Capítulo 18

7.1K 519 44
                                    

RICK

Ahí estábamos los cuatro. Sentados contra el muro.

Yo me apoyaba contra la pared, y acariciaba el pelo de Lily, que estaba sentada frente a mí y recostada en mi pecho. Podía notar como el dolor seguía desgarrándola por dentro, y alguna que otra solitaria lágrima conseguía escaparse entre sus parpados cerrados. Jannette y Hansel estaban a mi derecha, este último intentando todo tipo de bromas o gracias para que  ella riera y dejara de llorar, aunque poco conseguía, y acababa abrazándola para que se desahogara por completo.

De cara a nosotros, las cuatro ancianas se sentaban en unas sillas que parecían bastante cómodas - y aunque nos habían ofrecido unas, habíamos desistido- y nos miraban con sonrisas plasmadas en sus arrugados rostros.

-Bueno- dijo una de ellas.- creo que merecéis algunas explicaciones.

Hansel y yo, que éramos los únicos que nos habíamos recuperado ligeramente tras lo ocurrido (aunque todavía se podía notar a leguas la tristeza en nuestras caras) asentimos.

- Entonces empecemos por el principio.

Con un simple chasquido de dedos al compás, una densa neblina empezó a envolver individualmente a cada una de ellas. Pronto, esta se disipó dejando a la vista a cuatro jóvenes chicas, seguramente de no más de veinte o veintidós años. Nos fue fácil reconocer a cada uno una de ellas.

- Usted es la bibliotecaria - dijo Jannette asombrada mirando a una rubia de ojos azules, que tenían una intelectual sonrisa en la cara.

- Y usted es la cajera del Starbucks del centro comercial- continuó Lily, hacia la pelirroja de gafas con un toque hippie.

- A usted la he visto en algunas sustituciones de Historia en el instituto- añadí yo haciendo memoria. Esta veinteañera, al igual que la primera era rubia, aunque sus ojos eran color castaño oscuro y parecía ser pocos años mayor que ella. Me respondió con un guiño.

-Y usted... ¿No será por casualidad la hermana de Sam? Recuerdo verla muy a menudo por su tienda de antigüedades.- cuestionó Hansel a la última de ellas, morena y de ojos casi negros.

-Si chicos, somos nosotras- respondió la pelirroja, que por ahora no tenía nombre.- Pero si queréis asimilarlo todo, vamos poco a poco y desde el principio. Yo soy Ann, y soy tu Protectora, Lily.

Lily la observó algo confusa.

-¿Pro- Protectora?- preguntó con voz entrecortada a causa del reciente llanto.

-Si- contestó la rubia de ojos azules.- Al igual que yo soy la de Jannette. Por cierto, soy Holly.

-Y yo soy tu Protectora Rick- se presentó otra de las mujeres- Michelle, encantada- me tendió la mano, que estreché afablemente. Aquellas chicas transmitían una sensación de familiaridad y alegría algo extraña, si nos fijamos en que nunca las había conocido o me había relacionado con ellas, como mucho para preguntar dónde se situaba algún lugar de extraño nombre o localización.

-Y supongo que tú serás mi Protectora- acabó Hansel

-Exacto. Soy Lisa.- dijo con una gran sonrisa.

-Pero... No entiendo. ¿Protectoras?- cuestionó por segunda vez Lily.

-Tranquila, vamos por partes. Bien, yo os lo explicaré. Os hemos estado protegiendo, como bien indican nuestros nombres, para que los Oscuros no se acercasen a vosotros.- Su imagen empezó a titilar, pero todo volvió a normalidad un instante después- Aunque, como podéis comprobar, nuestros poderes empiezan a menguar, causa por la que no pudimos defender a vuestros familiares.

Los Guardianes de los Cuatro Elementos ©Onde histórias criam vida. Descubra agora