Narra Dani.
Dejo de escuchar el sonido del agua y deduzco que ha terminado de ducharse.
Yo me salí hace apenas cinco minutos y ella se quedó lavándose el pelo.
Me abrocho el botón del pantalón y alboroto mi pelo húmedo.
Vuelvo al baño, donde la veo enrollada en una toalla, y no se percata de mi presencia hasta que no enciendo el secador.
Sara: te mato -se sobresalta llevándose una mano al pecho
Suelto una risa y me topo con sus ojos en el reflejo del espejo.
Dani: eres muy lenta -me quejo
Me saca la lengua en señal de burla y cojo el peine para levantar mi tupé.
No hemos hablado más sobre la discusión que tuvimos antes.
Y tampoco es necesario porque las cosas han quedado más que claras.
Estamos juntos en esto, y en todo.
Siento sus manos rodear mi cuerpo y me permito desconcentrarme de mi labor unos segundos para mirarla de nuevo a través del espejo.
Apoya su barbilla en mi hombro y sonrío inevitablemente.
Sara: ¿no te cansas de verme desnuda? -bromea en una queja
Dani: te veo desnuda menos veces de las que me gustaría -alzo las cejas obvio haciéndola reír
Acaricia mi abdomen mientras me observa un par de minutos.
Deja un beso en mi espalda y se aleja de mí.
Termino de peinarme y apago el secador, observando en el reflejo cómo se deshace de la toalla y se pone la ropa interior.
Sonríe burlona al darse cuenta de que la estoy mirando, y me mira también.
Sara: tienes las mejores vistas de todo el hotel -presume abrochándose el sujetador
Asiento con cara de imbécil dándole la razón y me giro para acercarme a ella.
Me pego a su cuerpo haciéndola retroceder hasta que su espalda choca con la pared.
Apoyo una de mis manos en ésta y ella hace una mueca divertida ante mi gesto.
Sara: ahora viene la parte en la que me besas y terminamos haciéndolo en la piedra del lavabo, ¿no? -rodea mi cuello con sus brazos
Se me escapa una risa ante su propuesta de escena de película y le planto un beso en los labios.
Dani: ¿eso quieres? -mis manos vuelan hasta su cintura desnuda
Niega con la cabeza ahogando una carcajada y busca mi boca con bastantes ganas.
Nos saboreamos varios segundos hasta que hablo.
Dani: ¿seguro que no? -interrumpo el beso
Alzo las cejas pícaro y ella atrapa con sus dientes mi labio inferior.
Sara: ¿te puedes callar? -murmura
Y seguidamente vuelve a besarme con efusividad.
Así que decido divertirme un rato.
Agarro sus muslos y la impulso hacia arriba haciendo que enrolle sus piernas alrededor de mi cintura.
Sonríe contra mi boca al notar que me dirijo a la piedra del lavabo.
La dejo sobre ésta colocándome en el hueco que hay entre sus piernas, y no sé si se estremece por el contacto con el frío mármol o por mis dedos recorriendo su silueta.
Nuestros labios no se separan ni un momento, hasta que lleva su mano al botón de mi pantalón.
Me alejo unos centímetros para mirarla y empiezo a pensar que no voy a ser capaz de dejarla con las ganas, como varias veces me ha dejado ella a mí.
Su respiración está agitada.
Una leve sonrisa lujuriosa se forma en mi rostro.
Busca mi boca de nuevo, ansiosa, y sostengo su cara con mis manos evitando que la encuentre.
Frunce el ceño confusa y su nariz choca con la mía, mezclándose así nuestras respiraciones.
La beso, pero no como a ella le gustaría ahora mismo.
La beso despacio, de forma suave, y al finalizar el beso, muy a mi pesar, me alejo de ella.
Me pongo frente al espejo intentando no reírme mientras siento como me mira entre divertida y enfadada.
Repeino mi tupé con mis dedos y la miro burlón abrochando el botón del que ella se deshizo antes.
Sara: ¿me estás vacilando? -continúa sentada en la piedra del lavabo, con sus manos apoyadas en ésta
Dani: ¿yo? ¿por qué? -me hago el ofendido
Alza las cejas obviando el porqué y suelto la risa que aguantaba.
Me encojo de hombros y salgo del baño triunfante.
Saco la camisa del armario y, mientras me la abotono, escucho las pisadas de sus pies descalzos acercarse a mí.
Sus brazos rodean mi cuello y apoya su cabeza en mi espalda.
Sara: ¿por qué me haces esto? -pregunta con voz de niña pequeña
Sonrío inconscientemente abrochando el último botón.
Dani: tenemos que ir a cenar y se nos va a hacer tarde
Sara: ¿no decías que los rápidos eran los mejores? -me recuerda
Una pequeña carcajada se escapa de mi garganta.
Dani: te mentí -admito
Da un salto y se sube a mi espalda.
Dani: pf, pesas demasiado -me burlo
Camino por la habitación con ella encima.
Sara: eres un capullo, ¿lo sabías? -se queja
Dani: eres una picada, ¿lo sabías?
Me siento en el borde de la cama para ponerme los zapatos, haciendo que ella también quede sentada justo detrás de mí.
Y cuando me dispongo a agacharme, se lanza a mi cuello mordiéndolo con fuerza.
Dani: ¡Sara! -exclamo en una risa leve
Noto como succiona mi piel y podría jurar que en menos de media hora aparecerá en el mismo sitio una considerable marca.
Me echo hacia atrás obligándola a parar y a tumbarse en la cama, y me doy la vuelta posicionándome sobre ella, con mis rodillas y mis manos en el colchón.
Me mira aparentando estar enfadada.
Dani: estás loca -afirmo
Sara: quítate -intenta apartarme, sin éxito- déjame levantarme -se rinde ante mi resistencia
Dani: ¿vas a enfadarte por esto en serio? -pregunto sorprendido
Suspira y rueda los ojos.
Sara: no, idiota, tengo que vestirme -explica
Dani: ¿y tienes complejo de vampiro?
Suelta una risa, la cual se intensifica cuando llevo una de mis manos a su barriga, haciéndole cosquillas.
Sara: ¡para! ¡Dani! ¡por favor! -suplica entre carcajadas revolviéndose en la cama
Ceso mi tortura al mismo tiempo que cesa su risa, y beso sus labios varias veces.
Dani: te quiero -murmuro
Sonríe ante mis palabras y es ella la que se acerca para besarme de nuevo.
Sara: te quiero, pero déjame levantarme que se nos va a hacer tarde -repite mis palabras de hace un momento con retintín
Dani: se nos va a hacer tarde por tu culpa
Me levanto finalmente y me siento para ponerme los zapatos, como iba a hacer en un principio.
Sara: ya, solo por mi culpa -dice irónica levantándose también
Amarro los cordones de mis zapatillas mientras ella coge su neceser.
Dani: oye -capto su atención- ¿qué se siente cuando te dejan a medias? -la pico
Se forma una sonrisa burlona en su boca y se encoge de hombros.
Sara: pues no sé, dímelo tú -vacila
Y entra en el baño dejándome como un completo imbécil.
Qué capulla es cuando quiere.
. . .
Ladeo mi cabeza para mirarla y sonrío tiernamente al verla totalmente distraída curioseando nuestro alrededor.
Sus dedos encajan con los míos a la perfección mientras caminamos por las calles transitadas del centro de Sevilla.
Mi ciudad es preciosa, de eso no hay duda, y lo es aún más por la noche con todas las luces que la iluminan, pero es que justo ésta noche me parece realmente increíble.
Supongo que es ella la culpable de que todo brille un poquito más.
Sara: tengo hambre -hace una mueca
Dani: ¿te he dicho ya que eres como una niña pequeña?
Sara: blablabla -responde haciéndome reír
Dani: está justo... aquí -finalizo cuando giramos la esquina de la calle
Y nos encontramos frente a nosotros el restaurante al que vinimos a cenar aquella noche su padre, María, mis padres, mi gemelo, ella y yo.
Ese día que fuimos al centro comercial y terminó contándome su historia.
En aquel entonces se podría decir que nos conocíamos poco, y casi 10 meses después, a pesar de las idas y venidas, estamos en el mismo sitio.
Esta vez solos, ella y yo.
Sonríe ampliamente y abre la boca sorprendida.
Dani: ¿te recuerda a algo?
Asiente abrazándose a mí y la correspondo pasando uno de mis brazos por sus hombros.
Observamos el establecimiento desde la otra acera, como si fuera el lugar más especial del mundo.
Y es que realmente es uno de los lugares más especiales de nuestro pequeño mundo.
Sara: estas cosas que haces me recuerdan el porqué te quiero
Sus palabras me hacen mirarla de nuevo para comprobar que ya ella lo está haciendo, y estampo mis labios en los suyos innumerables veces.
Sara: vamos -tira de mí felizmente cruzando el paso de peatones
Entramos en el restaurante y pedimos mesa para dos, a la cual nos dirigen rápidamente.
Nos sentamos y el camarero nos toma nota, trayendo al poco tiempo la bebida.
Comentamos entre broma y broma cosas que pasaron durante aquella cena, como cuando me manchó de pintalabios al darme un beso antes de entrar y ella entró con éste hecho un desastre, la escapada que hizo al baño y mi necesidad de besarla y nuestra divertida despedida amistosa frente a los mayores.
No éramos ni pareja, y nadie, excepto mi hermano, sabía que teníamos algo.
Sara: fue Jesús quien se dio cuenta de que tenía pintalabios hasta en la ceja -exagera alzando éstas- y menos mal
Dani: mi hermano le salva la vida a todo el mundo, por algo se llama Jesús -bromeo obvio
Suelta una risa y asiente.
Pero la situación pasa de divertida a incómoda cuando cambia drásticamente de tema.
Sara: oye -le da un sorbo a su vaso- nunca me has hablado de Mónica
Mi expresión se torna seria y trago saliva.
Tiene razón, y sabía que tarde o temprano iba a preguntarme por ella.
❤
Os debo éste capítulo desde hace un par de días y por eso no voy a pedir cifra exacta de votos, pero es obvio que nunca está de más saber que os gusta lo que escribo 🙄
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INFO GUAY: si comentas en este capítulo, te contestaré al comentario avisándote cuando haya capítulo nuevo !! 💥
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Y bueno, he pensado en dejaros una pregunta en cada capítulo para hacer algo guay y diferente.
La PREGUNTA DE HOY es:
¿Qué día empezáis/habéis empezado las clases?
Yo empiezo el 17 y tengo mieo JAJAJA.
Hayáis empezado ya o no, mucha suerte y mucho ánimo para afrontar este nuevo curso, we cannn !! 😝
Os leo ❤