice exactamente lo contrario.
—Okay, algo ha pasado entre tú y Shawn. Necesito que me digas qué es.
—Es solo que... Estas dos ultimas semanas no me he sentido a gusto fingiendo algo que claramente no es verdad. —Miento. Es más que obvio que no le iba a confesar las actitudes extrañas de su cliente.
—¿Qué sugieres?
—De veras quiero que canceles el contrato.
—Sabes que no puedo hacerlo.
—Andrew, TÚ eres el manager. Puedes hacer lo que quieras. —Hago énfasis en él. —Puedes destruir su carrera si así lo quieres.
Él deja salir una pequeña risa por mi "broma" y niega.
—Yo me ocupo de mil cosas, incluso arreglar contratos para él, pero no puedo romperlos. Y tú sabes que todo esto de las relaciones es un negocio, y hay varias personas involucradas.
—¿Y quienes son? —Pregunta al borde de la desesperación.
Andrew bufa.
—No los conozco. Pero sabes que para romper un contrato hay que pagar, y el dinero utilizado sería de Shawn, lo que nos llevaría a decirle la razón de porqué queremos romper el contrato.
Ahora bufo yo. Algo huele mal, y no es el café.
Se me hace un poco complicado creerle. No es que no confíe en Andrew, pero sé que el no cancelar el contrato los beneficiaría a él y a Shawn. Más publicidad, más fans, más fama, más dinero. En ese orden.
—De acuerdo. Esto es lo que haremos.
(...)
Introduzco la llave en la puerta, y tiro de ella para poder entrar a casa.
Voy a mi habitación. Y me doy con la gran sorpresa de que Katie está sobre mi cama.
—Son la una de la mañana. ¿Qué haces aquí?
—Si, Sam. Yo también estoy feliz de verte.
—Nos vimos en la mañana. —Digo bromeando, aunque no era mentira.
La castaña rueda los ojos y se levanta de un salto.
—Como sea. He venido a darte malas noticias. O bueno... depende. No sé como tú vayas a reaccionar. —Pone cara de confundida y vuelve a reposar sus ojos en mí. —Uhm... verás. No quiero que te enfades. Eres mi mejor amiga y sabes que siempre he querido lo mejor para ti, y te voy a cuidar pase lo qu-
—Katherine. —La interrumpo antes de que se ponga sentimental. —Ve al punto.
—Si, lo siento.
Tomo asiento en mi cama y mi amiga hace lo mismo. Mientras ella comienza a hablar, yo reviso mi teléfono porque me ha llegado un mensaje.
—Hablé con Shawn esta tarde. Después de que te fueras de mi casa. Lo llamé y conversamos sobre eso.
—¿A que te refieres con "eso"? —Clavo mis ojos en ella.
Bufa. —Le pregunté cómo estaba, ya sabes, para aflojar un poco la cosa, y luego saqué el tema a flote y le pregunté si estaba enamorado de ti o algo parecido.
—¿Por qué le preguntarías una cosa así? —Digo confundida. —Es decir, ¿él no habrá pensado que algo está sucediendo?
—Bueno, le confesé que las últimas semanas yo los había estado notado muy empalagosos, y de ahí pregunté si de casualidad él no sentía nada por ti.
Alzo las cejas esperando que continuase.
—Me dijo que no te contara, pero que en verdad tenía un crush en ti. Dijo que los únicos que sabían sobre eso eran Brian y yo. Así que... —Se encoge de hombros. —Ya sabes.
—¿No dijo nada más? ¿No quiso saber si a mí me gustaba o algo? —Ella niega.
—Supongo que él piensa que si.
—Mierda. ¿Y qué se supone que haga ahora?
—Tú, tranquila. —Me soba el hombro. —Además, ¿no fuiste a resolver algo con su manager?
Asiento. —Si, pero no terminó como yo lo esperaba. —Katie me mira intrigada. —Me ofreció una gran cantidad de dinero a cambio de que yo siguiera con lo del contrato. Y me dijo que tampoco contara de esto a nadie, menos a Shawn. Y sé que estuvo mal aceptar ese dinero, pero no tuve de otra, porque en verdad quiero terminar con eso, pero sé que Shawn se sentiría mal, y si me estaba ofreciendo dinero que podría utilizar para mis estudios, ¿por qué no?
—Supongo que hiciste bien. —Me dice. —Bueno, no bien bien, pero hiciste lo que tú pensaste que estaba bien en ese momento. —Da a entender su punto.
—Hay otro problema. Chase. —Ella posa sus ojos en mí otra vez, pero sorprendida. —Me lo encontré en el camino. Y me amenazó con decir la verdad sobre lo mío y Shawn. Él sabe que es falso.
—Es un tarado. ¿Cómo solo supo?
—No lo sé. Pero quiere una cita, y lo haría con gusto si no estuviera comprometida con ese maldito contrato.
—Lo que él quiere es que todos vean que la novia de Shawn Mendes está de amiga con él. Ya sabes la reputación que tiene. —Advierte Katie.
(...)
Al día siguiente no dejo de pensar en todo el problema que se ha armado.
Bajo a la cocina, y como comúnmente pasaba, solo estaba yo. Me decido a hacer algo que probablemente no haría si no fuera porque estoy en apuros.
Tengo un plan, y si todo sale bien, Shawn tendrá más éxito sin que el maldito de Chase Waldorf se interponga.
Agarro mi teléfono y le marco al rubio. Al tercer quinto timber, escucho su voz a través del celular.
—Sam, ¿como estas? —Hago una mueca en cuanto escucho su voz.
—Hey, Chase. —Intento no sonar asustada. —Uhm... pensé en lo que me dijiste ayer, y pensé que sería buena idea que vinieras a mi casa a comer. Podríamos cocinar algo o pedir comida. —Hago mi mejor intento de sonar coqueta.
—Tienes suerte, nena. Justo ahora story libre. ¿A que hora me quieres para ti solita? —Se hace el gracioso, pero para mí sus palabras solo significan basura.
Finjo una risa al teléfono y contesto. —Ahora mismo. —Vuelvo a imitar el tono coqueto. —Te pasaré mi dirección.
—Está bien, nena. Te veo en treinta. —Dice y cuelga.
Suelto un suspiro y guardo mi iPhone en mi bolsillo.
Supongo que no se me hará tan difícil cumplir mi objetivo. Chase es atractivo y creo que eso lo facilita todo. Hay que añadir también, que a veces él no piensa con la cabeza y lo único que quiere es sexo. Lo he visto en sus redes sociales. Miles de fotos suyas con diferentes chicas en bikinis. Y hasta él mismo lo ha confesado. No es un chico que le guste las relaciones serias, es alguien que solo disfruta de las relaciones de una noche y ya. Y aún no entiendo cuál es el propósito de querer estar conmigo, de que la gente lo vea a mi lado. No soy absolutamente nadie en el mundo de las cámaras. Apenas y los fans de Shawn me conocen porque soy su mejor amiga (y ahora "novia").
Cuando menos lo espero, el timbre suena. Me arreglo el cabello y abro la puerta. Un Chase con una impecable sonrisa está frente a mí, vistiendo una camiseta azul marino, unos jeans negros y sus botines del mismo color.
Exactamente el estilo de Shawn.
Me abraza antes de que yo pueda decir algo. Me sorprendo, pero lo dejo pasar. Todo debía ir de acuerdo a lo planeado.
—¿Cómo estás?
—Bien. —Mi respuesta sale de mis labios algo temblorosa, pero felizmente él no lo ha notado. Carraspeo. —Entonces, ¿qué quieres hacer? —Doy un paso la frente y hago algo con mi cabello.
—¿Qué tienes en mente? —Chase sonríe coqueto al darse cuenta de lo que intento hacer. Se acerca un poco más y agarra mi cintura sin preguntar.
Ensancho mi sonrisa, y rodeo su cuello con mis brazos. Es cuando lo beso sin pensarlo, porque si lo hacía, iba a terminar retractándome del plan, y no quería eso.
Chase no pierde ni un segundo y agarra mis piernas para subirme sobre él. Rodeo su cintura con mis piernas mientras que él intenta subir las escaleras. Cuando ya estamos en mi habitación, desordeno su cabello conforme los besos continúan.
No quiero alargar las cosas, y decido dar el primer paso. Le quito la camiseta, haciendo que el rubio también quita la mía. Luego empiezo a desabrochar su pantalón, pero él me detiene y lo hace por si mismo.
El pantalón vuelva hacia el piso y Chase me tira a contra la cama, recostándome debajo suyo y comienza a besar mi cuello.
Todo pasa rápido. Me quita el sujetador, se quita el bóxer, y finalmente me preparo yo para sacarme mis últimas dos prendas. Cuando menos lo espero, ambos estamos sudando mientras él se mueve repetidas veces en mí. Sus jadeos y los míos se escuchan en toda la habitación, sus manos se recuestan a los costados de mí cuerpo, y sus ojos no se despegan de los míos. Así continuamos por unos minutos hasta que todo acaba. Ha sido un buen sexo, pero nada del otro mundo.
Chase se recuesta a mi lado.
—No sé si sea buena idea decir esto, pero la razón por la que me esfuerzo en acercarme a ti, es porque me gustas. —Confiesa. No estoy tan sorprendida como debería de estarlo, pero no me interesa. —No sé si tendré una oportunidad después de todo. —Murmura. —Solo sé que tú y Shawn no van en serio, y que todo es publicidad. Pero dime la verdad, Sam, ¿a ti te gusta?
¿Para que le voy a mentir?
—No. —Todo lo que quiero es terminar esto ya. —Solo dame tres meses. —Digo rendida. —En cuanto lo mío y Shawn acabe, estaré libre y quizás podamos intentar algo.
Intento convencerme de que no le estoy mintiendo, porque Chase es en verdad tan jodidamente caliente, pero su actitud mata todo.
Me mira hipnotizadoramente pero asiente con una sonrisa.
—Tengo que irme.
(...)
—¡Vamos, Sam! No seas cobarde.
—¡Cobarde tú! —Respondo ofendida. En cierta parte si me ha afectado. No soy cobarde.
Alguien viene por detrás y me toma de la cintura. Sé quién es al momento en el que recuesta su cabeza en mi hombro y besa mi mejilla.
Veo a un hombre a varios metros de distancia sosteniendo una cámara, y es cuando sé que tengo que entrar en personaje.
Río tiernamente y me volteo a ver Shawn. Él comienza a jugar con mis manos en lo que caminamos hasta su camioneta.
—¿Aún nos sigue? —Pregunta en mi oído. Volteo ligeramente mi cabeza y el mismo señor con la cámara ahora está un poco más cerca.
—Sip.
Shawn desbloquea su maravilloso Range Rover e inmediatamente nos subimos.
Shawn se asegura que el hombre esté en su posición, y se acerca a mi cara. Comienza a besarme cariñosamente, pero luego de como dos segundos, su lengua está en mi boca. No pienso en alejarlo de mí, pero me parece extraño y algo asqueroso. De igual forma, solo le sigo el "juego" y hago lo mismo. Mi lengua se introduce en su boca de una manera muy exagerada, y comenzamos una guerra de lenguas. Una de sus manos se coloca detrás de mi nuca, y la otra va a parar a mi cuello sin dejar de besarnos. Hemos compartido más baba que nunca.
Cuando finalmente nos separamos, comenzamos a reír. Shawn prende el carro y maneja.
Después de todo, éramos una pareja feliz a vista de todos. Andrew me hizo prometer que no iba a decir ni una palabra de lo que habíamos hablado el otro día. De que todo iba a ser de acuerdo a cómo él lo había planificado. Shawn no debía de enterarse de nada, ni mucho menos de lo que yo hice con Chase. Eso le rompería el corazón. Tampoco podía saber que me sentía incómoda con él, con las cámaras y con sus besos innecesarios. Solo me mantendría callada hasta que todo termine. Al final, yo recibiría mi paga, Shawn su fama, y todos felices.
Luego de unos minutos, llegamos a un café. Nos bajamos, pero nos damos cuenta tarde de la gran cantidad de paparazzis que hay rodeándonos.
—Solo dales lo que quieren. —Le digo al castaño. Cojo su mano y él asiente. Caminamos hasta la puerta del café, y antes de entrar nos damos la vuelta.
Los paparazzis gritan el nombre de mi amigo y el mío.
Solo sonrío a la cámara, sintiendo la mano de Shawn deslizarse por mi espalda. Ajusta su agarre en mi cintura y muestra su deslumbrante sonrisa a la prensa.
Supongo que solo me queda convivir con esto por los próximos meses.
Lo que querían ya llegó✌️✌️jajaja no, mentira.
Ps: no va a verter tercera parte. i'm so sorry 🙂🙂 but anyway disfrútenlooo. los quierooooo muchooo ❤️❤️❤️