Capítulo 12

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JANNETTE

Desperté más temprano de lo habitual y miré hacia todos lados desorientada. Mi mirada se topó con la pequeña muñeca de trapo de pelo negro y ojos grises hechos de botones, que descansaba sobre el estante frente a la cama.

Estás en casa de tu madre.

Le aplaudí mentalmente a mi subconsciente y me levanté para ver la hora que era en mi despertador.

06:45

Todavía era muy temprano para tener que prepararme, así que decidí dormir un rato más, cosa de la que no fui capaz. No conseguí conciliar el sueño pensando en todo lo que ocurrió el día anterior.

Esperaba a que algún chófer de mi madre pasara a recogerme, me iba a vivir definitivamente con ella, cosa que no me entusiasmaba mucho la verdad. Desde que asesinaron a mi padre no podía dormir por las noches pensando el él. Poco a poco había conseguido asimilarlo gracias a que, aunque la policía seguía buscando al culpable, me había prometido que ese tipo me las pagaría por lo que había hecho.

Esperaba delante de mi casa mirando el reloj una y otra vez aburrida, hasta que que un coche negro se paró a pocos metros de mí. Cogí todas las maletas y las guardé en el maletero. No sé por qué, pero un impulso me incitó a mirar hacia la casa de Hansel. Y en su ventana, estaba él observándome. Me ruboricé al darme cuenta de que me estaba mirando. Intenté disimularlo saludando casualmente, pero se dio cuenta y él también se ruborizó. Subí al coche y saludé al chofer, que me condujo hasta la casa en la que me quedaría desde ese momento.

Volví a mirar el despertador una vez más.

06:55

Solo habían pasado diez minutos. Aun así me vestí con ropa cómoda para el instituto y me dirigí a la cocina para desayunar. Me asomé un poco por el marco de la puerta y pude ver a mi madre que miraba algo a través de la ventana distraídamente con una taza de café humeante que sujetaba entre ambas manos.

Su perfil se veía precioso, la luz le impactaba directamente en el rostro haciendo que sus definidos rasgos se definiesen aún más. Muchos decían que éramos idénticas, aunque yo no nos encontraba el parecido.

-Hola mamá- la saludé

-Oh, hola Jannette, no te había oído entrar.

Me senté en la mesa y le pegué un bocado a la tostada que previamente había untado con un poco de mantequilla.

-¿Qué tal has dormido?- me preguntó de repente. Me pareció algo extraño, solíamos desayunar en un silencio sepulcral.

-Bien- respondí cortante. Un "¿Qué tal has dormido?" no iba a compensar el infinito número de noches que había cenado y me había ido a la cama sin mi madre en casa porque estaba paseándose de bar en bar.

-¿Te pasa algo? ¿Te encuentras mal?- me volvió a preguntar otra vez, sonando, por primera vez desde que me prestaba atención, realmente preocupada.

-Nada mamá, no me pasa nada. Estoy bien.

-Perfecto, porque he reservado mesa en 230 Fifth para nosotras dos esta noche.

Me quedé boquiabierta. 230 Fifth era un restaurante con unas vistas del Empire State y del Midtown alucinantes. Solo había ido una vez en mi vida con mis hermanos, mi madre y mi padre. Era muy difícil encontrar una mesa libre para reservar sin tener que esperar meses. Aparte era carísimo.

-Yo...mamá, no sé qué decir..., no hacía falta...

-No tienes que decir nada, solo venir conmigo esta noche.

- Vale. - corrí hacia ella y la abracé. Me sentí reconfortada cuando me devolvió el abrazo, y sus brazos se cerraron en torno a mí, como queriendo protegerme, pero algo me decía que aquello no iba a durar mucho.

Tal y como había previsto, pocos instantes después el pequeño auricular que mi madre llevaba colgado de la oreja comenzó a sonar haciendo que ella se separara bruscamente de mí y pulsara uno de los botones del aparato para descolgar la llamada.

Por la cara que puso al oír la voz del emisor de la llamada, supuse que nada bueno iba a salir de esa conversación, así que salí de la cocina, aunque me quedé en la sala de estar desde la que se podía oír todo.

- Señora Preston... - me quedé boquiabierta. ¿Estaba hablando con la tía de Rick? Seguro que existían muchas señoras Preston en Nueva York.-... no ella no está aquí... ¿De qué? - entonces bajó la voz, por lo que me escondí detrás del marco de la puerta para oír.-...lo intentaré esta noche... Ellos ya lo saben... no puedes echarte atrás ahora... sabes que tendrás tu recompensa, los Oscuros no incumplen su palabra... Rick también estaba incluido en el trato, acuérdate.- Y entonces colgó.

Corrí hacia mi cuarto atravesando hileras de pasillos. Entré, salté en la cama, cogí el primer libro que estaba más a mi alcance y lo abrí por una página cualquiera fingiendo que leía.

Pocos instantes después, mi madre hizo su aparición en mi cuarto con su bolso al hombro.

-Cariño, tengo que irme, me han llamado del trabajo y al parecer tengo el turno de mañana. ¿Sigue en pie lo de esta noche?

-Claro- respondí sin apartar la mirada del libro.

Se acercó a mí y me dio un beso en la frente.

-Deja de leer tanto, o te explotará la cabeza- dijo justo antes de salir por la puerta para que no pudiera reprocharle nada o soltarle una de mis frases de libros que te dejan sin palabras.

Logró sacarme una pequeña sonrisa con el comentario, pero esta desapareció al instante al recordar la conversación que acababa de escuchar.

Bien, ordenemos ideas.
1. Hablaba con la tía de Rick
2.Hablaban de unos tales "Oscuros"
3. Rick está incluido en alguna especie de trato
4.No hablaban sobre nada bueno

Preparé rápidamente mi mochila y fui al baño a peinarme y lavarme los dientes para irme al instituto. Todavía quedaban veinte minutos, así que me daba tiempo a ir andando para poder poner en su sitio todas las malas ideas que se me ocurrían en aquel mismo momento sobre que hablaban mi madre y la tía de Rick, que creo que se llamaba Mary.

Una vez que todo estaba en orden, cogí las llaves y me disponía a salir, pero necesitaba hablar con Rick de lo que había escuchado, así que cogí el teléfono fijo y busqué en la lista de llamadas recientes por si aparecía su número, y... ¡Bingo! Allí estaba.

-¿Buenas?- la voz de una mujer me respondió desde el otro lado de la línea.

-Hola, buenos días. ¿Podría hablar con Rick?

-Lo siento mucho, pero ahora mismo no puede contestar. Adiós- Y colgó, así, sin más.

Salí de casa extrañada, pero algo me decía que esa mujer mentía.

***
HOLA MIS QUERIDOS LECTORES Y LECTORAS!!

¿QUÉ TAL?¿OS GUSTA EL CAPÍTULO?¿ME HABEIS HECHADODE MENOS?

SIENTO NO HABER SUBIDO ANTES, PERO LA TABLET EN LA QUE ESCRIBO SE ESTROPEÓ Y NO PODÍA ACTUALIZAR. BUENO, BASTA DE EXCUSAS.

AGRADECERÍA CON TODO MI ALMA VUESTRO VOTO Y VUESTRA OPINIÓN.

¿TIENES DUDAS?¿NO TE GUSTA ALGO?¿TIENES IDEAS?
PUEDES MANDARME UN MENSAJE CUANDO QUIERAS.

DISPONIBLE...CUANDO PUEDA.

BUENO, ESO ES TODO

BESOS&ABRAZOS. BYE BYE!!

Los Guardianes de los Cuatro Elementos ©Where stories live. Discover now