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—¿Pero qué fue lo que te dijo? —me pregunta Grayson horas después en la habitación.

—Sólo... me felicitó y después nos invitó a cenar.

—¿Nos?.

—Sí, nos invitó a ambos.

—No pensé que querías que ella supiera lo de casarnos.

—Yo no le dije nada, Margo tuvo que habérselo dicho —ruedo los ojos. —pero da igual, tarde o temprano tenía que enterarse.

—Así es... —asiente y me toca el brazo con una sonrisa. —si tú quieres ir, entonces iremos.

—No quiero que termine siendo una horrible cena, ni que tú te sientas incómodo.

—No te preocupes por mí, es tu madre y de alguna forma u otra tienen que hablar sobre eso.

—Bueno, entonces le confirmaré —me muerdo el labio al borde de los nervios y saco el celular de mi bolsillo para volverle a marcar.

La idea de volver a ver a mi madre, me preocupa muchísimo. Tener esta sensación incómoda hacia ella no debería ser así, es decir, es horrible no tener relación ninguna, pero las cosas son así desde la muerte de mi padre.
Ella jamás se preocupó por nosotras, el trabajo era su único interés. Meredith hizo el papel de madre toda mi vida, por eso es que me he encariñado tanto con Trina, me recuerda bastante a ella.

Grayson se acerca al armario para buscar algo que ponerse, esto no es una buena idea en lo absoluto, no quiero que ella sea grosera con él.

Me acerco a imitar su acción. Supongo que es una cena formal, así que busco un vestido lindo pero sencillo. Termino optando uno rojo vino, y agarro también unos zapatos altos.

Gray se da una ducha mientras que yo me visto. Extrañamente tengo la necesidad de verme bien, de verme impecable para cuando ella me vea, no sé si es por costumbre o sólo para impresionarla. No lo sé, todo esto ha sido muy raro.

Me siento en la cama para ponerme los zapatos, y Grayson sale del baño con una toalla amarrada a la cintura, sonrío viéndolo antes de que me cache.

—¿Qué tengo que usar? —me pregunta normal.

—Supongo que algo semiformal —me levanto de la cama.

—Te ves guapísima con ese vestido —dice mientras vuelve a buscar en el armario.

—¿De verdad lo crees? —me miro en el espejo de la habitación.

—Sí  —se acerca y me da un beso en la mejilla. Es increíble que ni siquiera con zapatos altos logre superar su altura.

—Bueno... —hago una mueca y me quedo satisfecha.

Vuelvo a sentarme en la cama para verlo vestirse, luce tan bien de cualquier forma. Me descubre mirándolo, así que suelta una risita.

—Te esperaré en la sala —le digo y cuando asiente salgo.

Es la primera vez que yo estoy lista primero, pero estoy muy ansiosa.

Corro a la cocina para buscar las pastillas que guardé en la mañana. Vuelvo a sentir cólicos, al menos esta es la primera vez en el día que me dan.
Maldigo y agradezco al mismo tiempo que sólo quede una.

Me la tomo acompañada de un vaso de agua antes de que Grayson salga y voy al sillón a sentarme tranquilamente.

Justo al sentarme, Gray sale hablando por teléfono. Se detiene en la cocina y saca una cerveza de la nevera.

—Perfecto —dice. —entonces mañana te veo a las once, ¿podrías decirle a Amanda? —pregunta serio. —gracias, hasta luego —cuelga la llamada y guarda su celular en el bolsillo de su pantalón.

Abre la cerveza que tiene entre las manos y se la lleva a la boca. Trina se fue desde hace una hora, así que el departamento se encuentra en completo silencio.

Me levanto del sillón y camino hasta él decidida.

—¿Crees que podamos pasar a una farmacia primero?.

—¿Qué vas a comprar? —deja su bebida sobre la barra y me mira.

—Unas pastillas —respondo y sólo asiente.

Agarra sus llaves de la mesa de la entrada y se pone una chaqueta. Me abre la puerta principal para dejarme salir y bajar juntos por el ascensor.

Finalmente decidimos irnos en su auto, no tengo ganas de conducir.
Las calles ya están medio oscurecidas, lo único que las refleja son las luces de los semáforos.

Después de algunos minutos, y algunos semáforos en rojo, Gray encuentra una farmacia y se estaciona delante.

Me quito el cinturón de seguridad al mismo tiempo que él lo hace, y abre la puerta del auto para bajar.

—Descuida, puedo ir yo sola —lo detengo rápidamente y me mira confundido.

—¿Segura?.

—Sí, no pasa nada —abro la puerta y bajo.

Por suerte saqué dinero hace poco. Hace unos días tuve mi primer sueldo y no evité sentirme como una niña con un juguete nuevo.

Entro a la farmacia, la cual está completamente sola, sólo hay dos mujeres atendiendo en la caja.

Camino entre los pasillos y busco la caja de pastillas para cólicos que siempre suelo comprar.
La encuentro al fin y la tomo.

Camino unos cuantos pasos para llegar a la caja pero me detengo indecisa y nerviosa.
Maldigo en mi interior y me doy la vuelta para volver a los pasillos.
Me quedo observando unos segundos las pruebas de embarazo. Esto es una estupidez, pero mi interior me obliga a hacerlo, he estado muy dudosa y paranoica desde la mañana.

Agarro dos pruebas, una normal y una un poco más costosa. Leo rápidamente las instrucciones, intentando convencerme de que no es necesario comprarlas, pero al pasar unos minutos, ya las estoy pagando en caja.

—¿Esta marca las semanas? —le pregunto por la prueba más costosa, a la mujer que me atiende.

—Sí, marca el tiempo de gestación. ¿Lo vas a llevar?.

—Sí —digo apenada. Esto es tan nuevo para mí que ni siquiera sé lo que siento con exactitud.

Me cobra por fin, y salgo guardando todo en mi bolso.
Entro al carro con Grayson, el cual arranca en seguida.

—¿Había mucha gente? —pregunta atento al volante. —tardaste mucho.

—Sí —miento mirando por la ventanilla.

Grayson tiene algo. Siempre que lo miro a los ojos me es imposible mentirle. Me conoce bien.

I still wait for you | 2 | Grayson Dolan (terminada)Where stories live. Discover now