Aiden.

Por Poli_MDE

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Amy, una bruja, la más poderosa que podría existir, fuerte y valiente. Evan, un híbrido, el rey de los vampir... Más

Aviso 1.
Prólogo.
Capítulo 01: Los novatos.
Capítulo 2: El destino que nos une.
Descripciones.
Capítulo 3: Aiden.
Capítulo 4: El desastre.
Capítulo 5: La bestia.
Capítulos 6: Caminos que se unen.
Capítulo 8: Atrapada.
Capítulo 9: De vuelta a casa.
Capítulo 10: Quien sea reina.
Capítulo 11: Lluvia en el cristal.
Capítulo 12: Sus recuerdos.
Aviso
Capítulo 13: A tu lado.
Capítulo 14: Olvídalo.
Capítulo 15: Acorralados.
Capítulo 16: Humana.
Capítulo 17: Jaque mate a la reina.
Capítulo 18: En una noche como esta.
Capítulo 19: Desconocido.
Capítulo 20: El demonio.
Capítulo 21: El lob... vampiro feroz.
Capítulo 22: Días de paz.
Capítulo 23: Donde el camino empieza.
Capítulo 24: Tu mirada.
Capítulo 25: Una nueva aventura comienza.
Capítulo 26: Hasta las lágrimas.
Capítulo 27: De vuelta en casa.
Capítulo 28: Un día especial.
⚠️Bueno, llego el gran aviso ⚠️
Capítulo 29: Feliz cumpleaños.
Capítulo 30: Peligro.
Capítulo 31: Finalmente lo que soy.
Capítulo 32: Diversión.
Capítulo 33: La decisión final.
Capítulo 34: Devuelta a casa.
Capítulo 35: La voz de su conciencia.
Capítulo 36: Liberame.
Capítulo 37: Aquél día
Capítulo 38: La extraño.
Capítulo 39: Tiempo de verano cálido.
Capítulo 40: La mujer de mis sueños.
Capítulo 41: A un paso.
Capítulo 42: Entre la niebla.
Mini trailer.
Capítulo 43: Te he esperado.
Capítulo 44: Un infierno brillante.
Hi babys. 💕
Capítulo 45: Una noche de recuerdo.
Capítulo 46: Armadura.
Capítulo 47: Sorpresa, el enemigo es fuerte.
Capítulo 48: Los visitantes.
Capítulo 49: La salvación.
Capítulo 50: A cargo.
Capítulo 51: Lado sádico.
Capítulo 52: En la noche...
Capítulo 53: Entre la noche.
Capítulo 54: Siempre tuya.
⚠️ Nuevo IG ⚠️
¿Por qué desaparecí?
Cap 55: Nuestro comienzo.
Capítulo 56: La pelea.
Capítulo 57: Amor de a tres.
Capítulo 58: Huésped.
Capítulo 59: Revelando al monstruo.
Encuesta para mis angelitos 💕
Capítulo 60: El despertar del ghoul.
Capítulo 61: Elijo a ambos.
Capítulo 62: Última decisión.
Aviso: Internado ⚠️
Peguenme un tiro, digo volví 😂
Capítulo 63: Aquel día.
Capítulo 64: La mejor decisión.
Capítulo 65: Una noche desafiante.
Capítulo 66: Organizados.
Capítulo 67: Salvados.
Capítulo 68: El deshielo.
Capítulo 69: El final de la batalla.
Capítulo 70: Ira.

Capítulo 7: El ataque de los otros.

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Por Poli_MDE

Hola (tanto tiempo) espero que me hayan extrañado, yo a ustedes sí, bueno no quiero dar muchos rodeos, aquí les dejo cap nuevo, espero que les guste y si tiene faltas de ortografía les aseguro que ya lo arreglaré 💕💕

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El festival de los viñedos era uno de los eventos más grandes del pueblo, a todo el mundo le encantaba y similar al día de la cerveza todas las personas adultas podían beber sin vergüenza alguna ya que era una tradición, sin embargo no es como si a dónde se viera hubieran personas ebrias, la verdad era que muy pocos eran los borrachos que andaban por ahí mientras que los demás disfrutaban sanamente de los alimentos y el entretenimiento.

Mis padres iban de la mano delante mío, haciéndose camino entre la multitud a la vez que charlaban animosamente por lo que veían, se notaba que mamá estaba encantada con todo a su alrededor, le recordaba al año nuevo que festejan en su país natal mientras que mi padre, un hombre más frío, se limitaba a sonreír sincero y asentir a lo que dijera mamá, obviamente él estaba feliz de verla alegre.

Metí las manos en los bolsillos delanteros de mi vestido estilo escocés y tome mi teléfono celular, apenas desbloqueé la pantalla me pregunté ¿Para qué lo hacía? Tenía ganas de llamar a mis amigos pero ya no podría y la imagen de fondo era la de Theo, Chloe y yo un día de invierno que hoy rompe mi corazón.

-Quiero irme a casa -dije pero por la música y las voces era obvio que nadie me había oído.

Me detuve en medio de la multitud y ví a mis padres alejarse, ellos no se habían dado cuenta sino que siguieron de largo y me alejé corriendo hacia la salida de aquel festival, quizás Aiden tuvo razón, venir no fue buena idea y lo único que quería era soledad.

Corrí y corrí, ni siquiera lleve la cuenta de cuánto tiempo fue el que tarde hasta detenerme en medio de una calle, en un vecindario que poco conocía. Mi teléfono celular vibró un par de veces, era mi madre llamando pero decidí ignorarla, la verdad era que no quería hablar con nadie, que deseaba estar sola y si respondía vendría a buscarme.

El vecindario donde me encontraba lucía bastante deshabitado, no habían muchas casas y de las que había pocas tenían luces encendidas, no obstante había una sin igual, era una mansión enorme y hermosa que solo por su estructura victoriana podría pasar desapercibida en el día, sin embargo de noche podría ser el centro de atención como si estuviese ante la vivienda de Drácula.

Me iba a ir de allí cuando una luz se encendió en la habitación de más arriba de aquella mansión y las cortinas blancas fueron corridas con brusquedad por unas pequeñas manos, me sorprendí al ver a una niña al otro lado del cristal luchando por abrir la ventana, ella ni siquiera me había visto, estaba muy distraída asegurándose de que no haya nadie detrás suyo y tuve el peor de los presentimientos cuando me percate de que al parecer lucía asustada.

-¿Qué está pasando ahí? -susurré paralizada en mi lugar.

De repente los ojos azules de la niña se posaron en mí, llenos de pánico y angustia, su boca se abrió y a pesar de que no podía oírla entendí perfectamente lo que quiso decir "Ayuda", fue en ese momento en que un sujeto desconocido la tomó por detrás con fuerza, jalándola hacía adentro mientras ella luchaba por liberarse. Ni siquiera lo dude y corrí hacia aquella mansión mucho antes de que aquel sujeto u otro se asomara a ver si se encontraba algún testigo, fui de inmediato hacia la puerta y cuando subí al pórtico de la entrada ahogué un grito de horror entre mis manos al ver a un hombre bañado en sangre, posiblemente muerto detrás de unos arbustos.
El cuerpo de aquel desconocido solo pudo hacerme entrar en pánico, mucho más que antes y dudar entre salir corriendo de allí o tratar de ayudar a la niña, pero la verdad era que ella tenía una mirada tan inocente que no podría perdonarme si la dejará morir. Tome el pomo de la puerta y recé porque éste estuviera sin seguro lo cual fue así, entre cuidadosamente como de puntillas y sin encender la luz me apresuré a caminar por la mansión escondiendome detrás de varios muebles grandes esperando no ser vista.

-¡No, déjame! ¡Ayuda! -la voz aguda e infantil de una niña me alertó desde el primer piso y como si conociera la casa corrí de inmediato por unos pasillos hasta el inicio de unas escaleras, ni siquiera tuve miedo a que apareciera alguien más, es como si todo mi valor saliera a flote solo al oírla pedir auxilio.

Ya no me importaba hacer o no ruido, lo único que quería era salvar a esa pequeña pues de pronto me di cuenta que en los ojos azules de esa niña ví el terror y con su voz pude sentir escalofríos al pensar inmediato en Chloe, en mi mejor amiga quien murió a manos de una psicópata ¿Y si quien estaba aquí es la misma persona que la mató?

Tome el primer objeto que ví como si se tratara de un arma real y corrí hacia la habitación de la niña, su puerta lila estaba abierta y oí fuertes estruendos dentro como si el sujeto estuviese revolviendo la habitación. No me detuve a pensarlo dos veces e ingresé al cuarto, lo primero que ví fue al tipo tratando de atrapar a la niña que se le escabullía entre los brazos como un conejito, ví como ella luchaba desesperada y apenas me miró una luz de esperanza brilló en ella así que antes de que su atacante se voltee me abalance sobre él y le rompí con todas mis fuerzas el cenicero de vidrio que traía en manos, dejándolo noqueado al instante.
Me quedé helada al verlo caer de boca al suelo con una línea de sangre saliéndole desde donde lo golpee y la idea de haberlo matado me abrumaba muchísimo ¿Acaso era una asesina? Me temblaban las manos y el constante golpeó de mi corazón contra mi pecho aturdía mi ser.

-¿Está muerto? -me preguntó una dulce voz que me sacó de inmediato de aquel trance, miré de repente a la niña, tenía lágrimas salientes en sus ojos tan azules como una tormenta y un lindo cabello negro algo despeinado.

Negué rápidamente, ni siquiera yo podía confirmar si lo mate o no pero no podría decirle que sí a una pregunta como esa y menos si venía de una pequeña niña, no querría traumatizarla aún más. Le tendí mi mano y ella me vio bastante dudosa.

-Tranquila, todo estará bien, él no está muerto pero habrá que irnos de aquí lo antes posible.

La pequeña dejo su duda a un lado, sin embargo se notaba que tenía miedo y ponía toda su fe en mí, en que no le haría daño. Tome su pequeña mano, la traje hacía mí y la subí en mis brazos, podía decir que no pesaba mucho, no se si era por la adrenalina o qué, pero se sentía como llevar una almohada de plumas y algodón.

Salimos de aquella habitación rápidamente y le puse seguro por si aquel tipo se despertaba así nos daría un poco más de tiempo para huir.

Una vez en la calle miré a ambos lados por ayuda y como si el universo me escuchará una patrulla de policía local se acercaba por la carretera, sus luces estaban apagadas probablemente porque solo hacía un recorrido de rutina y corrí hasta el centro de la calle con la niña en brazos mientras hacía señas para que se detuviera y nos ayudará, quien manejaba al parecer se dió cuenta de nuestra presencia y un par de metros al frente estacionó, del mismo automóvil bajo un oficial de policía vistiendo el típico traje con placa pero no parecía traer compañero.

-Gracias al cielo -dije y me acerqué a él -Oficial necesito su ayuda, hay una persona dentro de la casa que intentaba matar a esta niña.

El policía nos miró a ambas y luego a la mansión, él era un tipo alto de piel morena y parte de su rostro estaba cubierto por la sombra de su sombrero con placa.

-¿Ustedes están bien? ¿Reconocen al individuo? ¿Alguien más estaba con él?

-Sí, estamos bien y no tengo idea de quien sea... -y de repente mi cerebro hizo una pausa, quizás sería algo tonto tomar sus palabras como sospecha pero en un momento tan crucial se me hizo raro la tranquilidad sombría de aquel oficial -Yo nunca dije que era un hombre.

Podía ser incluso la madre de la niña quien la atacó sin embargo el policía dió por sentado que era un tipo y no una mujer siendo que yo le dije "es una persona".
En ese momento el policía no lo dudo y de forma violenta me tomó con una mano por la garganta con mucha fuerza, y con su mano libre agarró sin cuidado a la pequeña arrebatándola de mis brazos dejándola caer al asfalto detrás suyo para poder concentrarse en mí. Me iba a ahorcar con ambas manos si no fuera porque le di un fuerte rodillazo en el vientre haciéndolo retroceder y dándome tiempo a tomar aire.

Miré a la pequeña en el suelo que se levantaba lentamente y contemplé como unas líneas de sangre se deslizaban por sus rodillas raspadas, de pronto el policía me volvió a mirar con unos ojos de asesino y se arrojó sobre mí, mi espalda chocó contra el capot delantero del auto, me quise mover a un lado pero él me agarró por la cabeza y me estrelló la frente contra el espejo retrovisor, sentí el agudo dolor de un corte en mi piel y luego el impacto de un puño contra mi mejilla. Aquel supuesto policía era mucho más fuerte que yo y más grande, tratar de vencerlo se veía imposible sin embargo no podía rendirme, algo me decía que yo era como un cabo suelto y si no se deshacían de mí tendrían un problema.

El policía me tomó con ambas manos desde el cuello, apretándome tan fuerte que rápidamente sentí la presión sanguínea contra mis ojos y el fuego dentro de mis pulmones, estaba por morir y mis fuerzas se iban agotando mientras más golpes le daba para liberarme.

-¡Déjala! -gritó la pequeña y lo mordió en la pierna, el oficial gritó adolorido y furioso mientas se volteaba a verla, aproveché ese instante para extender mi mano a la izquierda, hacia el espejo retrovisor que tenía cerca y agarrar uno de los vidrios sobresaliente que se habían roto cuando me golpeó la frente contra ahí.

Luego de que el policía pateara a la niña hacía un costado y se volteara a verme de nuevo le clavé con todas mis fuerzas el fragmento de espejo en el cuello, sus ojos negros se llenaron de pánico una vez que se lo arranqué un río de sangre brotó y se vio desesperado tratando de detener la hemorragia mientras retrocedía.

Me quedé helada viendo cómo aquel policía asustado tropezaba con el suelo, escupiendo sangre y cayendo de espaldas, ahogandose; está vez yo había asesinado a alguien.

-Este si está muerto ¿Verdad? -la oí decir y asentí sin poder creerlo.

Me mire las manos manchadas de sangre y luego a la niña, no quería entrar en pánico pero tampoco sabía cómo controlar el terror dentro de mí, lo único que logró calmarme fue el miedo en esa pequeña, si me veía aterrada podía desconfiar de mí, podía huir y esos sujetos que aparentemente la buscan lograrían encontrarla y asesinarla como al parecer pretenden hacer. Junte valor y me obligué a no pensar en lo que hice y solo concentrarme en esa niña, en como protegerla.

-Ven aquí -le dije alzandola en brazos y comenzando a caminar por la acera menos iluminada ya que si algún otro asesino aparecía no tendría idea de qué hacer.

-¿A dónde iremos? -me preguntó la pequeña, la verdad es que no tenía idea pero de algo estaba segura, la policía no era una opción.

Con manos temblorosas agarré mi teléfono celular, tenía varias llamadas perdidas de mis padres sin en embargo no podía llegar a casa cubierta de sangre y con una niña en brazos, lo más probable es que querrían llamar a la policía y si estos estaban buscando a la niña podrían matar a mi familia con tal de no dejar testigos así como intentaron hacer conmigo, tampoco tenía amigos a los que llamar para pedir ayuda y mucho menos dinero para un hotel, la única opción que tenía estaba ante mis ojos no obstante sufría una lucha interna porque definitivamente no quería pedirle ayuda a él.

Marque su número y esperaba que ni atendiera así podría pensar "bueno, por lo menos lo intenté" a pesar de ello oí dos timbrazos y cuando estuve por cortar oí su voz, la de Aiden.

-¿Miku?

No sé porqué pero oír su voz me quitó un gran peso de encima, me hizo sentir que no estaba sola a pesar de que él no sabía nada de todo lo que sucedía.

-Necesito tu ayuda, por favor.

-Claro ¿dónde estás? -su voz denotaba determinación y control, como si al oír mi voz se hubiese puesto verdaderamente serio.

****

Una hora antes...

Amy caminaba por en medio de una multitud calma que solo disfrutaban de los entretenimientos que ofrecía aquel festival, junto a ella iba una joven discípula que solía acompañarla a siertos lugares solo cuando su jefa y mentora se lo permitía, ya que a pesar de no ser una maestra la líder había prometido entrenar a esta muchacha que también era bruja y parecía poseer un gran potencial, quizás porque internamente tenía la idea de que algún día debería de abandonar los cazadores y dejar a alguien capaz en su lugar.

-¿Usted cree que en verdad van a aparecer los Destructores? -preguntó sutilmente mientras giraba entre sus dedos de la mano derecha un bolígrafo con luces de colores.

-No lo sé, pero nunca es malo estar preparado -respondió la mujer con apariencia de adolescente -El tiempo me enseñó que a cada enfrentamiento con el enemigo debes estar preparado incluso cuando no parece ser un enfrentamiento... El mínimo descuido te puede obligar a perder lo que amas.

La muchacha rubia no dijo nada, ella al igual que todos en la sede de cazadores sabían la trágica historia de vida que poseía su líder y se sorprendían de la fortaleza que ésta seguía mostrando a pesar de haber perdido tanto desde muy joven.

-Creo que tiene razón, aún que no creo...

De pronto una explosión más delante de su caminata las hizo detener y una multitud de gente retrocedía despavorida, fue en ese instante que la mirada gris de la bruja se cargó de odio y sin dudarlo corrió hacia donde vino el gran estruendo.

****

No había pasado ni dos horas del festival cuando éste fue atacado, una garrafa explotó en el ala izquierda de terreno junto a varios puestos de comida, muchas personas salieron heridas aparentemente y muchas otras comenzaron a correr del miedo queriendo evacuar aquel lugar lo antes posible.
Otra garrafa volvió a explotar en el lado derecho muy cerca de donde Evan estaba, él se había dado cuenta de que no hubo nadie sospechoso cercano que pudiera detonar sin embargo pudo cabía la posibilidad de que fue algo previamente planeado y preparado con un mecanismo que se activara en un tiempo límite haciendo estallar varias tiendas y terminando por arrojando en consecuencia al híbrido contra unas mesas. Las personas estaban abandonando rápidamente el lugar temerosos al atentado y cuál estampida se llevaron por delante a quien se tropezar con tal de salir vivos; pronto el lugar quedaría totalmente vacío y los heridos fueron socorridos por miembros de los cazadores que tratarían de ocultar la verdad ante cualquier testigo.

-Evan, son los Destructores -le dijo Thomás quien corrió hacia él para ayudarlo a ponerse de pie aunque el híbrido lo rechazó y sin mucho esfuerzo se levantó -Tal y como lo predijeron en el consejo.

Evan no respondió puesto que se distrajo viendo a su alrededor con profunda molestia que intentaba resguardar dentro suyo para poder concentrarse en su misión con total responsabilidad.

-Algo anda mal -exclamó para sí mismo sin embargo Thomás lo escuchó y preguntó de qué hablaba -Los Destructores jamás hacen tal acto y mucho menos donde hubiesen tantos civiles. Sí los humanos eran su objetivo para lograr demostrar que nuestra seguridad era quebrantable ¿Entonces porque solo se molestaron en espantarlos y no en asesinarlos?

-¿A qué te refieres con eso?

Evan dió un par de pasos al frente, su ropa tenía huellas de polvo al igual que su rostro por el golpe que se dió contra el suelo.

-A menos que su objetivo no haya sido herir humanos y demostrar que nuestra seguridad no era suficiente, quizás su objetivo eran los sobrenaturales de aquí, ellos espantaron a los humanos para poder...

-Rodearlos, así es -oyeron decir y de inmediato fijaron sus miradas en un grupo de personas sentadas sobre los techos de las casetas de madera a cada lado de la calle, rodeándolos.

-Pero no es típico de ustedes hacer algo así y mucho menos sabiendo que los líderes de cada clan están aquí, es venir a una muerte segura -les dijo Thomás apretando los puños, de solo ver las sonrisas burlonas de esos sujetos quería arrancarle las cabezas.

Una joven de cabello casi al rape era la líder de aquel grupo que los rodeaba y la primera en hablar.

-Tienes razón lobo, a menos que tengamos un As bajo la manga, quizás solo estamos distrayendolos.

-¿Distraernos?

Y antes de que Thomás se diera cuenta Evan ya lo había entendido y su mirada se llenó de un asombro escalofriante que luego su compañero logró ver en sus ojos sin entender el motivo aún, pero sintiendo como se le ponían los pelos de punta ya que pocas veces había visto a Evan en un estado de desespero, aunque parecía querer controlarse.

-Diganme chicos ¿Sus hijos están en casa, verdad?

Y en aquel instante Thomás sintió como si le cayera una pesa de hierro a los hombros mientras un hilo helado recorría su columna.

"Rory" pensó.

****

La televisión hacía un ruido de fondo que le daba falsa sensación de vida al hogar mientras la mayoría de sus integrantes estaban fuera de casa, Liam era el único que permanecía en aquel lugar por el momento; estaba recostado en el suelo, boca para arriba con las manos detrás de la cabeza y los pies enganchados bajo la cómoda mientras contaba en silencio la serie de abdominales que iba haciendo. Aún no estaba lo suficientemente cansado como para detenerse pero debió hacerlo cuando oyó unos extraños sonidos provenientes desde la entrada principal, curioso apagó la música de su teléfono y se puso de pie tomando su camiseta que yacía sobre la cama.

Los extraños sonidos, muy parecidos a murmuros aumentaron una vez que salió de su habitación, el chico bajo lentamente las escaleras a la planta baja sintiendo como un sexto sentido se despertaba dentro de él al no reconocer esas voces.
De pronto fue como si una especie de flash lo cegara un instante al recordar aquel día hace diez años donde había oído unas extrañas voces mientras dormía sin embargo no le quiso prestar atención y poco después estuvo corriendo por su vida perdiendo en el trayecto a su hermano mayor.

-Son ellos -exclamó con odio -Han vuelto por mí.

Corrió hacia la cocina, rodeó la isla de piedra y tomó el soporte de cuchillos justo a tiempo cuando la casa tembló al perder su escudo y la puerta principal fue tirada abajo, eran brujos Destructores y estaban aquí.

-Busquen en cada habitación y tráiganme sus cabezas -exclamó un hombre.

Liam se colocó la camiseta rápidamente y se mantuvo con la espalda pegada a la base de piedra de la isla en medio, se encontraba algo nervioso pero la ira dentro de él era aún mayor y lo único que anhelaba era salir a matarlos, sin embargo en lo profundo de su memoria oía la voz de su padre enseñándole a ser prudente durante una batalla pues cuando era niño solían entrenar juntos.

De repente la voz de su padre fue callada por un recuerdo, el de Ethan obligándolo a entrar en un túnel oscuro, diciéndole que pronto se volverían a ver, que debía ir por su hermana y luego de eso su promesa no se cumplió.

-Ellos lo mataron, lo obligaron a sacrificarse por nosotros...

Apretó el mango de el cuchillo en su mano al oír como dos personas se acercaban a la cocina lentamente ya que de repente las luces se cortaron.

Una vez que sus enemigos estuvieron lo suficientemente cerca Liam se puso de pie saltando con gran agilidad sobre ellos, pateando a uno contra una pared y a otro cortándole la garganta de lado a lado. Antes de que el segundo volviera a ir contra él le arrojó el cuchillo que había usado en su compañero y terminó por atravesarle el ojo.
Los gritos del Destructor llamaron a los demás y Liam salió de la cocina para enfrentarlos en la entrada, un sujeto rubio se tiró contra él para atravesarlo con su espada pero Liam lo esquivo y le dió un puñetazo en la cara de tal modo desestabilizandolo y haciéndole tirar su arma, otro hombre quiso darle un puñetazo en la cara sin embargo no pudo tocarlo cuando el joven pateó sus piernas haciéndolo caer de espaldas e iba a apuñalarlo con una de las espadas hasta que una voz femenina lo hizo detenerse contra su voluntad; Liam miró enfurecido a su lado izquierdo, en el comienzo de las escaleras permanecía una muchacha pelirroja que lo veía con malicia y una sonrisa satisfecha mientras mantenía un hechizo de parálisis sobre él.

–Ahora no eres tan fuerte ¿No es cierto? –preguntó el Destructor que había sido empujado al suelo, se sacudió un poco la ropa y se acercó a Liam para quitarle la espada de entre las manos con total tranquilidad viendo cómo éste no se podía mover y solo lograba enfurecerlo cada vez más.

–El hijo del híbrido, no hay duda –exclamó la pelirroja viendo a Liam de pies a cabeza, los ojos celestes grisáceos de él eran como una obra maestra y la mirada de fiera que traía era la misma de su padre.

–Te le pareces bastante –dijo el hombre de barba oscura como sus ojos –Sus mismos ojos, su mirada...

Liam gruñó furioso e intentó librarse a la fuerza de aquel embrujo pero ni siquiera podía formular palabra alguna.

–Su mismo temperamento. –concluyó el otro –Supimos que eres un gran peleador, que te gusta participar en peleas arregladas sin embargo no pareces acudir a los mismos lugares que tu hermana frecuenta.

Aquellas palabras hicieron que la ira de Liam se intensificará al darse cuenta del tono burlón que uso ese hombre, como si le hiciera entender que los estuvo vigilando en todo momento.

–¿Acaso eres del tipo que le agradan las peleas callejeras? ¿Eres de esos que prefieren reunirse en lugares prohibidos, llenos de malvivientes, drogas, prostitutas y alcohol? ¿Acaso te crees muy rebelde o qué?

–Gregory, acaba con él, tenemos órdenes que cumplir y al parecer su melliza no está aquí.

El tal Gregory ni siquiera volteó a verla cuando habló.

–Descuida Amelia, hay un grupo más que fue detrás de ella –el hombre dió un paso adelante y cacheteo la mejilla de Liam aprovechándose de que éste no podía defenderse –Me preguntó si ellos habrán llegado antes ¿Crees que tu linda hermana estará muerta? Espero que no, me gustaría estar ahí para verla gritar de dolor y quizás, si me dejaran hacerla ver el cielo un momento antes de su muerte.

Liam gritó entre dientes hecho una furia, su corazón parecía estar a punto de estallar y sus ojos se inyectaron de venitas rojas por no poder liberar su enojo.

–¿Cómo te atreves a hablar así de mi sangre? –oyeron decir y ambos destructores posaron sus ojos en el sujeto parado bajo el marco de la puerta.

La mezcla violeta y dorada de sus ojos le helo la sangre a los presentes.

–El híbrido –exclamó la bruja y cuando extendió una mano hacía él para detenerlo, le sorprendió que su magia no le afectará ya que Evan dió un paso adelante tomó una escoba cerca de él, la partió al medio y miró a sus oponentes con una sonrisa de diversión.

–Me encanta ver esas expresiones –exclamó con un tono psicópata y sin más arrojó uno de los palos hacía la bruja, atravesandole el hombro con tal fuerza que la punta de su lanza de clavó a los escalones detrás suyo.

El hechizo se rompió y Liam fue liberado justo a tiempo para atacar al vampiro dándole un golpe en la cara, haciéndolo retroceder un tanto confundido.

–Papá, dame eso –exigió furioso y Evan le arrojó el otro extremo de la escoba.

Liam sostuvo el mango y lo enterró en medio del pecho de aquel vampiro, rozándole el corazón y oyendolo gritar de agonía.

–Muérete –el chico siseó entre dientes arrancandole la lanza y volviendo a apuñalandolo está vez en el corazón.

Evan cruzó por detrás de su hijo y subió los escalones hasta la bruja, ella se encontraba inconsciente por el golpe pero no moriría. Se agachó junto a ella y le arrancó la lanza para dejarla caer a un lado, luego tomó a la joven por la nuca, tirando de ella hacia él.

–¿Qué piensas hacer? –le preguntó su hijo, ahora más calmado y volviendo a adoptar aquel tono hostil contra sus padres.

–Necesito energía, tuve que pelear en el festival, también están ahí los Destructores pero tenía que venir a ver cómo estaban ustedes, además si le quitó su sangre no tendrá las fuerzas necesarias para atacarme mientras la llevo a las prisiones de Los cazadores.

Liam asintió apenas.

–¿Dónde está Amy?

–Sigue peleando pero obviamente ganará.

–Entonces iré por Naomi.

Evan mordió con fuerza la yugular de la bruja y ella entre sueños gimió dolorida mientras el híbrido bebía de ella sin detenerse y como los vampiros por cada gota de sangre anhelaba más, apretaba su cuerpo contra el suyo y mordía más profundo hasta que una voz en su cabeza le dijo "detente" e inmediatamente acató la orden respirando con dificultad. Apenas se volteó a ver dónde estaba Liam el cual lo miraba con algo de asombro desde un metro atrás.

–Se supone que Naomi estaría contigo –dijo el híbrido, su voz salió gruesa como si fuese a volverse un animal aunque no era así –¿A dónde se fue?

–A divertirse e iré por ella –respondió Liam, podía ser un altanero a veces pero sabía hasta donde llegar cuando de trataba de enfrentar a su padre.

–Liam ten cuidado.

El muchacho de castaños cabellos y ojos celestes como los de su padre, simplemente se limitó a asentir y salir de la casa sin más.

****

Un rato antes...

La pelea entre Aiden y otro sujeto terminó más rápido de lo esperado y como siempre quiénes apostaron por el favorito de Gastón habían ganado un montón de dinero. Naomi observaba desde las gradas y cuando todo comenzó a ponerse un tanto revoltoso decidió salir de ahí y subir las escaleras hasta lo que sería el bar pool, una vez allí se sentó en un taburete ante la barra de tragos y el cantinero de turno le entregó un vaso de whisky que había pedido.

–¿No eres muy joven para beber? –le preguntaron y de inmediato reconoció la voz de Gastón, era imposible no detectar su tono de voz juguetón y a la vez un tanto atrevido como si quisiera coquetear con ella o quizás burlarse.

La muchacha inhaló profundo y suspiró lentamente, a decir verdad no se sentía a gusto estando con él, veía a Gastón cómo un tipo que le traería problemas mientras más tiempo pase cerca suyo y prefería que su imagen sobre él no cambiará, de ese modo sería más fácil apartarse.

–¿Tus padres saben que estás aquí? –el vampiro preguntó luego de no recibir respuesta y sonrió complacido cuando la rubia de ojos verde musgo lo miró.

–¿Planeas delatarme?

–No soy de ese tipo –le hizo una señal al cantinero y éste le dejó un vaso de whisky, como el de Naomi, frente a él y lo revolvió con un movimiento ligero de mano –¿Por qué viniste?

–Estaba aburrida –respondió ella sin mirarlo está vez.

–Mientes.

La muchacha se juró que no le seguiría la charla, que de ese modo él se iría y no tendría que lidiar con sus preguntas, sin embargo un impulso más grande le impedía olvidarlo.

–¿Por qué lo crees?

–Porque siendo así tendrías que estar en el festival que están dando cerca de tu casa, según me enteré, pero no, estás aquí, muy lejos de tu hogar, sentada ante un vaso de whisky y hablando conmigo.

–Un tipo desagradable.

–Un galán.

Naomi puso los ojos en blanco por un momento luego le dió un trago largo a su bebida acabándosela de pronto y se volteó hacia Gastón, el mantenía una sutil sonrisa provocadora la cual no sabía si la insitaba a la lujuria o si quería hacerla enfadar por burlarse.

–No fui al maldito festival porque me lo prohibieron, dicen que temen a un ataque.

–¿Y tú no le temes? –Gastón había girado hacia su izquierda para enfrentarse cara a cara con la muchacha y se cruzó de brazos delante de ella viendo cómo esto parecía enfadarla aún más.

–No, no les temo.

–Siquiera te has enfrentado a un Destructor antes ¿Qué te hace crees que sobrevivirías a uno?

Esta vez la chica sonrió.

–Mi padre me ha entrenado, sé defenderme muy bien y estoy segura que esos tipos jamás serán lo suficientemente buenos como para matarme.

Gastón soltó una risa que pronto se volvió carcajada como si hubiese escuchado el mejor chiste y eso solo logró enfurecer aún más a la joven.

–Entonces se nota que nunca los enfrentaste, eres tan novata que me da ternura.

–Y tú eres un idiota.

–Sí, pero...

De repente la puerta principal fue abierta por culpa del cuerpo que alguien arrojó, dicho cuerpo era del guardia de seguridad que vigilaba la entrada y al parecer alguien de un golpe lo mando a volar. De inmediato todas las miradas se posaron en los individuos que ingresaron al lugar, vestían de forma particular y que para algunos de los presentes fue fácil identificar como Destructores.

Naomi se puso de pie alerta al igual que los demás y Gastón no dudó en darle unos pasos al frente para llamar la atención de aquellos sujetos.

–Lo siento chicos pero no contraté el elenco de un circo para esta noche –les anunció –¿Qué hacen aquí?

Los sujetos ni siquiera se inmutaron con sus palabras a pesar de que lo miraron y uno de ellos lo señaló.

–La chica, la chica está detrás de él.

Naomi se quedó boquiabierta y dió un paso atrás sin entender exactamente lo que sucedía.

–Vayan por ella –dijo un miembro de los destructores, un sujeto de cabello teñido de gris y ojos miel.

Uno de los miembros del grupo fue en contra de la muchacha queriendo pasar por junto a Gastón, ignorandolo por completo pero éste no se los permitió y lo detuvo con la mano en su pecho.

–Y ese tipo al que mataron era mi amigo –exclamó con frialdad a pesar de la sonrisa pirata que traía en su rostro.

Segundo después los ojos azules del vampiro se tornaron violetas como si unas nubes de tormenta se hubiesen apoderado de su mirada y en un parpadeo tomó una botella, la rompió contra un borde y atravesó la garganta del ex cazadores con aquel cristal.

Todos los presentes quedaron en shock pero al momento de salir del estupor los Destructores quisieron atacarlo, ese fue el pie para que los clientes y amigos de Gastón se interpusieran defendiendolo sin pensar.

–Hay que irnos –le dijo el vampiro a Naomi mientras la tomaba de la mano intentaba arrastrarla hacia el lado contrario de donde estaban sus enemigos.

–¡¿Qué demonios haces?! ¡La pelea esta por allá! –gritó la chica queriendo zafarse del agarre –¡Gastón, Gastón!

Pero el vampiro no la oía y sin más la jaló con fuerza hasta una puerta secreta para arrastrarla casi corriendo por un pasillo.

–¡Gastón debemos luchar! –comenzó a golpearlo con los puños y en un momento de arrebato el vampiro se detuvo y la acorraló contra una pared, cansado de sus gritos.

–¡Ya basta! ¡No puedo dejar que luches! ¿Acaso no te das cuenta? Ellos te quieren a ti niña y si te atrapan van a matarte –le dijo la verdad mirándola fijamente a los ojos –Si mueres Evan va a matarme, no es como si le tuviera miedo pero la verdad me gusta mi inmortalidad y quisiera seguir disfrutando de ella ¿Lo entiendes?

La castaña se quedó muda mientras él hablaba, se había quedado como hipnotizaba en su mirada violeta.

–Nunca has peleando tú sola contra brujos como esos, te aseguro que no ganarás.

–No confías en mí.

–¿Por qué lo haría? Eres solo una niña inmadura que quiere parecer rebelde ante los ojos de sus papis y sale a bares de noche por un poco de atención.

Naomi gruñó furiosa y le proporciono de improviso una cachetada en la mejilla izquierda.

–No me conoces, no te atreves a hablar de mí sin...

Gastón le tapó la boca con la mano derecha y cuando ella luchó para liberarse le apresó una de sus muñecas con la mano derecha por sobre la cabeza de ella.

–Eres tan ruidosa, eso es muy molesto –le susurró muy cerca de su mejilla y sonrió al sentir como ella se estremeció –Para ayudar a mis amigos debo ponerte en un lugar seguro sin embargo no podré hacerlo si aún estás despierta y con las energías suficientes para huir.

La chica habló contra la palma de él, se oía distorsionada su voz sin embargo se pudo entender el "¿Qué vas a hacer?"
El corazón de Naomi corría con fuerza y no sabía si era por la mirada psicópata que tenía Gastón o por la cercanía de él a tal punto que su pecho tocaba con el suyo al respirar.

–Tranquila, dolerá mucho ¿Pero a quién le importa?

Y sin pensarlo dos veces la mordió con fuerza haciéndola gritar de dolor pero no le importó.

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