Phoenix (Pandora #6)

By SofiDalesio

276K 41.2K 14.5K

Hay 3 hechos innegables: 1) Lionel desea matarme, nada lo detendrá hasta lograrlo. 2) Orlando Bright podría e... More

Pandora & Valentino disponibles en librerías
Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27 (final)
Spin off (Disponible en mi perfil)

Capítulo 9

9.6K 1.4K 732
By SofiDalesio


Terminé por ceder. Mi vida era más importante que mi orgullo. Además, tenía que despedirme de Josh. Cómplice o no, se había ocupado de mí todos estos años y había sido un apoyo emocional indescriptible estos últimos meses. Fue extraño verlo con el cabello extremadamente corto y negro, tan acostumbraba como estaba a su larga y desarreglada melena rubia, pero al parecer él ya había pasado una vez por una situación de peligro similar como para siempre haber estado preparado para una segunda ocasión. Nada como un cambio radical de estilo luego de años manteniendo el mismo para escapar sin problemas.

—Creo que tenía tu edad cuando se metió en el negocio de las drogas. Terminó trabajando para un pez gordo en medio del furor de la cocaína, era bueno para conseguir información de bandas enemigas —comentó papá una vez que Josh partió—. No fue difícil convencerle de colaborar conmigo a cambio de no entregarlo al terminar el caso. Él quería escapar.

—No luce como alguien que estuvo en las drogas —respondí.

—Ningún buen traficante consume lo que vende, Em —dijo Ethan—. Clásica historia de un chico en el lugar y momento equivocado, que termina haciendo recados para un criminal demasiado poderoso.

—Está acostumbrado a reubicarse y esconderse, le avisaré cuando sea seguro para él volver —concluyó Orlando.

John no tardó en aparecer para sorpresa de todos. En mi defensa, también fue primero por el golpe aunque papá lo evitó con la misma calma que conmigo. Era bueno que saber que, quizás, después de todo, no éramos tan diferentes en el fondo. John se permitió diez minutos para gritarle reclamos mientras sus ojos brillaban con el alivio de lágrimas contenidas. Luego volvió a su aspecto habitual de agente serio.

Sentarse los cuatro en la mesa del comedor fue demasiado extraño. Viendo a John pedir actualización de la situación y Ethan soltar datos al azar mientras papá se ocupaba de repartir los cubiertos para el almuerzo, no podía sentirme más fuera de lugar. No fue difícil imaginarlos más de una década atrás, mucho más jóvenes y despreocupados, Ethan dibujando mientras John y Orlando Bright discutían tal vez otros asuntos de vida o muerte, cosas de trabajo que hubieran resultado historias para un niño.

—Entonces tenemos cubiertos a Andy y Josh —comentó Ethan sacando su propia lista de nombres y tachando esos dos—. Hice que a Thomas lo relocalizaran hace unos días en una base extraterritorial.

—¿Dónde? —pregunté y él me sonrió.

—Si te dijera, no sería secreto, Em. Es más seguro así. Es mejor no saber.

—¿Tu madre? —preguntó John.

—Está en una reunión hasta las cuatro, no debería salir de su oficina en todo el día. Reorganicé su agenda hace unos días para meterla en medio de una negociación este mes así no tendrá un segundo de tiempo libre —respondió Ethan con calma—. Me aseguré que no hiciera más que trabajar, y el edificio está vigilado.

Increíble. Había estado tan ocupada en mi propio caso con John, que no me había detenido a pensar en lo que podía estar haciendo mi hermano mientras tanto, aunque fuera comenzar a poner a salvo a todos los posibles objetivos. Por un fugaz instante nuestras miradas se cruzaron, él no necesitó que dijera nada para comprender cuánto le agradecía.

—¿La chica francesa? —preguntó papá y tanto Ethan como yo nos congelamos.

—¿Qué chica francesa? —John lo miró sin comprender.

—La criminal, el Chat Noir —respondió él y John solo lució más desconcertado—. Hermano, eres un ciego si no has notado que mi hijo lleva años tirándosela.

—¡Papá! —gritó Ethan con el rostro enrojecido.

John comenzó a reclamar explicación, Ethan lucía como si deseara meterse debajo de la mesa, y papá parecía como si seriamente estuviera considerando la inteligencia de su hermano. No pude hacer nada más que reír. Esto era más que ridículo, pero John le estaba reclamando a Ethan por su irresponsabilidad y mi hermano no dejaba de tropezarse con sus palabras en un intento por defenderse, y casi se sintió como un incómodo almuerzo familiar con bochornos de por medio.

—¿En qué demonios estabas pensando? —exclamó John.

—Dijiste no agentes y no quería mentirle a una civil —respondió Ethan.

—¡No me refería a criminales por eso!

—Oh, la hipocresía —comentó papá cogiendo un pedazo de pan y John lo fulminó con la mirada.

—Calla.

—Personalmente creo que es mejor una ladrona, a una asesina a sueldo —continuó papá, y apenas me contuve de reír más mientras Ethan estaba atónito—. Deberías haberlo mencionado en algún momento, solo para dejar una moraleja de no meterte con alguien que es capaz de matarte.

—Ella está retirada —masculló John entre dientes—. Estaba intentando ser una figura paterna responsable, ya que tú no estabas.

—¿Y cuánto tiempo llevas sin ver a Mimiko? —preguntó papá y no esperó una respuesta—. Diría que unos dos meses. Tal vez tres. ¿Puedes contactarla? Creo que su ojo experto nos vendría bien en esta situación.

—Ella está retirada —repitió John—. Algo que sabrías, si hubieras estado aquí, en vez de dejarme solo para hacerme cargo de tu familia.

—Lo siento, si tuviste que escoger. Cuando esto termine, podrás retirarte con ella como planeabas. Pero ahora mismo, agradecería su ayuda.

Solo pude observar en silencio, juntando las piezas. De pronto, el hecho que John soliera tener misiones en el lejano oriente no parecía casual o simple elección por gusto. Y casi podía imaginar toda la historia detrás. Ellos se habrían cruzado en algún momento años atrás, él se habría enamorado y ella también, un espía y una asesina. Habrían acordado retirarse, para poder llevar vidas tranquilas y estar juntos. Él la habría traicionado, la situación haciéndole escoger entre ella o sus sobrinos. Nunca había descubierto a qué había renunciado John al hacerse cargo de nosotros, ahora lo sabía.

—Son todos unos hipócritas —murmuré sin poder evitarlo—. Dejan que las chicas Bright nos llevemos toda la mala fama, pero tú has estado con una asesina a sueldo, tú con una ladrona internacional y tú te involucraste con una simple civil en medio de una misión. ¿Y yo soy la problemática?

—Doble agente, Em —dijo Ethan.

—Obligado bajo chantaje.

—Eso no cambia que encubrió a su familia durante años.

—Jack habló con el Chat Noir hace días e intentó convencerla de dejar la ciudad, pero ella no quiere y lo ignora desde entonces —respondí volviendo al tema anterior.

—Por eso no te metes con criminales, siempre hacen lo contrario a lo que les dices —respondió John mirando de un modo acusador a Ethan—. Es tu asunto. Tú la buscas y solucionas eso. Si es importante para ti, entonces es un objetivo también. Y luego hablaremos al respecto, a solas.

—Mimiko —murmuró papá y casi pude verlos discutiendo así desde siempre, John demasiado discreto y obediente, y papá no dudando en señalar sus secretos—. ¿Y dónde está Jackpot? ¿Por qué no está aquí?

—A diferencia de ti, él sí cumple con su trabajo —respondió John y me miró—. Olvídate lo que te dije, es un buen chico.

—Él te dijo de venir —murmuré al comprender.

—También lo que anda callando —dijo John y volvió a fijarse en papá—. Anda ayudando en otros casos ahora.

—No me importa. Lo necesito aquí para compartir lo que sabe de Lionel y el resto de su familia, no lejos siendo la Wikia de criminales del MI6 —respondió él.

—Tiene que cumplir con horas de trabajo. Es parte de su trato con el Servicio Secreto para no estar encerrado por traición a la corona.

—¿Y no puedes hacer algo?

—No tengo tan alto nivel.

—¿Con quién podemos hablar para conseguirle un pase libre por unas semanas? ¿Puedes llamar a papá?

—¿Y que mamá se entere? Oh, claro. ¿Quieres que te mate primero a ti por fingir tu muerte, o a mí por todavía no haberle avisado? Yo no estaré cerca de esa mujer cuando se entere lo que hiciste. Y si alguno de ustedes valora su vida, tampoco —dijo John mirando a Ethan y a mí.

—Puedo... Puedo hablar con Midford, ella lleva el caso de Jack —comentó Ethan—. Debería poder conseguir que lo libere al menos unos días.

—¿Figura paterna responsable? —preguntó papá mirando a John—. Tampoco te diste cuenta que mi hijo estuvo con una agente que le saca más de una década.

—¿Saliste con Midford? —grité y Ethan solo lució más miserable—. ¿Estuviste con una mujer mayor?

—Fue hace un largo tiempo y no fue una relación —respondió él.

John estaba al borde de perder su autocontrol de nuevo. Sostuve mi cabeza entre mis manos sin terminar de creerlo. Parecía que mi hermano nunca dejaría de ser un absoluto misterio para mí. ¿Y papá sabía todo eso de él con solo mirarlo? ¿Y osaba preocuparse y reclamarle a John por los actos de Ethan? Ahora no podía dejar de preguntarme si Midford no me había ofrecido en primer lugar el trato de Jack, como un favor a su antiguo amante.

—Debe ser una secuela de Blackpool —dijo John con derrota—. La chica francesa también es mayor que él. ¿No? Su doble presenta una y...

—No hablaremos de Blackpool —dijo Ethan duramente.

—Trataremos un solo problema a la vez, luego nos ocuparemos de eso —declaró papá—. Necesito a Jackpot libre para ayudarnos, y Mimiko es la mejor asesina que conozco y de seguro sabe qué tipo de sujetos contrataría Lionel.

—¿Tienes un plan? —pregunté y él me sonrió.

—Estoy trabajando en ello, tan solo necesito tiempo. Nuestra prioridad ahora es poner a todas las posibles víctimas a salvo.

—Podemos enviar a mamá lejos —sugirió Ethan y John negó con la cabeza.

—Brigitte es atenta, nota cuando algo malo está sucediendo. Sabes cómo resultó la vez que intenté mantenerla fuera de Londres por trabajo.

—Va a estar tan molesta si alguna vez sabe de todo esto —murmuré—. ¿Cuál es el próximo movimiento de Lionel?

—Todavía no ha hecho lo suficiente como para reconocer un patrón —respondió papá—. John y yo pensaremos en algo, de momento ustedes solo tienen que preocuparse por mantenerse a salvo.

—No hay modo —dijo Ethan.

—No nos puedes dejar a un lado —agregué.

—Los necesito a ambos en el campo cuidándose entre ustedes y protegiendo a su madre, mientras nosotros planeamos nuestro contraataque. No los estoy haciendo a un lado, les estoy dando la tarea más importante y no deben separarse. Lionel estará esperando y al menor momento de vulnerabilidad que muestren, atacaré. Tiene el dinero y los medios para contratar a todos los asesinos que imaginen, así que no pueden bajar la guardia. ¿Entienden?

No era lo mismo creer algo, que tener a un adulto experimentado confirmándotelo. Ambos asentimos en silencio. Lionel tenía que tener algo mejor que hacer que obsesionarse con esta familia, pero tal vez había llegado al punto de estar tan embriagado en poder y acostumbrado a siempre salirse con la suya, que esto le resultaba entretenido. O tal vez tenía un motivo personal, mucho más allá de una simple discusión con un amigo y una separación al tomar caminos distintos.

Miré a papá de soslayo durante el almuerzo, había más allí de lo que él estaba dispuesto a admitir. Incluso si estaba jugando la carta de la honestidad para ganarme, revelando secretos de Ethan y mostrándome que John no era tan intachable como aparentaba, sabía en el fondo que solo era un truco para desviar mi atención de él. Era, de hecho, la táctica más vieja y confiable de todas, señalar cualquier otra cosa que resultara atractiva, para no notar la realidad oculta. Como un mago llevando a cabo su farsa, mientras la asistente hacía el truco.

Quería saber la opinión de Ethan al respecto, y a la vez él no podría estar más cegado por su felicidad como para sospechar algo. Era frustrante. ¿De haber estado aquí, Jack entendería mi recelo? Había enviado a John, tal vez había notado que necesitaba alguien más imparcial presente también.

—Así que Midford —comenté cuando estuvimos a solas.

Ethan murmuró una maldición en sueco y echó su cabeza hacia atrás, cubriéndose los ojos con una mano. El segundo piso del autobus estaba vacío, un pequeño milagro de privacidad que solo existía en el transporte público. El almuerzo había terminado, y me había ofrecido a ayudar a Ethan en buscar ropa y llevarla a nuestra recién establecida base en caso de ser necesario abandonar nuestro piso. Cualquier excusa hubiera sido bienvenida con tal de tomar un poco de aire fresco y alejarme de papá para pensar. Mi hermano no parecía ahora tan complacido por mi compañía.

—Ni siquiera empieces —respondió él.

—¿No tiene ella como treinta? ¿Qué edad se suponía que tú tenías entonces?

—Deja el asunto, Emma.

—No es normal. ¿Estás bien?

—Maldita sea. ¿Nunca te ha gustado alguien mayor? —preguntó Ethan mirándome de un modo acusador.

—Me preocupas —admití apoyando mi cabeza sobre una mano y observándolo—. Por cada día que pasa, solo eres más sencillo de leer para mí. Y sé que no quieres hablar de esto, y es evidente cómo te perturba, pero es por eso mismo que necesito saber si estás bien. Dices que Diana fue dañada de niña, y por eso es como es, pero ahora no puedo evitar preguntarme si tú también lo fuiste, y por eso se buscan tanto entre ustedes. Solemos sentirnos cercanos con quienes compartimos heridas.

—Estoy bien —dijo Ethan duramente—. Nada me sucedió.

—A mí tampoco, y eso no evitó que me marcara de algún modo. Si alguna vez lo necesitas, y cuando sientas que estás listo, puedes hablar conmigo —respondí y me relajé, fijando mi mirada en el techo para liberarlo—. ¿Hay al menos algún aspecto en que no estemos rotos?

—Lo de John me tomó por sorpresa —comentó él y sonreí con diversión.

—A mí a medias. Si sabes dónde fijarte, se nota cuando uno ha tenido encuentros con otro, pero creí que se tratarían de parejas ocasionales. No una recurrente. Menos de esa profesión. Quiero conocerla. ¿Te imaginas tener a Beatrix Kiddo como tía?

—Creo que nuestra familia ya es lo suficientemente extraña, sin agregar aquello.

Reí, era imposible negarlo. Una parte de mí no podía dejar de pensar en la situación, la amenaza de Lionel y el misterio de papá, pero al menos por unos minutos necesitaba sentirme como una adolescente normal y reír de tonterías con Ethan, aunque eso fuera la posibilidad de llamar tía a una asesina a sueldo. John posiblemente tendría un ataque si siquiera sugeríamos la idea, y Alicia sería capaz de pagar una ridícula suma de dinero por saberlo.

No llegamos más allá de la recepción del edificio. Scarlet nos estaba esperando allí, su habitual expresión de enfado peor de lo que alguna vez había visto. Por tan solo un instante temí, antes de recordarme que él siempre lucía como si odiara su trabajo. En parte lo detestaba por mí, ahora lo sabía, y a la vez no pude evitar preguntarme si al menos lograría sacarle una sonrisa al decirle que su antiguo mentor estaba vivo. No podía, porque lo más seguro era mantener el secreto.

—Llevo horas esperándolos —se quejó el agente—. ¿Dónde estaban?

—Almuerzo —respondió Ethan como si eso explicara todo—. Podrías habernos llamado si era tan urgente.

—Se trata de información sensible que prefiero discutir en persona por cuestiones de seguridad. Me enviaron a buscarte.

—¿Quién? —pregunté, pero Scarlet definitivamente no estaba aquí por mí.

—No es tu asunto —dijo mirándome con molestia.

—Es mi hermano y tenemos cosas que hacer —respondí cogiendo a Ethan por el brazo.

—Es sobre el caso Ferrière.

El rostro de Ethan se ensombreció enseguida ante esa mención. Miré el ascensor al otro lado de la recepción y suspiré, era asunto perdido. John no estaría nada contento con que nos retrasáramos, pero conocía a Ethan lo suficiente como para saber que no se desviaría del plan por cualquier cosa.

—Tienes una hora —dijo Ethan—. Y Emma viene conmigo.

—El caso no la involucra —dijo Scarlet.

—Entonces dale esa hora libre a Carter —respondió y el agente solo apretó la mandíbula.

—Está trabajando.

—No me importa. Dada su situación, no planeo dejarla sin compañía.

—Puedo cuidarme sola —intervine.

—De todos modos debemos tomarle declaración sobre lo sucedido ayer, dado que abandonó la escena sin decir palabra —cedió Scarlet

Mantuve mi mejor expresión de inocencia cuando el agente me miró con acusación. Mi prioridad había sido Andy sobre cualquier papeleo del MI6. Esto no estaba bien. Sabía la historia que Jack habría contado para encubrirnos, pero no tenía tiempo libre que gastar actuando para los hombres de traje.

Me detuve al ver a un joven fumando fuera en la entrada del edificio y reconocerlo. Brandon guardó su calma, apoyado de lado contra un muro y sonriéndome cuando me fijé en él. Pude imaginarlo guiñándome un ojo detrás de sus oscuras lentes. Y, tanto como seguía deseando golpearlo luego de lo que había hecho la vez pasada, su simple visión bastó para helar mi sangre. Era evidente que había preferido el lado de su padre, y dudaba que estuviera aquí para preguntarme por el estado de Maurice.

Seguí a Scarlet y Ethan fuera deseando en vano poder evitar lo que sabía que sucedería. Brandon me cogió por el brazo cuando pasé a su lado para detenerme. Scarlet apenas me miró antes de murmurar algo sobre molestos adolescentes y mascullar que me esperaría en el auto. Ventajas de pertenecer al Servicio Secreto, poder aparcar en cualquier lugar de Londres. Ethan se quedó a mitad de camino, mirándome a pesar que mi expresión era más de molestia que peligro.

—¿Qué quieres ahora? —pregunté deshaciéndome de su agarre.

—Andas muy agresiva estos días —respondió Brandon—. ¿Algún motivo en particular?

—¿Además del evidente? Eres un cobarde, y si lo que quieres es que termine lo que empecé el otro día...

—¿Todo en orden, Em? —preguntó Ethan dudando al oír el llamado de Scarlet.

—Sí, espérame en el auto. Ahora los alcanzo —lo miré fugazmente sobre mi hombro, y Ethan asintió antes de darme la espalda.

—A ti te encantaría que yo terminara lo que empecé —dijo Brandon y sonrió con burla al mirar más allá de mí—. ¿Así que ese es el famoso Ethan Bright?

—Déjalo fuera de esto —mascullé.

—¿Por qué? ¿No le has dicho de mí? ¿O no quieres que yo sepa de él y por eso evitas presentarnos? ¡Ethan! —llamó él y mi hermano se giró enseguida al oírlo, Brandon mantuvo su perfecta sonrisa en su rostro—. Escuché que no te gusta cuando otro se sobrepasa con tu hermana. La entrenaste bien, deberías haber visto cómo reaccionó el otro día cuando la besé. Al parecer no le gusta revivir su trauma.

Brandon era suicida. Esa simple mención bastó para recordarme mi miedo, y quise alejarme tanto como darle el merecido golpe que andaba pidiendo. Ethan se acercó con calma y sonrió de un modo tan frío que incluso yo me preocupé. Puse una mano sobre su brazo. No necesitábamos armar una escena ahora mismo, había personas alrededor. Pero este no era mi hermano, sino que llevaba la expresión del agente Ethan Bright, y sabía que estaba memorizando cada detalle de Brandon para luego buscarlo.

—Tal vez debería haber presionado por algo más —continuó Brandon—. Ella tiene una reputación de disfrutar bastante con otros chicos.

¿Acababa de decirme zorra? ¡Esto no era un pleito de instituto! No tuve tiempo de responder, ni Ethan de intervenir. Escuché el ruido del motor del vehículo, y luego el mundo fue absoluta luz. Ethan se echó sobre mí ante el ruido de la explosión. El aire abandonó por completo mis pulmones por el impacto, la acera raspó mi mejilla y estuve segura de poder saborear sangre. Sentí el calor contra mi rostro y el sonido de miles de pequeñas piezas volando. Brandon cayó a un lado, su chaqueta de cuero arruinada.

Alguien estaba gritando. Había fuertes sonidos de pisadas en el fondo. No podía oír bien, mis oídos no dejaban de zumbar. Apenas fui capaz de mover la cabeza para mirar. Sentía el cuerpo de Ethan sobre mí, su pecho moviéndose con cada respiración. Me estaba preguntando algo, pero no lo escuchaba. Brandon se puso de pie con dificultad y echó a correr. Solo pude fijarme en la masa de fuego que era el auto en que había estado Scarlet. Y luego comprendí que era yo quien estaba gritando.

*********************************************************************

Por favor no te olvides de dejar tu voto, y puedes encontrar más historias de todo tipo en mi perfil.

Continue Reading

You'll Also Like

194 60 29
ATENCIÓN!!!! Esta es una segunda parte. Si no has leído Siempre nos quedará Londres te vas a comer unos cuantos spoilers y no entenderás nada. Sino...
149K 7.8K 52
Que encuentres a la persona indicada, pero no sepas si tu eres la indicada para el. Ese es el jodido problema del amor, no saber si es correspondido...
"Cuando te conocí" By Novels

Mystery / Thriller

6.9K 645 30
Hola!!!, les traigo una novela nueva, pro primara vez hago una historia basada en el marco y para eso tomé al "nini" poco a poco se va ir desenvolvie...
716K 10.7K 10
Oliver Pickwick es el peculiar nombre de un pobre joven que como un poeta enamorado escribe versos y pensamientos en su diario, sobre su mejor amiga...