Aiden.

By Poli_MDE

124K 11.8K 5.3K

Amy, una bruja, la más poderosa que podría existir, fuerte y valiente. Evan, un híbrido, el rey de los vampir... More

Aviso 1.
Prólogo.
Capítulo 01: Los novatos.
Capítulo 2: El destino que nos une.
Descripciones.
Capítulo 3: Aiden.
Capítulo 4: El desastre.
Capítulo 5: La bestia.
Capítulos 6: Caminos que se unen.
Capítulo 7: El ataque de los otros.
Capítulo 8: Atrapada.
Capítulo 9: De vuelta a casa.
Capítulo 10: Quien sea reina.
Capítulo 11: Lluvia en el cristal.
Capítulo 12: Sus recuerdos.
Aviso
Capítulo 13: A tu lado.
Capítulo 14: Olvídalo.
Capítulo 15: Acorralados.
Capítulo 16: Humana.
Capítulo 17: Jaque mate a la reina.
Capítulo 18: En una noche como esta.
Capítulo 20: El demonio.
Capítulo 21: El lob... vampiro feroz.
Capítulo 22: Días de paz.
Capítulo 23: Donde el camino empieza.
Capítulo 24: Tu mirada.
Capítulo 25: Una nueva aventura comienza.
Capítulo 26: Hasta las lágrimas.
Capítulo 27: De vuelta en casa.
Capítulo 28: Un día especial.
⚠️Bueno, llego el gran aviso ⚠️
Capítulo 29: Feliz cumpleaños.
Capítulo 30: Peligro.
Capítulo 31: Finalmente lo que soy.
Capítulo 32: Diversión.
Capítulo 33: La decisión final.
Capítulo 34: Devuelta a casa.
Capítulo 35: La voz de su conciencia.
Capítulo 36: Liberame.
Capítulo 37: Aquél día
Capítulo 38: La extraño.
Capítulo 39: Tiempo de verano cálido.
Capítulo 40: La mujer de mis sueños.
Capítulo 41: A un paso.
Capítulo 42: Entre la niebla.
Mini trailer.
Capítulo 43: Te he esperado.
Capítulo 44: Un infierno brillante.
Hi babys. 💕
Capítulo 45: Una noche de recuerdo.
Capítulo 46: Armadura.
Capítulo 47: Sorpresa, el enemigo es fuerte.
Capítulo 48: Los visitantes.
Capítulo 49: La salvación.
Capítulo 50: A cargo.
Capítulo 51: Lado sádico.
Capítulo 52: En la noche...
Capítulo 53: Entre la noche.
Capítulo 54: Siempre tuya.
⚠️ Nuevo IG ⚠️
¿Por qué desaparecí?
Cap 55: Nuestro comienzo.
Capítulo 56: La pelea.
Capítulo 57: Amor de a tres.
Capítulo 58: Huésped.
Capítulo 59: Revelando al monstruo.
Encuesta para mis angelitos 💕
Capítulo 60: El despertar del ghoul.
Capítulo 61: Elijo a ambos.
Capítulo 62: Última decisión.
Aviso: Internado ⚠️
Peguenme un tiro, digo volví 😂
Capítulo 63: Aquel día.
Capítulo 64: La mejor decisión.
Capítulo 65: Una noche desafiante.
Capítulo 66: Organizados.
Capítulo 67: Salvados.
Capítulo 68: El deshielo.
Capítulo 69: El final de la batalla.
Capítulo 70: Ira.

Capítulo 19: Desconocido.

1.5K 162 38
By Poli_MDE

Maratón 1/3

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Naomi corrió detrás de Theo y Gastón que la guiaban a la salida de emergencia que tenía aquel pequeño edificio poco cuidado, ellos sabían que estaban siendo acechados por vampiros y en una noche como aquella no sería bueno enfrentarlos.

–¿A dónde iremos? –preguntó Naomi cuando estuvieron por salir hacia un callejón, sin embargo su respuesta no fue respondida por uno de sus acompañantes sino por alguien más.

–A ningún lado.

Tres vampiros los esperaban en el callejón y otras dos aparecieron detrás de ellos, aún dentro del motel; estaban rodeados.
Los tres jóvenes salieron al frío de la noche a enfrentarse cara a cara con aquel trío de vampiros que les impedían el paso y la muchacha castaña se sorprendió de que estos sujetos no se vieran como los típicos enemigos de sus padres, como los Destructores, sino más bien lucían como tipos duros, de esos problemáticos que solo se ven en bares de mala muerte, y lo peor era que estos fuesen vampiros.

–Gastón, tú y yo tenemos que hablar –exclamó el líder del grupo extraño.

El vampiro de ojos azules esbozó una sonrisa pirata de esas que solía usar con sus comentarios ácidos o bromistas como si no le tuviese miedo a la muerte misma.

–Dabe, amigo mío, creí que habías muerto.

El sujeto, que era un tipo alto y de gran masa muscular dió un par de pasos al frente, tenía una mirada de pocos amigos y una profunda cicatriz que cortaba su mejilla y parte del tabique en su nariz.

–No me iré de este mundo hasta matarte.

Gastón rió ante aquello mientras que los otros dos chicos que venían con él reflejaban el temor en sus miradas pues a diferencia de él ellos no pretendían morir aquella noche como si nada.

–Bien, entonces... ¿Por qué no lo intentas?

Está vez quien rió fue Dabe, pero a pesar de ello de inmediato chasqueó los dedos y sus compañeros corrieron hacia Gastón y su grupo para matarlos. Naomi apenas retrocedió un pie ante la situación repentina pero para la sorpresa de todos, antes de que si quiera uno de ellos llegará a herirla Gastón lo atacó arrancándole el corazón desde atrás, habiendo atravesado su pecho como si nada y los demás vampiros que los iban a atacar se detuvieron en el vuelo por la impresión de aquel acto repentino y feroz.

Los ojos de Gastón brillaron en un violeta intenso y se volvió hacia su enemigo con la misma sonrisa pirata, quizás esta vez más cruel.

–Vamos ¿Qué esperas para atacar con todo?

Y ante los ojos de Naomi se desató la más sorprendente batalla que había visto en toda su vida. Sus padres siempre la entrenaron para combatir cuerpo a cuerpo con cualquier criatura humanoide que le quisiera hacer daño, pero la práctica nunca sería igual que la batalla y ver cómo Gastón se encargaba de pelear solo con aquellos vampiros como si se tratara de arrojar piedras al agua, fue realmente sorprendente.

El vampiro se movía con tal velocidad y gracia que parecía de mentira, sus golpes eran certeros y la mayoría de ellos mortales.

Rompió huesos y desgarró gargantas con solo las manos, un acto sangriento que terminó por bañarlo en sangre.

Para el final de la batalla Gastón acabo con todos aquellos vampiros como si nada, claro que se veía agotado pero a diferencia de los otros vampiros él apenas recibió un par de golpes, mientras que Naomi y Theo ni siquiera se habían movido pues el mayor se encargó de todo él solo.

Dabe que estaba parado a un lado viendo todo con horror, contemplando como sus aliados caían uno a uno, no pudo aguantar más y atacó a Gastón con una estaca en mano mientras éste estaba distraído, pero Theo fue más rápido y lo detuvo para luego enterrarle su propia arma en el pecho.

****

Las horas pasaron más rápido de lo que creí y no importa qué hiciera, no me pude comunicar con Aiden para hablar sobre mi mudanza, también intenté contactar a Victoria pero en su lugar fue Thomás quién atendió y no me dijo nada más que era mal momento para hablar, a decir verdad se oía extraño, como triste pero algo me decía que no importa cuánto lo intente, él no me diría nada de lo que ocurre.

Hice mis maletas horas atrás, ni siquiera tenía muchas cosas para llevar pero las pocas que poseía eran realmente valiosas para mí y mientras las guardaba deje caer un par de lágrimas por la decena de fotografías que tome junto a mi mejor amiga y ella ya no estaba.

Más tarde, ya en el automóvil de mi padre observé por última vez mi vieja casa y un enorme vacío se instaló en mi corazón porque estaba diciéndole adiós a todo lo que considere vida.

Cerré los ojos con fuerza y cubrí mi rostro en la mochila que traía a brazos, no quería llorar pero si seguía viendo por la ventana lo haría.

  Cuando la noche cayó nosotros llegamos a nuestra nueva casa, poco después del camión de mudanzas que trajo apenas un par de muebles ya que nuestro nuevo hogar estaba previamente amueblado para nuestra comodidad y eso hizo que mamá borrara un poco aquella mueca de desagrado que traía en el rostro, ella al igual que yo no deseaba irse del pueblo y ahora estamos aquí.

Mientras papá me enseñaba mi nueva habitación en el primer piso yo me quedé viendo al techo de tejas que había bajo el alféizar de mi ventanas y me decía a mí misma que si en algún momento deseaba escapar de casa podía salir por aquí, caminar por el techo hasta algún árbol cercano o poste y luego saltar al suelo.

"Pan comido" dijo mi mente y me volví hacia mi padre.

No entendía porqué pero él lucía un poco más tranquilo como si todo esto de la mudanza lo hubiese traído alterado y al fin pudiese respirar con tranquilidad ¿Acaso lo habían presionado tanto en el trabajo para que nos mudaramos?

Miré mi nueva cama, mi nuevo suelo y mi nuevas paredes pintadas de blanco cual psiquiátrico.

–Bonito ¿No lo crees, Miku? –preguntó papá y apenas asentí, él se veía feliz y no quise destruir aquella sonrisa sutil que tenía pues pocas veces lo veía reflejar tal ánimo –Iré a ayudar a tu mamá con las otras cajas de mudanzas, tú si quieres revisa la casa.

–¿Puedo salir a conocer el vecindario?

–Son casi las once de la noche, no es muy seguro pequeña.

–¿Por favor?

Mi padre lo pensó un instante y luego para mi sorpresa se negó.

–Es tarde, quizás mañana.

–Papá...

–Acomoda tus cosas y duerme –me interrumpió y lo que dijo se oyó más como una orden que una sugerencia.

–Okay.

Cuando mi padre se fue de la habitación solté un suspiro y me giré hacia mi nueva ventana que daba al lateral derecho de la casa, pero el vecino de al lado no tenía ventana que diera a la mía así que no podría verlo y eso me hizo sentir tranquila de cierto modo.
No es como si fuese una chica realmente rebelde, pero tampoco creo que todas las reglas deban de ser acatadas sin chistar así que después de un largo viaje, una mudanza exprés y el contener mis emociones decidí que era tiempo de ser yo realmente y sin pensarlo levanté el marco de la ventana para salir por ella y caminar sobre el techo de tejas rojas con sumo cuidado como si fuese una misión ultra secreta, paso a paso hasta llegar a una columna de concreto no muy lejos del techo; simientos para extender la casa y que me sirvieron para escapar de mi habitación sin ser vista.

Una vez que mis pies tocaron tierra firme corrí hacia la cerca trasera pues era obvio que si intentaba salir por el portón mis padres me oirán y todo se irá al diablo.

En mi nuevo pueblo del cual ni siquiera aprendí a pronunciar su nombre, el aire resultaba ser un tanto diferente, parecía más puro y cálido, era raro pero bonita la sensación. Extendí los brazos a cada lado como si estuviese por darle un abrazo al viento y cerré los ojos viendo con la barbilla al cielo, a decir verdad el ambiente aquí resultó ser bastante agradable, me hacía sentir a gusto, en calma y de cierto modo feliz.

No sé ni cuánto me he alejado, supongo que un par de calles ya que me encontré con más verde y menos hogares, como si a mis padres se les hubiese ocurrido mudarse a un barrio metido en medio del campo.
Había muchos árboles y he de admitir que me resultó hermoso, además de que al mirar hacia mi derecha me encontré con una laguna, no parecía ser realmente profundo pero supongo que de día los animales se acercaban, además de las personas que deben de hacer picnics durante el verano.

La luna incompleta brillaba sobre mí y me sorprendí de que en una noche tan bonita no hubiese muchas personas, a lo largo de mi caminata me habré cruzado solo dos personas y eso me hizo pensar que quizás ya debía de volver, la cuestión era que no recuerdo muy bien el camino por haber estado absorta en mis pensamientos.

–Genial –murmuré desganada –Ahora tendré que llamar a papá y decirle que me perdí, para que viniera a buscarme y luego estaré castigada por semanas –concluí, a veces cuando me aburro suelo hablar conmigo misma.

Palpé mis bolsillos en busca de mi móvil pero como mi suerte es un asco obviamente no lo encontré, lo había dejando en casa.

–Demonios –gruñí.

De repente la noche ya no me pareció tan segura como antes y quise volver a casa lo antes posible ¿Pero por donde?

–Si pronuncias su nombre ellos vendrán a ti.

Al oír aquella voz varonil pegué un grito y me volteé de inmediato pero nadie había atrás de mí, solo la laguna de agua calma, los árboles, la carretera, la luna y la oscuridad.

–¿Qué? –susurré pero no vi a nadie en mi alrededor ¿Acaso me estaba empezando a volver loca?

Me volví del todo hacia la laguna, sus aguas parecían ser claras o eso supuse pero solo lo sabría cuando esté aquí durante el día.

–¿Estás perdida? –esa voz de nuevo. Me volteé de inmediato una vez más, totalmente a la defensiva, un tanto asustada pero más que nada sorprendida pues ahora ante mí y quizás a dos metros aproximadamente se encontraba un chico mayor que yo, por apenas unos años, quizás debía de tener veinte o un poquito más.

Era alto, de complexión atlética como si hacer deporte fuese su mejor pasatiempos, tes blanca y una mirada entornada que lo hacía lucir como un súper modelo, aún que en ello también influía la atractiva simetría de sus rasgos y mi cerebro solo pudo pensar en "Oh mi Dios."

¿Acaso es real?

Tragué saliva y por alguna razón ello hizo que el desconocido sonriera, me había dedicado la sonrisa más atractiva que vi en toda mi vida.

Vestía de negro, tenía las manos metidas dentro de los bolsillos de su chaqueta de cuero y su postura era la de alguien muy seguro de sí mismo.

–No, estoy bien –respondí corriendo mi mirada de la suya que era impactante como si fuese a arrebatarme el aliento –Solo daba un paseo.

–¿Aprecias la belleza en medio de la oscuridad?

Me crucé de brazos para no verme intimidada, no lo estaba del todo y él no debía de saber eso.

–Sí ¿Y tú? ¿Te gusta acaso?

Él sonrió torvamente con la mirada en el suelo, si su sonrisa de lado me pareció hermosa es porque no había visto esta mueca en su rostro.

En los libros definen al chico lindo cómo un Dios griego o Adonis, bueno, definitivamente éste chico superaba todas las expectativas e incluso dichas definiciones de apariencia perfecta.

–No soy fan de la oscuridad pero aprendí a vivir en ella –me dijo, su tono en clave y la forma en cómo me miraba sin miedo me hacía sentir sorprendida y a su vez un tanto alerta... pero de cierto modo también intrigada.

–Entonces ¿Qué haces caminando por aquí?

El chico se encogió de hombros. Traía unas ligeras ojeras bajo sus ojos expresivos, dichas ojeras le daban a su mirada un toque de misterio que atraparía a cualquiera como el truco de la tela de araña.

–Iba a buscar algo que comer, pero ya lo hayé –explicó casual mientras pasaba su mano derecha por sus cabellos rubios y un mechón le cayó sobre la ceja izquierda. Todo en él lucía malditamente perfecto.

Arqueé una ceja, no entendí nada de lo que dijo. No parecía ser un vagabundo y mucho menos un ladrón pero si intentaba querer robarme estaba segura de que lo haría arrepentirse de por vida.

–¿Quién eres? –solté, era hora de que su presencia misteriosa develará una parte de él. Era muy bonito y todo, pero eso no quitaba el hecho de que fuese un desconocido y hasta que no creyera estar a salvó, no pienso seguir con esta charla.

De pronto, asustándome dicho sea de paso, vi con asombro como el color oscuro en su mirada se tornó violeta ¡Realmente se volvió violeta brillante! Y de inmediato retrocedí, nadie que viese algo así pensaría que vendrá algo bueno con aquel cambio.

–¿Y eso que importa?

Y antes de que diga más estuvo frente a mí, a tan solo un paso; apenas había sentido la ráfaga de aire acariciar mi rostro y me quedé sin aliento al tener su mirada vibrante mucho más cerca.

Esto no podía estar pasando, era tan... irreal.

De inmediato quise correr pero cuando me di cuenta él me había tomado del cuello con una mano, la fuerza que implementaba era grande pero no lo suficiente para ahogarme.

–¡¿Pero qué diablos e...?!

Y no llegue a terminar de hablar cuando me mostró lo filoso de sus dientes blancos y con estos me atacó, me mordió tan fuerte que perforó mi piel mientras yo soltaba un doloroso grito.

Comencé a golpearlo así como mi padre me enseñó a liberarme de algún agresor, sin embargo no funcionó y como si mis golpes fuesen cosquillas él atrajo mi cuerpo al suyo tomándome por la cintura, hundiendo aún más su mordida y apretando mi cabeza contra su pecho mientras yo gritaba por liberarme.

Sentía el terrible dolor latiendo contra mi herida y sus manos tomándome con firmeza impidiéndome liberarme.

–¡Déjame! –grité desesperada, era lo único que podía hacer mientras perdía fuerza por cada succión de su boca –¡Ayúdenme por favor!

¿Cómo es posible que hace un momento me pareció un ser hermoso?

–¡Ayuda!

–¡Ey, déjala ir! –al oír una voz nueva respondiendo a mis plegarias mis esperanzas se renovaron y con mucha más fuerza luche para liberarme.

El sujeto que me mordió, se apartó de mí y como si para él todo esto fuese de lo más normal se volteó hacia aquel desconocido que encima no estaba solo, sino que con él vinieron otros dos hombres, los tres veían al rubio con gran sorpresa y de inmediato quise huir hacia ellos pero el tipo que me mordió se puso en medio de mi escape.

Su mirada confiada y esa forma de sonreír soberbio me hizo creer que quizás las cosas no terminarán bien.

–Fuera. –fue todo lo que les ordenó a esos sujetos pero ellos no hicieron caso.

–¿Lastimas a la chica y crees que saldrás impune? –lo cuestionó uno de barba larga –Si serás idiota.

Me llevé la mano al cuello sobresaltada al sentir la sangre entre mis dedos y retrocedí nuevamente pero por lo mareada que me puse de inmediato tropecé con mis propios pies y caí de trasero al suelo.

El desgraciado que me atacó solo volteó los ojos y llevó las manos a su nuca para entrelazar los dedos, una pose de seguridad y aburrimiento que lograba descolocarme ¿Acaso no tenía miedo?

Sin decir nada uno de los sujetos que pretendían salvarme atacó y detrás de éste fueron los otros dos, ninguno dudó y para mi horror contemplé como cuando uno de ellos estuvo por golpear el rostro del desconocido, éste se movió tan rápido que me fue difícil captarlo y observé cómo le rompió el cuello a su primer agresor.

De pronto supe que la pelea estaba perdida y a duras penas me puse de pie, casi gatee con tal de apartarme, arrastré los pies por el césped húmedo y corrí lo más rápido que pude. No tenía idea de cómo llegar exactamente a casa en este momento, mi mente estaba muy absorta en huir y la idea de llevar a ese desgraciado directo a casa sería una locura, no quiero poner en riesgo a mis padres.

"Esto nos pasa por hacernos la rebelde" dijo mi conciencia.

Sentía el aire frío contra mi piel, estaba segura que la perdida de sangre era grande y me sentía tan débil que apenas podía mover mi cuerpo. Lo peor fue no encontrar un ser vivo a mi alrededor que me pueda ayudar y sentía que mientas más corría, más me perdía y me adentraba a lugares más desolados.

La cabeza me daba vueltas, me dolía todo como cuando se tiene fiebre tan alta que un solo roce a la piel hace sufrir. Me detuve como pude junto al cristal de un bar y observé detrás de mí pero no vi a nadie siguiendome, solo esperaba que no todos los sujetos que intentaron salvarme hayan muerto.

Me volví para querer ingresar al bar por ayuda cuando ante mí me encontré con mi peor pesadilla.

Bajo el cartel luminoso que rezaba "Demons", mirándome con diversión como si se burlara de mí estaba aquel psicópata.

–No... –retrocedí como pude, pero mis energías habían caído tanto que apenas tenía fuerzas para luchar y hasta la visión se me había deteriorado.

"Debí quedarme en casa" pensé, pero lamentarme por lo ocurrido ya no modificaría nada.

–¿Qué eres? –siseé con odio.

El desconocido de apariencia dura y sonrisa engreída se acercó a mí, quise retroceder rápido pero él era más veloz y acabo por tomarme del cuello con una sola mano, quise liberarme usando ambas manos ya que no tenía fuerzas para mucho, pero no logré hacer nada y el rubio mientras me veía de aquella forma arrogante pasó los dedos de su mano libre por mi herida, sin cautela alguna, y me mostró cómo se llevaba a los labios mi sangre.

Aquello me dió asco y al mismo tiempo una inmensa sensación de terror porque todas las teorías que venían a mí solo indicaban una cosa, aún siendo tan irreal.

–Soy un vampiro –me respondió con su voz profunda y viéndome con aquellos ojos de demonio.

Ni siquiera tuve tiempo a decir nada, me obligó a retroceder un par de pasos hasta la oscuridad de un callejón junto a aquel bar y tapándome la boca para que no grité, me estampó contra una pared para volver a morderme como si fuese un pedazo de carne sin sentido del dolor.

Grité adolorida y aterrada a tal punto que mis cuerdas vocales se podrían romper, pero nadie vino y con la espalda contra la pared, la cabeza de lado y el cuerpo de aquel chico junto al mío sentí como de a poco mi ser se apagaba.

Estaba muriendo, moriría junto a un bar de mala muerte, desangrada sobre las bolsas de basura y charcos de agua.

Pero no llore, incluso sorprendiendome a mí misma, no le di el placer de llorar por dolor, no quería que se sintiera a gusto al ver su presa rota, no quería que se sintiera bien por esto, pero ¿Si quiera influirá en él? No lo creo, se ve como si hace tiempo hiciera lo mismo.

–Así que aquí estabas –oí la voz de una mujer justo cuando perdí la fuerza y mis piernas cedieron, pero el tipo me sujeto, tenía una fuerza sorprendente.

De tanto dolor que traía ni siquiera sentí cuando apartó sus dientes de mí y con gran dificultad para comprender lo que ocurría a mi alrededor solo pude extender una mano hacia la silueta femenina parada a un par de pasos delante mío cómo pidiéndole ayuda, pero ella ni siquiera se inmutó.

–Vete –dijo el psicópata.

Se conocían, maldita sea.

–Seguí tu rastro de cadáveres hasta aquí, dijiste que no saldrías a cazar.

–Yo hago lo que quiero.

Oí gruñir a aquella chica y observé al pedazo de cielo que tenía permitido ver por culpa de los edificios y lentamente todo lo borroso se volvió mareo; se puso peor.

–Bien, arreglate por tu cuenta, no tengo tiempo para seguir con esto. No soy tu puta niñera y cuando te dés cuenta de eso nos volveremos a ver.

El psicópata la ignoró y se volvió hacia mí, el violeta de sus ojos sería algo que jamás podré olvidar.

Cuando oí a la desconocida alejarse rogué porque trajera ayuda pero algo me dijo que no lo haría y aquel chico terminó por volver a moderme con ferocidad, está vez con más enojado que el anterior y haciendo que dé mi último suspiro.

****

Victoria había muerto la noche anterior pero Evan se había negado a darle sepultura, él aún creía que podía salvarla y había pasado un día de lo ocurrido. Por el momento Wade que había vuelto a casa luego de un largo y trabajoso día en la sede de licántropos, se encontró con que la puerta principal de su hogar estaba abierta y por su aroma pudo saber de quién se trataba. Ingresó a la casa totalmente relajado, cerró la puerta y dejo las llaves sobre una mesita como solía hacer siempre, luego se quitó la chaqueta y sintió la presencia de alguien más mirándolo desde la cocina.

–No sabía que tenías una llave de mi casa.

–Se la pedí al cerrajero –respondieron y eso hizo que Wade sonriera.

El pelinegro de impresionantes ojos dorados se volvió a verla, una rubia hermosa de mirada azul.

–¿Qué haces aquí Megan?

–Dijiste que si necesitaba tu ayuda me la darías.

–¿Y me necesitas?

Ella asintió con pena y luego de haberlo pensado por tanto tiempo se dijo que era tiempo de decir la verdad, después de todo Clary iba a matarla de uno u otro modo ya que pronto no necesitaría más de ella.

–El motivo por el cual hice todo esto es... es por Jason; está vivo y ella lo tiene.

Wade quedó boquiabierta ¿Cómo no se había dado cuenta antes? Ahora todo cuadraba, el único motivo por lo cual Megan podía luchar contra su propia familia era el vampiro con el cual tenía el lazo de sangre, después de todo aún recordaba cuando le dijeron que los Ghoul son tan devotos a sus amos que harían lo que sea por tenerlos a salvo, incluso si debían ir en contra de sus principios.

El instinto de protección que tenía un ghoul a su vampiro podía llegar a ser tan grande que no lograban evitar hacer lo que sea por estar a su lado, Megan tuvo mucho miedo de esto cuando se enteró en qué la había convertido Dominic, pero Jason le prometió que nada malo pasaría, claro que ellos no tuvieron en cuenta una situación cómo está y poco tiempo después el vampiro fue utilizado para tener a Megan como arma.

Nadie lo había pensado, todos había dado por hecho que Jason estaba muerto y claramente todos tomaron la traición de Megan como un gesto de rebeldía por lo que perdió, pero en realidad era todo lo contrario, estaba siendo manipulada y no se había animado a decir nada por miedo a que maten a Jason, pues después de todo hizo todo esto por salvarlo.

Sus instintos eran mucho más fuertes que ella.

Pero ahora era diferente, se había animado a hablar puesto que Clary había robado la magia de Amy y probablemente ya no necesitaría más de Megan, eso significaba que asesinaría a Jason y debía de evitar aquello cueste lo que cueste, aún que se trataba de una lucha contra reloj porque al haber estado tanto tiempo fuera de la sede de los Destructores estos de seguro ya habían supuesto que Megan estaba nuevamente del lado de Amy y si es que no asesinaron a Jason todavía, es porque quizás tienen algún plan macabro a punto de ser desenvuelto.

Wade al enterarse de la verdad que estuvo frente a sus narices todo este tiempo no pudo sentir más qué pena por Megan y vergüenza porque siendo su amigo no lo notó.

¿Acaso nadie se planteó el hecho de que Megan no podía cambiar su forma de ser de un día al otro sin previo aviso? Algo debió de pasarle realmente grave pero nadie se animó a averiguar profundamente y se aferraron a la idea de que los traicionó solo por odio, un odio que quizás jamás existió.

–Oh Megan... –se llevó ambas manos a la cabeza, de pronto toda la realidad era más difícil de aceptar cuando vio la tristeza en los ojos azules de ella –Dios, lo lamento tanto.

La rubia negó lentamente, no se sentía una víctima sino todo lo contrario, sabía que por su culpa muchas personas murieron y el peso de sus almas no se borrarían jamás de su conciencia, sabía también que todo lo realizado fue en parte por culpa de aquel instinto que la poseía sin embargo sus manos estaban manchadas y debería vivir con ello, con la culpa, es por eso que de cierto modo aceptaba las crueles palabras de sus amigos cuando la vieron como traidora porque era lo mínimo que se merecía por haber matado.

–Necesito salvarlo Wade, sino todo lo que hice será en vano, todo por lo que pasé... Necesito salvarlo no solo porque soy ghoul y es parte de mí sino... –de pronto la imagen de una muchacha con ojos cafés y hermosa sonrisa se plantó ante sus recuerdos. Lo hacía por ella, porque Jason era su familia y aunque ella ya no esté era una especie de consuelo saber que si salvaba su vida salvaría un poco de esa chica –Lo hago por Hedia y por Erick que son su familia.

Salvar a Jason sería un pequeño paso a la redención o eso esperaba.

Al oír aquel nombre que hace tiempo nadie pronunciaba hizo que el corazón del lobo dé un vuelco.

–Descuida, lo salvaremos.

Wade fue hacia Megan y ésta no se negó cuando él la abrazó, se sentía bien ser querida.

****

Amy subió una colina de césped cortos bajo la noche estrellada hasta detenerse a un par de metros y ver que en el risco de ésta estaba sentado Evan mientras veía al horizonte con añoro.
Estaba de perfil a ella y verlo era como contemplar un sueño perfecto; su rostro simétrico era iluminado sutilmente por la media luna gris del cielo y sus ojos celestes destacaban incluso con la vaga claridad. El cabello se le había revuelto un poco por la brisa fría pero no parecía molestarle.

–Es aquí donde nos besamos –dijo él percatandose de la presencia momentos antes de que llegase a la cima.

Amy sonrió y se acercó a él lentamente para después sentarse a su lado.

–Traté de contactar a Zeida pero todos dijeron lo mismo; ella desapareció del mapa, dicen que suele hacer esto cada un par de años y no creo que pueda decirnos si Vicky está o no en el limbo.

Evan no respondió y Amy se abrazó a su brazo para luego descansar su cabeza sobre el hombro de él. Sabía que a pesar de verse fuerte el híbrido sufría internamente por su perdida.

–Además no tengo magia Evan, no podríamos...

–Con un aquelarre quizás –la interrumpió.

–Y si no está en el limbo sería poner en riesgo la vida de esos brujo, la magia que se utiliza para el hechizo es muchísima, además... Cariño, a pasado casi dos días.

–No puedo rendirme –la miró de soslayo, era una mirada de alguien fuerte pero Amy que lo conocía bien sabía que en el fondo de ella había dolor.

–Su cuerpo se deteriora, no puede tenerla así, es tu hermana.

–Y por eso mismo que no puedo bajar los brazos sin intentarlo.

–Evan –Amy se apartó de él un poco para tomarlo de las mejillas y hacer que esa mirada celeste grisácea se fije en ella –Vicky a muerto, no podemos traerla y Rory... ella necesita decir adiós, así como todos.

El híbrido bajo la mirada al suelo, al césped bajo ellos sin apartar las manos de su chica y pensó en aquellas palabras, en el dolor que sufrían los demás, en el dolor que también sufría él.

–Pero es mi familia... cuando no tenía nada ella lo fue todo, fue quien me salvó, quien me hizo entender lo que valía, fue quien me dió un hogar, la primera a la que llame familia... ¿Cómo puedo dejarla ir así como si nada?

A Amy los ojos se le llenaron de lágrimas porque mientras Evan demostraba ser el fuerte entre los dos, ella lloraba por él, por el dolor que sentía y no sabía expresar.

–No debes olvidarla Evan, solo debes dejar que descanse como se debe porque mantenerla en un frezzer no hace más que volver todo esto una tortura, no solo para su alma sino para todos los vivos que la querían... todos ellos merecen decir adiós y tú también.

Evan volvió su mirada celeste a los ojos grises de Amy y ella se acercó lo suficiente para apoyar su frente contra la suya.

–Deja que sea Álex quien esté con ella está vez –finalizó y con esto Evan lo entendió todo, aquel niño que murió hace tanto tiempo merecía estar con su madre así como Rory, pero en el mundo de los vivos no todo sería justo, era momento de dejarla ir y que sea Álex quien pueda ser feliz está vez junto a Victoria, después de todo la reina vampiro había vivido siglos esperando algún día reencontrarse con él, quizás ahora estén juntos, se lo debía.

–Esta bien.

Continue Reading

You'll Also Like

28.4K 3.8K 24
𝐒𝐀𝐅𝐄 𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍━ ✧°*❝I wanna be yours❞✧°*. 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐐𝐔𝐄 Angela Weber encanta a Edward Cullen sin siquiera saberlo. Actualizaciones: Todos l...
108K 5.8K 28
¿Que pasaría si Carlisle antes de conocer a Esme hubiera Conocido a alguien más? ¿Y De ese amor hubiera Nacido una Hija Biológica? Cuando Carlisle Te...
39.4K 4.5K 56
Elena whitson es "obligada " por sus tías adoptivas irse de aquel lugar el cual ella tanto amaba para ir a un pueblo desconocido. Pero lo que no sabí...
14.8K 1.6K 47
¿Qué pasaría si Carlisle tuviera una hija cuando era humano y si esa hija tuviera el poder de manipular el tiempo? ¿Y si esa misma hija, Crystal Cull...