LILY
Abrí los ojos poco a poco, los párpados me pesaban como si de acero se tratara. Unas suaves y entrecortadas respiraciones se oían en medio del silencio y la oscuridad, como si tuvieran frío. Poco a poco empecé a notar como el frío se iba apoderándose me mí.
-¿Ho-hola?-preguntó una pequeña voz que parecía asustada
-¿Jannette?- pregunté yo reconociéndola
-¿Lily?- dijo ella
-Si Jannette soy yo, ¿Estás bien?
- Tengo mucho frío, y me duele la cabeza.
Noté cómo a mí también me taladraba la cabeza un fuerte dolor punzante en la nuca. Me puse de pie en aquella habitación sin un solo rastro de luz.
-Tranquila te estoy buscando- dije mientras empezaba a tantear en la oscuridad hasta que día con una pared rugosa hecha de lo que parecía hormigón. -¿Puedes ponerte junto a la pa...- no conseguí acabar, ya que mis pies descalzos tropezaron con algo y acabé en el suelo con el sabor a sangre inundándome la boca, me había mordido el labio inferior. Me arrastré sobre el suelo buscando a lo causante de mi caída hasta dar con él: un cuerpo inerte yacía en el frío suelo.
-Aquí hay alguien- avisé a Jannette.
El que quisiera que fuese que estaba tumbado se movió ligeramente, aliviando mis sospechas sobre si estaba muerto.
-Papá, solo cinco minutos más...- dijo él adormilado. En otro caso me habría resultado bastante gracioso, pero había reconocido la voz, y aparte estábamos a oscuras en un lugar desconocido, no era un buen momento para reírse.
-¿Hansel, eres tú?- pregunté
Él se puso de pie y noté como movía la cabeza hacia todos lados, seguramente desorientado por la oscuridad.
-¿Lily?- preguntó él asustado
-Sí, soy yo
-Lily...- dijo Jannette
-Espera Jannette, voy para allá, ponte junto a una pared.
Hansel y yo nos cogimos de la mano para no perdernos y empezamos a caminar alrededor de las paredes hasta toparnos con Jannette. Nos sentamos juntos para conservar calor, ya que hacía un frío terrible, y empezamos a contarnos que era lo último que recordábamos.
-Yo estaba en casa viendo un documental, más o menos sobre las ocho de la noche. Mi padre se había ido a dormir, solo me quedaba un día que tener que cuidarle. Mientras veía la tele, me pareció ver una sombra que se movía en el jardín, así que fui a mirar, pero no había nadie. Volví al sofá y pocos minutos después noté un fuerte dolor en la nuca, seguido de todo negro. Lo único que recuerdo después es despertarme en esta oscuridad.- explicó Hansel
-Yo estaba en casa sola. Amy y mi madre habían salido por ahí. Estaba tumbada en la cama escuchando a todo volumen música. Empezaba a quedarme dormida, pero me alertó el movimiento de algo, y me puse de pie en seguida. En frente mío había un tío enmascarado, y cuando intenté dejarle K.O a base de kárate, sentí un fuerte pinchazo en el lateral del cuello que me dejó algo atontada. Después noté cómo me golpeaban con algo en la nuca y caí inconsciente.
-Pues a mí...- empezó Jannette, aunque no pudo acabar, ya que una llama iluminó débilmente la estancia sorprendiéndonos a todos.
-¡RICK!- exclamado los tres al unísono
-¿Estáis bien?- preguntó acercándose a nosotros con un mechero en la mano.
-¿Fumas?- pregunté sorprendida.
Genial Lily, estáis todos atrapados, congelados de frío, en medio de una habitación desconocida a oscuras, y lo único que se te pasa por la cabeza es preguntarle si fuma
-¡No!- exclamó horrorizado - Pero mis amigos si, y me obligan a llevar uno porque a ellos siempre se les olvida
- Aah...- suspiré aliviada.
Nos sentamos los cuatro alineados en la pared, en completo silencio, en el que sólo se oían nuestras respiraciones. Aquella escena me recordó al hospital. Todos juntos, sin decir nada, aunque el silencio no duró mucho más.
-¿Tenéis idea de cómo podemos salir de aquí?- preguntó Hansel cómo si no fuera obvio.
-¿Y si buscamos un interruptor?- dijo Jannette.
-Buena idea- contesté yo mientras me levantaba.
Los demás hicieron lo mismo y empezamos a tantear a ciegas las paredes hasta que mi mano se topó con algo.
-¡Creo que lo tengo!- exclamé alegre, y a continuación tiré de la pequeña palanca algo oxidada que estaba empotrada contra el muro. No había tiempo de pensar las consecuencias que aquello traería, había que encontrar una salida como fuera. Una potente bombilla iluminó la sala, dejándonos ver todo.
Estábamos en una inmensa habitación pentagonal, con paredes sin ningún tipo de decoración. En el centro de la sala, descansaba una robusta mesa de madera con cuatro cuencos del mismo material que no habíamos encontrado antes.
Me di cuenta de la variedad de prendas de ropa que llevábamos entonces. Hansel vestía una camiseta roja y vaqueros, pero iba descalzo al igual que los demás. Rick llevaba un elegante esmoquin y Jannette un vestido muy formal también. Yo... Yo solo iba vestida con mi pijama, que consistía en un pantalón largo azul chillón, y una camiseta con estampado de Hello Kitty a juego.
-Bonito pijama Lily- exclamó Rick aguantando una sonrisa.
Oh, siento mucho no haberme arreglado para un secuestro, no tengo conjunto para eso
Llegamos al centro y pudimos fijarnos mejor él lo que había en el centro de la estancia.
Encima de una robusta mesa, descansaban cuatro cuencos de madera, que tenían unos signos bastante familiares para nosotros, solo que tenían una palabra escrita debajo, que pareció cambiarlo todo.
Hansel se acercó a uno de los recipientes, que estaba lleno de hojas y ramas, y leyó su inscripción.
-Terra- dijo en un susurro
-Aer- prosiguió Jannette colocándose detrás de un cuento vacío.
Yo por mi parte, me acerqué a uno que me llamó la atención en especial: estaba lleno de agua.
- Aqua- leí en un murmullo.
Por último Rick se posicionó junto al restante.
-Ignis- finalizó. Entonces, en el momento en el que pronunció la última letra, una llama surgió de las brasas que ocupaban el cuenco, que como por arte de magia, no se llegaba a incendiar.
En ese instante, la única luz que nos alumbraba, volvió a apagarse, y en uno de los muros, se formó una abertura del tamaño de una puerta, aunque no del grosor suficiente para atravesarla, que emitió un suave destello.
Corrí a investigarla, pero todos empezábamos a perder la compostura, y Rick lanzó un grito de frustración. Pocos segundos después, una débil luz rojiza iluminó parcialmente la estancia.
-Gracias por acordarte del mechero- le dije a Rick sin apartar la vista del muro.
-Chi-Chicos- tartamudeó él.
Me di la vuelta, y me encontré con Rick, cuyas manos estaban en llamas, aunque no parecían afectarle.
***
HOOLA!!
BIEN, ANTES QUE NADA...¡SII, HE VUELTO!
NO OS DARÉ EXCUSAS SOBRE PORQUE NO HE PODIDO SUBIR, YA QUE TARDARIAS MAS LEYENDO ESTO QUE EL CAPÍTULO.
SOLO DIRÉ QUE PARECE QUE EL UNIVERSO ESTÁ EN CONTRA DE QUE ACTUALICE... AUNQUE TENGO ESCRITOS YA CASI CUATRO CAPÍTULOS A MANO...
QUIERO DAROS LAS GRACIAS A LOS QUE, AUNQUE MUCHAS VECES TARDE, DEDIQUÉIS VUESTRO TIEMPO A LEER MI NOVELA.
SIN NADA MÁS QUE DECIR...
BESOS Y ABRAZOS. BYE BYE!!