Narra Sara.
El cantar de los pájaros se suma a la claridad que entra por la ventana, obligándome a abrir los ojos finalmente.
Lo primero que veo es a un Daniel Oviedo dormido, en un sueño profundo al parecer.
Su brazo rodea mi cintura desnuda y hace un día tan espléndido que parece de película.
¿Qué más podría pedir ahora mismo?
Me mantengo observándolo algunos minutos, hasta que, con suavidad, me deshago de su agarre y consigo levantarme de la cama.
Busco mi sujetador hasta dar con él, y me lo coloco.
Lo mismo hago al ver su sudadera sobre mi escritorio.
Sí, anoche lo hicimos, y hemos dormido únicamente con nuestras respectivas prendas interiores inferiores.
Me recojo el pelo en un moño despeinado y me dirijo al baño para hacer pis y lavarme la cara.
Posteriormente vuelvo a la habitación y comienzo a recoger un poco, además de buscar ciertas cosas que quiero llevarme a Sevilla.
Cierro la puerta del armario con sumo cuidado, y al girarme lo veo mirándome, con una pequeña sonrisa formada en su boca.
Sara: ¿te he despertado? -pregunto sintiéndome culpable
Dani: no -niega- ven -me indica con su índice
Sonrío yo también, acercándome a la cama.
Da un toque en el colchón con la palma de su mano, pidiendo que me tumbe a su lado.
Y así hago.
Apoyo el codo en la almohada y la cabeza sobre mi mano, pudiendo verlo mejor.
Aunque no duro mucho en esa posición, ya que se coloca sobre mí rápidamente.
Dani: últimamente siempre te despiertas antes que yo -se queja justo antes de besarme
Sara: eres un dormilón -jugueteo con su pelo
Vuelve a unir nuestros labios y regresa a su posición inicial: tumbado a mi lado.
Sara: ¿me dejas seguir recogiendo? -pregunto
Dani: ¿te ayudo? -se ofrece
Sara: no hace falta amor -me levanto de nuevo
Dani: vale cariño -responde divertido ante mi palabra de afecto
Lo miro un segundo y suelto una carcajada, para después continuar mi labor.
Dani: esa sudadera te queda muy bien -comenta- te la regalaré algún día
. . .
Tomo otro mechón de mi pelo y paso la plancha por él.
Dani: nena, ¿queda bien esta camisa? -pregunta entrando al baño
Sonrío antes de echarle un vistazo y asiento.
Se acerca a mis labios y deja un rápido beso en ellos antes de irse.
Estamos en proceso de salir.
Serán las ocho de la tarde, más o menos.
Mi madre, efectivamente, vino a la hora de comer y almorzamos con ella.
Después me dio mi regalo, el cual merecía todo el hype posible y el cual cubre el regalo de Reyes de mi madre y el regalo de mi 18 cumpleaños, tanto de ella como de mi padre.
Un coche.
En concreto un Fiat 500, igualito al que tenía de juguete cuando era pequeña.
Sí, el de la Barbie.
Mi cara al verlo ha sido un cuadro, mientras Dani se partía de risa.
Empezando la casa por el tejado: el coche antes que el carnet.
Y bueno, he contactado con algunos amigos de aquí, y hemos quedado para cenar y para que conozcan a mi chico, y viceversa.
El último nombrado vuelve al baño, ya con la chaqueta puesta y con su peine en la mano.
Dani: ¿está muy lejos el sitio donde hemos quedado? -pregunta levantando su flequillo
Sara: a unos 10 minutos -calculo
Dani: pues tenemos que salir en 5 si no quieres llegar tarde -alza las cejas
Sara: ¿qué hora es? -frunzo el ceño
Dani: las nueve menos cuarto
Sara: joder -me sorprendo- creía que eran las ocho
Desenchufo la plancha del pelo y pulverizo algo de perfume sobre mi ropa.
Sara: ¿nos vamos?
. . .
Salimos del bar entre risas, después de pagar, y una vez en la puerta nos despedimos todos de todos.
Dani ha congeniado muy bien con ellos y por lo que he oído hasta ha intercambiado números con algunos.
Ahora bien, ¿os acordáis de Lucas?
Aquel chico que me tiraba fichas cuando volví aquí, situación que le conté a Daniel, la cual nos llevó a varias discusiones. Discusiones que terminaron con nuestra relación, ruptura tras la cual Lucas insistió aún más y terminé cediendo una noche a quedar con él. Noche en la cual nos besamos y en la cual recibí un largo texto por parte de Dani, en el cual me mostraba que quería luchar por lo nuestro.
Después de aquello todo se descontroló un poco, y no volví a quedar con Lucas, ni lo volví a ver, ni tuve una conversación con él sobre lo que pasó, a pesar de sus intentos.
Vale, pues Lucas también ha venido.
Y cuando lo he visto no he sabido cómo reaccionar, supongo que al igual que él al enterarse de que Sara había vuelto del sur con su novio sevillano.
Al final le he dado dos simples besos en la mejilla, pasando por alto la tensión de ambos y su mirada de confusión, como pidiéndome explicaciones que en realidad no tengo porqué darle.
En medio de esa situación, Dani se ha percatado de que algo pasaba, y su cara me lo ha confirmado cuando los he presentado como Daniel-Lucas, confirmándole que era aquel chico que me tiraba fichas.
Desde la presentación no han vuelto a hablarse, únicamente se han lanzado miradas bastante serias, lo que me ponía cada vez más nerviosa.
Por no mencionar la ligera frialdad de quien es mi novio en ciertos actos hacia mí.
Abrazo a Bea con fuerza, sin saber con certeza cuándo volveré a verla, cuando escucho la voz del famoso Lucas a mis espaldas.
Lucas: Sara, ¿podemos hablar un segundo?
Trago saliva separándome de mi amiga y encontrándome con él.
Asiento y veo a Dani acercándose a la chica que acabo de abrazar, para despedirse de ella.
Lo tomo del brazo un momento haciendo que me mire.
Sara: voy a hablar con Lucas, tardo un minuto -explico con toda la incomodidad del mundo
Dani: vale -musita lanzándome una mirada de 'tenemos que hablar'
Termina de acercarse a Bea y yo me dirijo hacia Lucas.
Nos alejamos de los demás un par de metros y me cruzo de brazos abrazándome a mí misma.
Lucas: ¿no crees que me debes una explicación? -suelta
Suspiro apartando la vista.
Sara: sinceramente creo que no te debo nada -admito
Lucas: bueno, entonces soy yo quien te pide una explicación -insiste
Sara: vale -acepto inconforme- lo dejé con Dani y no estaba en mi mejor momento, quería olvidarme de él y pasar página y tú me pusiste en bandeja esa oportunidad, así que simplemente acepté quedar contigo aquella noche porque me pareces un buen tío, porque físicamente me gustabas y porque necesitaba salir de casa -resumo
Lucas: ¿me estás diciendo que me utilizaste para olvidarte de quién ahora es tu novio? -apunta
Frunzo el ceño.
Sara: no te utilicé en ningún momento Lucas, quería pasar página y pensé que quizás entre tú y yo finalmente podría pasar algo
Lucas: y finalmente no pasó nada, te fuiste sin más y volviste con el sevillano ese -me culpa
Sara: el sevillano ese se llama Daniel -espeto- y lo siento, siento haber desaparecido así después de aquella noche, pero las cosas se complicaron -intento hacerle entender
Lucas: vale Sara, da igual -finaliza- que te vaya bien
Sara: igualmente -le digo confusa
Y tras unos segundos de silencio me giro para volver sobre mis pasos, mientras él camina en sentido contrario.
Me posiciono junto a Dani y le sonrío a Beatriz, con quien aún sigue hablando.
Bea: espero que volváis por aquí -nos dice
Sara: te avisaré -asiento
Le da dos besos a mi chico y volvemos a abrazarnos.
Es la persona con la que más confianza tengo, al menos aquí en Barcelona.
Sara: cuídate cariño
Bea: vosotros también -nos sonríe
Y después de despedirnos alzando la mano, Daniel y yo nos alejamos dirección a casa.
El silencio es absoluto durante algunos minutos, y lo miro fugazmente repetidas veces.
Dani: ¿estuvisteis juntos? -suelta- deja de mirarme como si hubieras matado a alguien -ahora es él quien me mira
Niego con la cabeza respondiendo su pregunta.
Sara: cuando lleguemos hablamos, ¿vale?
Asiente lentamente metiéndose las manos en los bolsillos de su abrigo, y yo hago lo mismo.
No sabe nada de lo que pasó con Lucas y nunca se lo he contado porque no le he dado importancia.
Y ahora que lo pienso puede que sí que la tenga, no sé.
Todo ha sido muy brusco.
No intercambiamos palabra hasta llegar a casa, cuando nos adentramos en el patio.
Sara: ¿podemos hablar aquí fuera? Mi madre estará durmiendo -propongo
Dani: vale -murmura
Caminamos hasta el porche y nos sentamos en uno de los sofás.
Dani: no quiero hacerte preguntas como si esto fuera un interrogatorio -me mira- cuéntamelo
Sara: a ver -tomo aire- volví a Barcelona y al poco tiempo te hablé de él, porque no dejaba de tirarme fichas y aunque yo me negara siempre no quería que te enterases por otro medio y que pensaras cosas que no eran ciertas -explico con rapidez
Asiente para que continúe.
Sara: en el tiempo en el que nosotros seguíamos juntos no pasó absolutamente nada, te lo juro por mi vida Dani -clavo mis ojos en los suyos
Dani: pero después lo dejamos por mis paranoias y sí que pasó algo -continúa por sí mismo
Suspiro.
Sara: quedé con él una única noche, porque pensaba que lo nuestro no tenía solución y porque necesitaba dejar de darle vueltas a todo -suelto al fin
Agacha la mirada.
Sara: solo hubo un beso, justo antes de que me dejara en casa, en el que te mentiría si no te dijera que por un momento imaginé que eras tú -admito- ¿puedes decir algo? -pregunto tras un momento de silencio
Vuelve a mirarme.
Dani: cuando termines de contármelo hablo yo
Sara: es que no sé si estás enfadado o si...
Dani: no estoy enfadado -me interrumpe- sigue por favor
Resoplo nerviosa.
Sara: ya está, no pasó nada más porque cuando entré en mi casa leí tu mensaje y me puse a llorar como una imbécil delante de mi madre
Veo una pequeña sonrisa irónica asomada en sus labios.
Dani: ¿te mandé el mensaje la noche en la que quedaste con él? -pregunta
Asiento.
Sara: ¿por qué sonríes? -repito su gesto inconscientemente
Dani: porque yo también me puse a llorar como un imbécil delante de mi madre -revela- y porque fui muy oportuno
Alzo las cejas sorprendida y él posa su mano en mi mejilla para besarme posteriormente, dejándome más tranquila.
Dani: ¿de qué habéis hablado? -cuestiona al separarnos
Sara: después de esa noche las cosas se complicaron entre nosotros y no tuve tiempo de darle explicaciones, aunque en realidad tampoco quise dárselas -reconozco- volví a Sevilla y supongo que, para él, lo dejé todo en el aire, por eso cuando lo he visto allí no he sabido qué hacer
Dani: me he dado cuenta de ello -afirma
Sara: no hemos hablado de nada, me ha dicho que le debía una explicación y que lo había utilizado, y yo simplemente le he pedido perdón por desaparecer así
Asiente y deja una de sus manos en mi pierna, jugueteando con mis medias.
Sara: ahora habla tú -le digo
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❤️
Efectivamente, los títulos que os puse en el capítulo anterior significan nueva novela JAJAJA. Tengo que preparar la portada y tal, y me gustaría escribir un par de capítulos antes de empezar a publicarla. Además, estoy ahora mismo pensando 100% en esta historia para terminarla cuanto antes, así que dadme tiempo 🤗
¡Gracias por leer! 💋