Capítulo 76.

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Narra Dani.

Escucho como alguien abre la puerta y suspiro pesadamente.

¿Mi madre? ¿Mi padre?

Ya le dije a Jesús que quería estar solo.

Además, creo que salió hace un rato hacia casa de Ana.

Tras unos segundos en silencio, giro la cabeza para ver de quién se trata.

El corazón me da un vuelco y cierro los ojos con fuerza al ver a Sara apoyada en el marco de la puerta.

Dani: vete -espeto volviendo mi cabeza hacia la pared

Un millón de sentimientos volotean en mi pecho, y trago saliva tratando de controlarlos.

Sara: solo quiero hablar, por favor -murmura

Y acto seguido oigo como cierra tras sí.

Aprieto la mandíbula con fuerza.

Dani: te dije que no quería que me buscaras -le recuerdo

Sara: lo sé, pero...

Dani: no hay 'peros', vete -repito firmemente

Absorbe por la nariz.

¿Está llorando?

Sara: Dani, yo... -resopla

Me deshago de las sábanas y me incorporo para mirarla, terminando sentado con la espalda apoyada en la pared.

Se está secando algunas lágrimas.

Sus ojeras se perciben a la perfección, y tiene el pelo un tanto despeinado, como más me gusta. En presente. Porque es obvio que me sigue gustando.

Las ganas de besarla y de gritarle al mismo tiempo me consumen.

Me cruzo de brazos, obligándome a no hacer ninguna de las dos cosas.

Estoy seguro de que mi aspecto no es mucho mejor que el suyo.

Dani: ¿por qué has venido? -mantengo la compostura

Sara: mi padre y María habían quedado con tus padres aquí para tomar café y... -toma aire- te juro que yo no iba a venir, pero necesitaba verte y pedirte perdón aunque sé perfectamente que nada de lo que te diga va a...

La voz se le quiebra después de esa carrerilla de palabras.

Frunce el ceño y cubre su boca con su mano derecha.

Mis ojos favoritos; los suyos; esos que no han dejado de mirarme desde que se han colado en mi habitación, se llenan de lágrimas velozmente, las cuales comienzan a brotar sin control.

Humedezco mis labios con la lengua y rompo aquel contacto visual.

Me niego a que me vea llorar.

Dani: vete de mi casa, o al menos de mi habitación -escupo

Debo parecer la persona más fría del mundo ahora mismo. Lo que nadie ve es la forma en la que mis manos se encuentran agarradas a las mantas.

Llegaste tú 2 || GemeliersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora