—Quien es Bill?
Preguntó Dipper inquieto, terminaba de limpiar la cocina y lavar los platos de la cena.
—Porqué siempre que golpean la puerta entras en pánico?
Interrogó el rubio mientras caminaba hacia la puerta.
—Por que no he invitado a nadie y tu ya estás aquí.
—Parece que es un repartidor.
Dijo el rubio al ver por la mirilla, abrió la puerta y saludó al joven que traía una entrega para Dipper Pines, al final el menor firmó un papel y juntos agradecieron al chico.
—Es el paquete del que habló tu hermana?
—Pues ella es la remitente.
El castaño lo puso en la mesa para abrirlo y al hacerlo encontró una caja grande adentro con una nota que leyó en voz alta.
"Espero que la pareja más linda se encuentre muy bien, este es un regalo de mi parte que deseo disfruten.
FELIZ HALLOWEEN Y CON AMOR, MABEL."
—Bill... no quiero ver, puedes ver tú que es?
—Estas seguro?
—Mabel nunca me envía nada, así que puedo imaginarme lo peor.
Bill se acercó a él y sacó la caja que no tenía ninguna marca o nombre. La abrió y había prendas de vestir en el interior.
—Un disfraz?
Inquirió el menor extrañado.
—Quieres verlo?
Dipper subió los hombros, primero encontraron una falda de cuadros, una camisa, un pequeño abrigo amarillo claro, un lindo moño negro y unas medias negras.
—Es de chica estudiante.
—Mabel esta loca si piensa que me pondré eso.
—Te verías muy sexy Pino, y mira también hay dos dulces.
—Sólo dos?
El castaño le dio uno a Bill y se comió el otro, tenían un sabor muy extraño.
—Entonces ire a tomar un baño.
Dijo el rubio.
—No me vas a preguntar si quiero vestir esto?
—Es tu decisión.
El menor miró mas detenidamente las prendas, era una verdadera ridiculez tan sólo pensar en usarlo, acaso Bill quería que lo usara por voluntad propia? Eso era lo que el rubio esperaba? mientras que pensaba en ello, empezó a sentir su cuerpo un poco caliente y se sentía excitado, no sabía porqué pero se sentía muy bien.
Cuando el rubio salió de la ducha, caminó hacia la sala, no vio a Pino por ninguna parte, hasta que sintió que alguien lo abrazó por detrás.
—Pino?
El mayor se soltó de su agarre con cuidado para mirarlo, y sólo pudo tragar saliva al contemplar al castaño, se veía muy lindo en ropa de estudiante, la medida del traje era perfecta para él, las medias y en especial la falda se le veían muy bien, sus mejillas se veían muy sonrojadas.
—Dulce o travesura?
Preguntó el mayor.
—Travesura.
Bill observó como el menor de repente metía su mano bajo la falda y se tocaba él mismo, por su parte Dipper se sentía aún más excitado y que su rubio lo observara con aquella mirada lujuriosa lo hacía sentir como si se derritiera.
—Ah, quiero correrme... Contigo adentro.
El demonio empezaba a sentir su cuerpo extraño, desde hace un rato ya lo había sentido, pero ver al castaño tan excitado por su mirada y hablando con esa sensual voz lo llevó a su límite, tomó al chico fuerte de las muñecas y lo hizo chocar contra la pared, el contrario soltó un gemido doloroso.
—Quiero hacerle cosas malas a mi estudiante.
—Nhg, eso duele profesor Bill.
El mayor frotó la entrepierna del contrario con su muslo.
—Parece que estás muy excitado, aquí abajo ya esta muy duro.
—Espera... Siento que voy a venirme pronto.
El menor lucía agitado y estaba más sensible de lo normal.
—Entonces, quieres que me detenga?
El rubio se quedó cerca a su rostro y entonces el humano mordió y tiro de su camisa con los dientes, luego la soltó.
—No quiero... Llévame a la cama.
El mayor lo levantó y lo llevó mientras besaba su cuello en el camino, dejando marcas.
—Te ves muy lindo.
Afirmó Bill luego de dejar al castaño sobre la cama, pasó su mano por debajo de la falda para empezar a tocarlo suavemente.
—Me hace cosquillas profesor Bill.
—Abre un poco más las piernas y déjame ver.
El menor hizo caso a lo que le decían y subió su falda, de pronto sintió al rubio lamiendo y besando su miembro por encima de la ropa interior.
—Bill...
Gimió el chico demostrando lo bien que se sentía, el toque del mayor se sentía mas profundo de lo habitual.
—Ah, Ah...
—Eres mi estudiante preferido.
Bill apartó la ropa interior para poder saborear al contrario y para dilatarlo al mismo tiempo, un hermoso gemido del menor llegó a sus oídos.
—Ah, si tocas ambas partes yo...
—Tu interior esta absorbiendo mis dedos, tanto así me quieres dentro tuyo?
—Ngh, por favor...
El mayor lo dejó inmerso en el placer por unos breves instantes solo con sus dedos y su boca, hacia tan solo un par de días que no lo hacían pero el menor estaba tan estrecho como siempre así que iba a ser igual de difícil entrar en él sin lastimarlo, tenia que prepararlo adecuadamente.
—Bien, ahora cambiemos a una posición más cómoda.
—Ah?
En un rápido movimiento del demonio, Dipper se encontró sentado sobre él, mas exactamente sobre algo que ya tensaba demasiado su pantalón.
—Estás tan duro.... Ah...
Resaltó el castaño mientras instintivamente se movió para frotarse un poco sosteniéndose de los hombros del contrario. Lo beso muy fuerte impresionando al mayor, introdujo su lengua y jugó con la suya al ritmo que movía sus caderas y gemía en su boca de manera un poco brusca y desesperada, el rubio por su parte toqueteaba sus piernas y apretaba su trasero para acercarlo más. Sus cuerpos se sentían calientes y deseosos por el otro, siempre se sentían así pero hoy era un poco diferente. El demonio pronto sacó su miembro de su ropa y lo acercó a la entrada del menor.
—Quiero meterlo.
—Mételo... Rápido.
Al sentir tan húmedo al chico el rubio entró de lleno con una estocada en su interior y ambos tensaron sus cuerpos mientras suspiraron, la sensaciones de placer parecían mucho mas intensas.
—Mueve tus caderas Pino.
—Ah? Yo? Pero...
—Mi estudiante no quiere hacer caso?
—Es que yo... Ngh... Ah.
El castaño sintió que Bill lo agarró de los glúteos y se adentro en él, instintivamente movió su cadera mientras se sostenía del pecho del demonio, sentía el miembro duro y cálido del rubio entrar y salir, tocando cada parte sensible de su interior, se sentía demasiado bien. Apretó sus paredes alrededor del mayor y se movió más rápido que antes.
—Ah, se siente delicioso... Voy... Voy a venirme.
Bill cambió la posición para que el placer se prolongara, rápidamente recostó al castaño boca abajo y entró sin ningun previo aviso, se internó profundo dentro del menor hasta encontrar su punto dulce, ahora lo apretaba aún más y sus gemidos parecían desesperados.
—Escuchas el sonido tan obseno... Que hacen nuestros cuerpos Pino?
—Ah... lo escucho.
El humano abrió las piernas para sentir al demonio aún más, y se sentía increíble, pues al ser tan grande, no dejaba ni un espacio de su ser sin llenar.
—Ya no puedo aguantar, Ah... Ngh.
—...Yo tampoco.
El mayor se vino al sentir que Dipper lo apretaba mientras se venía, de seguro uno de los orgasmos más intensos que habían tenido, el menor se sintió lleno de la esencia cálida del demonio.
—Aun me siento muy caliente.
Confesó el castaño.
—Eso no es problema. Ahora quiero ver tu cara cuando te vengas.
El rubio le dio la vuelta y entró en el chico fácilmente por lo húmedo que estaba, ahora podía ver su rostro contrayendose al sentirlo más y más profundo.
—Te gusta Pino?
—Me encanta Bill.
—Estás apretándome mucho.
No pasó mucho para que la segunda oleada de gemidos intensos y placer los invadiera, de nuevo sintieron un intenso orgasmo que les hizo temblar y estremecer cada célula de sus cuerpos, Bill descansó un instante en el pecho del menor.
—Creo que esos dulces tenían algo.
El castaño miró al mayor y los dos se rieron.
—Lo hicimos desesperadamente, perdona si te lastime Pino, ahora lo haré lento.
—Esta bien.
—Dulce o travesura?
—Ahora quiero dulce.
El rubio se sentó sosteniendo al chico que quedó sobre él, enrrollando sus piernas alrededor suyo. El menor tenía su cara cubierta con sus manos.
—La vergüenza volvió.
—Déjame ver tu rostro.
Bill besó el dorso de sus manos y el castaño al final las quitó.
—Si te gusta como me veo?
—Me gusta como te ves siempre.
El mayor le ayudó a quitarse el abrigo, ahora sólo tenia una camisa blanca con un moño en el cuello, Bill puso una mano en una de las mejillas del chico, el castaño cerró los ojos, sintió los labios de Bill en su boca, solo por un segundo, a continuación una mano se deslizó por su pecho, abrió los ojos y vio cómo el mayor desabotonaba su camisa y luego ponía la cabeza contra su pecho.
—Tu corazón late muy fuerte Pino.
—Es por tu culpa.
El rubio comenzó a darle besos en el pecho, luego, al encontrar uno de sus pezones, besó este con su lengua, el menor acarició sus cabellos dorados mientras suspiraba por el toque, el contrario pronto fue al otro pezón para seguir con el ritual.
—Bill...
—Mm?
—Ngh...Bésame.
El rubio le dio besos en el cuello y pronto llegó a sus labios, era un beso muy suave y dulce, que haría a cualquiera olvidar todo, el menor de repente se sintió debajo del demonio que dejó de besarlo y se quedó mirándolo.
—Eres tan lindo.
Dijo besandolo de nuevo, esta vez era un beso más intenso, el castaño se abrazó a su cuello luego de un rato y al sentirlo entrar en él de nuevo, ahora sin ninguna prisa, sus bocas se separaron para tomar aire, Bill besó su mejilla y apartó unos mechones oscuros de su frente.
—Di que nunca dejarás de amarme Pino.
—Nunca... dejaré... de amarte Bill.... Ah... Se hizo más grande.
—Es por ti.
El rubio empezó a moverse dulcemente dentro de Dipper que aún estaba muy humedo y apretado, besó y acarició cada parte de su piel mientras entraba y salía de él, con cada roze sentía que el otro se estremecía, sus pequeños suspiros y su rostro lleno de dicha, hacían que Bill se excitara aun más, al punto de no poder contenerse más.
—Ya no puedo ir tan lento.
—Esta bien, hazlo... Más rápido...
El castaño aprisionó al mayor con sus piernas, y mirándolo a los ojos mientras él los llevaba a ambos al cielo a través de sus movimientos, su respirar era cada vez mas agitado y una vez más se corrieron juntos, sus cuerpos ahora bastante sudorosos cayeron sobre la cama, uno al lado del otro sin apartar sus miradas.
—Bill... Di... que te gusto.
—Me gustas.
—Otra vez.
—Me gustas.
—Una última vez.
—Me gustas. Tanto así te gusta que lo diga?
—Mi corazón... Se pone muy feliz cuando lo dices.
El rubio lo abrazó y le dio un beso en la frente.
—Tonto Pino.
Hola mi querido(a) lector(a),
Gracias por leer mi escrito del dia de hoy, espero no sea muy tarde para publicar esto y que lo disfrutes, ojalá de alguna forma tu vida se haya endulzado hoy y hasta pronto.
Postdata: Siento no haber publicado desde hace mucho, en vacaciones haré capitulos e historias mas fascinantes, calientes y románticas, tengan un poco de paciencia hacia mí ser.
"Me gustaría explicar qué hace que dos cuerpos se amen, (...) Es saber que entre tanta chimenea, entre tanta confusión, en medio de la marcha brutal del mundo, nuestras manos se comprenden."
-Apuntes sobre mi paso por el invierno" (2014), Marwan.