—¿Estas lista? —Grayson entra a la habitación.
—¿Me veo muy arreglada? —le pregunto saliendo del baño.
—Te ves preciosa.
—Siento que el labial rojo no me favorece —me limpio lo que sobresale y lo miro esperanzada.
—Yo pienso que cualquier cosa que uses te favorece.
—Te quiero —me acerco y deposito un beso sobre sus labios.
—Vámonos ya, compraremos las pastillas desde ahora —se limita a sonreír y da la vuelta con la intención de irse.
—¿Por qué tan insistente con eso? Puedo comprarlas mañana.
—Porque se te puede olvidar —se detiene para contestar.
—¿Cómo lo olvidaría?.
—Te conozco, nena —me sonríe. —eres un poco distraída.
—De acuerdo —ruedo los ojos.
—No me hagas esos ojos —ríe. —pareciera que quieres terminar embarazada, lo dejas todo como si no te importara —vuelve a adentrarse en la habitación, pareciendo que esta charla durará unos cuantos minutos.
—Claro que me importa —frunzo el ceño. —pero a ti parece importarte de más.
—Claro, ya hemos hablado de esto, siempre eres tú la que te niegas —se cruza de brazos.
—Lo sé... —lo miro dada por vencida. —es sólo que ver a Grace tan emocionada, me ha dejado con ganas de t... —no termino, me mira de inmediato sorprendido.
—¿Tener un bebé? —alza una ceja divertido. —pensé que odiabas la idea —ahora comienza a reír, como si hubiera contado un chiste.
—Ya lo sé, fue sólo un sentimiento... quise estar en su lugar por un segundo. Sé que tener un bebé requiere mucha atención y responsabilidad.
—Sí, así es —asiente aún sonriendo y espera a que vuelva a hablar.
—Perdón —me siento diminuta, como si acabase de decir una estupidez.
—No, está bien —se acerca a mí. —Sabes, creo que ahora estamos en la mejor etapa para disfrutar la relación. Y un bebé cambiaría todo, piénsalo bien si así lo quieres, yo estoy dispuesto a hacer lo que te haga feliz. Si quieres tener cien hijos dime y te los hago ahora mismo —me mira pícaro.
—Está bien—le sonrío. —te quiero.
—Yo también —imita mi acción y se da la vuelta para ahora sí salir de la habitación.
Tomo mi bolsa e inmediatamente salgo tras de él. Apaga todas las luces del departamento y finalmente ambos salimos para después bajar por el ascensor y terminar en el estacionamiento.
El camino a casa de sus padres es tranquilo y silencioso. Las calles están oscuras, sólo las luces de los semáforos se ven reflejadas. Grayson decide poner la radio así que permanezco callada y de vez en cuando me doy un momento para observarlo, se ve sexy conduciendo. Bueno, se ve sexy haciendo cualquier cosa.
Antes de llegar nos detenemos en una farmacia, la primera que nos encontramos en el camino, me bajo de prisa y compro la pastilla. Vuelvo al auto donde Grayson me espera con una sonrisa.
—Olvidé pedirte que compraras preservativos —hace una mueca. —ya vendré luego —enciende el auto. —te tardaste bastante, ¿había mucha gente?.
—Un poco, la cajera parecía nueva —me encojo de hombros y guardo la pastilla en mi bolsa.
Diez minutos después, llegamos finalmente al enorme hogar donde sus padres viven. En una casa así no deben aburrirse nunca.
Grayson baja inmediatamente del auto para abrirme la puerta, tomo mi bolsa y me bajo sonriéndole.
Hago un esfuerzo por caminar con los tacones sobre la entrada hecha de rocas, me sostengo del brazo de Gray y este sólo se burla de mí.
Toca la puerta una vez que nos detenemos, y su madre no nos tarda en abrir. Lo abraza emocionada, no importa que lo haya visto hace horas, ni siquiera hace minutos, siempre que lo ve se emociona, y eso me provoca mucha ternura.
—Hola, Leah, te ves preciosa —me examina sonriente.
—Gracias, Lisa —respondo un poco ruborizada.
—Pasen, eran los únicos que faltaban.
—¿Cómo? ¿Invitaste a más personas? —le pregunta Grayson, ceñudo.
—Sólo personas cercanas a la familia.
Y justo cuando entramos, la mesa alargada del comedor está llena, hay mucha gente y todos lucen formales. Cuando ven a Grayson gritan y más de uno se levanta para felicitarlo, incluso Ethan.
Me acerco con Grace de inmediato, me sonríe alegre. Camino rápido hacia ella y la abrazo.
—¿Soy la única incómoda? —le pregunto casi susurrando.
—No, y yo llevo más tiempo aquí —rueda los ojos.
Me río y giro la cabeza para mirar a Grayson, luce feliz. Y al momento de mirar hacia un lado de él, todo se viene abajo, todo se derrumba. Ni siquiera sé bien qué pensar, me vienen nauseas.
Amanda, ¿ella qué hace aquí?.
Frunzo el ceño furiosa y miro a Grace la cual también me mira en seguida.
—Sabía que te infartarías, pero a mí no me tienes que poner esa cara —se burla.
—Lo siento, no soporto más esto, pensé que sólo sería gente cercana, incluso me ilusionaba venir. Pero ahora sólo me quiero marchar.
—Tranquila, sólo imagina que no está.
—¿Es que por qué está aquí? No lo puedo entender.
—Ya sabes que es amiga de la familia. Tenía que venir.
Pongo los ojos en blanco y la miro directamente, debería disimular un poco.
—Ustedes dos juntas, con esas caras... no es nada bueno, ¿ahora de quién están hablando? —llega Ethan y me abraza en forma de saludo.
—Amanda —suelta Grace.
—Intenté meterle indirectas a mamá de que no la invitara, pero fue en vano, lo siento Leah —hace una mueca.
—Descuida —le sonrío. —no te preocupes, lo entiendo —no lo entiendo, en absoluto.
No me espero nada bueno de esta noche.
Seguramente me odien por prometerles que iba a actualizar seguido y no cumplirlo, pero ya escribí un maratón buenitzimo, seguramente actualice mañana y ahora sí creo que ya agarré bien el ritmo para ser más activa. Gracias a las que siguen aquí, con paciencia y amor❤️ las adoro