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Tras conocer a Peter Parker y a todos sus amigos, Carey se sintió instantáneamente más cómoda en ese lugar. Al principio se agobiaba con las miradas de la gente y las preguntas de Ned, o insinuaciones de Michelle, pero pasado los días y las semanas, se había sentido completamente más acogida.

Aunque en sus primeros días despertaba la curiosidad de todo aquel que se le acercada, ya pasado el tiempo suficiente todos perdieron interés y la voluntad de querer ser amigos de ella, había quienes incluso dudaban de su identidad como hija de Tony Stark, y con ese rumor y sus nuevas amistades poco llamativas pero bastante consolidadas, la gente simplemente comenzó a ignorar su presencia.

No obstante, sí era verdad que era hija del multimillonario más querido de Nueva York, y por tanto, compartía su mismo carácter, por lo que poco tardó en acabar en la oficina del director. Aunque no lo hizo sola, con ella estaban esperando a sus padres o tutores legales: Peter Parker, Michelle Jones y dos alumnos que hasta ese día ella no conocía; Christian Adams y Paul Beckett.

Estos cinco habían protagonizado una disputa a la hora del almuerzo, y por consecuencia debían de estar ahí para explicar uno por uno qué había pasado. Lo hacían por turnos para evitar otro malentendido y sobretodo, para llegar a la verdad de todo el asunto.

La primera en pasar a hablar fue Carey, que hasta para su propia sorpresa, su padre fue de los primeros en llegar. Tony Stark no solía personificarse en ningún asunto tan cotidiano como sería ir a la escuela de su hija, y sin embargo allí estaba. Ya sea por la importante visita, o porque el director creía que la culpable era su hija, este determinó que sin lugar a dudas la primera en ir a su despacho a contar su versión de la historia debía ser ella.

—Un gusto señor Stark. —le saludó el director con un apretón de manos, ofreciéndole asiento.— creo que ya se imagina el porqué hemos hecho que viniera hasta aquí. 

—Pues no, no tengo ni idea. —Tony se acomodó en su asiento mientras miraba al director de su hija de una manera neutra.— según me hizo saber mi asistente, ustedes afirman que mi hija comenzó una discusión, pero la verdad lo pongo en duda.

— No debería. — hizo una pausa antes de volver a hablar, que aprovechó para leer algo rápidamente en un papel.— al parecer su hija comenzó golpeando a Christian Adams, alumno que jamás ha tenido ni un problema con alguien en todos los años que lleva matriculado.

—Quizás no ha tenido ningún problema porque nadie le planta cara. —contestó rápidamente Carey, a lo que su padre inmediatamente le indicó con un gesto discreto que guardara silencio.—

—Disculpe, pero no puedo creer esa versión sin más. Mi hija jamás miente y jamás haría una cosa así solo por gusto, así que si no es mucha molestia me gustaría escuchar cuál fue el motivo de esa reacción.

—Soy consciente de que todos los problemas tienen un motivo, pero el comportamiento que presentó su hija ante el problema no fue el adecuado.

—Aún así quiero escuchar su versión. —Insistió Tony, dirigiéndole la mirada a su hija para que comenzara a hablar.—

Carey observó a los hombres algo intimidada, pues sabía que había echo algo malo. También era consciente de que no era todo su culpa, tan solo actuó como la situación requería. Suspiró para relajarse un poco y así poder hablar con mayor tranquilidad.

—Estábamos Peter, Michelle y  yo en la cafetería cuando, como de costumbre, se nos acercaron Chris y Paul. —hizo una pausa, ordenando las ideas en su cabeza para poder contar la historia lo más claro que podía.— y entonces...

-¡Hey Peter! ya nos dijo Flash lo de tu nuevo amigo "Spiderman" —dijo Paul haciendo burla mientras hacía comillas con los dedos.—

En ese momento, Peter decidió ignorarlo, pero se podía ver la cara de incomodidad y desagrado que tenía por el comentario.

La Stark Where stories live. Discover now