Día 35. Hogwarts

3.4K 146 83
                                    

—Freddy...— El gran comedor en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería yacía atiborrado a esa hora por los alumnos de las cuatro casas. Pero a pesar de todo el bullicio y el alboroto que causaban los jóvenes alumnos y alumnas, Freddy parecía a punto de quedarse dormido. Sus ojos pesaban y le zumbaban los oídos. Sólo quería volver a su cuarto y dormir aunque fuesen otros cinco minutos.

El joven pelimarrón se vistió tan rápido como pudo en la mañana que no se enteró de que se había puesto la corbata incorrecta.

—Freddy— Susurró otra vez el joven pelirubio frente a él mientras le acariciaba el cabello para llamar su atención —¿Por qué traes la corbata de un Gryffindor?...— Siendo Freddy un miembro destacado de la casa Hufflepuff, era imposible que alguien le confundiera. Así que ver la corbata roja a rayas amarillas de un Gryffindor resonó entre sus amigos.

—¿Eh?...— Pero el pequeño castaño estaba demasiado distraído para haberlo notado hasta que Golden lo mencionó.

—Freddy, traes puesta la corbata incorrecta— Ann señaló su corbata y antes de que Freddy pudiera agachar la mirada, el dueño de aquella prenda tan indispensable se acercó a él por la espalda.

—Disculpa, Freddy— Fred, un honorable y admirado miembro de Gryffindor, le tomó del hombro y le sonrió ligeramente mientras mostraba la corbata amarilla a rayas negras con el emblema de la casa del menor —Creo que... te dejé mi corbata anoche por error. No sabes cómo lo siento— El pelinegro rascó su nuca con la misma sonrisa, volteó la mirada a los colegas de su pequeño y al ubicar entre ellos a Owynn, un Slytherin que obviamente guardaba sentimientos por el de menor estatura, su actitud cambió drásticamente. —¿Podemos hablar un segundo?

—Y-Yo...

—Sólo serán unos minutos. Por favor— Rogó con una mirada que derritió el corazón del ojiazul, quien sin reparo ni demora se puso de pie y se abrió camino entre los demás estudiantes. —¡Los veré en la clase de Herbología!— Gritó antes de desaparecer entre la multitud, desconcertando a los amigos, quienes luego de lanzarse miradas confusas volvieron a lo suyo.

—¿Qué creen que fue a hacer con ese mugroso Gryffindor?...— Susurró el pelimorado mientras terminaba su comida.

—Esos dos son muy íntimos desde la copa mundial de Quidditch. No los fastidies o Fred se asegurará de hacerte pedazos en cuanto te vea, Owynn— Murmuró el pelirrojo a su lado mientras devoraba todo a su alcance, dejando al mencionado con un mal sabor de boca.

Mientras tanto, en los pasillos callados de Hogwarts, Fred y Freddy paseaban tranquilamente mientras disfrutaban el contacto y la cercanía.

—A-Ah, cierto...— El menor se retiró la corbata para luego extendérsela al contrario que yacía frente a él. —L-Lamento el descuido.— Pero sus disculpas fueron interrumpidas cuando el pelinegro de rojos ojos ya había unido sus labios en un fogoso y sensual beso.

Se separaron luego de un minuto de juguetear con sus lenguas y al mirarse a los ojos Freddy no pudo evitar liberar un tenue gemido, como si estuviese aliviado.

—No tienes que disculparte, Freddy.. Era muy tarde y no podía ver bien. Supongo que tomé tu corbata sin enterarme. Me di cuenta esta mañana y mis compañeros casi me atrapan. Tuve que inventarme una excusa para que no preguntaran por tu corbata— El más joven rió y enredó sus brazos alrededor del cuello del mayor, rompiendo la lejanía. Fred abrazó su cintura celosamente y le dio un pequeño beso con una dulce sonrisa. —Dime por qué eres tan hermoso, pequeño ratoncillo.

—N-No soy un ratón...— Murmuró con un adorable puchero mientras miraba al joven Gryffindor directo a los ojos. El contrario en cambio soltó una ligera carcajada que resonó en los pasillos. Agradecían estar solos, si alguien llegaba a descubrirlos, quizás terminaría en una pelea entre los Slytherin y los Gryffindor.

30 Days of OTP |Frededdy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora