Capítulo 20

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RICK

-Espera- repliqué- ¿He oído bien?

Me acerqué lentamente. Ella se dio la vuelta y me lanzó una mirada mortífera. Mientras discutía con Hansel, había conseguido oír algo de su conversación, en cuanto escuché que se rendía, algo se desinfló en mi interior. No podía permitirme dejarla marchar.

-¿Dónde está la Lily que yo conocía? Ya sabes, aquella Lily ruda y a la que no le importaban las opiniones de los demás. ¿Dónde quedó ella?

- Rick yo…- ella intentó defenderse.

- No. Quiero saber el motivo por el que se supone que abandonas.

- Mi familia- respondió con apenas una vocecita mirando al suelo. Sabía perfectamente lo que sentía, no era la única que no quería poner en peligro a sus seres queridos.

Jannette se acercó, y noté en su cara una expresión dolida.

-¿Qué?- preguntó a Lily. Las palabras dolorosas no tardarían en aparecer, y esta vez Jannette no se iba a contener.- ¿Te crees que eres la única que ya ha perdido a alguien? Mírame bien, Lily. Ya he perdido a toda mi familia. Toda la gente que quería y sigo queriendo ha muerto. Toda, Lily, toda, por culpa de esto.

Las lágrimas inundaron sus ojos y empezaron a correr por sus mejillas.

-No voy a dejar que hayan muerto en vano, y espero que tú hagas lo mismo, porque tu hermana se merece que la vengues. Créeme, ahora solo les importa encontrarnos, dejarán en paz a nuestras familias.

-Chicos- apremió Hansel- Nos queda poco tiempo.

-De acuerdo, démosles su merecido.-dijo Lily convencida

-Lo primero será encontrar alguna tienda de ropa, vamos a buscar. -dije yo

-Pero, no tenemos dinero. ¿Cómo conseguiremos la ropa?

-Digamos que nunca salgo de casa sin algo de suelto- metí la mano en mis zapatos, que no habían cambiado desde la cena con mi tía, Jannette y su madre, y me los quité. Rebusqué en su interior y encontré el pequeño bolsillo en el que guardaba los billetes de emergencia.- Aquí están, setenta y cinco dólares.

-¿Setenta y cinco dólares, suelto? Créeme, si yo hubiese podido sacar esa cantidad del zapato en cualquier momento, hubiese vivido mejor.- replicó Lily- No es fácil lo de tener que mantener a una familia numerosa con un solo sueldo, pregúntale a mi madre.

-El dinero no lo es todo, Lily. En muchas ocasiones te puede ayudar, pero al menos tú has tenido una familia que te quería. La única persona que me ayudaba con los deberes, me leía cuentos y me entendía ha sido mi tío, y nunca me lo demostró del todo.-respondí melancólico.

-¡Mirad!-exclamó Hansel- Allí, en la esquina.

Mi tía y Samanta, la madre de Jannette, hablaban y nos lanzaban miraditas furtivas, creyendo que no las lográbamos ver. Todos observamos disimuladamente, era hora de poner el plan en marcha.

-Bien, vamos a cambiarnos- propuse.

Entramos a una tienda de ropa que había a unos metros delante de nosotros, y en pocos minutos ya estábamos fuera. Nos habíamos hecho también con unas gafas de sol y unas gorras, aparte de unos conjuntos más modestos, para ocultar nuestra identidad. Ellas no nos reconocieron, por lo que empezamos a caminar, hasta conseguir alejarnos bastante de nuestra primera posición.

Mientras avanzábamos me acordé de algo que Jannette había dicho antes sobre los Oscuros.

-Jannette, antes has dicho que solo les importa encontrarnos. ¿Cómo sabías tu eso?

Los Guardianes de los Cuatro Elementos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora