Llegaste tú 2 || Gemeliers

Capítulo 28.

Narra Sara.

Intento soltarme de su agarre pero resulta en vano. Me arrastra hacia la puerta mientras yo le suplico que me deje en paz.

Puedo decir que tengo miedo. Mucho miedo.

No tengo la suerte de encontrarme a nadie conocido en el trayecto de la pista de baile a la calle y mis ojos empiezan a llenarse de lágrimas.

Me espero lo peor y no puedo parar de temblar.

¿Nadie se da cuenta de que tengo la cara descompuesta?

Sara: Javier déjame por favor -ahogo un sollozo al llegar a un lugar apartado

Javier: escúchame bien pedazo de zorra -me suelta al fin

Sara: que sepas que como me toques voy a volver a denunciarte -amenazo mientras comienzo a llorar

Javier: inténtalo -me agarra de nuevo y clava sus uñas en mi brazo, hasta hacerme daño, acercándome a él

Cierro los ojos y no os imagináis la de cosas que pasan por mi mente en apenas unos segundos.

Javier: me jodiste la vida con la puta denuncia y vas a pagar por ello -me mira fijamente lleno de furia- ¿qué te parece si nos divertimos un rato?

Sara: no, no, no -niego varias veces- déjame por favor -sollozo asustada alejándome de él

Me agarra de nuevo y se dirige a mi cuello. Podría vomitar del asco que me produce su tacto.

Saco la poca valentía que tengo en este momento y lo empujo con fuerza antes de que haga nada.

Sara: ¡que no me toques! -exclamo entre lágrimas

Presiento que va a hacerme lo peor cuando un coche para tras él y toca el claxon.

Bajan la ventanilla y él se gira.

Es Marcos.

Marcos: vámonos, tengo ofertas mejores -le dice con una sonrisa burlona

Javier suelta una carcajada.

Javier: esto no se va a quedar así

Me mira y escupe justo a mi lado para después subirse en el asiento del copiloto.

Me abrazo a mí misma y deslizo mi espalda por la pared hasta llegar a sentarme en el suelo mientras el coche acelera y se va a toda prisa.

Mi llanto no cesa y solo de imaginar sus manos en mi piel siento asco.
Mucho asco. Me siento humillada.

X: ¿Sara?

Alzo la vista y me encuentro a Dani frente a mí con un cigarro en la mano.

Se descompone totalmente al verme y tira el cigarro al instante agachándose junto a mí rápidamente.

Dani: ¿qué haces aquí? -me coge la cara entre sus manos

Dani: ¿qué ha pasado?