Carey según llegó a casa se duchó y se lavó los dientes, aún con la mala experiencia atormentando su cerebro. Su padre medio enfadado Por no comer lo que quería y medio preocupado por la salud de su hija, había tratado de preparar la cena, pero la cocina no era su fuerte.
Mientras, Carey llamó a su mejor amigo por FaceTime para ver qué tal estaba y de paso contarle lo que había pasado.
—...Y entonces vomité y me morí de vergüenza. Menos mal que soy y seré un personaje anónimo.
—Ojalá mi padre hiciera tanto por mi para protegerme. —confesó Alan en una suave risa.—
—Si tu padre comprara a la prensa para ser anónimo probablemente te irías indignado de casa.
—Ya sabes, siempre quise ser famoso como las Jenner. —dijo haciendo un gesto con las manos como si se retirara cabello de los hombros.— imagínate lo que se perdería el mundo.
—Sería una tragedia. —le respondió con diversión.—
—¿Y te llegó lo que te mandé? Como ahora te mudaste y no te has dignado a contarme. —le echó en cara Alan.—
—Sí, lo sé, lo siento. —se disculpó ella.— ¿hablas de los dulces? Sí, llegaron a la torre antes de la mudanza. Lo que no entiendo es por qué no viniste tú a dármelos.
Alan miró la imagen de su amiga que se reflejaba en la pantalla y luego alzó la vista, donde detrás estaba su familia haciéndole señas sobre qué decir. Como era de esperar todas las llamas e interacciones con Carey estaban siendo controladas tanto por su familia como por aquel hombre extraño que se había "aliado" a ellos.
—¿Alan? —preguntó ella con gracia.—
—Sí perdón. Me quedé disociando. El caso, no fui porque... —miró de nuevo a sus padres.— estoy ocupado en un... ¿viaje?
Carey frunció el ceño, no entendía qué le pasaba a Alan pero tampoco le dio demasiada importancia, él también a veces era medio extraño.
—¿A dónde fuiste? —preguntó con curiosidad.—
—¿y tú? —preguntó él de vuelta, sabiendo que ella no le diría el nuevo paradero de los vengadores.— ¿te comiste los dulces?
—¡Qué sí! Ayer justo los comí. —exclamó ella volviendo a reír.— tampoco era algo que no hubiera probado, qué extraño te comportas a veces.
—Tan solo quería asegurarme de que te acordabas de mi. Era solo un regalo, malagradecida. —se cruzó de brazos.— oye y no me has dicho nada más de los hombres nuevos del complejo...
—¿Bucky y el tal Lucas? —preguntó, alzando una ceja.— no tengo mucho que contar...
—Qué mentirosa que eres menos mal que te conozco de toda la vida. —dijo riéndose.— ¡venga, ponme al día!
—¡Vale! Pero no le digas a nadie. —le señaló, amenazándolo de forma divertida.— de Lucas no se mucho, es... rarito. Un poco antipático. Y Bucky... Ah... Es un sueño. Si lo vieras te enamorarías, hasta la voz la tiene bonita.
—¡Carey, atrevida! —exclamó Alan reincorporándose y por un momento olvidando por completo el objetivo de la videollamada y de que le estaban vigilando. Tan solo quería cotillear con su amiga.— ¿te gusta otro teniendo novio? Siempre supe que serías como yo.
—Es algo platónico... Yo quiero a Peter...
—Los cuentos a Disney, querida. A mi no me engañas.
—Que sí, quiero a Peter pero...
Carey se distrajo momentáneamente por unos toques suaves que daban en su puerta. Dedujo que era su padre así que después de decirle "adelante" se apresuró a cortar la llamada.
—Hola cariño. —murmuró Tony sentándose a los pies de su cama.— ¿cómo estás?
—Hambrienta... Pero también asqueada, pienso en Shawarma o en cualquier comida que me gusta y me dan ganas de vomitar, es asqueroso.
—Igual enfermaste... Podemos ir al médico si quieres. —sugirió Tony pero ella negó suavemente.—
—Sí mañana sigo igual si, pero de momento no.
Tony se acercó y dejó un beso en su frente, sonriéndole un poco para que no se sintiera tan mal, o al menos aliviarle un poco el mal estar.
—Tienes hambre, ¿no? —preguntó mientras ella asentía.— ¿qué es lo que te apetece comer?
—Papas, con limón. —Carey no lo pensó mucho, pues llevaba todo el día con el raro impulso de comer algo cítrico.—
Su padre la miraba bastante extrañado y se levantó aún con el ceño fruncido, no recordaba a su hija comiendo nada que llevase limón.
—Cariño, odias el limón. —dijo Tony como queriéndole recordar ese hecho.—
—Pero me apetece, muchísimo. Nunca es tarde para que los gustos cambien. —se cruzó de brazos mientras lo miraba.— quiero eso, por favor.
Tony aún extrañado asintió ligeramente y abandonó la habitación, yendo a por alguien que pudiera prepararle el raro plato que había pedido su hija.
No muy lejos de allí, en un estado colindante, se encontraban Steve, Lucas, Bucky y Peter, un grupo que más que parecer héroes parecían el elenco de una película de humor. El capitán estaba muy irritado, se sentía como si cuidara de niños pequeños; Lucas no hacía ningún caso y se paraba a mirarse en cada reflejo que veía, Bucky ignoraba ese hecho y no ayudaba a Steve a que Murphy hiciera caso, y Peter... Él solo parecía un niño de excursión, preguntaba por todo.
—La misión es fácil, hay una base en uno de los edificios que antes pertenecían a industrias Stark, tan solo tendremos que entrar y acabar con ellos. —dijo Steve tratando de no decir que la base era de Hydra para evitar pánico entre Lucas y Bucky. Daba sus instrucciones mientras iban de camino a aquella base en una camioneta.—
—¿Acabar es matar? ¿Tenemos licencia para matar? —preguntó Lucas con confusión, mirándose en una pieza metálica donde se reflejaba.—
—Por favor Lucas, deja de mirarte en todos los malditos reflejos y céntrate en la misión. Peter pregunta menos y actúa más y Buck, ayúdame a que estos dos hagan caso.
Lucas alzó una ceja y se miró las manos, no queriendo responderle al capitán, básicamente porque iba a hacer lo que él quisiera cuando él quisiera. Peter se repetía mentalmente no preguntar tanto pero sabía que jamás podría prometer eso y Bucky tan solo quería que todo pasase rápido, le daba igual totalmente todo, tan solo quería volver ya a casa.
—Llegamos. —anunció Steve mientras abría la puerta y salía, empuñando su escudo.— iremos en grupos de dos, Lucas ven conmigo, Peter tú con Bucky.
Peter hizo la misma mueca de desagrado que Bucky, estando los dos por primera vez de acuerdo en algo; no querían estar el uno junto al otro. No se quejaron ninguno de los dos para evitar discusiones, aunque sólo era retrasar lo inevitable.
Peter se colocó la máscara y se puso al lado de Bucky para luego dirigirse a la puerta trasera del edificio. Ambos entraron sigilosamente y poco segundos después comenzaron a derrotar guardia por guardia, Steve y Lucas hacían lo mismo desde el otro lado del edificio, y al igual que Bucky y Peter no tenían pensado dirigirse la palabra, para así no discutir.
Pero solo era retrasar lo inevitable.
Peter estaba dispuesto a disparar a un guardia con su telaraña cuando Bucky se colocó por delante y se ocupó de él en segundos, dejando al joven con una mueca de desagrado y cada vez más molesto.
—¿Qué haces? Ese era mío. —casi gritó Peter, haciendo que el rostro de Bucky, si es que era posible, diese aún más miedo.— me entorpeces.
—Aquí nada es de nadie. Venimos a luchar, niño. —dijo el hombre con desagrado.— no estamos jugando, nadie te va a dar una medalla por derribar a más enemigos.
—No soy ningún niño, anciano. —soltó Peter con bastante desprecio, haciendo que comenzara una discusión.—
—¿Quién te crees tú para hablarme así? —volvió a decir el hombre con desagrado mientras se colocaba frente a frente con Peter.— no soy la persona indicada para que juegues con su paciencia.
—¿Quién te crees tú para tratar de robarme? —dijo Peter sin mostrar algún tipo de cobardía ante él, al revés, dio un paso al frente.—
—Yo no intento robarte nada, niño malcriado. —gruñó Bucky dándole un suave empujón.— aléjate de mi vista. Se supone que trabajamos en equipo por un mismo objetivo, si no sabes hacerlo te puedes ir.
—Si pudiera me alejaría de ti todo lo que pudiera, pero no puedo porque ahora resulta que eres un vengador. —contestó Peter con toda la rabia que tenía acumulada.—
—Y tengo más experiencia y derecho que tú. Además, trabajar en equipo no consiste en destacar más que el otro ni luchar contra tus propios compañeros. Céntrate.
—No me cambies el tema. No te acerques demasiado a algo que es mío, no puedes robarlo.
—¿De qué carajos me hablas? ¿Qué se supone que es lo que te quiero robar? —lo miró confundido el hombre.— no es ni siquiera el momento.
—Sabes muy bien de qué, Carey es mi novia, supe tus intenciones desde el primer momento.
Bucky estaba dispuesto a desmentir lo que estaba diciendo y a gritarle que lo dejara en paz, pero un guardia que venía dispuesto a atacar a Peter lo sacó completamente del tema de conversación.
—¡Cuidado! —gritó Bucky y con un simple golpe de su brazo de metal, dejó a aquel guardia en el suelo.—
Peter se asustó un poco y miró la escena algo sorprendido, parecía que Bucky le había salvado la vida.
—Gracias...
Bucky hizo una pequeña mueca y un ademán con una mano restándole importancia, para luego indicarle con un gesto que debían seguir con la misión.
Por otro lado y aproximándose a donde se dirigían Peter y Bucky se encontraban los dos rubios, que parecían llevarse cada segundo peor.
—¿Por qué no me dejas luchar contra alguien? Lo haces todo tú, para eso no me visto de idiota y vengo a esta misión. —dijo fríamente Lucas mientras veía como Steve dejaba inconsciente a su décimo guardia.—
—¿Para qué? ¿para que te sangre la nariz y te desmayes? Será mejor que hagas acto de presencia y nada más, no quiero heridos. —contestó Steve mientras caminaba firmemente por los pasillos.— tus deducciones de nada sirven aquí Murphy.
—Mis deducciones sí pero igual mis poderes sí. —respondió alzando la voz mientras seguía a Steve.—Tan solo eres un maldito narcisista camuflado en un perfil de héroe, piensas que todo lo debes hacer tú y solamente tú porque nadie más sería capaz de hacerlo mejor. -Soltó mirando mal al capitán, que había parado en seco y se había girado lentamente.-
Steve comenzaba a perder los papeles, los celos hacia Lucas le mataban y eso hacía que casi lo odiara, si a eso le sumaba lo mal que le solía hablar hacía de él un perfecto enemigo para el capitán.
—No soy narcisista, soy coherente, no voy a confiar una misión en una persona que se para a mirarse en todas partes. El narcisista en todo caso eres tú.
—¡Me miro porque soy malditamente sexy! ¿tan difícil es de entender? —exclamó de una manera infantil Lucas haciendo que el capitán comenzara a desesperarse.— y ya deja de pensar en mí, me halagas pero no eres mi tipo. —bromeó dándole a entender que le había leído la mente.-
—Deja de leerme la mente, es mi mente, mi privacidad, no tienes derecho. —gritó Steve comenzando a estar muy dispuesto en golpearle.—
—¡Y tú deja de pensar en que Tony me gusta! —volvió a gritar Lucas mirando a Steve seriamente.— soy heterosexual, ¿entiendes? Si yo no puedo arriesgar una misión por mirarme tú no puedes arriesgarla por no dejarme participar, si yo no participo esto no tendría sentido.
En ese momento la temperatura del cuerpo de Steve bajó drásticamente, su enfado se había disipado fácilmente gracias a las palabras de Lucas. Le dio toda la razón y asintió levemente.
—Sigamos con esto. Cuanto antes acabemos, mejor. —fue lo único que dijo Steve antes volver ambos a recorrer el edificio, esta vez dejando que Lucas participara.—