—Daddy~ Venga a dormir ya~
Un tierno castaño de ojos azules yacía con solo una camisa blanca de manga corta, braguitas y medias largas , abrazando el brazo de su papi, quien estaba clavado en el ordenador. Quería convencerlo de ir con él a dormir, pero el mayor parecía no ceder.
—Baby, ahora no, Daddy intenta terminar su trabajo— Susurró el mayor mientras veía de reojo a su Baby, quien solo hacía pucheritos tiernos, intentando convencer a su mayor de que se fuera con él a dormir.
—Por favor, Daddy. Su trabajo puede esperar a mañana. Por favor~—Habló de nuevo el castaño, esperanzado de que su Daddy le hiciera caso y dejara el trabajo para después.
Al ver que no obtendría resultados tan facilmente, bajó lentamente su manita a la entrepierna de Fred, apretando el bulto en sus pantalones por encima de la tela.
—Daddy~ le prometo que si viene a la cama conmigo, mañana jugaremos todo lo que quiera~— Susurró de manera coqueta y Fred por fin cerró el ordenador y tomó a Freddy por la cintura, cargándolo en su hombro como un saco de patatas.
—Bien Baby. Pero por provocarme mañana en la mañana no podrás caminar— Advirtió con sus ojos negros posándose en los de su pequeño, para luego caminar con él hasta el cuarto.
Luego de arreglar el pequeño problema en los pantalones de Fred, cayeron ambos en un profundo sueño, durmiéndose por fin abrazados juntos.
Fred abrazando la cintura de su pequeño Baby y Freddy acurrucado en el pecho fornido de su Daddy.