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Leah.

Después de esa semana pasan dos días, y al tercero recibo una llamada suya. Fue lo mejor que me pudo haber pasado en todo este tiempo, mi corazón pega un salto de felicidad, pero tengo que recordarme que esto no es para sentirme feliz, ya que no estamos juntos.

Entonces tomo todo el aire que puedo, me armo de valor, y decido contestar la llamada.

—Hola —escucho su voz, más ronca de lo usual.

Son las diez de la noche, quizás está ebrio, pero no lo creo.

—Hola —es lo único que logro decir. —am... ¿todo bien? —cierro los ojos y respiro profundamente.

—Sólo quería saber cómo estabas...

—Pensé que estabas molesto.

Escucho una pausa, miro la pantalla del móvil para asegurarme de que no me ha colgado, pero la llamada sigue en pie. Estoy apunto de preguntar si sigue ahí, pero continúa hablando.

—A ver, Leah, he tenido nueve días para pensar todo esto. La primera noche, si te soy sincero, me puse ebrio como un loco, y debo algunas cosas en el departamento de Ethan —suspira. —Pero al siguiente día, sobrio y con cabeza, decidí aprovechar el tiempo que tenía para algo mejor. Así que he analizado lo que pasó para prestarle atención a cada palabra que me dijiste esa noche, y... llegué a una conclusión.

Mi nivel de ansiedad baja, y mi corazón empieza a acelerar.

—¿Y cuál es tu conclusión, Grayson? —pregunto cerrando los ojos.

—Que sigues mintiéndome —suelta seguro.

—No te he mentido, de verdad necesito tiempo. De verdad hemos ido rápido.

—Bueno, te prometo que llegaré al fondo de esto.

—Grayson, déjalo ya, por favor, no te mentiría con esto, sólo vuelve a hacer tu vida y concéntrate en la empresa. Buenas noches —me espero unos segundos para ver si me dice algo, pero al quedar en silencio, cuelgo la llamada.

Mierda ¿Por qué es tan insistente y por qué hace todo esto tan difícil? ¿Por qué no puede simplemente aceptar que esto ha terminado y centrarse en su maldita empresa?.

¿Y cómo voy a convencerlo de que ya no lo quiero si ni siquiera soy capaz de convencerme a mí misma?.

Grayson.

Cuelga la llamada. Tiro el celular a la cama y me paso las manos por el cabello.
Carajo, me vuelvo a sentir impotente, pero está claro que no queda nada más que hacer.

Me tiro en la cama reflexionando lo que acaba de pasar, y poco a poco me quedo dormido sin más.

El día siguiente es igual al los otros, me quedo dormido con la ropa del día anterior y tengo tres llamadas de Ethan. Él cree que no podré llevar esto, pero por dios... está en lo cierto.

Me levanto con pesadez y me dirijo al baño para darme una ducha, una de esas que logre llevarse mis problemas y pensamientos, pero ahora mismo ni el alcohol lo logra.

Huelo a cerveza con una mezcla de no haber tocado el agua desde hace tres días.
Me quito la ropa con pereza y me ducho lo más rápido que puedo, no quiero demorarme mucho, porque estar aquí parado mientras el agua resbala por mi cuerpo solo me da el tiempo suficiente para ponerme a pensar en Leah.

Hoy por fin, también opto por rasurarme la poca barba que salió los últimos días y al terminar, tomo una cerveza de la nevera y me siento en la sala a ver un partido.

Mi teléfono suena, volteo en seguida con una pequeña esperanza que no sé realmente a qué se deba, pero se esfuma de inmediato cuando veo el nombre de mi padre en pantalla. No contesto.

Ha estado bombardeándome de trabajo y tareas en la empresa que ahora no estoy muy dispuesto a cumplir. Lo único que quiero es ver televisión y la verdad es que dormir me vendría bastante bien pero no me da sueño a ninguna hora. Con suerte ayer pude dormir.

La puerta del departamento se abre, dejándose ver a Trina con una mueca. Deja sus cosas sobre la mesa de la entrada y se cruza de brazos viéndome.

—Grayson, una lata de cerveza no es un desayuno —se acerca hasta mí y me quita la cerveza dejándola en la mesa del centro. —¿no deberías estar en el trabajo?.

—Me duele la cabeza.

—Eso nunca ha sido un impedimento para ti. Además es el quinto día que faltas, tú padre se enfadará contigo.

—Me da igual.

—Vamos... no estés así. ¿Te preparo el desayuno? Puedo hacer tu platillo favorit...

—La extraño bastante —me recargo sobre los codos y me cubro la cara.

—Lo sé, pero no puedes estar así todos los días. Ya pudiste hacerlo una vez, Grayson. Y una cerveza no curará tus penas, eso lo sabes ¿no?.

—Pero esta vez es diferente.

—Te haré algo de desayunar, y más te vale dormir bien porque esas ojeras no son normales —se levanta del sillón y camina a la cocina sin ninguna expresión.

Justo mi celular vuelve a vibrar, ahora mi madre está en la pantalla, entonces contesto.

—Mamá —digo.

—Hola, cariño, ¿qué tal todo?.

Me quedo en silencio un segundo pero finalmente respondo.

—Bien.

Mis padres saben lo de Leah desde hace unos días. Mi madre se puso un poco triste por mí, y a mi padre pareció no importarle mucho, él realmente nunca se entromete tanto en mi vida personal, todo el tiempo está enfocado en la empresa.

—¿Te apetece venir a cenar hoy?.

—Lo siento, mamá, hoy n...

—Por favor, es una cena importante y me gustaría que estés aquí.

Me quedo pensando unos segundos, quizás lo que necesito es distraerme con cualquier cosa, cualquier cosa que me haga olvidarme de Leah al menos un maldito segundo.

—Está bien —suelto y trago saliva.

—Bien, aquí te veo, te quiero cariño.

—Yo también —me despego el celular del oído y cuelgo la llamada.

Un capítulo para el final!
Acabo de subir también un nuevo capítulo en SHE, me haría feliz que lo leyeran:c gracias! Las adoro❤️

I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)Where stories live. Discover now