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Camino sola y aún llorando por el oscuro estacionamiento. Busco mi auto y subo para quedarme un momento ahí, intentando respirar para tranquilizarme.

No quiero conducir así, con la mente tan sofocada y la garganta más seca que nunca, pero es lo que hay.

Arranco y la música de la radio se prende de inmediato, la apago al instante de mal humor y me concentro en mirar más allá del parabrisas una vez que salgo del estacionamiento.

La luz del día me molesta en los ojos de tan mojados que están, los limpio para que no me cueste mirar y continuo con lo mío. Esto duele, las palabras de Grayson todavía resuenan en mi cabeza.

Conduzco rápidamente para llegar al departamento de Grace, ahora sólo quiero charlar con ella, siempre suele entenderme y escucharme, eso es todo lo que necesito en este momento.
Me despego un poco del asiento para lograr sacar mi celular, será mejor que le avise que estaré ahí, no quiero llegarle de sorpresa menos si está ocupada.

Planeo encontrar un rojo para marcarle pero a mi mala suerte no me toca ni uno solo. Al final no me importa y busco su numero en mis contactos. Me pego el celular al oído y espero a que conteste, pero al paso de unos pocos segundos no me da tiempo de mencionar una palabra.

Apenas siento que estoy ahí, respirando. Apenas recuerdo las cosas. Mis sentidos están al cien, pero se esfuman con aquel auto.
Conduzco normalmente, hasta que un golpe en el estómago me hace salir de mi realidad.

El teléfono se me escapa de las manos, y los últimos minutos siento que pasan en tres segundos. Un auto se estampa contra al mío y todo luce borroso, por más que intento pensar las cosas no entiendo nada, tambaleo y fallo.

Ahora la oscuridad es lo único que veo, hago mi mayor esfuerzo por abrir los ojos o tan sólo poder mover alguna parte de mi cuerpo, pero cada intento es nulo, no siento que tan siquiera pueda pensar.

Grayson.

Cierro la puerta con todas mis fuerzas una vez que entro al departamento y me tiro furioso en el sillón. No estoy molesto con ella, estoy molesto conmigo mismo. Leah es la chica por la que debo darlo todo, y una vez más lo he echado a perder.

Di un largo suspiro pensando y me cubro la cara, aunque mi acción se ve interrumpida cuando suena mi celular sobre la barra de la cocina.

Pasaron algunos segundos antes de que pudiera recuperar la fuerza para volver a ponerme de pie. Mi cuerpo no quería cooperar, pero, de algún modo, logré hacerlo para llegar hasta mi teléfono.

Veo el nombre de Grace en la pantalla, pero cuelgo en seguida. Seguro Leah la llamó y ahora querrá darme un sermón. Ahora no estoy para aguantar eso, quiero ver a Leah y hablar, pero sé que necesita su espacio.

Doy unos cuantos pasos para servirme un vaso de agua y tomármelo todo en dos tragos. Mi garganta exigía algo, la tenía tan seca y el nudo en esta comenzaba a ser insoportable.

Mi celular vuelve a sonar, ruedo los ojos y ahora veo el nombre de Ethan. Carajo, son demasiado insistentes, deberían meterse en sus propios problemas. Cuelgo una vez más.

Estoy por caminar al sillón para entretenerme con algún partido en el televisor, pero el celular vuelve a sonar una maldita vez más. Grace nuevamente aparece en la pantalla, así que de mala gana y un tanto cansado, le contesto.

—¿Qué pasó, Grace? —pregunto serio, ocultando ligeramente mi molestia.

—Grayson, es Leah —suelta llorando, y mi cara cambia de golpe. —acaba de tener un accidente.

I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora