Aiden.

By Poli_MDE

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Amy, una bruja, la más poderosa que podría existir, fuerte y valiente. Evan, un híbrido, el rey de los vampir... More

Aviso 1.
Prólogo.
Capítulo 01: Los novatos.
Capítulo 2: El destino que nos une.
Descripciones.
Capítulo 3: Aiden.
Capítulo 4: El desastre.
Capítulo 5: La bestia.
Capítulos 6: Caminos que se unen.
Capítulo 7: El ataque de los otros.
Capítulo 8: Atrapada.
Capítulo 9: De vuelta a casa.
Capítulo 10: Quien sea reina.
Capítulo 11: Lluvia en el cristal.
Capítulo 12: Sus recuerdos.
Aviso
Capítulo 14: Olvídalo.
Capítulo 15: Acorralados.
Capítulo 16: Humana.
Capítulo 17: Jaque mate a la reina.
Capítulo 18: En una noche como esta.
Capítulo 19: Desconocido.
Capítulo 20: El demonio.
Capítulo 21: El lob... vampiro feroz.
Capítulo 22: Días de paz.
Capítulo 23: Donde el camino empieza.
Capítulo 24: Tu mirada.
Capítulo 25: Una nueva aventura comienza.
Capítulo 26: Hasta las lágrimas.
Capítulo 27: De vuelta en casa.
Capítulo 28: Un día especial.
⚠️Bueno, llego el gran aviso ⚠️
Capítulo 29: Feliz cumpleaños.
Capítulo 30: Peligro.
Capítulo 31: Finalmente lo que soy.
Capítulo 32: Diversión.
Capítulo 33: La decisión final.
Capítulo 34: Devuelta a casa.
Capítulo 35: La voz de su conciencia.
Capítulo 36: Liberame.
Capítulo 37: Aquél día
Capítulo 38: La extraño.
Capítulo 39: Tiempo de verano cálido.
Capítulo 40: La mujer de mis sueños.
Capítulo 41: A un paso.
Capítulo 42: Entre la niebla.
Mini trailer.
Capítulo 43: Te he esperado.
Capítulo 44: Un infierno brillante.
Hi babys. 💕
Capítulo 45: Una noche de recuerdo.
Capítulo 46: Armadura.
Capítulo 47: Sorpresa, el enemigo es fuerte.
Capítulo 48: Los visitantes.
Capítulo 49: La salvación.
Capítulo 50: A cargo.
Capítulo 51: Lado sádico.
Capítulo 52: En la noche...
Capítulo 53: Entre la noche.
Capítulo 54: Siempre tuya.
⚠️ Nuevo IG ⚠️
¿Por qué desaparecí?
Cap 55: Nuestro comienzo.
Capítulo 56: La pelea.
Capítulo 57: Amor de a tres.
Capítulo 58: Huésped.
Capítulo 59: Revelando al monstruo.
Encuesta para mis angelitos 💕
Capítulo 60: El despertar del ghoul.
Capítulo 61: Elijo a ambos.
Capítulo 62: Última decisión.
Aviso: Internado ⚠️
Peguenme un tiro, digo volví 😂
Capítulo 63: Aquel día.
Capítulo 64: La mejor decisión.
Capítulo 65: Una noche desafiante.
Capítulo 66: Organizados.
Capítulo 67: Salvados.
Capítulo 68: El deshielo.
Capítulo 69: El final de la batalla.
Capítulo 70: Ira.

Capítulo 13: A tu lado.

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By Poli_MDE

Antes que nada quiero decir; Sí, soy una traidora mentirosa :'v pero déjenme defenderme porfa.

Se supone que el domingo pasado debí de subir cap pero no lo hice ¿Por qué?
Bueno, porque así como soy mala escritora también soy mala recordando cumpleaños y fue el cumpleaños de una de mis mejores amigas (tengo una horrible memoria, lo sé 💔), cuestión que ella hizo una fiesta de disfraces y tuve que ir.

Si no me creen vayan a mi perfil de Tik Tok (la app que fue llamada antes Musical.ly) y verán un vídeo mío con el cosplay que tenía puesto (mi user es @Flor_MDE).

Bueno, después de eso dije, lo subiré el domingo que viene.

Y.... tampoco publique el domingo porque fue semana santa y estaba ocupada, así que heme aquí Lunes publicado capítulo.

Descuiden SÍ habrá maratón

Y serán 3 capítulos como prometí ⚠️💕

Bueno, eso es todo, espero que me hayan perdonado por mi mala memoria y responsabilidad xD

¡L@s amo! 💕💕💕

••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

–No voy a hacerlo.

–Gastón por favor...

–No.

El vampiro se cruzó de brazos y apoyó la espalda contra el capot delantero de su automóvil.
Naomi miró con ojos entristecidos a Theo y éste que estaba cerca de ella soltó un suspiro agotado.

–Necesito que me ayudes a buscarlo, eres el único vampiro que conoce cada ciudad del alrededor.

–¿Y quién dijo que Elián va a estar en una ciudad cercana?

Theo harto de oír a su hermano poner palos en las ruedas se dispuso a terminar el conflicto, dió un paso al frente, le arrebató las llaves a su mayor aún escuchando como éste se quejaba y rodeó el automóvil para ingresar a el.

–¡¿Oye, qué haces?! –le gritó Gastón y su menor lo miró con cara de aburrimiento.

–Puede que no esté en una ciudad de este alrededor pero tú eres el único sujeto con tantos contactos que si te dispones podrías encontrarlo en menos de dos días –la mirada café del vampiro joven paso a la muchacha parada a un lado –Sin embargo si no pretendes ayudarla no te obligaré, pero yo no pienso quedarme de brazos cruzados, soy tu hermano y si hablo con gente de bares como el tuyo, nombrandote, de seguro conseguiré algo.

–Sí, una paliza –exclamó el pelinegro de ojos claros –No creas que le caigo bien a todo el mundo.

–Eso no importa –lo interrumpió Naomi –Es un riesgo que vamos a correr entonces.

Gastón volteó los ojos al oírla.

–No entiendo si quiera por qué tú quieres acompañarla Theo, ni siquiera es tu amiga.

El adolescente asintió pensativo y luego sonrió.

–Es porque vine a visitarte en busca de aventuras. Me estaba aburriendo muchísimo en la universidad y decidí que si venía a ver, a mi hermano desastroso quizás algo interesante pasaría... y mira, no paso ni una semana y encontré a una chica que quiere hallar a un tipo perdido hace dieciocho años ¿Sorprendente no?

Después de lo dicho Theo le extendió las llaves a Gastón, probando sí este cambió de opinión o no.

–No iré porque quiera buscar una aventura como tú, ni que fuera Dora la exploradora, sino que iré porque si esa niña muere su padre va a matarme.

Naomi qué ya había ingresado al automóvil se asomó por una de las ventanillas traseras y le enseñó el dedo medio al vampiro, sin olvidar su rencor hacia él.

Gastón tomó las llaves del automóvil que su hermano le entregaba y de muy mala gana aceptó viajar con ellos.

****

Aiden siguió a Liam hasta una enorme casa con decoraciones sutiles que le daban la apariencia de hogar antiguo aún cuando no lo era. Su corazón latía rápidamente y por primera vez en mucho tiempo sintió una mezcla de emociones entre la alegría, nerviosismo y miedo.

¿Qué iba a decir cuando la vea? ¿Y ella lo reconocería de inmediato como Liam lo hizo o no?

Al ingresar al terreno de aquel hogar una sensación familiar lo recorrió sin embargo sabía que nunca antes estuvo ahí, pero el hecho de que sus parientes se alojen allí quizás le trajo ese sentimiento.

Metió las manos en sus bolsillos para evitar demostrar que le temblaba el cuerpo y tragó duro al subir los peldaños de la entrada.

¿Ella estaría del otro lado?

Liam que iba al frente se detuvo ante la puerta y extendió la mano hacia el picaporte pues cerca de éste había una nota pegada, lo tomó bastante curioso y leyó en voz alta para que su hermano también oyera.

–"Volveré mañana: mamá" –el castaño miró con aquellos ojos celestes grisáceos a su mayor –Ella no está aquí.

Aiden le arrebató de inmediato el papel, la emoción que sentía seguía intacta pero una oleada de decepción lo invadía ¿A dónde había ido? ¿Por qué no estaba ahí?

Quería verla, anhelaba encontrarse con ella, deseaba ser abrazado y oír su voz porque por más que lo intentará no la recordaba, solo veía una silueta borrosa de ella en sus memorias y no quería creer que Clary la había quitado de él completamente.

–¿A dónde fue? –miró a Liam, no podía ocultar la tristeza en su voz –¿Por qué no está aquí?

Liam lo pensó un instante hasta que sus ojos se abrieron con asombro y exclamó.

–La casa del lago, lo había olvidado.

–¿Qué?

–Hoy es el día en que moriste Aiden, y mamá fue a visitar el lugar donde te perdió, como todos los años.

El muchacho bajo la mirada a la hoja de papel escrita con bolígrafo y paso la yema de sus dedos por el relieve de la tinta, esa era la letra de su mamá. Cada vez que sentía estar un paso más cerca algo ajeno lo apartaba de ella, pero esta vez no sería igual.

–¿Sabés cómo llegar? –le preguntó a Liam y éste asintió.

No iba a permitir que el tiempo o la distancia lo separé de ella otra vez, era su familia y estuvo apartado de ellos por tantos años, no iba a dejar si quiera que un par de horas eviten su encuentro, él quería ver a su mamá, tenía todo el derecho de ello.

****

Corrí tras de Rory por la inmensidad de jardín trasero que tenían sus padres detrás de la mansión, la pequeña me llevaba bastante distancia y mientras reía a carcajadas sacudía entre sus manos un par de medias blancas que habían estado en el cuarto de sus papás, así que intentaba quitárselo para que no fuera a ensuciarlas. Lo único que me faltaba era ser despedida porque no pude evitar que una niña se entrometiera en la habitación de sus padres y les robara ropa.

–¡Vamos Miku, corre! –me alentó y no pude evitar reírme. Traté de verme seria para obtener algo de respeto pero no funcionó, ella me veía como si fuese su hermana mayor sin el poder suficiente para regañarla.

–Rory aguarda, no puedes robar la ropa de tus padres y usarla como bandera –le pedí rodeando la fuente de agua, ésta salpicaba frías gotas a su alrededor y algunas caían sobre mí. Al otro lado de la fuente, frente a mí estaba la pequeña de cabellos negros y ojos azules, parecía una muñequita.

–Tú dijiste que si conseguía algo blanco podríamos jugar a captura la bandera, ahora tengo algo blanco ¡Calcetines!

Me reí de nuevo y negué lentamente.

–Cariño, no me refería a la ropa de tus papás sino a alguna toalla o incluso una funda para almohada vieja.

–Mi mamá se deshace de toda las fundas viejas, dice que si tienen más de dos años ya no sirven como antes –me explicó.

¿Qué clase de persona hace eso?

"Ya quisiera yo tener la misma seguridad de que el dinero no se me acabaría y podré comprarme fundas de cama y ropas cada mes"

–Bien, pero ese calcetín se ve nuevo, no debes jugar con él, así que dámelo –le pedí e intenté rodear la fuente pero eso la hizo reír y volver a correr por todo el lugar.

En un momento muy cerca de la puerta trasera Rory tropezó antes de que pudiera alcanzarla y me arrojé a socorrerla como si estuviese queriendo atrapar una joya invaluable antes de que toque el suelo, sin embargo no llegue a tiempo y ya estaba de rodillas en el piso, observándose las manos donde traía unos raspones.

–Rory ¿Estás bien? –me agache frente a ella, haciendo a un lado el calcetín y queriendo revisar sus manos, pero ella las apartó rápidamente de mí con una sonrisa, como si no le doliera.

–No pasó nada, es solo tierra –me dijo con una sonrisa fingida, sabía que le había dolido el golpe.

Me puse de pie.

–No mientas cariño, iré de inmediato a buscar algún botiquín, estoy segura que tu mamá tiene alguno, tú quédate aquí.

–Pero estoy bien –insistió rozando sus manos contra el vestido que traía puesto y volvió a enseñarme las palmas, estaba vez sin tierra –¿Lo ves?

No podía creer lo que veía, puedo jurar que había unos raspones en sus manitos, que su piel blanca se había lacerado y puesto rojiza, sin embargo ahora no había rastro de ello solo una sutil marca de tierra.

¿Acaso me estaba volviendo loca?

****

Tessa corría por alrededor de una plaza que en cierto tiempo y horario solía estar bastante desierta, era perfecto para entrenar y relajar su mente. La noche anterior la voz de una mujer se presentó en sus sueños y desde entonces no pudo dejar de pensar en ello pues su padre en vez de tomarlo como la pesadilla que parecía ser, le pidió que se alejara de Wade como si ese sujeto al que apenas conoce tuviese algo que ver.

Mientras corría y sentía su corazón golpear con fuerza una pregunta apareció ante sus ojos y se tuvo que detener. Junto a ella unos patos caminaban tranquilamente como si nada fuese a quebrantar su paz.

Desde que había conocido a Wade sintió una extraña conexión a él, además del sueño y el acto de su padre, algo le hizo entender que quizás todo lo que está pasando puede estar relacionado y eso se veía descabellado, no encontraba explicación lógica al miedo de su padre cuando le contó acerca de la mujer pero por alguna razón él cree que Wade tiene que ver ¿Y por qué?
Según Wade conoce a Erick desde hace tiempo pero, el día que vio su fotografía huyó de la casa como si contemplará un fantasma ¿Por qué?

De pronto su teléfono celular vibró por una llamada y de inmediato atendió.

–¿Hola?

–¡Tessa! Al fin atiendes, tonta.

–¿Naomi?

–No, el pato Donald –exclamó con sarcasmo al otro lado de la línea –¡Claro que soy yo!

La rubia acomodó las mechas de cabello rubio que se le salieron de la trenza y las llevó atrás de su oreja.

–¿Dónde estás? No fuiste al instituto. Bueno, no tuvimos clases hoy pero aún así ¿Por qué no te ví?

Naomi suspiró cansada.

–Tuve cosas que hacer –respondió vagamente –Mira, quisiera contarte todo en este momento pero debo hacer algo importante y te llamaba para saber si podías hacerme un favor.

–¿Qué clase de favor?

–Estaré fuera de casa unos días y necesito que me hagas las tareas del instituto.

–¡¿Qué?!

–Lo sé, no quieres pero por favor, te juro que hasta voy a pagarte.

–No habló de eso tonta, sino de ¿Porqué te fuiste? ¿A dónde irás Naomi?

–Tengo que viajar al pueblo siguiente, necesito encontrar a alguien y cuando lo haga volveré, lo prometo.

–¿Buscar a alguien? ¿A quién? –insistió. Necesitaba hablar con su amiga aún había mucho que decirle y al parecer ella también tenía cosas que charlar.

–Cuando vuelva te contaré todo, lo prometo –y colgó.

Tessa se quedó observando la pantalla del teléfono móvil, a su alrededor el viento soplaba despacio y las hojas de árboles caían sobre el suelo ante sus pies.

****

Un sonido a puerta siendo cerrada y pasos despertó a Megan, la muchacha bastante desorientada y dolida observó la penumbra de aquella habitación donde solo un rayo de luz ingresaba por la puerta ya que ni siquiera parecía tener ventanas y el olor a tierra húmeda le dió una idea de en qué lugar podría encontrarse.
Trato de ponerse de pie, el suelo frío no era para nada cómodo pero al hacerlo se percató de que sus tobillos estaban esposados al igual que sus muñecas contra la pared detrás suyo.

Gruñó furiosa y pegó un golpe con las manos contra la pared intentando romper sus ataduras pero estás no cedieron.

La puerta se abrió, aún cuando estaba luchando por soltarse y oyó a alguien detrás suyo, detenerse en el marco de la entrada por donde ingresó aún más luz para alejar un poco la gran oscuridad que abarcaba aquel lugar.

–Son cadenas especiales, fueron hechizadas por Amy, no van a romperse sin importar cuanto lo intentes.

La joven se quedó quieta, hacia tiempo que no oía esa voz, hasta el punto de creer que nunca más lo haría. Se giró lentamente y no pudo ocultar la sorpresa al ver aquellos ojos dorados que tanto lo caracterizaban.

En ese momento fue como si el tiempo no hubiese pasado, ambos se veían igual de jóvenes que hace diecisiete años; él mantenía aquella sonrisa risueña y una mirada tramposa.

–Wade Peichell –ella murmuró. El verlo intacto como antes le creaba la vaga ilusión de que los años no habían pasado y que todo lo sucedido hasta ahora fue parte de un horrible sueño.

–Adoro como suena mi nombre saliendo de ti –bromeó –¿Me extrañaste rubia?

Megan dió un paso al frente pero las cadenas le impidieron avanzar más y cayó en la realidad de lo que estaba pasando, como si alguien pinchara con una aguja su burbuja de recuerdos.

–¿Por qué me tienes aquí?

–Porque así me lo ordenaron –explicó el licántropo. Su semblante era tranquilo, apenas esbozaba una sonrisa de lado pero su mirada era la que transmitía todo, la veía como si desconfiara de ella.

–¿Quién?

Wade se cruzó de brazos y apoyó el hombro izquierdo contra la pared. Era alto y mantenía su cuerpo atlético, como siempre queriendo verse bien.
Pero había algo distinto en él, era como si le faltará el brillo a su mirada, se veía una tristeza que no parecía tener fin a pesar de que sonreír para dar calma.

–Él.

El chico dió un paso atrás para salir del cuarto y junto a él ingresó alguien más, de pronto fue como si el mundo se detuviera.
Un golpe en el corazón hizo a Megan retroceder cuando el visitante la miró, cuando sus ojos cafés se fijaron en ella, cuando recordó la última vez que lo vio.

"Vive Thomás" rememoró haberle dicho y con ello todo lo que alguna vez vivieron juntos volvió a su mente como una ola rompiendo contra la orilla.
Recordó su infancia juntos; cuando lo vio por primera vez, él como un niño débil, ella como la pequeña ruda, o la vez que fueron a un campamento de buen comportamiento, o aquellas veces que se escapaban juntos para correr por el bosque y cazar luciérnagas. Recordó su tiempo juntos en la secundaria y todo lo demás que tuvieron que vivir cuando él se volvió licántropo, cuando aceptó su naturaleza y se volvió un alfa.

Al igual que Wade él había hecho un hechizo para no envejecer con la diferencia de que no era inmortal, de que el tiempo pasaría para él pero no tan rápido como con los otros humanos, aún a pesar de diecisiete años transcurridos Thomás Peich seguía siendo un chico joven como antes, apenas unos años mayor y seguía teniendo aquella sonrisa amable.

Seguía viéndola como la primera vez.

–Hola Megi.

La muchacha retrocedió aún más, pegando su cuerpo contra la pared sabiendo que su fortaleza solo podía caer ante una persona, la única que podía verla de tal modo, con cariño con si no la odiara, como si todo lo que ella hubiese hecho estuviese perdonado.

–Thomás –su voz se había hecho un hilo al recordar que lo atacó, que casi lo mató y que la idea de haberle quitado la vida no la dejó dormir por mucho tiempo.

Por dentro sentía alivio y tristeza a su vez porque todo los pecados que cometió le recordaban que no merecía ser vista de tal modo, que no deberían sonreírle así como él lo hacía, que no debería sentirse bien por tenerlo antes ella, que debía realmente sufrir porque eso era lo que merecía.

–¿Por qué? ¿Por qué me trajiste aquí? –preguntó tomando coraje para verlo a los ojos y enojarse porque él no debía de mirarla así ¡Él no debía perdonarla! Porque ella no podía perdonarse a sí misma.

–Si te dejaba en ese bosque hubieses muerto.

–¡Ese no es tú problema! Lo que haga o deje de hacer con mi vida no te concierne... –sus ojos azules eran un mar de anhelo y tristeza que nadie más podía ver, que ni siquiera su mejor amiga pudo ver ¿Acaso él podría? –De ese modo todo terminaría, Amy conseguiría lo que busca sin necesidad de mover un dedo.

Thomás caminó hacia Megan de inmediato, ella intentó apartarse pero no había a dónde ir.

–¿Y tú crees que yo lo permitiría? –le preguntó a un par de pasos pero Megan no contestó y bajo la mirada al suelo –No voy a entregarte Megan, si lo hago ella va a matarte.

–No te pedí protección ¿Por qué haces esto?

El chico de cabellera café y ropas oscuras dió un paso más al frente, acortando su distancia un poco más.
El corazón de Megan corría ferozmente, sentía como su cuerpo se hacía pequeño ante él mientras un nudo de angustia le apretaba la boca del estómago.

En ese momento Thomás la tomó de la barbilla para poder contemplar aquellos ojos azules, hermosos e indomables como su personalidad lo fue, quizás por eso siempre sintió tanta admiración hacia Megan, ella era el ejemplo de quien no podía ser controlada ni siquiera por Dominic, sin embargo por algún motivo ella actuaba contra su propia naturaleza estando del lado de Clary ¿Por qué?

–Lo hago porque te quiero –le respondió –Yo te protegeré ante quien sea porque lo prometí una vez.

Megan abrió los ojos con sorpresa, unas pocas lágrimas se acumularon en sus ojos pero era demasiado orgullosa para dejarlas ir.

–Yo intenté matarte ¿Acaso eres idiota, Peich?

Thomás rió y sin pensarlo le acarició la mejilla.

–Si querías hacerlo nada te hubiese detenido, pero recuerdo lo que dijiste –le apoyó las manos en cada hombro, ella era más pequeña físicamente pero nunca dejo que la vean débil por ello –Tú querías que yo viviera porque la Megan que conozco aún está dentro de ti... y no sé qué te hicieron, no sé porqué has cambiado pero estoy seguro que Clary tiene que ver en eso.

–¡Basta! –la rubia lo empujó, no quería hablar más, no quería oírlo más porque de algún modo todas sus defensas caían ante él –Ya déjame.

Se dejó caer al suelo, abrazó sus rodillas y ocultó su rostro entre sus brazos. Sabía que si hablaba todo se destruiría, Clary acabaría con ella y no podía perderlo de nuevo.

El alfa se agachó ante ella y la tomó de una mano viendo cómo lentamente la rubia levantaba la mirada con los ojos rojizos por llorar. No sabía cuál era el motivo de su dolor pero aquello no podía perdonarlo, simplemente no podía vivir con la idea de verla sufrir.

–No te obligaré a decirme nada, esa será tu decisión sin embargo, quiero que entiendas que tú eres una de las personas más importantes para mí y que voy a protegerte de Amy, Clary o quien sea sin importar qué pase... –la tomó de las mejillas y le sonrió con calidez –Incluso si tengo que ir en contra de mis compañeros lo haré, porque yo no puedo perderte Megan Gray.

En ese instante Megan se acordó que hace varios años cuando un sujeto la atacó en la universidad y Thomás la había salvado, él dijo unas palabras parecidas a ellas y su corazón dió un salto, en ese entonces él había prometido protegerla para siempre y su promesa seguía intacta aparentemente.

–Ellos van a matarte Tommy –al oír aquello el alfa solo sonrió pues lo importante fue el escuchar cómo lo llamó, que a pesar del enojo que quería mostrar ella no podía ocultar su cariño hacia él.

–Una vez morí por ti –se acercó tanto a ella que podía sentir su respiración y escuchar el correr de su corazón, tan veloz como el suyo –Y lo volvería a hacer.

Megan quedó asombrada por aquello, miró a los ojos cafés del chico y deseó más que nada sentir su abrazo después de tantos años, solo quería sentir su calor, sentir que no todo era tan malo, que no era la maldita villana que quizás para las personas como ella había algo de esperanza.

–Tú dijiste que no fue por mí.

–Te sentías culpable porque tuve que volverme un licántropo y sabías que en ese entonces yo odiaba convertirme, por eso mentí.

«Mentí porque si te decía que acepte mi naturaleza solo porque me dijiste "hazlo por mí" no dejarías de sentir culpa. La verdad es que ahora yo acepto quién soy y me gusta, si no hubiese tomado esa decisión muchas cosas no hubiesen ocurrido.., principalmente no hubiese tenido la oportunidad de hacer esto.

Y sin más depósito un suave beso sobre la frente de ella oyendola aguantar un suspiro.

–Si una vez morí y volví por ti ¿Por qué no hacerlo de nuevo?

Tomándola entre sus brazos Thomás la abrazó, después de tantos años, después de tantas cosas, después de tanta pena y dolor al fin podía sentir que todo estaría bien.

–Te quiero Megan y es un cariño que no puedo explicar, ni tampoco podrían comprenderlo los demás... solo tú puedes hacerlo.

Megan cerró los ojos y dejo que sus lágrimas caigan sobre la ropa de él porque lo entendía, sabía a lo que se refería pues ella sentía el mismo cariño hacia él y es por eso mismo que cuando ella murió había experimentado lo mismo; ella había vuelto por él.

No, no se amaban sino que era un aprecio diferente, mucho más grande que la amistad, similar al amor entre hermanos, un cariño que solo ellos dos podían comprender.

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